The Devil We Know - Part I: Shipyard Rats.
La ciudad de Cassomir siempre ha tenido problemas con secuestros, cada mes, una o dos personas desaparecen y no se las vuelve a ver. Pero últimamente las cosas se habían puesto peores. Desaparecían docenas de ciudadanos a la semana. Y las autoridades no habían tomado cartas en el asunto. Todo eso cambió cuando el Pathfinder Cestis fue secuestrado. ¡Se involucró la Sociedad!
El secuestro se produjo en una subasta de antigüedades y junto con él también cayó un miembro del Consorcio del Áspid. Un tal Kafar. Pero la aprendiza de Kafar, de nombre Nefti, logró escapar arrojándose a la bahía, y regresó a la base del Consorcio.
Los Líderes del Áspid en Cassomir ofrecieron un pacto a la Sociedad Pathfinder, más concretamente a Hestia Themis, la Venture-Capitán de la Logia local y ésta proporcionó un equipo de avezados pathfinders que rescataron primero a Kafar, y luego, tras una larga búsqueda, a Cestis junto a más de treinta personas.
Averiguaron que los responsables de éstos últimos secuestros eran un grupo de druidas renegados llamdo "El Cataclismo de la Naturaleza" junto a un culto a Goetrus, dios del fin de los tiempos (un culto maligno y necromántico, porque el dios es neutral) del cual formaban parte miembros de familias aristocráticas Taldoranas caídos en desgracia, la familia Teppish y la familia Ismacco. En particular el líder era Dalirio Teppish y junto a él, le ayudaba a traficar con esclavos la bella y mortífera Luscilia Ismacco.
Todos los miembros del culto resultaron capturados o muertos, pero los Pathfinders averiguaron gracias a Cestis que bastantes esclavos eran vendidos a pequeños humanoides de piel azul... ¡Derros!