Partida Rol por web

¡Pues ya está! Todo dicho y hecho.

Dejo a Rubia-chan encargándose del tema de escribir mientras yo me dedico a... nada. Miro a izquierda. Miro a derecha. Me rasco los huev.. digo.. el pantalón. Pero más allá de eso, nada. Por lo menos no molesto.

Para cuando llega la hora del recreo, yo estoy medio dormido. Disimulo estando sentado y con los brazos en cruz, pero me he quedado frito. Incluso me cae la babilla. Ni siquiera sé cómo, pero parece que oigo la palabra "recreo" y me despierto por completo. Pestañeo, me seco la baba con el dorso de la mano y miro a mi alrededor, viendo a Rubia-chan ofreciendo ir a comer juntas a las otras dos chicas.

Me dirijo hacia la puerta, parándome un momento en mi sitio para coger mi desayuno comprado en el súper, y me voy a comérmelo fuera de clase. No abro la boca para nada, pero me hago escuchar arrastrando la silla y cerrando la puerta con un portazo. Al modo Souta: haciendo escándalo.

Habíamos terminado el trabajo entre las dos. No estaba muy segura de que opinaría el profesor, aunque lo bueno era que tanto yo como Arisa nos habíamos puesto de acuerdo y realizado el trabajo juntas. Habría que esperar a ver lo que piensa el profesor. 

Yuyuko se acercó a nosotras y nos invitó a comer con ella. Tras unos segundos asentí con una pequeña sonrisa. -Claro...estará bien que comamos juntas...-contesté contenta, mientras me levantaba y sacaba mi bento. -Creo que será mejor que busquemos sitio rápido, por si acaso-sugerí a mis compañeras de clase.

Tras el recreo el resto de las clases transcurrieron con la normalidad de siempre, no hubo ningún acontecimiento digno de comentar con los compañeros o en las redes sociales, sin embargo aún faltaba algo, y era conocer la valoración inicial del profesor frente a vuestro primer trabajo en grupo.

El timbre que daba por finalizadas las clases del día fueron acompañadas por unas breves palabras de Aoshi

- Bueno chicos, no he tenido tiempo para hacer una valoración específica, y más aún cuando lo que más me interesaba no era el contenido en sí, si no ver como erais capaces de organizaros aún sabiendo que apenas os conocéis, y debo admitir que estoy muy contento con vuestra forma de trabajar, pero todo hay que decirlo, la manera en la que se han visto expuestos los puntos de vista en el ensayo del grupo de la señorita Nakano han sido más correctos, eso significa que el otro grupo debe trabajar más no las ideas en sí, si no la forma de relacionar y sacar una conclusión de vuestro debate. Pero recordad, no le deis más importancia de la que tiene, ha sido el primer trabajo y aún nos queda todo un curso por delante. Tened cuidado de camino a casa y nos vemos el próximo día - dicho aquello el profesor recogió sus cosas y salió en primer lugar.

Las clases pasaron aburridas como siempre, Arisa como era habitual en ella pasó las clases medio dormida dormitando mientras podía. Al finalizar el profesor les explico un poco de la evaluación que había hecho de la actividad en grupo que habían hecho, al escucharlo da un salto y dice:

Siiii bien, lo hemos hecho muy bien.

Y justo cuando el profesor termina de hablar se dirige a sus compañeras y haciendo el símbolo de la victoria dice:

Bien… lo hemos hecho muy bien, así que nos merecemos un permio jejej… hacemos muy buen equipo chicas.

Entonces mira la hora en su móvil y se despide con la mano mientras dice:

Bueno… tengo que marcharme ya… que me toca hacer la comida en casa… venga, nos vemos adiós

Y prácticamente salió corriendo. Cuando Arisa llego a su casa dejo la mochila en la entrada y se dirigió a ver a su padre, cuando le vio muy animada le explico mientras hacia la comida que había sido elogiada por el profesor junto a sus compañeras. Mientras cocinaba para hacer la comida hablaba animadamente del día con su padre.

El tiempo de descanso pasa muy rápido, y enseguida tenemos que volver a clase. Cuando llegamos,el profesor ha mirado un poco por encima el trabajo que hemos hecho antes. Me quedo un poco con cara de "Venga, hombre..." ante lo de sacar una conclusión del debate.

Si es que no hubo debate de un principio, leñe, acabe escribiendo todo yo sola y los dos más callados que una tumba. Por suerte, se cumple el dicho de "salvado por la campana" y ya nos podemos ir. Aunque yo todavía tengo un par de dudas sobre actividades extraescolares y tal, supongo que a su debido tiempo el profesor nos lo dirá.

"¡Hasta mañana Suzuki!" le grito por el pasillo a la chica que ha salido corriendo de clase. Caray, ella tambien podría meterse al atletismo, corre rápido. Me doy media vuelta en la puerta y me despido de todos los que quedan para irme yo también.

En otras circunstancias le diría a alguien si quiere venir, pero hoy tengo cosas que hacer. Cuando llego a casa, como siempre la encuentro vacía. Dejo mi mochila en la cama y me cambio el uniforme a ropa más de calle, con zapatillas de deporte. Hora de explorar el barrio mientras hago algo de ejercicio.

Vuelvo del recreo con expresión malhumorada. De nuevo no abro la boca para saludar a nadie, pero con todo el ruido que hago, es evidente para cualquiera que Hamasaki Souta acaba de llegar: abro la puerta sin cuidado, arrastro la silla y me siento, apoyando los pies en la mesa hasta que llega el profesor. También me he sentado al lado de las ventanas, en el asiento que antes ocupaba la chica pelirrosa.

Sigo mirando al exterior para cuando el profesor llega y nos dice el resultado de la prueba, aunque no podría importarme menos. De hecho me interesa tan poco que paso el resto de clases mirando por la ventana o durmiendo.

Cuando termina el infiern... digo... las clases, me levanto y me voy del instituto. Debería ir a casa, ya que allí me esperan mi madre y mis hermanitos para ir a jugar un rato al parque, pero estoy de mal humor así que busco a gente con la que tener problemas. No es necesario que se vean como delincuentes, cualquier grupo de 3-4 personas de más o menos nuestra edad deberían responder a mis provocaciones al verme sólo.

...tampoco me importaría calentarle la cara a algún adulto...

El timbre volvió a sonar y terminé de comer con las chicas. Volvimos al aula y esperamos al profesor. Me sorprendió que hubiese terminado de corregir los trabajos de grupo durante el rato de recreo, era increíblemente rápido. Mientras evaluaba los trabajos miré a Arisa y le sonreí. Habíamos trabajado bien juntas y esperaba que pudiésemos seguir cooperando en otros trabajos. Souta parecía realmente cabreado...me pregunto que le habría pasado en el recreo...

La sirena volvió a sonar como señal de que las clases habían terminado y era hora de volver a casa. Aoshi-sensei fue el primero en salir. -Hasta mañana chicos...-dije para despedirme, aunque los demás habían empezado a salir. Cogí mis cosas y me dirigí a casa. 

El camino fue bastante tranquilo y no hubo incidentes. Al llegar a casa me la encontré vacía, pero era normal, a estas horas mi padre y mi hermano todavía estaban fuera. Fui a mi cuarto y dejé la mochila en el escritorio al lado de mi cama.

6 DE OCTUBRE

Comienza un nuevo día, hay que asistir a clases con normalidad.

Han transcurrido dieciséis días desde el último contacto con el "Reino de Morfeo"

Rumores: En la entrada de la escuela podéis escuchar rumores de otros compañeros del Instituto. Hablan sobre como en el camino se han encontrado muchísimos niños en las calles ¿habrá algún tipo de excursión organizada en la ciudad?

Un día más, el timbre indicó el inicio de un nuevo día de clases.

El profesor estaba ya en el aula a diferencia de otras veces que solía llegar casi a la misma vez que ustedes o un par de minutos más tardes.

Podíais comprobar que tenía una sonrisa pícara en el rostro ¿tendría algo importante que deciros?.

- Buenos días futuras promesas del país. Hoy tengo una buena noticia para ustedes - comentó mientras esperaba a que todos estuvieseis sentados.

- Muchos en los primeros días me preguntaron por los clubs extraescolares, sin embargo todavía estaban en proceso de organización y más aún cuando somos un centro tan peculiar - ¿significaba que ya había por fin opciones?

- Escuchad atentamente - se levantó y se acercó a su reducido grupo-clase.

- Actualmente hay tres opciones, sabemos que no son muchas pero así tendréis la toma de decisión más fácil. Buscad aquel lugar donde creáis que podáis sacar a relucir vuestro potencial o... ¿por qué no? una actividad que os gustaría aprender desde cero. - acto seguido os hizo entrega de unos pequeños folletos donde se informaban sobre las acciones disponibles.

CLUB DE NATACIÓN: ¡Inaugura nuestras nuevas instalaciones acuáticas! Tonifica tu cuerpo con nosotros en la actividad física más completa de toda la escuela. No olvides traer tu propia toalla y tu gorro para el pelo, a todos nos gusta la higiene ¿verdad?.

CLUB DE MÚSICA: ¿Eres un apasionado o apasionada de la máxima expresión del arte? Tanto si sabes tocar un instrumento como si deseas aprender ¡este es tu club! Si llegamos a ser suficientes montaremos nuestra propia banda musical. Se pide que aquellos que se interesen tengan tanto la paciencia necesaria como el buen gusto en sus emociones.

CLUB DE INFORMÁTICA: Te gustan los ordenadores y lo sabes. Nosotros, desde la intimidad de nuestras pantallas podemos hacer todo lo que nos propongamos. Pero ojo, esto no es un juego de niños, aprender a programar y a diseñar serán los cimientos para convertirte en alguien de provecho. Por cierto, NO SOMOS FRIKIS ¿VALE?.

- Cuando hayáis tomado una decisión decídmelo puesto que tengo que llevarle las inscripciones al Sr. Director - parecía que estabais obligados a tomar una decisión a corto plazo ¿se trataría de una prueba más?

- Ah, y si se os está pasando por la cabeza... apuntarse a un club es obligatorio - la mirada del profesor al pronunciar la palabra "obligatorio" fue fulminante.

En los últimos días, siempre llego a clase con alguna tirita en la cara o un moratón nuevo, como si cada día estuviese metiéndome en peleas... cosa que es así. Por supuesto, mi mal humor se refleja tanto en mi cara como en mis respuestas a los demás, borde y cortante, casi violento.

Y aún así, a pesar de mi odio hacia el mundo, sigo asistiendo a clases. ¿Por qué? Bueno, probablemente la amenaza de vivir en la calle... o igual porque no tengo nada que hacer si no asisto al instituto... sea como sea, voy a clase y pocas veces me salto alguna hora, aunque eso no significa que preste atención a la lección.

Oh, al final nadie ha dicho nada del hecho de haberme apoderado del sitio que está junto a la ventana, así que puedo pasarme el día mirando al exterior, distraido. Por eso me molesta enormemente cuando recibimos los papeles para los clubs. ¿Quién coño tendría interés en participar en un club? Voy a romper el papel cuando el tutor dice que es obligatorio. ¿Obligatorio? Mis cojones. Su dura mirada al decir eso no me intimida, pero por si acaso le doy un vistazo al papel.

¿Natación? ¿Música? ¿Informática? ...¿se puede ser más perdedor? "No somos frikis, ¿vale?". No, claro que no...

En fin, ha dicho que apuntarse a un club es obligatorio, pero no que la asistencia lo sea así que decido apuntarme al club de natación.

Una vez más en la brecha, que se diría. Aunque mi brecha es el colegio. No es que no me guste ni nada, sólo se hace cansino. Por suerto, la fortuna me sonríe hoy, más o menos

Al llegar el profesor nos da panfletos de los clubes, lo cual me da alegría por una parte, ya que al fin tendremos algo que hacer después de la escuela, pero por otra... "Sólo tres clubes... ¿De verdad?" es lo que se me escapa al ir leyendo. Parece que tendré que cambiar un poco de carrera, de correr a nadar.

La música está bien, pero prefiero oírla que hacerla, y aunque el anuncio del club de informática me ha sacado una sonrisa (pobrecillos, ¿Que les habrá pasado para tener que poner eso?...), pues como que prefiero alguna actividad con la que moverme.

"Profesor, ¿Hay que ir a por algún formulario de inscripción o algo? Ya tengo decidido a cual iré." digo levantando la mano desde mi asiento.

Los días habían pasado para Arisa como siempre, yendo a clases (durmiendo siempre que podía en ellas detrás de un libro), estudiando lo justo, yendo a trabajar y ayudando en casa a su padre, también fue algún que otro día con él al médico para acompañarle, pero en definitiva su vida diaria normal y corriente. Cuando llego al instituto comentaban que había muchos niños por las calles, ella no le presto demasiada atención ya que suponía que sería alguna excursión o similar, y entro como siempre feliz en el aula.

El profesor empezó a explicar lo de los clubs, ella lo tenía decidido, no se apuntaría a ninguno, al de “vuelta a casa” ya que no tenía tiempo para estar en ningún club, tenía demasiadas cosas que hacer, pero el profesor dijo que era obligatorio entrar en un club, así que mira las descripciones mientras susurra:

A ver… natación, música e informática… no voy a ir a ninguno porque no tengo tiempo… los ordenadores no son lo mío y no se tocar un instrumento… supongo que en el de natación… si, natación… sí creo que natación

Animadamente levanta la mano y dice:

Profesor como es obligatorio me apuntare a natación… pero… espero que no sea muy duro

En realidad, aunque no era una gran deportista le gustaba el deporte y si alguna vez tenía que ir prefería ir a nadar que a tocar un instrumento que no sabía o a estar delante de una pantalla de ordenador, entonces se dio cuenta de algo y susurra:

Un momento… en el de ordenadores puedo aprovechar para dormir o que me hagan los deberes…

Vuelve a levantar la mano y ella misma y casi gritando dice:

Profesor mejor en el de ordenadores… si, me voy a apuntar a ese para dor… aprender si y que me hagan la tare… la tare tare… ayuden con cosas que no se me dan bien… jeje.

Los días habían pasado con calma y tranquilidad. Hoy, la rutina era diferente, el profesor estaba allí antes de que llegáramos y su sonrisa era señal de que pasaba algo raro. Cuando empezó a hablar de los clubes, mi rostro se iluminó bastante, no pude evitarlo. Me había sorprendido mucho que al principio del curso, no hubiese clubes, no sabía cuales podían ser los motivos por los que no estuviesen.

Cogí los folletos y empecé a leerlos con atención, el hecho de que hubiese tan pocos era algo preocupante, pero respiré aliviada al encontrar el folleto que describía el club de música. Cuando me mudé aquí, una de las primeras cosas que quería hacer era inscribirme al club de música, y por fin tenía la oportunidad.

Mientras rellenaba la solicitud, me preguntaba quién más se inscribiría, ya que el número de alumnos había disminuido, con suerte podríamos formar entre todos los miembros una pequeña orquesta.

Una vez todo el mundo tomó una decisión, el profesor fue uno a uno anotando los nombres en las hojas de inscripción. Parecía satisfecho con el reparto.

El resto de la mañana transcurrió de manera normal, la vida de estudiante no tenía nada de interesante... lo cual os llevó a recordar aquellos extraños sueños del pasado ¿se quedó todo en una mera anécdota?

El timbre os sacó de vuestro ensimismamiento, al parecer estabais obligados a asistir ahora a la clase de presentación de los clubes, una actividad extraescolar que os haría pasar más tiempo dentro de las instalaciones escolares... igual servían para despejar un poco la mente e incluso puede que para potenciar vuestras habilidades.

Aquellos que eligieron el club de natación tuvieron que bajar las escaleras hasta la planta más baja del edificio. Era una zona que no estaba accesible durante el inicio del curso ¿recién estrenada para vosotros?

Había carteles que indicaban claramente que desde ahí se llegaría a la piscina. Una doble puerta de tamaño gigantesco daba acceso a una estancia donde el olor a cloro y el sonido del chapoteo inundaba todos los sentidos.

La piscina era gargantuesca. Superando todas vuestras expectativas.

Había poca gente allí, un par de chicas nadaban con bastante facilidad mientras que otras personas salían de los vestuarios que estaban más al fondo.

De repente veis como un chico que estaba buceando sale a la superficie con semblante sonriente. Parecía de uno o dos cursos mayor que vosotros.

¡Ey! ¿Nuevas incorporaciones?

Aquellos que eligieron el club de informática tuvieron que tuvieron que moverse entre laberínticos pasillos hasta llegar a una sala bastante mal señalizada ¿era allí donde os teníais que reunir? Era una zona difícilmente accesible sin haber recibido indicaciones previamente, llegando a pensar que hasta ha podido ser ubicada así a conciencia.

Una sencilla puerta separaba el mundo real de una estancia donde lo virtual cobraba protagonismo.

Al abrir la puerta se pudo ver una sala repleta de ordenadores ocupados por hombres cuya concentración era difícilmente cuestionable. Tecleaban a gran velocidad y todos ellos llevaban gafas probablemente fruto de haber pasado horas y horas delante de un monitor.

A los pocos segundos se captó la atención de los allí presentes. Parecía que nadie iba a imaginar que alguien nuevo entrase por esa puerta.

Wow... ¿gente nueva?

Pensé que todos irían a natación

Te dije que el folleto funcionaría...

Espero que no huya como la última que vino...

Aquellos que eligieron el club de música apenas tuvieron que moverse muy lejos. Una fina melodía sonaba entre los pasillos como marcando el camino a seguir, era una tonalidad armoniosa, embriagadora... ¿cómo alguien podría tener tanto talento? 

En cuestión de minutos se llegó a una sala bastante bien iluminada y que albergaba un discreto cartel que anunciaba lo evidente "Sala de Música".

Al entrar había una gran sensación de desorden al igual que de vacío. Parecía que el club no era popular, o al menos esa impresión daba... pero aquella melodía...

Una chica dejó de posar sus delicados dedos sobre el piano y miró tímidamente a la nueva incorporación.

- Ho... hola... ¿eres la chica nueva del club? Bienvenida -

El resto del día fue un poco como siempre, Arisa prestando la atención justa, dormitando y sobretodo aburriéndose mucho en clase, como siempre. Pero lo que ya no le gustó tanto es que dispuesto tuvo que ir al club, el camino era totalmente laberintico, pero aun así le sirvió para pensar un poco y organizarse en que era lo que podía hacer. También llamó por teléfono a su padre:

Padre… si, lo siento en el instituto me han obligado a entrar en un club, pero no se preocupe, a partir de mañana le dejare la comida preparada… hoy puede coger lo que hay en la nevera, hay sobras de lo que hice esta mañana para yo comer aquí en el instituto… Bueno, saldré y me iré directa al trabajo de aquí… así que le veré más tarde hoy, este bien y cuídese.

Decía mientras colgaba, en realidad se sentía un poco nerviosa por ver como podría ser aquello, le llamaba mucho la atención, por lo que como siempre hacia abrió la puerta con una gran sonrisa mientras decía:

Hola, soy Suzuki Arisa, la nueva miembro…. ¡Hola!

Lo que encontró allí le llamo la atención, eran todos chicos, eso era un poco extraño, ella sonríe y dice mientras saluda con la mano:

Esto… jeje… si, soy nueva

De repente notaste una respiración en tu nuca. Tus vellos se erizaron de manera inmediata. ¿Había alguien detrás de ti?¿Cómo había podido ser tan sigiloso?

Te giraste con cuidado y observaste el reflejo de unas gafas de una persona que estaba casi a escondidas en un rincón del aula, aprovechando los juegos de sombras para pasar casi desapercibido...

- Bienvenida a nuestra mazmorra, querida... ji ji ji ji -

Cuando Arisa siente esa respiración no puede evitar dar un salto mientras se gira, estaba a punto de lanzar un golpe cuando se da cuenta que hay un chico con gafas y a medio oscuras, cuando le habla le mira y dice:

Ah hola… ¿mazmorra?... yo pensaba que esto era el club de ordenadores…

La chica se inclina levemente y rápido como señal de saludo y con una sonrisa dice:

Gracias por la bienvenida… soy Suzuki Arisa… esto…

Se empieza a tocar el pelo y juguetea con una de las coletas mientras pregunta:

Esto… ¿Qué se hace?