Partida Rol por web

El chico salió de las sombras riéndose. Ahora que le daba más la luz no parecía tan tenebroso.

- ¡Hola hola! - se acercó a ti y te dio un pequeño golpe en el brazo de manera amistosa.

- Encantado Arisa-Chan - hizo una leve reverencia.

- Yo soy Konta, pero me puedes llamar Ko-Ko  y esta... ¡esta es nuestra mazmorra! - alzó el brazo enseñándote la sala del club como si fuese algo majestuoso pero en realidad no tenía nada de especial.

El chico carraspeó y sonrió.

- Bueeeeeno Arisa-Chan, si nos has elegido será por algo ¿no? ¿Qué sabes sobre ordenadores?¿te gusta navegar por internet?¿jugar a video-juegos?¿los juegos de rol? ¡Ardo en deseos por saber de ti! -

Una vez Arisa vio al chico pudo darse cuenta que no era tan siniestro, era un poco como los demás chicos que había allí, con gafas y desgarbado, le llamo chan, cuando realmente no tenia mucha confianza con él, pero no le importo demasiado. El chico quería que le llamase de forma bastante cercana, eso hizo que sonriera mientras pensaba:

Vaya, parece que es bastante amable si quiere que le llama de forma tan informal… parecen simpáticos después de todo

Observo el aula mientras decía aquello de la mazmorra, ella no terminaba de entender porque decía que era una mazmorra, pero también le hizo un poco de gracia, según iba preguntado ella respondía:

No… no sé nada de ordenadores y no tengo ninguno, por eso no navego por internet… y no tengo tiempo para jugar… soy una chica muy ocupada jeje.

Cuando le pregunto por los juegos de rol pone una cara de duda y añade:

No… no sé qué es un juego de rol

Una vez termino de rellenar la solicitud y las clases terminan, me despido de mis compañeros y salgo en busca del aula de informática. En mitad del pasillo empiezo a oír una música muy hermosa...podía reconocer el sonido de las teclas del piano. ¿Habrían empezado a ensayar ya?

Sigo el sonido de la música hasta que me planto enfrente de una puerta con el modesto cartel que indica que estoy frente al aula de música. Respiro hondo y abro la puerta. Lo primero que veo es que aunque no haya nadie, hay una enorme abundancia de instrumentos musicales desordenados...el piano dejó de sonar y pude ver a una chica sentada frente a él. Era realmente muy talentosa si podía tocar el piano así de bien. 

-Mu-muchas gracias, soy Airi Nakano, es un placer-dije mientras me presentaba e inclinaba la cabeza. -Tocas muy bien el piano-

Comprobaste rápidamente como tus palabras ocasionaron estupor entre los allí presentes. Rumoreaban entre ellos de manera no demasiado discreta.

- ¿En serio ha dicho eso? -

- Aquí va a aprender mogollón -

- Yo creo que no es verdad lo que dice... -

En un gesto rápido Ko-Ko te rodeó con su brazo con total confianza y empezó a hablarte.

- Bueeeeno, desde luego acabas de subirle la moral al equipo con tus palabras - rió.

- Estoy seguro que... a pesar de lo que puedan pensar otros - dijo lo último con rintintín. - vas a encajar de fábula -

Poco después te indicó que le siguieras a alguno de los ordenadores.

- Estamos trabajando en la página web del Instituto ¿sabes? es un proyecto importante y creo que nos vas a venir genial, ¿nos echas una mano? -

La chica sonrió tímidamente.

- Muchas gracias Airi-san - hizo una reverencia mientras dejaba el piano un poco en segundo plano.

- Yo soy Orizuma Meiko, es un placer tenerte aquí aunque... bueno... seas la única que hayas decidido venir - parecía algo apenada. ¿Por qué no tenía tanto éxito el club de música?.

- Por favor, toma asiento. Estoy deseosa de saber porqué has decidido apuntarte... ¿tocas algún instrumento verdad? Lo noto en tu mirada... - la chica esperaba no equivocarse. Notabas que Meiko tenía un aura de agridulce de tristeza pero a la vez de supervivencia ¿encajarías aquí como una más?

Hago todo el camino en silencio desde clase hasta la piscina, mientras me sirvo de las indicaciones para llegar... aunque tampoco es que me importe perderme y aparecer en casa. Odio este instituto pero algo hay que darles: saben poner carteles.

Como pensaba, el interior de una piscina climatizada siempre me resulta agobiante. Ese olor a cloro y la humedad... ufff... si sólo de entrar aquí ya me está entrando la mala leche... Ni siquiera las chicas en bañador sirven para calmarme, aunque reconozco que este club tiene un cierto atractivo práctico para levantar la moral.

— Sí. —le respondo secamente al senpai buceador, mirando el gorro que lleva puesto. Imposible que yo asista a las actividades del club.

Mientras los chicos hablaban, ella les miraba extrañada, para ella no era nada extraño lo que había dicho, realmente nunca había tenido ni la necesidad ni el tiempo de ponerse mucho tiempo delante del ordenador, fue el sentir el abrazo del chico que le sobresalto un poco, ella le observa con una media sonrisa, escucho lo que dijo y se extrañó un poco, entonces le siguió a donde decía que tenía que ir.

Se quedó mirando el ordenador, realmente ella sabía el funcionamiento básico y cuando el chico dijo eso, le mira y dice:

Pero… ¿Qué puedo hacer yo para ayudaros…? 

-Mucho gusto Meiko-san-dije saludándola con educación. Parecía que éramos las únicas en el club...¿ni iba a venir nadie más? Me sorprendía que el club de música no fuese tan popular...

Tomé asiento junto a ella y asentí. -Sí, toco la flauta desde que era pequeña, me alegro mucho de que ya anunciaran los clubes, quería apuntarme al club de música-respondí con sinceridad. -Hoy no he podido traer mi flauta conmigo porque no esperaba que hoy anunciaran los nuevos clubes, pero a partir de mañana volveré a llevarla conmigo a las clases-dije bastante contenta. 

- Ayyy Arisa-San... seguro que tienes algo que nos puedas aportar - poco a poco te invitó a sentarte con el resto. Los chicos estaban actuando de manera muy tímida a excepción claro está de Ko-Ko.

- Quiero que nos des ideas para el portal, ¿qué crees que debería aparecer? seguro que tienes un punto de vista que nosotros no hayamos visto - sonrió.

Comprobaste que los allí presentes empezaron a coger blocs de notas con la intención de ponerse a apuntar todo lo que digas... toda una responsabilidad sin lugar a dudas.

Meiko se puso increíblemente contenta cuando le comentaste que tocabas la flauta.

- ¿En serio tocas la flauta? ¡Que maravilla! - casi dijo a gritos exaltada.

En un rápido gesto te cogió de las manos y y agachó la cabeza a modo de súplica.

- Por favor Airi-San, me encantaría poder escucharte - tras decir aquello comprobaste como se acercó hasta un pequeño mueble de donde rescató una sencilla flauta que parecía estar sin estrenar.

- Toma, puedes usarla. Nadie más lo ha hecho antes. Me encantaría oírte, llevo esperando a alguien como tu mucho tiempo, ¿podrás hacerlo? - su mirada de súplica llegó hasta tu corazón.

Arisa tomo asiento delante del ordenador, realmente no tenía mucha idea de que hacer, asi que escucho atentamente a Konta, se llevó la mano al mentón pensando y tras unos segundos en los que vio como todos los chicos estaban pendientes de ella dice:

Pues… a ver… para un portal… ¿un portal es donde vamos a poner las cosas no? La página del instituto ¿verdad?

Decía mientras sonreía, para después rascarse la cabeza y añadir:

Pues no se… yo creo que puede haber cosas como… explicando que es el instituto y que se hace ¿no? Aunque a mí me gustan mucho los conejos de peluche creo que poner una imagen de uno puede ser divertido y tierno… ah si… y poner algo que nos diga dónde encontrar un buen trabajo a tiempo parcial… claro… en la cafetería de cosplay que trabajo nos disfrazamos, algo así puede ser divertido, poner cosas así en la portada del instituto… jeje… aunque no creo que se pueda, porque eso es mucho dinero… ummmm

Se vuelve a poner mirando y pensando, está a punto de decir que tiene una idea pero decide no decirlo y vuelve a pensar para después añadir:

No se… el nombre habrá que ponerlo ¿no?

El tiempo pasó volando mientras trabajas con tus nuevos compañeros dando ideas para el portal web del Instituto. Desde luego te sentiste como una más, escuchaban cada propuesta, te las rebatían con lógica y respetando siempre tu afán por ayudar.

Antes de que te dieras cuenta había pasado el tiempo que debías dedicar al club de informática y Ko-Ko estaba muy contento de haberte conocido.

Aún quedaba mucho trabajo para la web, pero habías ayudado a sentar las bases de lo que sería el espejo de cara al público de las instalaciones.

- Arisa-chaaaan has ayudado muchísimo hoy - te comentó sonriente.

- Espero que vuelvas más veces y que lo de hoy no haya quedado simplemente en una colaboración express ¿vale? tienes las puertas del club abiertas de forma vitalicia - afirmó orgulloso.

Iba siendo hora de regresar a casa, había sido un día muy largo...

 Arisa había estado trabajando con los chicos y realmente ni se había dado cuenta de cómo había pasado el tiempo, lo cual le hizo alegrarse, no se esperaba que fuera capaz de estar así delante de un ordenador, a fin de cuentas, nunca había tenido tiempo para eso. En cuanto a hablar no tenía problemas porque ella era muy habladora.

Uy ni me había dado cuenta la hora que es…

Rápidamente comienza a recoger sus cosas apurada, mira su reloj de muñeca, uno bastante sencillo y dice:

Claro, vendré mas veces… pero dependerá también mucho de mis trabajos… bueno, pero intentare venir todo lo que pueda, ha sido muy divertido

Decía mientras sonreía ampliamente a los chicos y casi empezaba a irse corriendo de allí tras saludar con un sonoro adiós a todos los chicos que había en la sala.

El chico de manera enérgica salió del agua para ponerse justo a vuestro lado. Era inevitable que algunas gotas de agua os alcanzase ¡menuda manera de comenzar!

- ¡Bienvenidos pues! - cogió una toalla que había cerca de un banco y empezó a secarse.

- Mi nombre es Satoshi, y será un placer veros revolotear por el agua de la piscina... un momento ¿esa expresión tiene sentido? ¡Bueno da igual! - comenzó a reírse solo.

- Supongo que sabréis nadar ¿no? ¿qué preferís? ¿el agua de la piscina o nadar por el mar? A mi por ejemplo la sal me sienta fatal, así que soy carne de piscina... el cloro ya ni me enrojece los ojos - tras decir aquello comienza a acercar su cara para que comprobéis que su esclerótica está impecable.

Meiko parecía muy contenta de oír que podía tocar la flauta. Aunque no me traje la mía, ella me ofreció una que había en el aula y empezamos a ensayar durante el rato de las actividades. La verdad es que me lo pasé bien ensayando en el aula, yo siempre disfrutaba tocando música, me hacía sentir contenta.

Finalmente llegó la hora de volver a casa, me despedí de Meiko y le dije que nos veríamos el próximo día. De camino a casa empecé a pensar en que se debería hacer una organización del aula y poner los instrumentos ordenados. También debería hablar con  Meiko de cómo traer nuevos miembros al club...era una pena que no fuese tan popular...

Retrocedo un par de pasos para evitar inútilmente que me salpique, molestándome. ¿Será @#$%&? Le miro con mala cara, cerrando los puños a un nada de explotar y tirarme encima suyo a partirle la cara, a ver si así le gusta mojar a la gente.

— ¿...qué? —pregunto mientras se ríe por lo que él mismo acaba de decir.

«Genial, nos acaba de tocar el senpai retardado de turno...». Miro hacia el techo con expresión de "todo esto no va conmigo", volviendo a retroceder unos pasos cuando se acerca tanto a nosotros. «¿Y a mí qué me importa si el cloro te enrojece o no, friki?»

— Prefiero el agua de los baños termales. —le vacilo, sonriendo de lado.