Cogió el mando de la tele de la habitación de aquel hospital y la encendió. Pulsó el botón del teletexto y empezó a pasar las páginas de las programaciones de las distintas cadenas. Mentalmente iba tomando notas y archivandolas en su memoria. Apagó el televisor y se recostó en la cama. Por una vez en la vida había tenido suerte.
Salvame Deluxe (el Salvame diario quedaba descartado, era demasiado ordinario). Buenafuente. Ana Rosa Quintana tampoco le convencía. La Susana Griso estaba muy buena y eso tenía su importancia. Se iba a forrar, a forrar de verdad. se acabó el frío de las puertas de las discotecas. Coño! Quizás podría montar la suya. Se iba a hacer famoso y eso tiene su tirón. Podría llamarla Estudio Zombie 54. ¿Y las tías? Joder se iba a volver locas, se acabó mendigar en las barras de los pubs por un polvo rápido.
Sí. Por una vez en la vida había tenido suerte.