El hombre mira un poco perplejo el circo que os habéis montado en un momento, con cosas que él no ha dicho y Úrsula bailando a su bola. Se acaba encogiendo de hombros. Él no sabía de cosas paranormales, deberíais de tener razón.

-Bueno... Querí' entra' o no...

Flo se mordió el labio un segundo y agacho la cabeza algo derrotada por la situación.
-Si amigo, vamos a dentro, si no te importa te filmamos abriendo la puerta y habremos terminado contigo.

-¡¡DENIS!!-Grito a pulmón.-Volver al trabajo, aquí, filma al... a Mike entrando en la puerta principal. Ursula tu puedes quedarte aquí bailando con los espíritus.-Comento resignada.

-Después de ti.-E invito al redneck a que les abriera la puerta.

- No - digo al comentario de Floren, parando de bailar - Yo entro, claro..Tengo que empaparme de impresiones.- y sonrio. Dispuesta a seguirles, emocionada.

El hombre da la vuelta de nuevo a la parte frontal del edificio. Rebusca en sus bolsillos y saca un fajo de llaves. Las pruebas todas, hasta casi agotar vuestra paciencia. Finalmente abre con una de las últimas llaves.

-Jiemp'e se m'olvida cuál'es...- se disculpa o lo intenta y abre. 

Entráis y está oscuro. No se oye nada en el lugar. El suelo está lleno de polvo y algunos escombros. A vuestra derecha una puerta y la recepción del sanatorio. El escritorio está revuelto con papeles viejos que no deben haber tocado en años, pues la capa de polvo sobre ellos también es considerable. Es como si no se hubieran molestado en recoger todo cuando lo abandonaron. Enfrente hay una doble puerta, que parece dar a un pasillo. A vuestra izquierda unas majestuosas y enormes escaleras de caracol que suben al primer piso. Un poco más allá hay otra doble puerta cerrada, a cuyo lado un letrero reza "comedor".

Doy un par de palmaditas de ilusión al ver el interior. Aspiro los vapores que salgan, a cerrado y a cosas misteriosas.

- Linternas, linternas.. - digo con sonrisa de oreja a oreja.

Se mantuvo en su lugar con un rostro espectante mientras el sujeto abria la puerta e incluso cuando termino de hacerlo y pudieron ver algo del interior, se quedo en su lugar esperando que entrara. Pero como siempre pareceria que Ursula seria la primera en entrar al lugar.

"Ryan..." le llamo a la atension e hizo un gesto con la mano para que le pasara un linterna que daria Ursula para que se interne.

Le entrega la linterna a Rick y coge la suya propia. Sin esperar invitación, entre en tromba en la sala. Examina durante un momento la estancia. Ciertamente, acojona cantidad. Se pasea un rato por la estancia con desparpajo, toqueteando los papeles de la recepción y fingiendo que los entiende. Tras unos momentos, se vuelve al grupo.

—Bueno ¿Como siempre entonces? ¿Exploramos a fondo el sitio y luego nos dividimos para colocar las mierdas?

Cojo la linterna cuando Rick me la pasa. Ryan toma la iniciativa de entrar y yo le sigo. Miró todo, tanto papel, las prisas por irse sin recoger...Ya tengo unas ganas inmensas de ver todo. Miro al paleto.

- ¿Por donde podemos empezar? Esto debe ser como un laberinto...- digo muy contenta, e ilumino la estancia mirando todo. Este sitio es, con diferencia, el más escalofriante.

-Sí, exacto. -Responde a Ryan cogiendo una linterna a su vez.- Veamos qué hay por aquí...

Lo primero que hace es dirigirse a los interruptores, aunque convencida de que no habrá corriente eléctrica. Pero, por si acaso. Luego, como su guapo novio, se acerca al escritorio.

-¿Qué hay aquí...? ¿Algún tipo de registro? ¿Nombres, fechas, y tal?

Abre cajones, mira los papeles desordenados, en pocas palabras, busca datos útiles.

Al ver como nuestros investigadores y medium se meten en el sanario sonrio divertido, dandole una mirada a Florencia antes de encoger mis hombros.

"Como ve Mike nuestros especialistas estan poniendose a trabajar..." saca el autografo que habia traido y se lo entrega al hombre. "Aqui tiene lo prometido, lo financiero hablelo con mi asistente." dandole un gesto con la cabeza a Florencia antes de internarse el tambien el lugar. Acercandose a las escaleras de caracol aunque sin hacer algun intento de subir sino para examinar su estado.

Flo miro con interés el interior del sanatorio y una sonrisa sincera pobló su rostro, pocas veces sus compañeros la veían ver tan sonriente, al menos mientras estaba sobria y trabajando.
-Creo que aquí mismo, podemos montar la base, es lo suficientemente amplio para poner todo incluso los focos.
"Esto tiene potencial, ¿Me entregaron los mapas de este sitio? Tendré que checar la tablet."

Después de que todos empezaran a moverse volvió la mirada al paleto y forzó una sonrisa.
-Supongo que aquí termina su participación Mike. Muchas gracias por esta oportunidad, ¿Entonces cuando viene mañana?-Algo importante que saber, no sea que les pillara de sorpresa.

-Po' mañana vengo a la' jiete, po'que tengo c'arrancar uno' poco' hierbajo' y poda' alguno' arbole'... Asín que no' vemo' entonce'...- asiente.- Ah...- mira lo "profesionales" que estáis con las linternas y se acerca a un interruptor cerca de la puerta.- Hay lu'...- informa antes de salir por la puerta, no sin antes echaros una mirada por encima del hombro.

Sobre el escritorio hay registros del último año. Algunos papeles son altas que parecen haber sido dadas a corre prisa y otros están tan descoloridos que apenas se distingue qué pone. Supones que aquel lugar debe estar lleno de goteras cuando llueve por el estado hinchado de la madera y la tinta corrida en los papeles que no ves bien.

—Pues nada, gente, al lío.

Dicho esto, Ryan se frota las manos y se pasa la lengua por los labios. Está emocionado, no sabe lo que tiene ese lugar, pero es siniestro, macabro, y, por encima de todo, le pone muy, muy cachondo.

Pasa las escaleras de caracol con paso seguro entre los escombros y abre la puerta de la izquierda, la que presumiblemente lleva al comedor.

La puerta emite un sonoro crujido al abrir, que retumba en casi todo el edificio. Después de éso, el silencio. El comedor está intransitable, las piedras, restos de techo y del piso anterior derruido lo ocupan todo. Apenas veis los comienzos de una de las largas mesas, pues el resto está cubierto de cascotes y trozos de plafón que recubría el techo en esa sala. Está claro que no podéis avanzar por ahí.

A mi no me agrada tanto que haya luz. Me ponía más la oscuridad...Pero sigo contenta igual. Al ver que no hay acceso por la zona del comedor, procedo a abrir, si puedo, la puerta que había justo enfrente al entrar.

Tras la puerta de enfrente encontráis un maltrecho pasillo. La parte del pasillo que sigue dirección al comedor es intransitable por los escombros.

Conforme avanzamos por el interior del lugar, voy filmando lo que se ve. Me agrada la idea de que haya luz, eso permitirá que las baterías de las cámaras y los ordenadores duren más. 

Primero, los destartalados muebles de la entrada, con los papeles desperdigados por ahí.

Después, la gran escalera de caracol, - ¿es segura? ,- pregunto a los allí presentes, antes de continuar al comedor, donde se ven las, destrozadas por los escombros, mesas del comedor. 

Luego me encamino a la puerta que se encuentra a la derecha de la entrada, junto a la recepción. - A ver que tenemos aquí