Partida Rol por web

“Donde hay un gran poder, hay una gran responsabilidad.”    Lo dijo Winston Churchill en 1906, y bueno, también le fue dicho a Peter Parker en 1962.  -esperó a que las risas geeks bajaran un poco, sabiendo que el mensaje así se afirmaría doble.

Y eso es parte de lo que estamos haciendo ahora.  El descubrir cómo movernos por el espacio-tiempo a una velocidad distinta a la que nos movemos ahora, que es, y ha sido, segundo a segundo y en una sóla dirección, la única forma en la que se ha hecho, por los siglos de los siglos, y los eones de los eones, y sus multiplicaciones,   -Lo dijo caminando sobre el estrado, enfatizándolo al hacerlo del podium que estaba a la derecha hacia el lado izquierdo del escenario, donde estaba parte de la facultad. hasta ahora. 

 Quienes lo descubrieran, tendría un gran poder. 

Hizo una pausa.  Miró a los ojos a la gente reunida en aquel auditorio, como si sólo recorriéndolos con una mirada pudiera conectar con todas y cada una de las personas. 

¿Estamos preparados para construir esa gran responsabilidad para corresponderle?  

No, todavía no.

No, todavía no. 

La formulación de E=mc² la propuso Einstein en 1905 -por coincidencia un año antes de la frase de Churchill-, y entre esa fecha y el comienzo del proyecto Manhattan pasaron 34 años sólamente.  Y luego 6 más para que fuera usada en Hiroshima y Nagasaki.  -Miró triste hacia adelante, y luego el piso, antes de regresar a una su mirada desafiante. Eso es lo que tardó la humanidad en weaponizar y utilizar este descubrimiento científico maravilloso.    

Y ya a finales de los 1962 la destrucción estuvo tan cerca de llegar a muchas más que dos ciudades y sus centenas de miles de vidas perdidas.   Sin est riesgo haber desaparecido realmente nunca, todavía; sólo se mueve en olas de negociaciones multinacionales. 

¿Cuánto tiempo tenemos entonces para que hagamos realidad, para este nuestro caso, lo de una gran responsabilidad?  ¿Cuánto? ¿34 años?  ¿40?  ¿Menos?  Yo creo que menos, mucho menos.

 Por eso están aquí ahora, realmente.   Porque es la transparencia, el involucramiento temprano de científicas y científicos preocupados, la palabra activa de instituciones y organizaciones, toodo esto, actuando en una sociedad en democracia, todo, es lo único que puede realmente hacernos asumir esta gran responsabilidad que les pedimos.   Se los pedimos.

 Para eso estamos aquí. 

Ahora, si no estamos preparados, realmente me gustaría que hubiera un error en nuestras fórmulas.   Un E=mc³, digamos.  Se rió para bajar el hierro a lo que había dicho, sin quitar el mensaje profundo que ya veía en el asentimiento de la mayoría del profesorado y alumnado.   Para que fallaramos en esta demostración.  Si, lo querría de verdad. -lo decía en serio.

Pero, sea lo que sea en los próximos minutos, comencemos ya, a organizarnos, para tener los mecanismos para que cualquier manipulación del espacio-tiempo esté bajo control civil y democrático.  Que sea paz -no destrucción- la que sea mutuamente asegurada. 

Y es que, eso de cambiar el presente viajando al pasado, ya lo estamos haciendo aquí.  Cada segundo el futuro comienza.  Cada segundo un nuevo futuro puede comenzar, si aprendemos de la historia.   Entre todos podemos hacer comenzar nuevos futuros. 

-Caminó de regreso al podium, meditando lo dicho, seria.

A continuación les mostraremos una forma en la que pensamos que puede se echar a andar estas fórmulas, las descubiertas por nosotros cuatro, que sólo pudimos encontrar con las herramientas descubiertas por la Dra. Abioye y otros miembros de nuestra comunidad científica, parados todas y todos nosotros en los hombros de gigantes.  

Liam.  -llamó amablemente a su compañero al estrado.

Veamos si prueban estas fórmulas ser tan ciertas en la realidad como lo parecían en los pizarrones.  Finalmente el uso de Dominios Acausales Retro-transversables de Espacio-Tiempo puede siempre tener sus sorpresas escondidas.  

Salga lo que salga, a comenzar.   Tenemos tarea.

Bajó, decidida.

-Muchas gracias Dharma por tus palabras.- Dijo Liam al llegar al atril, más como una acto reflejo que como algo que hubiera planeado decir. -De hecho..., antes que nada y a riesgo de repetirme, quisiera dar las gracias tanto a mis compañeros, como al Sr. Brown, y a todas aquellas personas que nos han ayudado a poner nuestros nombres en la historia.- 

Hubo un breve silencio y el ingeniero se volvió a repetir su mantra personal: "Da igual lo que hagas, no puedes cambiar el resultado de la presentación", acompañado de un bocanada de aire. Pasado un segundo Liam prosiguió, luciendo una sonrisa temblorosa en el rostro:

-Aquí mi compañera ya nos ha advertido de los beneficios y perjuicios que puede acarrear nuestro proyecto para la humanidad. Quizás otro día hubiera dicho aquello de "el tiempo lo dirá", pero no creo que tuviera mucho sentido teniendo en cuenta el tema de esta presentación. 

En el día de hoy hemos venido a demostrar, a través de las leyes de la ciencia, que todo tiempo, pasado, presente y futuro existe como una única realidad. Una única verdad.- 

Los ojos del ingeniero parecían brillar ante la luz de los focos y las cámaras. Había soñado con un momento así tanto tiempo...

-No creo que ni todo el departamento de ciencias sociales de esta universidad pudiera realmente concebir las implicaciones que esto tiene para nuestra especie. Pero ese no es mi campo de estudio. Yo solo puedo hablar de como las ciencias experimentales se van a ver afectadas y puedo afirmar que, sea cual sea el resultado de esta presentación, se avecinan cambios drásticos. La imaginación de muchos artistas, escritores, cineastas y demás nos han inducido a soñar con las posibilidades por décadas ¿Obtener conocimientos avanzadas del futuro?¿Teletrasportacion?¿Aprovechamiento perfecto de los recursos o incluso fuentes ilimitadas de los mismos? Quien sabe. Igual..., igual se podría decir que "el tiempo lo dirá".-

Con una pequeña risa el ingeniero termino su parte. Era la hora de descubrir a la estrella de aquella función. 

-Sin nada más que decir, aquí les presento...- Dijo mientras agarraba con sus manos sudorosas la lona que cubría la maquina. -El proyecto Eon- 

La exposición salió como todos esperaban. Un conjunto de intervenciones acordes al nivel de la situación y del proyecto que presentaban los ingenieros. Karim, que se tranquilizó a tiempo, abrió la exposición para dar paso a Brian y Liam, quienes se mostraron cómodos en el escenario. Pero sin duda, la que más lo disfrutó, fue Dharma. Su expresión corporal, su entereza para colocar chistes cuando eran necesarios y su seguridad y determinación para contrastar datos y fórmulas, fue magistral. Los aplausos¹ apenas dejaban a la africana mantener el ritmo de exposición.

No más de una hora llevó la siguiente presentación y justificación del Proyecto Eón, finalizado por Liam. El ingeniero se acercó a la gran máquina que se colocaba en una esquina del escenario, donde le esperaban los demás compañeros. Entre los cuatro, dos a cada lado, cogieron varias esquinas de la gran tela y se miraron entre sí. Había llegado el momento de mostrar al mundo lo que era el Proyecto Eón. El sonido de la tela ondeando rompió la incertidumbre que se respiraba en el aire.

^{- "Prototipo final, Eón" -}

Unos murmullos ahogados de sorpresa se hicieron con el gran salón de actos. Después, un largo silencio. Hasta los cámaras habían dejado su trabajo para contemplar tal creación. Se escuchaban susurros entre los asistentes que miraban la gran máquina con expresión de sorpresa. Los ingenieros se miraron entre ellos, preocupados por la reacción del público. ¿Qué ocurría? ¿Quizás no habría sido lo que se esperaba? Un nudo se hizo en el estómago de los cuatro expositores.

Pero de repente, se escucharon los aplausos lentos de una persona que se puso en pie en el público. Era Erik, Erik Ölsson. El sueco aulló un ¡guau! se escuchó hasta en la cafetería. Y así, otro asistente se levantó. Otro. Y otro, y otro. Y los aplausos fueron cada vez más numerosos, hasta que toda la sala se puso en pie y el sonido era ensordecedor. Los ingenieros sintieron como la piel se les ponía de gallina, y se miraron con una sonrisa nerviosa, pero triunfadora. Erik se encontraba de pie con los dos puños en alto, para después llevarse las manos a la cara y arrastrarlas hasta la barbilla: no podía creer lo que habían creado sus compañeros, era algo bestial. 

El rector, Alan Garber, asentía impresionado mientras estrechaba la mano del Sr. Brown. El tutor alzó su pulgar dando la enhorabuena a los suyos. El sonido de flashes no cesaba, y las cámaras querían captar el momento de los cuatro ingenieros que se encontraban a ambos lados de la máquina. Aplausos y vitores, la felicitación del público se alargó durante varios minutos.

Y así, poco a poco, los asistentes comenzaron a ocupar de nuevo sus asientos y los ingenieros pudieron comenzar con el experimento. Habían hecho lo más difícil, meterse al público en el bolsillo. Ahora todo tenía que fluir según lo que habían estado probando a lo largo de tantos años.

Los ingenieros fueron intercambiándose el turno de palabra apoyados en varias diapositivas de teorías y en detalles técnicos a nivel de hardware del Prototipo Eón. 

... La fuerza de la gravedad y el grado de proximidad a la velocidad de la luz experimentados por un cuerpo alteran el paso del tiempo en él con respecto a su entorno, siendo posible que experimente ciertos "saltos al futuro" con respecto a un entorno afectado de manera distinta por esos parámetros. Otros fenómenos podrían también influir en la marcha del tiempo... Exponían los ingenieros.
 

...Invertir el sentido de la flecha del tiempo, es decir, viajar hacia el pasado, resulta mucho más problemático. En teoría, si un objeto fuese capaz de superar la velocidad de la luz, retrocedería hacia el pasado, llegando a su destino antes de haber partido hacia él. Se especula también con la existencia de los taquiones, partículas que, de forma natural, estarían viajando hacia el pasado en vez de hacia el futuro como hace el resto de nuestro universo conocido... Seguían exponiendo.

... La ventana al 8 de septiembre de 1636, donde podremos ver nuestra querida Universidad de Harvard, será una demostración del poder de alcance que tiene el prototipo Eón. En un futuro, nos gustaría poder tener el control sobre periodos de tiempo más lejanos, pero en la actualidad no contamos con los conocimientos necesarios...

Los ingenieros introdujeron la fecha en la pantalla táctil de un lateral de la máquina: 1636.

Y ahora, sí, bienvenidos a una nueva visión sobre los viajes en el tiempo.

Un ruido agudo comenzó a producirse en el generador central de la máquina. La energía comenzaba a concentrarse en los puntos clave de condensación del prototipo Eón. El núcleo comenzó a girar dejando ver relámpagos azules. La impresión de los asistentes era de lo más expresiva, pues ninguno de ellos apenas parpadeaba.

Un rayo de energía que fue aumentando en diámetro comenzó a dibujarse lentamente de la parte central de la máquina: la ventana iba a empezar a crearse. Un ¡Oh! general del público se escuchó en los asientos. El rayo de energía, que ocupaba el casi el largo del escenario se detuvo, comenzando a dibujar un círculo: un agujero negro en el tiempo.

Los asistentes no podían ni aplaudir de la impresión.

Pero algo hizo que los ingenieros comenzaron a preocuparse, mientras intercambiaban miradas de incredulidad entre ellos. Brian y Liam se acercaron a la máquina disimuladamente. ¿Qué había pasado? ¿Qué había sido ese chasquido?

El ruido se hizo más ensordecedor, hasta tal punto que era molesto. El portal comenzó a tambalearse descontroladamente poco a poco, emitiendo más energía de la debida para el año que había determinado en la pantalla de la máquina. ¿Una sobrecarga?

Pero en esa sala, no solo ellos comenzaron a percatarse de que algo no funcionaba como debía. Se escucharon gritos ahogados de miedo y algunos de los asistentes se levantaron de sus asientos, listos para comenzar a abandonar la sala mientras echaban la vista hacia el escenario. Dharma y Karim intentaban tranquilizar a su público, en un intento en vano de hacerles mantener la calma.

De repente, cuando la mayoría del público comenzó a amontonarse en las escaleras, un campo magnético negro envuelto en una telaraña de rayos de energía se desprendió del Prototipo Eón abarcando todo el salón y terminando en un fogonazo blanco y un ruido ensordecedor.

Todo parecía ir a pedir de boca. La exposición estaba siendo todo un éxito y sólo faltaba dar el punto y final con la demostración. Quizá por lo bien que todo estaba yendo los ánimos se relajaron y lo que vino a continuación les pilló tan desprevenidos que no supieron reaccionar a tiempo...

¿Qué estaba pasando? ¿Era un error en sus cálculos? No podía ser, en las simulaciones todo funcionaba perfectamente ¿Había sido un error con la propia máquina? Habían revisado que todo estaba en orden. Entonces ¿Porqué?

Con esa pregunta miró hacia las gradas. Ahí estaba Jessenia que lo miraba asustada por lo que le pudiera pasar. Entre el nerviosismo y la algarabía no podía entender lo que le decía, pues apenas podía leer sus labios...

Karim hizo un gesto para que de marchara de la sala por su seguridad pero ella dudó. En ese momento sobrevino el flashazo.

Tenía que haberlo sabido ¿Como no iba a fracasar? El cambio de aula, el gran público, las preparaciones de última hora... Estaban condenados desde el principio, y no había sospechado nada. 

Liam dio un par de pasos para poder acercarse a aquel flujo de energía que estaba apunto de absorberles. Hasta ese momento, el ingeniero no podía parar de pensar en que momento se había torcido todo, pero al comprender realmente lo que estaba apunto de suceder su mente se quedó en blanco. No merecía la pena perder el tiempo en esos pensamientos. Lo único que podía hacer era aceptar fuera lo que fuese que el universo le tuviera preparado para él.

Liam abrió sus brazos, dispuesto a aceptar su destino, y a los pocos segundos siguió el fogonazo, como si la maquina hubiera tomado el gesto del ingeniero a modo de desafío. 

¡El saboteo funcionó!   Tantos meses de mandar mensajes, advertencias.  Qué bueno que alguien lo notó.

La única forma de acabar con esta amenaza era precisamente esta, acabar con las cuatro mentes que la habían creado. 

Esto era lo único.  

Por eso se había sentido mal de que los reunieran a todos ahí en la sala.   Aunque, según había calculado, el radio no alcanzaría ni a los que estaban más cerca.  La novia de Karim, Jessenia, que tan bien le caía, saldría bien librada segura.   El rector y el Dr. Brown, ni modo, se iban a ir con ellos cuatro, a donde quiera ser que iban. 

Lo siento, muchachos.  -les dijo.  Espero entiendan porqué.  Y cerró los ojos.

Brian no se separó de la máquina mientras se volvía completamente loca. Nadie debería haberla tocado antes de la prueba, se dijo a sí mismo justo antes de escuchar las palabras de Dharma y que sobreviviniera el flash...