Un nuevo día amanecía en Pueblo Nova. Mientras el sol se elevaba por el horizonte, la vida comenzaba a despertar. Una bandada de Falcuab emprendió el vuelo en busca de comida, y otros, como Jurbil, salían de sus madrigueras. Por supuesto, las actividades diarias del pueblo también dieron inicio. La gente se dirigía hacia sus trabajos o hacia el mercado, pero para vosotros era un día especial.
Hoy era el día en el que recibiríais a vuestro primer Pokémon. Ahora que teníais 16 años, estabais capacitados para iniciar vuestra propia aventura Pokémon. Y es por eso mismo que ahora os dirigíais hacia el laboratorio de la profesora Acacia, que era la encargada de entregaros a vuestro inicial.
-¡Buenos días!- saludó la mujer con una gran sonrisa cuando los tres estuvisteis finalmente reunidos.
-Por favor, seguidme.- os indicó la mujer mientras os permitía entrar. Sus pasos eran rápidos y hacían algo de ruido por los tacones que llevaba.
Entrasteis a una habitación algo más pequeña, pero que tenía más medidas de seguridad. Esto se debía a que allí había una gran cantidad de Pokeball. De entre ellas, la profesora cogió tres y liberó a los Pokémon frente a vosotros.
-Adelante, podéis elegir uno.- os animó la profesora. Las tres criaturas os miraban con curiosidad.
Ante las palabras de la profesora, la chica de cabellos rojizos que os acompañaba os miró con una amplia sonrisa.
-Podéis elegir vosotros primero. Yo estoy bien con cualquier compañero.- dijo juntando las palmas de sus manos frente a ella mientras os miraba felizmente. Entonces, pareció darse cuenta de algo.
-Pero que despistada soy. Mi nombre es Hikari.- se presentó con una sonrisa nerviosa mientras se frotaba la nuca.