Tras varios segundos en los que el oráculo no dice nada, sus ojos vuelven al color lechoso habitual y parece que el habitualmente calmado Klatet está bastante más alterado.
Esto es una entrada a las numerosas ruinas de las anteriores encarnaciones de la ciudad de Cassomir. En más de una ocasión, los habitantes de la ciudad construían encima otra nueva cuando el pantano y las inundaciones hacían de las suyas.
En los tiempos gloriosos del Imperio construyeron una red de alcantarillado más decente - mientras dice esto, el semielfo señala a su alrededor - que dejó todo Sub-Cassomir debajo de las mismas. Esta trampilla debe ser una entrada a esas ruinas. Debe ser lo que utilizan los derro para su trama de esclavismo.
- O sea, que podríamos perdernos ahí dentro de grande que es. A no ser que hayan dejado pistas claras puede costar bastante seguirles la pista.
Confío en vuestras dotes de búsqueda. -dice el oráculo de forma escueta.
Habrá que ir bajando, ¿no?
Maedros con gran habilidad, trazó en una hoja de pergamino los símbolos mágico de la trampa. Era a fin de cuentas algo rudimentario, y Mirella le corrigió alguno de ellos con buen ojo.
Así entre los dos, tuvieron un esquema pasable de la trampa mágica. No era bonito, pero sí estaba claro.
Iba a tirar, pero voy a hacer una cosa. Como tiene 10, Maedros toma 10 (que es a fin de cuentas, la media baja) y así no tengo que tirar.
Que curioso que con eso la saca.
Hala, Maedros PNJotizado.
Los esforzados pathfinders bajaron por las escaleras, primero Hothar y luego los demás, uno a uno.
Nueva escena.