Partida Rol por web

Galael resucitando, Blanca de gato a hominida, Miguel hablando con los muertos...
Daniel empieza a plantearse si esto no empieza a desbordarle.
Daniel se apoya en la pared, aparentemente mareado.

Rebusca en su gabardina y saca la grabadora, dándole al botón de "Stop", guardandola acto seguido y aprovehchando el gesto para sacar su paquete de cigarros. Maldice cuando ve que está vacio y lo estruja y lo tira con rabia al suelo de la caverna.
Si no fuera por Caty, se largaría de ahí ahora mismo. La seguridad del hogar nunca le pareció tan anhelante como ahora.

Entonces sólo podemos ser tres.. José ya no nos puede ayudar. ¿verdad? y miro el cuerpo de José, ahora cubierto por la cazadora de Blanca. Su rostro apenas se intuye en la forma que ha adoptado la tela. No hay forma de hacerle volver.. y dejo la frase en el aire, anhelando que la mujer diga que queda una posibilidad. Una esperanza para la vida.

-Cinco. Alba, Neves, Cati, tú y yo. Si vamos a por Neves y Alba. José no va a volver. No de esa manera.-

-Tenemos que movernos lo antes posible o no nos dará tiempo.-

Te seguiremos, Blanca. Tú nos traíste aquí, y eso ha significado la muerte de José. Pero él tenía fe en ti... comienzo a caminar, haciendo un gesto a Diana, y al resto, para que nos sigan. ..espero aprender a tenerla yo también.

Obedeciendo al gesto de Miguel, Diana echa a caminar como una autómata a la que se le hubiese dado cuerda.

y... Diana ¿ella no tiene un don? pregunto a Blanca, al ver que Diana comienza a seguirnos.

Blanca mira a Miguel y a Diana, enarcando las cejas como si le sorprendiese una pregunta tan directa. -Yo no noto nada. Quién sabe, quizá Akium os convocó a todos porque todos podríais, potencialmente, tenerlo.- se encoje de hombros.

...Un don...??? Una sonrisa sarcástica nace en el antes impávido rostro de la coleccionista. El sonido va aumentando de volumen hasta convertirse en una carcajada histérica que levanta ecos entre la niebla. De repente el sonido se apaga y la mueca se convierte en una expresión a medio camino entre el odio, la rabia y el asco. No...gracias. Prefiero esto... susurra, mientras echa mano al revólver descargado. Aunque...tal vez necesitase algo más grande... comenta con un tono de duda en la voz. Finalmente, Diana se encoge de hombros y continúa su lento caminar.

Pues ya podríamos tener dos y sonrrío. Dejo que nuestros pies nos alejen poco a poco del lugar, y cuando veo que la distancia ya es considerable y el ambiente parece más relajado (dentro de lo normal, teniendo en cuenta la muerte de José, y todo lo que ha ocurrido) y me dirijo a Blanca. ¿Y a dónde iremos ahora? ¿A tu casa?

-Sí. Vamos a casa de Neves. Tenemos que recogerlas a ella y a Alba.-

Blanca aún se acerca al cadáver de José y le besa una mano antes de ser la primer en salir al exterior de aquel lugar siniestro. Fuera, el frío y la niebla han subido hasta aquí. Blanca os apremia a dirigiros deprisa a los coches, conscientes de lo poco que queda para la medianoche.

Un rato después, como si saliéseis de una pesadilla, al descender por la carretera la niebla desaparece y se ven las luces de San Andrés, a lo lejos.

no creo que le agrade lo de josé... No medio más palabra mientras salimos de aquel lugar, y me maravillo al ver la rebosante luminiscencia de San Andrés, llena de vida.

Mmm, quizás tendríamos que haber llamado a la guardia civil para que pudiera dar enterramiento en tierra santa a sus agentes.
Pero claro ¿cómo explicaríamos sus muertes?
Me temo que tendremos que hacer una llamada anónima cuando todo esto acabe.

Todos estos pensamientos cruzan la mente de Daniel, mientras conduce de nuevo a San Andres, echando fugaces miradas a su hija, en el asiento del copiloto.

De anónima nada! En el cuartel saben de sobra en dónde estaban. Además, yo realicé una llamada desde mi móvil. Si no los avisamos seremos cómplices.. o asesinos.. dudo un momento. O al menos yo.. y se me escapa una risa nerviosa.