Surgiendo apenas de la oscuridad se percibe una amalgama de pesadilla de partes humanas. Una masa de extremidades huesudas y descarnadas, cabezas fundidas de rostros babeantes con gestos de un sufrimiento indescriptible. Un ano defeca en ese momento sobre una de las cabezas que se encuentran por debajo. Parches de pelo, entrañas y un mantillo de moho blancuzco la cubren por doquier