Partida Rol por web

Seguís el buscasendas hasta llegar a una camino oculto en la maleza. La senda os acaba llevando por la arboleda hasta terminar en un descampado coronado por una colina. Sobre la colina se ven los muros externos de una antigua estructura de piedra. El lugar está rodeado de maleza y escombros. El muro se alza a 15 pies. Los muros derruidos de un edificio más alto se ve tras la muralla.
Sobre la muralla se pueden ver a tres bandidos vigilando desde lo alto. Por el sendero que habéis salido se ve un acceso al edificio interior por una grieta en el muro, los vigias no lo observan demasiado. Posiblemente haya una entrada principal al otro lado pero, a juzgar por el buscasendas, los bandidos han entrado por esta grieta.

-La grieta parece la entrada más sencilla--comenta Aslam agazapado tras un matorral.

Probablemente, el pícaro ha pensado lo mismo que todos sus compañeros pero por lo visto no ha podido evitar expresarlo en voz alta.

-Quizás deberíamos observar el patrón que siguen los guardias y luego podríamos acercarnos William y un servidor aprovechando el momento más oportuno para reducirlos sin llamar demasiado la atención. ¿Qué os parece?

Al final lograron llegar sin problemas hasta la guarida de los bandidos. Lo cual no lo tenía del todo consigo William, pero se alegró de haberse equivocado esta vez.

La opciones parecian pocas. O la entrada de la grieta o la principal. Aslam lo tenía claro al parecer.

Sí, esa parece la mejor opción. Tiene pinta de estar poco vigilada, pero aun así habrá que tener cuidado. Aunque no estén muy atentos son tres guardias. Estoy seguro de que podríamos con dos, pero con que uno de la alarma se acabó todo.

Luego miró a los magos.

¿Teneis algún conjuro que evite que gritén o algo aprecido?

Estaremos listos, son tres, no será dificil para vosotros encargaros de dos, desde aquí tenemos una buena perspectiva, el tercero será abatido a flechazos, Alfrik seguro tiene una ballesta, y no dudo en que Maedros debe estar igualmente bien provisto, con algo de magia puedo garantizaros un impacto seguro por mi parte....

Os.. deseo buena suerte

La flecha de plumón verdoso sale de mi carcaj, la delgada asta se desliza por mis dedos a medida que retiro la mano para terminar encajándola en la cuerda de mi arco, observo a mis compañeros y veo a los tres guardias charlando entre ellos, miro a los dos "voluntarios" y les doy un asentimiento

Tan pronto como parten me giro a Wingnut quien emite un quedo y seco graznido

Tienes razón Wingnut, pero espera un poco

Maedros observa la grieta unos instantes y finalmente miró a sus compañeros.

- Podría intentar encantar a alguno, o dejarlo asombrado. Con un poco de suerte eso nos dará un asalto más. Aunque nunca se sabe.

-Con eso me basta--afirma Aslam sin dejar de observar a los guardias--Gracias, Maedros.

-Bueno, creo que ya lo tengo. Cuando quieras, William.

- De nada, Aslam. De nada. Estamos juntos en esto, ya sabes - dice el cheliaxano con un cierto punto de ironía en la voz... que no pierde a pesar de ello toda su amabilidad.

Una vez se han puesto de acuerdo el explorador y el pícaro, Aslam avanza con tanto sigilo como le es posible en dirección a la pared exterior que hay junto a la grieta.

-¡Que Desna nos sonría!

Cuando el mago explica las posibilidades que tiene para que uno de los guardias no de la alarma, William asiente conforme.

Muy bien, pues Aslam y yo nos acercaremos hasta estar cerca de la entrada sin perder angulo de tiro y dispararemos a los guardias de los laterales. Encargate de que el del centro no puedo gritar.

Dicho esto, el explorador se aleja junto al picaro haciendo el menor ruido posible.

Al acercaros os dais cuenta que hay otro guardia más subido en el muro. A pesar de no ser muy sigilosos llegais hasta la abertura sin que se den cuenta.
Tras la muralla veis que el torreon tiene dos entrada al este y al oeste (vuestra derecha y vuestra izquierda). A vuestra izquierda también hay una escalinata que asciende por el muro. También podeis ver en un esquina unas escaleras de piedra que también ascienden.

Veis a Aslam y William alejarse hasta la grieta

En cuanto William observa al nuevo guardia maldice mentalmente.

Joder. Son cuatro. Con tres ya lo teníamos dificil. Mierda.

Despues de sopesar un poco la situación el explorador decide consultar con su compañero.

¿Qué te parece Aslam?
Si somos lo suficientemente rápidos podríamos cargarnoslos a los cuatro antes de que dieran la alarma, pero no debemos fallar y matarlos a la primera.
O directamente entrar todos y que se lie parda dentro. No me apetece mucho la idea de dejar a nadie detrás nuestro. Además no sabemos cuanta gente hay dentro.

-¿Matarlos?--inquiere Aslam, al parecer sorprendido por la propuesta de William--¿No se supone que sólo veníamos a localizar a ese tal Zamir para hacerlo cambiar de orilla?

-¿Quién sabe? Puede que estos tipos tampoco hayan tenido mejor opción que estar aquí ahora mismo haciendo guardia--trata de explicarse el pícaro sin demasiado éxito--Además, te recuerdo que anoche únicamente nos amenazaron. En ningún momento buscaron asesinarnos a sangre fría.

El joven de Absalom echa un nuevo vistazo a la parte alta de los muros y luego atrás hacia sus otros tres compañeros.

-Podríamos tratar de infiltranos en la torre sin que se dieran cuenta. Todo el grupo, por supuesto. De hecho, los centinelas no parecen interesados en vigilar realmente nada. Eso o es que son demasiado confiados.

William enarcó una ceja ante el comentario del joven.

Si no pensabas eliminarlos ya me dirás como querías deshacerte de ellos para que no dieran la alarma.
Entrar todo el grupo sin que nos detecten va a ser complicado, sobretodo para el enano. Yo creo que la mejor opción es eliminarlos.

Despues de todo son bandidos que asaltan a la gente. Estoy acostumbrado a cazar ratas de estas.
En cuanto a lo del jefe dudo mucho que cambie de bando si no demostramos algo de fuerza antes.

Como veo que no nos ponemos de acuerdo, lo mejor será comentarlo con el resto. Ves tú, ya que te deslizas mejor que yo. Yo cubriré desde aquí  por si acaso.
 

-Como quieras--asiente Aslam sonriendo--Tú ten cuidado que enseguida venimos.

Siguiendo las instrucciones de William, el pícaro regresa junto al resto del grupo moviéndose muy, muy sigilosamente.

Veis que el explorador se queda en la muralla mientras que el joven de Absalom regresa hasta vosotros.

-Hay cuatro guardias y no nos ponemos de acuerdo. William quiere matarlos y yo propongo que entremos en la torre sin derramar sangre alguna si es posible--anuncia Aslam con gravedad.

-En cualquier caso, hemos decidido que lo mejor es que vayamos todos a la grieta y allí lo sometamos a votación popular. ¡Venga, no hay tiempo que perder!