Partida Rol por web

Parece que al final una voz juiciosa y lógica se impone ante las demás.

- Zzzzzzz....

Así es. Con el meneillo del vehículo el capitán se ha quedado dormido. Y es totalmente cierto lo que estáis viendo, se chupa el dedo.

Cuando Blaze mira nuestro " piloto-conductor-sicópata- escatológico " mira al resto de mis compañeros, lo hago yo también por inercia, aunque tienen todos cara de poema ( la expresión de Nacho es la habitual ). Luego le doy un codazo suavecito a Aru y murmuro: - Oye, no dejes que me desangre vale?

Y viendo la pinta de nuestro capirulo, no puedo evitar decir entre dientes.
Un blindado de combate Fankonnen de 100 toneladas. Si. Bien atadito para que no se escape y yo pilotando y pasando por encima lentamente.
Sacudo la cabeza para librarme de tan tendadora imagen y vuelvo a prestar atención a la carretera.
Pues entonces decidido. Aparcamos delante del puñetero banco. Entramos, nos liamos a tiros con todos los que se nos crucen y nos largamos lo mas rápidamente que podamos con el mayor botín posible.
Cinco minutos para la operación y arreando.
Y tras decir esto, escucho el susurro de Ary y añado.
No te preocupes. Si recibes algún impacto, devuelvelo. Recuerda que somos piratas espaciales. No iras a quedarte quieta mientras te acribillan, digo yo.

- Ummmm hombre pues vamos a ver, precisamente mi idea no es que sea, pero ahora bien.. Pero tú viste mi puntería lanzando tuercas? Soy tooooorpe, - digo recalcando lo nula que soy con las armas - además que a mí me da penita disparar a completos desconocidos sin que me hayan hecho nada.. aunque bueno, supongo que si me disparan ya me habrían hecho algo y entonces dejarían de darme penita, aunque ello no hiciera que mejorara mi puntería.

La furgoneta entra en la calle donde esta situado el Pueblerink Bank de Aidajo, los metros finales se hacen más largos que de costumbre. Sobre todo por culpa del capitán, que se ha despertado.

- ¿Hemos llegado ya?

- ¿Hemos llegado ya?

- ¿Hemos llegado ya?

- ¿Hemos llegado ya?

- ¿Hemos llegado ya?

- ¿Hemos llegado ya?

- ¿Hemos llegado ya?

- ¿Hemos llegado ya?

- ¿Hemos llegado ya?

- ¿Hemos llegado ya?

- ¿Hemos llegado ya?

- ¿Hemos llegado ya?

- ¿Hemos llegado ya?

- ¿Hemos llegado ya?

Abandonamos a autopista por la salida que nos lleva al centro de la ciudad y no tardamos en vernos sumergidos en el intenso trafico.
En medio de los pitidos y del agradable ambiente de la hora punta para media docena de razas, continuamos nuestro camino por las avenidas de la ciudad.
De vez en cuando, meto algún aceleron para comprobar hasta donde llegan las revoluciones del motor de nuestra furgo desde una marcha baja.
Decididamente, estoy satisfecho con nuestro vehículo.
Tuerzo a la derecha siguiendo la indicación del mapa digital que se despliega a un lado del cristal para brisas y, al fin, tenemos delante el objetivo.
Lentamente pasamos por la puerta principal del banco y nos percatamos del par de guardias de seguridad que hay en las puertas.
Pero antes de que podamos elaborar ningún plan, reduzco un poco mas la marcha y mirando directamente hacia atrás, digo.
Sabe capitán, tenia un amigo yo que gustaba de coleccionar ratas mutadas y super desarrolladas genéticamente. Quizás, cuando acabemos este asunto, quiera conocerle. Creame. Son unos animalillos encantadores. Propios de la cultura Fankonnen. Es muy divertido acercarse a darles de comer. Si. Probablemente después de este asunto, hagamos un viajecito y se lo presente.

Empezaba a hartarme del inútil del capitán, sin tener demasiado claro si estaba intentando volvernos tan estúpidos como él o simplemente es que no podía evitar ser así.. Era como llevar a los niños de iaje, sólo que este niño era más viejo que nosotros.. al menos, más viejo que yo..
Sonreí al escuchar las palabras de Blaze, pero me parecía que el capitán no iba a coger la indirecta de ser el primer plato de unas ratas mutadas o lo que sea que hubiera explicado, ya que en mi cabeza aún retumbaba el " ¿ hemos llegado ya? " . A este ritmo, mi cabeza iba a explotar antes de llegar al banco, al menos así, se acabaría mi sufrimiento.

- Oye Blaze!! Pon música!! Y porla a tope anda.. aunque sean unas rancheras..

Lo siento Ary. Pero con este trafico, no me atrevo a separar las manos del volante. Solo faltaria que tuviéramos un accidente o algo asi ante la puerta del objetivo.
Pero dicho esto Ary, amablemente, sintoniza la radio local. Va saltando de emisora a emisora hasta que, cosas que pasan, encuentra un sonido particularmente inspirador.
Toda la furgo tiembla ahora a causa de los acordes de Blackmoore y yo, logro al fin dar con un callejón estrecho y oscuro pasando el banco.
Aparco perfectamente la furgoneta entre dos cubos de basura y dejo el motor de la misma al ralenti.
El banco se halla a unos cincuenta metros a nuestra izquierda y mientras, naturalmente, compruebo mi pistola, solo me queda una cosa por añadir.
¿Listos?. Pues al lío. Ya sabéis. Larga vida y todas esas cosas.

- Bueno, pues diremos que listos.. - Aunque me parece que no nos sobran los inteligentes en el coche.. - Pienso justo antes de echarme a reir ante el comentario de Blaze.
Más seria ya miro mi arma, sin estar aún convencida de que pueda hacer algo útil con ella, pero ya que estaba metida en el ajo, al menos lo iba a intentar, faltaría más. Además, confiaba en que Aru pudiera remendarme sin dejarme muchas cicatrices, y sino, al menos, llevarme a mi planeta con una buena parte de botín para que me pusieran un bonito implante.