Partida Rol por web

Tal cual lo veía venir, la despedida no iba a ser fácil. Él no quería mirarme, evitaba que sus ojos se cruzaran con los míos, apenas respiraba. Sin embargo la pregunta que tanto temía llegó.

-Yo... no puedo responderte eso... no... no, mi vida no está aquí... acuérdate de cuando nos conocimos, dijiste que mis ojos reflejaban el espacio... allí es donde pertenezco, aquí... aquí solo tengo una ilusión.- Con un nudo en la garganta seguí adelante. Debía confesarle la verdad de mis sentimientos antes de partir o lo dañaría aún más. -Yo no tenía en claro lo que sentía por ti hasta esta misma tarde. Pensaba que todo esto, lo nuestro, era nada más que un juego. Sin embargo, sé que no es así. Yo... yo te quiero Mancer, pero no soy tuya, no puedo pertenecerte... Mi vida está allá afuera, en las estrellas y esta oportunidad es única. Sí, esto es un adiós... lamento que no sea un hasta luego, pero así es como debe ser. Lo siento.

Sin decir nada más me levanté. No podía permanecer allí, viendo como su corazón se terminaba de partir, como su rostro no podía ocultar la tristeza. Había tomado una desición y tenía que mantenerla o me arrepentiría de por vida. Por eso debía escapar. Si me quedaba unos minutos más con él... todo se habría ido al caño.

Te sientes derrotada ante semejante demostración de valor, no todos pueden hacer lo que tú has hecho, aunque eso no significa que por hacerlo duela menos. Evitas recordar el vacío que quedaba en sus ojos al verte marchar, al igual que queda en tu corazón. O al menos, eso quisieras sentir, y dejar atrás el dolor

Cuando te detienes, miras al cielo que casi parece enfermizo, acorde con tu estado de humor. Te has detenido después de caminar sumida en tus propios pensamientos, sin rumbo alguno. Y ahora, queda decidir tu nuevo destino

El trago había sido amargo. Muy amargo. Sin embargo había podido soportarlo y salir de allí estoicamente, sin volver la vista atrás.

Contuve mis lágrimas hasta que las luces del bar quedaron atrás. Él no debía verme llorar porque si lo hacía... si tan solo me alcanzaba y me daba un beso mi resolución se iría a la mierda y cometería el error más grande de mi vida.

No estoy hecha para este mundo, no nací para ser suya... yo hice lo correcto. Si no tomo esta chance, si no me subo a esa nave, me lo reprocharé por el resto de mi vida, y a él... a él terminaré odiándolo por haberme retenido, por haberme quitado la oportunidad. Hice bien... Pero como duele, la puta madre... como duele.

Lloré bastante de camino a casa, pero lo peor había pasado. Había hecho lo correcto, había mantenido mi decisión. Lamentaba no haberme dado cuenta antes de lo que sentía por Mancer, pero por otra parte, había sido más fácil el camino a seguir. Ahora solo faltaba armar el bolso y esperar que Steven viniera a buscarme.