Sí, posiblemnente tengas razón, aunque no debamos descartar otras cosas. ¿Ves, Althen? Ya te decía yo que esta chica nos iba a resultar muy util.
Lamento no ser yo de tanta utilidad, no sabría por dónde empezar a buscar el mercado negro. Como bien sabes, hermano, mis círculos no incluyen a ladrones, piratas o maleantes -Marded sonrió de forma sardónica, pero luego rió y tras acariciar a su hermano en la mejilla continuó hablando-. Sí que conozco, no obstante, dónde van los marineros a... pasar un buen rato con una moza en sus rodillas. Se llama el Sirénido Enmascarado. Alguna vez he vendido Raíz de Nara a alguna de las meretrices que trabajan allí. Una de las chicas me contaba que tienen dopplegánguers en la plantilla, y que estos pasan notas a cambio de pequeños pagos. Podría ser un lugar tan bueno como cualquier otro si lo que estamos investigando son los negocios turbios. No se dónde está exactamente, pero sólo tendremos que seguir a cualquier marinero que se haya vestido con ropas llamativas y esté remojado en perfume barato.
Tirada: 1d20(+3)
Motivo: Reunir información
Resultado: 10(+3)=13
Vaya manita que tenéis con los dados, ¿eh? Que al final os tenga que guiar la clériga... xDDD.
Respecto a PNJs dentro del grupo, mi política es que dan su opinión, pero unas veces estarán en lo cierto y otras equivocados en sus conclusiones. No voy a usar a Mardred como medio para conduciros por donde yo quiero, la aventura está pensada para que haya una multiplicidad de opciones a elegir, así que no os sentáis coaccionados a seguir un camino u otro. Veréis que durante la aventura se os abren aún más opciones de las que estáis considerando. Pero las decisiones, y por tanto el destino de la partida, están en vuestras manos.
Me pongo de pie, me estiro levemente, y digo- Bueno, pues si no hay nada más que hablar de momento, vayamos al Sirénido Enmascarado. Bueno, o al menos, a alguien que nos guie. -Hago una pausa, en la que reflexiono un momento, y digo- Ya se. Vayamos a los muelles. Allí encontraremos a algún marinero "deseoso de cariños". Si vamos en silencio, él nos guiará sin darse cuenta. Si no, siempre podemos preguntar.
Me rasco la barbilla- Aunque... -Empiezo a mesarme la barba, poniendo cara interesante- También podríamos preguntar en casa de... ¿Cómo eran? ¡Ah sí! Los Bleth. Quizás podamos averiguar algo allí, aunque creo que nos enteraremos de más cosas preguntando en los bajos fondos...
No se. Prefiero buscar el Sirénido Enmascarado, aunque la idea de preguntar a los Bleth tampoco me desagrada. Vosotros diréis...
- Sea como fuere, los bajos fondos no son un lugar para pasear tranquilamente, Althen, y mucho menos con dos mujeres -dice el genasí con su voz grave- No dudo de sus capacidades, señoritas, pero nos dirigimos a lo que vulgarmente se conoce por burdel. Sólo para que alguien nos indique el camino hacia un mercado donde las puñaladas y los atracos son la moneda de cambio -un destello rojizo brilla en los ojos del guerrero- Aunque si ellas están dispuestas a ir, estaré encantado de acompañarlas -sonríe...
Mardred enarcó ambas cejas y miró el contenido de la jarra del hechicero enano.
Vaya, vaya, hermanito. No pensaba yo que la cerveza humana te hiciera tanto como efecto como para pensar que los Bleth viven en Marsember -río de su propia ocurrencia-. Supongo que te referirás a los Towerhorn, ¿no? Es un poco tarde, pero con lo urgente que parece el asunto estoy segura de que nos recibirán de buen grado. Así que es otra opción, sí.
La sacerdotisa de Sharindlar volvió a reír, divertida por el comentario de Redhead. Con un gesto natural puso su mano suave sobre el poderoso antebrazo del guerrero, y con una voz ronca bastante turbadora le susurró al oído:
Cielo, te puedo asegurar que me desenvuelvo bastante bien en esos ambientes.
Se separó del genasí para añadir: Alina es de todo menos inofensiva, si dices eso es porque no la has visto en acción. Además, ¿para qué crees que llevamos con nosotras a un tipo grande y fuerte? -le guiñó un ojo de forma cómplice-. De todas maneras, el Sirénido Enmascarado, además de burdel, es una de las pistas de baile más animadas de Marsember. Lo más probable es que cualquiera que nos vea crea que somos dos parejas de amigos que hemos ido ahí para beber y bailar, y no nos dediquen un segundo vistazo. Al menos mientras esa gigantesca espada que portas permanezca fuera de la vista, claro está.
Vaya despiste que has tenido con los Bleth Morapio xD.
Como dije, los Bleth viven en Suzail, cerquita de la corte. De hecho, su primogénito corteja por estas épocas a la princesa Tanalasta. Aunque no hay manera de que vuestros personajes lo sepan, imaginaros el subidón en el escalafón que les supondría a los Towerhorn emparejar con una familia que a su vez está emparejada con el Rey de Cormyr.
Miro mi jarra de cerveza, arqueo una ceja y digo- ¿Sabes Madred? No volveré a beber cerveza humana. Me trastoca la cabeza. A partir de este momento juro -me pongo la mano en el pecho, en una actitud solemne- que solo beberé cerveza enana. Y todo el panteón enano sabe que es verdad. ¡Mira que confundir a los Towerhorn con los Bleth! -Digo sonriendo ampliamente.
Avergonzado por mi error, rápidamente cambio de tema- Bueno, ahora que caigo en la cuenta, la idea de interrogar a los Towerhorn no es algo que me atraiga por el momento. Será mejor dejar de momento la investigación nobiliaria de lado, e ir al Sirénido Enmascarado. Dirijámonos a los muelles y busquemos un marinero que parezca medianamente arreglado. O, creo que tengo una idea mejor...
Me dirijo hacia el tabernero, que limpia afanosamente una jarra. Cuando me acerco, se me queda mirando un momento, para después seguir limpiando la jarra.
Hola Gelfuril. Veamos, un tabernero, seguro que conoce los demás lugares de la competencia y como llegar a ellos. -Cuando digo esto, el tabernero deja de mirar la jarra. Ya he llamado su atención- Verás, tenemos un asunto entre manos, y estamos buscando el Sirenido Enmascarado. Se que no es el mejor lugar de la ciudad, pero necesitamos ir allí. ¿Sabes tú dónde está?
Pues si, pensaba que estaban en Marsember. Fallo gordo. Estaré más atento la próxima vez...
Redhead sonríe ante los halagos de Mardred, pero también apura su copa ante la comparación que hace sobre las parejas, pues no puede evitar acordarse de sus propias palabras de hace unos instantes sobre sus votos clericales. De pronto, algo atrae de nuevo la atención del guerrero.
- Hablando de la espada, ¿no os sobrará por ahí ninguna cinta de la paz, verdad? Creo que he perdido la mía... -se rasca la cabeza, avergonzado.
Ante los halagos que hace Mardred hacia mi persona, me pongo colorada y lanzo mi vista hacia la mesa, cuando se me pasa un poco el sofoco por la vergüenza vuelvo a alzar la vista ¿vamos a esperar al miembro que falta para esta misión que nos ha sido encomendada o vamos a empezar sin el y ya nos alcanzara mas tarde?
Trataré de localizarle mañana. Hoy tenía asuntos que resolver, y no sabría ni dónde empezar a buscarlo- replicó Mardred-. Y no, Redhead, no tengo ninguna cinta de la paz. Mucho me temo que no tengo el permiso para siquiera portarlas en mi persona. Aunque supongo que ahora que trabajamos para los Towerhorn sí que podemos. Lo que sea, puedes dejársela al custodio del Sirénido. Espero que no la necesitemos esta noche.
Althen regresó entonces de haber hablado con Gélfuril. Tendió la espada del genasí a su dueño y dijo:
Está en el cuarto edificio al oeste de la puerta de la Fortaleza del Starwater, en el lado septentrional de la calle que atraviesa la ciudad partiendo desde esa puerta. Por lo que me ha dicho Gélfuril, la puerta del local tiene un bajorrelieve de un sirénido y una sirénida, enmascarados y abrazos. Será difícil pasarlo por alto. ¿Nos vamos entonces?
¡Nos vamos! -replicó Mardred.
Hasta aquí el prólogo. Esperad a que abra una nueva escena en el Sirénido Enmascardo.