Garga-R se coloca también a 35 metros y dispara su arma, se escucha como un silbido… un rayo azulado cruza el aire y… impacta en el muñeco, pero el único cambio perceptible es que aparecen unos pequeños copos de nieve que caen suavemente sobre las orejas del muñeco-comunista.
Por una vez tuvisteis un momento de tranquilidad, pero ese momento duró 0,007 segundos el tiempo que tardó el robotico en ponerse en marcha tras el disparo de Garga-R
Otra ver a correr tras el condenado, pero ahora había una diferencia, sabias que vuestro destino ya era la misión, salió disparado tras la puerta sorteando al personal y derrapando en las curvas.
Escucho animado el zumbido de robotico, y salgo disparado tras el.
-Robotico, no corras, que aún no han terminado algunos esclarecedores.
Me alegro muchísimo de las botas que nos ha proporcionado el gran ordenador, ya que donde derrapa nuestro robotico querido, yo consigo agarrarme perfectamente, y voy esquivando a todos los ciudadanos con los que nos cruzamos por el camino.
- Un, dos, tres, cuatro, un, dos, tres, cuatro,... -contaba el deportivo esclarecedor Mou-R a la par que corría manteniendo el fuerte ritmo impuesto por el robotijo.
En un momento dado hizo un sobreesfuerzo para conseguir aventajar a los demás compañeros en apenas un par de pasos, suficientes para sentirse con derecho de girarse hacia ellos y amonestarles:
- ¡Vamos muchachos, más garra, más esfuerzo...! -les sermoneó, como si de un vulgar entrenador se tratase.
Eché a correr detrás de Robo-tico, después del shock que supuso para mi ego mi disparo.
Mientras corría con los ánimos de Mou de fondo, y le buscaba explicaciones a los copos de nieve, por fin lo tuve claro:
-¡Qué sabio el ordenador! Con su profunda sapiencia y benevolencia me concedió una gran arma de despiste. Al disparar yo, los comunistas se quedarán anonadados viendo nevar en interiores, y como de todos es sabido que ver nieve y ponerse a jugar es todo uno, será el momento en que vosotros los ataquéis, cuando estén entretenidos...¡Qué genio visionario!
Me admiraba realmente el estrambótico plan que explicaba mi churro disparo de antes.
¡Oju!, sali corriendo detrás de mis compañeros. Robotico no corraz tanto que me canzo, ¿Por que no podemoz ir andando?, dije mientras intentaba alcanzar a los demás, pero no era posible cada vez se me escapaban mas, iba lento pero les seguía, mi cara era mas roja que el color de mi camiseta y empezaban a caer gotas de sudor de mi frente. Robotico zosiega que me pierdez