Partida Rol por web

Brandon, heredero de la casa Wall. Cumple 18 años. Ese es el motivo por el cual estais disfrutando de estos festejos. Durante 3 días todo el mundo está invitado al salón principal de la fortaleza, donde se come y se cena en abundancia para festejar este Día del Nombre. Los campesinos se sientan con los nobles sin diferencias, los comerciantes y los especuladores realizan negocios por igual, titiriteros, bardos, comediantes, cuentacuentos y diversos artistas llegados de todos los confines de Occidente se unen a los festejos, participan en ellos y regalan preciados presentes al joven Brandon. Otras casas nobles mandan representantes para quedar a bien delante de los influyentes miembros de la casa Wall.

Bailarinas, bufones, actores... Toda la fortaleza luce sus mejores galas, y, observando todo esto, sin dejar escapar al azar un solo detalle, se encuentra un hombre. Un hombre que no deja de observarlo todo con ojos de halcón mientras en su rostro luce una sempiterna sonrisa. Ese hombre es Rezeck, El Magnánimo. Desde su sillón, en un lugar privilegiado tiene el placer de observar todos los acontecimientos. A su derecha, su hijo Brandon. A su izquierda, su mujer Elisa.

A un par de metros del altillo del Señor, ocupando todo el salón, se encuentran las mesas, unas y otras, unidas para formar una U que abarca toda la gran sala. Sentados en esta mesa se encuentran otros hijos de Rezeck, nobles de su casa y nobles de otras casas, importantes sirvientes como Arthur Doysht, maestro de armas de la casa Wall, Pitt "El Flaco" encargado de las perreras, Tika Weandale que se encarga de los establos, Kendrys el maestre o Rufus Sin, el septón. Tambien, entremezclados se pueden ver algunos campesinos de las tierras de Rezeck, e incluso algunas prostitutas que se acercan a la fortaleza mientras dura la fiesta. Y ahí, en esa gran mesa, os encontrais cuando termina el espectáculo de danza (un poco subidito de tono), despedido con gritos de algarabía por los presentes, ya algo borrachos.

Es en cuanto terminan estos gritos y cesan los silbidos cuando un hombre se pone en el lugar que antes ocupaban las bailarinas, en el centro de la sala, a la vista de todos. Por ropajes una túnica, acompañado por un bastón, apenas se le ve la cara, tan sólo una barba blanca, cortada al estilo de las ciudades libres. Con teatral gesto levanta los brazos al cielo mientras se presenta.

El cuentacuentos ha llegado...

Buenas tardes señores y señoras, nobles y plebeyos, mi nombre es Al-Sar. Habla con un acento extraño, de algún lugar más allá del Mar Angosto. Su teatralidad se observa en cada gesto y, desde su aparición, ha logrado que todos los presentes se fijen en él y se mantengan, en silencio total, atentos a sus palabras. Todos se alegran por un nuevo Día del Nombre que llega para el joven Brandon Wall. Hace una pausa mientras la gente vitorea el nombre de Brandon y bebe a su salud. He visto cómo la gente entregaba sus regalos. Saludaba y besaba su mano. Hace otra pausa. La gente lo mira con curiosidad, expectante. Es todo un mago de las formas. Sin embargo yo no haré eso! Yo no lo felicitaré, no me arrodillaré, no haré nada de eso! Grita mientras un murmullo recorre la sala, incluso Rezeck entorna los ojos preguntándose qué trama este personaje. Yo le daré algo más, algo que lo hará recuperar tierras, algo que lo llenará de gloria! Desde hoy, hasta la eternidad!!! La gente está entregada, aplauden como locos.

Pero para eso, debo antes explicar algunas cosas. Que igual, por su edad, aun desconoce. Mi historia, comienza en Antigua, isla donde los maestres estudian y forjan los eslabones de sus cadenas. Fue ahí por primera vez donde escuché la historia de la extinta casa Krames, que cayó en desgracia en los tiempos de la rebelión de Fuegoscuro. Su señor, Charly Krames poseía una de las más hermosas y valiosas armas de acero valyrio que al parecer quedan en Poniente. El nombre de esta no era otro que "Luz de la Estrella", una hermosísima espada larga, forjada en acero valyrio y en cuya empuñadura se podían sentir las gemas que la adornaban rodeadas por una increible empuñadura trabajada en hilos de oro y plata. Pues bien, leyendo y releyendo estas y otras historias he descubierto un dato interesantísimo: Cuando este Señor, Lord Krames se marchó a la guerra, llevando consigo a gente de confianza, etc... A su mujer le dejó un gran terreno para guardar y  la determinación para hacero. Sin embargo, el Lord dejó algo más, su espada. Por desgracia, tanto Lord Krames como todos sus hombres fueron masacrados. La casa Krames cayó, y sus pedazos no se pudieron recomponer. Por lo tanto, esa espada se hallaba en algún sitio. Pero en cual? Todo el mundo está expentante. Media vida la busqué. Y ahora la encontré. Esa espada... Hace una pequeña pausa. Se encuentra en los que anteriormente fueron vuestros dominios. Al norte de aquí, ni a medio día de distancia. Exclamaciones de incredulidad, cuchicheos y algunas risas burlonas recorren la sala. Esa espada está en las ruinas de Cassemir. El antiguo bastión de la casa Krames. Emparedada, en lo que antiguamente calentaba la casa. En su chimenea. Ahora, Lord Brandon, si la quereis id a buscarla, encontradla y empuñadla... Y así, tras esta revelación, abandona la sala entre los murmullos de los presentes...

Me acerco al rey entre la algaravía y le pido permiso para hablar con él.

El Señor te mira de arriba abajo, dándote a entender que este no es el mejor momento para hablar. A su lado, la señora habla con el heredero, Lord Brandon, al parecer, explicándole algo.

Decidme, Sir Sémenter. Y sed breve, pues en cuanto podamos, hemos de mantener una conversación privada junto con otras personas y tratar este tema.

En la sala se han formado corrillos que cuchichean levantando un sonido digno de un gran enjambre.

Mi señor, la espada está en tierras de la casa Rasmus, y que su hijo pueda blandir esa espada, sería todo un mensaje para nuestros enemigos, y a la postre, quizá la union de las antiguas tierras de la casa Wall bajo la corona de vuestro primogénito. Llevándo esto en el más estricto secreto, podríamos organizar una comitiva para presentar en sociedad al futuro Señor Wall en las tierras de nuestros vecinos, podríamos, si a su magestad le parece, ir un grupo de personas como heraldos, para hablar de matrimonios, alianzas y política como excusa, y conseguir esa prodigiosa pieza "Luz de la Estrella" sin que nadie se entere. Y también ir sembrando en el norte rumores de que un rey con una poderosa espada Valyria vendrá para unir de nuevo las tierras bajo el buen hacer de los Wall.

Me levanto con la copa en alto, haciendo sonar las campanillas de mi piel de armiño y dirigiéndome a la multitud digo: Vénga, invitados, nobles señores, nobles mujeres...y las putas también. No se cumplen 18 años todos los días, brindemos a la salud de Brandom, futuro señor de Wall, Viva el Rey Lord Rezeck viva su hijo Barandom!!!

Llevo la copa de vino a mi boca Joder! este viño é do Bo!!! (Carcajada estruendosa)

Un jovial día como hoy, el día del nombre de su medio hermano, aunque no comparten linea de sangre, son de la misma edad y se han criado juntos desde pequeños.

No suele disfrutar de estas exposiciones públicas pero es un día especial, negar esa realidad sería negar todo lo vivido. Tiene intención de disfrutar de este día con las diversas actuaciones y manjares servidos.

Todo va tan bien como cabe esperar pero el anuncio del cuentacuentos fue toda una sorpresa, desconoce el programa de festejo pero un cuentacuentos lo descoloca y lo intriga, más aun al presenciar la apariencia del invitado, esos extravagantes ropajes le hacen creer que quizás pueda contar algo de interés.

Terminada su historia, su curiosidad dio paso a la incredulidad, la idea de que tal tesoro pudiese estar tan cerca y tan lejos de su conocimiento que ve engaño en cada palabra que el anciano pronuncia. No quería darle más importancia pero acero valyrio ronda por su cabeza a cada pensamiento que realiza, tal inquietud no le permite disfrutar de la fiesta como hasta el momento.

- Si me me disculpan. - Dice a su compañía mientras se separa de la mesa en busca del extraño personaje, quiere asaltar el asunto desde la fuente.

- Saludos Sir Al-sar, mi nombre es Urd Angarin, pupilo a cargo de lord Rezeck. Bonita historia pero no es más que una historia ¿o me equivoco? - Realiza una pequeña pausa observando su reacción. - ¿Acaso quiere hacernos creer que tal espada existe y que esta esperando que la cojamos? - Escéptico de nuevo, el dedo acusador busca inconcluencias que desvelen las intenciones del misterioso extranjero.

Sir Sémenter, eso es algo parecido al plan que tengo en mente. Pero no exactamente así, es mejor para todos que no pisemos el territorio de la casa Rasmus de esa manera. No quiero problemas. Ahora mismo no está el percal como para pasearnos por sus tierras, aunque sea para presentar a su primogénito, otras casas, como la Radu, han mandado como representantes a sus herederos, ellos a un banderizo... No, no. Concluye. Diviertete con la fiesta. Dentro de una hora nos reuniremos en mis aposentos. Tanto tú, como otros hombres de mi confianza os marchareis inmediatamente a ver qué hay de verdad tras ese cuento. No bebas mucho. Compórtate con discrección y ya sabes, en una hora, en mis aposentos. Se torna pensativo. Es mejor que los avises tú. Diles a Urd Angarin, a Jose y a Vadécenas que tambien los quiero ver allí. Sé discreto.

Señor Urd Angarín, mi trabajo es contar cuentos y leyendas. La espada, hasta donde yo sé, está ahí. La historia es real, quizás usted no la conozca pero es conocida por todos los mayores. Muchos la buscaron, es cierto, pero nadie la encontró. Siempre me fascinó esa leyenda, puesto que la espada no partió con el señor, dónde estaba? Si no se encontró con la caída de la casa, dónde estaba escondida? Eran preguntas que bullían en mi mente. Su vista está fija en ti. Parece no pestañear cuando te habla y esto te descoloca. Parece decir la verdad. Investigué desde el otro lado del mar Angosto, llegué aquí y seguí reuniendo pistas. Y hace apenas un mes, en Lanisport me encontré con algo que no me esperaba, era una historia que había escuchado antes, en Dorne, en Altojardín, en Bastión de Tormentas... Esa historia hablaba de un señor, un señor que tenía que partir a la guerra. Temía por su vida. Prosigue tras darle un sorbo a su copa de vino. Ese señor poseía un arma de acero Valyrio, y por miedo a perderla o a que cayese en manos de sus enemigos la escondió, pero no en el monte, ni en la montaña, la escondió en un sitio en el que nadie la buscaría... Se le nota excitado. La emparedó! En la chimenea! No lo ve? Varias historias iguales, en confines del mismo continente! Esa señor Angarín, es la historia de esta espada! Dice mientras te señala con un dedo. Así es como se forman las leyendas y los cuentos, Sir. Un hecho real en un punto, que llega más lejos de lo que se teme. Un hecho, que cada lugar hace suyo! Suspira. No puedo asegurar que la espada esté allí. Pero por mi experiencia en estos temas. Allí debe estar! Concluye.

Levantando a miña copa e póndome en pé grito.

"Sir Sementer ten toda a razón! Bébamos á saude do digno herdeiro da casa Wall, bebamos á saude de Brandom, fillo de Rezeck!!!"

Mentras choco a miña copa cos meus comapeñeiros de mesa e antes de que se volten a sentar volvo a exclamar.

"Despois de escoitar a historia do vello contacontos, creo que é menester e a nosa obriga, intentar recuperar a espada "Luz de Estrella" para o noso ben querido herdeiro, sen dúbida sería un moi bo agasallo para este gran día!!!...QUEN SE ANIMA A ACOMPAÑARME?!?"

Empiezan a aparecer algunos a favor de obtener dicho objeto y no es que el esté en contra de dicha hazaña, ciertamente sería un gran regalo para Brandom y una gran adquisicióh para la casa pero...

- Ciertamente sería un honor conseguir dicho obsequio en este día tan señalado pero demasiado riesgo para un rumor, aunque la historia sea cierta, nada nos asegura que aun esté allí. - Dice ante las palabras de Vádecenas. - Y internarnos en las tierras de otra casa en busca de una historia, apasionante e intrigante, pero al fin y al cabo, una historia. - Termina exponiendo su desacuerdo pues no confía en el informador, a pesar de que la historia pueda ser verídica.

"Aunque lo que diga sea verdad, ¿Porque regalarnos tal información sin más?¿Por que no ir el mismo a por ella? Es un objeto único que debe valer una fortuna, ¿o es que pretende quitárnosla de nuestras manos una vez la tengamos? No sería tan insensato, ¿Acaso estará aliado con la casa Radu para atacarnos mientras estamos en sus tierras? No podríamos anunciar nuestra presencia pues reclamarían la espada como suya al estar en sus tierras a pesar de que antaño fueron de la casa Wall"

Totalmente disperso en sus paranoias observa el espacio vacío frente a él como si la escena más intrigante ocurriese ante sus ojos.

Un montón de vítores responden a tu pregunta. La gente está animada y borracha. Menos mal que Sir Urd Angarín, pone algo de calma con una de sus reflexiones.

De pronto, entre tambaleos, me dirijo al resto de personajes despidiendo un hedor reconicible de vino rancio.

Bueno meus, voy dormir la mona, pero deciros a sus señorías, que mi suegro,  Lord Rezeck, desea veros individualmente a cada uno de vos...

En ese momento, me caigo, siendo llevado mi cuerpo hasta mis aposentos por mis sirvientes.

Bueno chicos, visto el éxito borro la partida.

Espera home...Andan as cousas liadas , pero con compromiso e dedicación todo se pode conseguir (música de Braveheart de fondo)...

Retomamos a partida a partir de mañá, vale?

É que no la borran meu!

Avisan de borro por inactividade, pero se alguén de nós escribe calquera cousa xa non lles consta como partida inactiva e deixan de mandar o aviso...Só con poñer Domingo eso de que "Os corvos nos borran a partida" xa lles consta como partida activa...e por cada mensaxe que mandemos ainda máis...

Por eso digo de avisar a todos os que somos e preguntarlles se queren seguir xogando ou non...

Por min sí, pero poñendo un prazo de máximo 3-4 días para contestar cousas do xogo, ainda que sexan "chorradas" pero que se vexa algo de interés na xente...

ÁNIMO!

Polo momento sodes 3. Si os 3 queredes por min seguimos.

Por min adiante meus!