Aquellos que recibieron las funestas premoniciones han fallecido. En parte es un alivio para ellos, no han tenido que contemplar como su mundo se hacía pedazos por fuerzas superiores.
Algunos decidieron ignorar su destino, ya habían gastado suficiente tiempo en esto, era demasiado para ellos. Otros lucharon hasta el amargo final, aún con la firme creencia de que podían sobreponerse a su destino no fueron capaces de enfrentarse a las amenazas.
Unos pocos permitieron que la codicia y el egoismo nublase su juicio, provocando el tropiece de otros compañeros y acabando con sus vidas.
¿Venía el mesías a destruirnos? ¿A salvarnos? ¿Podíamos hacer algo en todo esto? Esas son preguntas que quedarán sin contestar, pues ya no importa; el fin está aquí.
Cementerio:
Enly: Falleció debido a un virotazo en la garganta.
Iderak: Fue devorado por la bestia de la isla brumosa.
Egelvild: Babroth incendió su garganta con fuego dracónico.
Tsayak: Despedazado por los gnolls de otro mundo.
Babroth Bensvelk: Acuchillado en la garganta por el Gran Vidente Zhakir.
Ganosant: Desmembrado por el tejedor sombrío.
Yamila: Ejecutada por los secuaces de Akal Zaus.
Sadonna: Ejecutada por los secuaces de Akal Zaus.
Norick: Baäl absorbió su vida mientras lo estrangulaba.
Merebor: Baäl le proporcionó un fatal golpe en el cuello con su espadón.
Glorfindel: El Dhahalakka se lo comió.
Dothur: La niebla acabó con él.
Gulog: El desierto de Visirtán terminó con él.
Yador: Ensartado por dos soldados de la casta del dragón.
Ssirtash: Aniquilado por los soldados de la casta del dragón.
Baäl: Triturado por los soldados de la casta del dragón.