-Ok, Mike. Dame una horilla y algo. Cogeré un taxi.- Le comento mientras indico a mi colega que siga hasta dónde él vea.
-Vaya... Carallo- Pienso mientras me envuelve de nuevo el sonido percusor de la pistola de tatuar...
Se escucha como se cuelga el telefono. Toda aquella mañana queda rara. Pero hay que seguir adelante con la vida.