Partida Rol por web

Se suponía que ya me encontraba en Dublín. Nunca me acostumbraré a viajar tan fugazmente.....nunca. Tras la estancia un largo pasillo que no parecía tener fin.... tenía la sensación estar sólo y mis pasos resonaban haciendo eco de mi mismo. Pronto noté el cambio de temperatura y mi cuerpo agradecía mi vieja cazadora de cuero marrón. Me esperaba una larga busqueda y mi primer paso era encontrar a la mujer tatuada.....a aquella mujer con la que sentía un misterioso vínculo desde que la había visto.

Me había acostumbrado a la extraña sensación ardiente de mi nuca. Mis ojos castaños buscaban los carteles que indicaban la salida. En Dublin era de día pero no sabía exactamente en que hora me encontraba. El espaciopuerto estaba lleno de gente ajeteadra que iba de aqui para alla. Era uno más entre tantos..... o no.

Parecía ser algo más de mediodía. El sol oculto entre las abundantes nubes grises no era un paisaje muy habitual en los Ángeles. El suelo estaba mojado señal de que había llovido recientemente y la temperatura era bastante más baja. Me detengo un momento en la puerta de la estación y observo la calle. Aquel lugar era desconocido para mi.... me sentía torpe... perdido.... pero eso no me detendría. Era un urbanita pronto me haría con los entresijos de Dublín. En mi mano un plano de la ciudad y su red de transporte público. Abrocho la cazadora dejando el amplio cuello hacia arriba cubriendo mis orejas poco acostumbradas a ese frio......

Ey amigo, lléveme a un lugar modesto y discreto en dónde pueda hospedarme por unos días. Le digo al conductor del taxi al que me había subido. Su interior olía a humo de puro. Me fijo en sus ojos a través del retrovisor. Le enseño un billete a modo de recompensa por sus servicios...... si me son gratificantes. ¿Puede subir un poco más la calefacción? Le digo cuando arranca el coche. He visto las noticias ultimamente...... menuda fiesta teneis montada. ¿Se sabe algo nuevo??. Los taxista eran unos grandes catalizadores de noticias y cotilleos.... al menos así ocurría en los Ángeles.

Mis ojos castaños observando a través de la ventanilla la ciudad..... Tanto frio y humedad no iba conmigo.

El conductor, un hombre con el pelo algo canoso ya y abundante mostacho, lanza un bufido ante la propuesta de Liam acerca de la calefacción, pues él se encuentra en mangas de camisa, pero cuando levanta los ojos para replicarle, el color del dinero hace que se trague el comentario que iba a salir de sus labios....no se puede desperdiciar una propina así, y la verdad es que no era para tanto la petición del cliente, así que subió la ventanilla y llevó la palanca de la calefacción hacia la derecha, casi hasta el máximo....el cliente siempre tiene razón, pero el dinero más.

Conozco un sitio así - contestó el hombre, con esa voz cascada producto de años de una intensa afición al tabaco - lo regenta una sobrina mía, y es muy discreto para según qué cosas - una breve risa por su parte casi puede darle más información del lugar a Liam que muchas palabras - pero al menos es un sitio limpio y no se hacen preguntas....aunque tendré que hablar con ella, porque normalmente las habitaciones se alquilan por horas.

Alza las cejas de forma interrogante cuando Liam saca a colación el tema que en los último días ha llenado las primeras planas y pantallas de televisión. Es un tema que todo el mundo tiene en boca y que además les encanta hablar sobre él - Pues sí, los últimos días han sido algo entretenidos, si se refiere a lo que ha ocurrido con la periodista esa....O'Rourke creo que se llama, jajajajaja, la verdad es que le han dado bien, pero se lo tiene merecido, es una entrometida y bastante desagradable - el conductor va cambiando la dirección de la mirada de forma consecutiva, ahora la carretera, ahora el retrovisor para observar a su pasajero - Yo se lo tenía dicho a mi mujer...a esa un día le van a sobar los morros, y se ha demostrado que yo tenía razón, jajajaajajaja.

Un coche se cruza y el hombre tiene que dar un volantazo para evitar la colisión, por lo que una gran cantidad de improperios salen de su boca en un momento, dejando al margen la conversación, pero tras unos segundos vuelve a ella nuevamente, se nota que disfruta con el tema en cuestión - Pero después de que viera como la sacudían por segunda vez...lo único que se sabe que esa gente, la que huyó del hospital, fué perseguida por la policía, aunque consiguieron escapar....desde entonces no se sabe nada de ellos.

Se puede notar como el hombre continúa haciendo memoria, por si encontrase algo más en el fondo de su mente que hubiese apartado y que ahora pudiera recuperar, pero no, no hay nada, así que intenta mantener la conversación mientras sigue avanzando con el coche por las calles de Dublín - ¿Y por qué le interesa? ¿Conoce a alguno de ellos? - La pregunta no es lanzada sin malicia, y en sus ojos no se muestra ningún interés especial en la respuesta...es simple palabrería.

El conductor es bastante brusco conduciendo y mi cuerpo se zarandea de un lado a otro con cada giro y adelantamiento.... sin embargo le gustaba hablar y eso era bueno.

Dirijo nuevamente mi mirada al retrovisor. Es de lo que habla todo el mundo, ¿no es cierto?. Y no, no conozco a ninguno de ellos..... ni quisiera.... parecen peligrosos y si me apuras unos criminales. Digo ocultando mis cartas. Dublín será una ciudad más tranquila cuando nuestras fuerzas del orden los atrapen. Esa mujer y el chaval tienen que pagar su crimen.... Vuelvo a mirar por la ventanilla. Y esa gente que les ayuda a huir son tan culpables como ellos.... ¿Cómo se llama el detective que esta involucrado??....¿Y en qué demonios pensaba para ayudarles??..... Digo esto último fijándo mi mirada de nuevo en el retrovisor... intentando leer los faroles del conductor.

Conocer la opinión pública es importante... puede que después de lo ocurrido esa gente tenga la símpatía del pueblo llano. De todos es conocido cómo la prensa tergiversa los hechos creando falsas historias manipulando la opinión pública.... sin embargo ésta puede simpatizar con los protagonistas como si de un culebrón se tratase.

Los ojos del taxista se entrecierran por un instante al escuchar las palabras de su pasajero - ¿Quién dice que sean culpables? - pregunta con un tono nada amistoso - Si ha visto las imágenes se habrá dado cuenta que esa chica y el chico que estaban a su lado, lo que parecían era que estaban destrozados, no que hubiesen matado a nadie....pero claro, esa O'Rourke hará lo que sea para vengarse de los golpes que le dieron.

El hombre vuelve a fijarse en la carretera, olvidándose momentáneamente de Liam, tal vez pensando si debe llevarle donde su sobrina o a otro lugar, pues parece demasiado inclinado hacia las leyes...quizá sea abogado...pero finalmente decide que en realidad su sobrina no está incumpliendo ninguna ley, y por lo tanto no hay nada que temer.
Finalmente responde a la pregunta - Ese detective dicen que se llama Bradley, Eban Bradle, y es una demostración más de que la cadena de televisión tergiversa todo...¿qué llevaría a un policía a ayudar a dos supuestos asesinos? Para mí está claro...que sabe que no lo son.

Ahora sí, guarda silencio completo, a no ser que el cliente quiera hablar de algo, él ya no volverá a abrir la boca.

Si una sonrisa me estuviese permitida lo haría con gusto, sobre todo tras escuchar las palabras del conductor, sin embargo quería seguir manteniendo mis cartas ocultas. Mi expresión ni se inmutó. Dejé que el silencio se prolongase incómodamente mientras observaba por la ventanilla.

Y probablemente no sea el único que lo piense... Mi voz irrumpe en el silencio y vuelvo a buscar el retrovisor con la mirada. Sin embargo le recomiendo que sea,.... en adelante,.... más diplomático en sus opiniones reservándolas para aquellos que le sean de confianza.... y ni aun así... Hago otra pausa para ponerle un poco nervioso. ¿Nunca se sabe a quién puede llevar en su asiento trasero?.... Intuyo que lo que está ocurriendo es simplemente un guijarro..... pronto.... se avecinará una avalancha. Con voz serena. Sabía que mis palabras incomodaban al taxista.

Me distraigo nuevamente con el paisaje urbano silenciando mi voz. Sé que esta pensando en lo que le he dicho. Si le preocupa su sobrina puede llevarme a otro sitio.... la propina será suya igual.

No era una muestra muy representativa de la población pero al menos había averiguado que los protagonistas de la televisión levantaban simpatía en alguna gente.... y eso..... eso era bueno si se complicaban las cosas. Pero una cosa era que cayesen en simpatía a la gente y otra bien distinta era que un detective colaborase con ellos, implicándose y jugándose su propio porvenir....... ¿Qué era lo que le empujaba a hacerlo???

Si, claro - pensaba el taxista sin apenas mirar ahora por el retrovisor - ahora que estoy al lado voy a buscar otro sitio.....además, así mi sobrina podrá vigilarle un poco, por si intenta meterme en problemas.

Ya lo había decido, y además a su sobrina le vendría bien el dinero...pocas veces conseguía que alguien se quedara en el hostal por varios días, y como no tenía nada que ocultar no habría problema.
Así que sin responder a las palabras del cliente, sin informarle si cambiaba el destino o no, llego hasta su lugar de destino.

Hemos llegado - indica señalando con el brazo a través de la ventanilla. Se puede ver un edificio con una fachada bastante modesta, aunque no ruinosa. Las ventanas de los pisos superiores se encuentran enmarcadas por unos toldos de color salmón y no se ve por ningún sitio aparatos de aire acondicionado, pero en estas fechas no será necesario.

Observo la fachada del edificio desde la ventanilla. El lugar cumplía todos los requisitos imprescindibles de discrección. Un buen lugar para empezar mi búsqueda. Aqui tiene.... quédese con la vuelta. Le entrego el dinero sin esperar el cambio. Nunca se sabe cuando precisaria de este buen taxista. ¿Me acompaña entonces a hablar con su querida sobrina?...... le agradezco las molestias. Digo con sinceridad.

Salgo del taxi. Me llevo la mano inconscientemente al ardiente e impuesto tatuaje de la nuca mientras mis ojos otean la fachada desde esa nueva posición. Espero a que el conductor salga del vehículo y me acompañe. No tenía ni idea si haría caso a mis palabras o no...... pero sin duda le daría vueltas en lo que queda de dia hasta que otro loco le salte con otra historia increíble.

Ambos entramos en el edificio. Me deja pasar delante con cortesía.... mi escaso equipaje resulta llamativo pero no extraño. La bombillas de bajo consumo dan un aire de tenebrosa discrección al lugar...... ahorra dinero y oculta la suciedad.

Sin desprenderme de mi equipaje de mano en la mochila de cuero me acerco con el anónimo y desconocido taxista a lo que parecía ser una austera recepción. El sonido de la televisión procedente en una pequeña sala contigua..... de la que, tras oir la voz de mi acompañante, sale una mujer de cabellos rojos.

¡Hola tío! - exclama la mujer realmente contenta de ver a su familiar - Cuanto tiempo sin.... - de pronto se queda callada al ver que el taxista no se encuentra solo, por lo que sus sonrisa queda congelada en la cara, mirando con curiosidad al hombre que le acompaña.

Vaya, no has venido solo - se acerca al mostrador, apoyando las manos sobre él - ¿Algún amigo tuyo?

No puede decirse que se sienta incómoda, aunque sí un poco intrigada...no es algo normal que su tío la visite con compañía...aunque ese tipo no está nada mal, todo hay que decirlo.

Los observa a ambos esperando una respuesta, algo que aclare su presencia allí.
Extiende una mano mientras se presenta - Me llamo Ariadna....¿y usted es...?

La hermosa mujer pelirroja que se hace conocer como Ariadna apoya sus manos sobre el mostrador. Me observa con algo más que curiosidad....

Liam, mi nombre es Liam. Le estrecho la mano que me extiende mientras le miro a la ojos. Sin duda aquella mujer le daba por lo menos dos estrellas más a aquel lugar. Acabo de llegar a la ciudad y si le soy sincero, es la primera vez que estoy aquí.... Sonrío intencionadamente mientras le libero la mano acariciándosela con mis yemas de forma casual. Voy a permanecer varios días. Su tio me recomendó amablemente este lugar.... Observo el lugar. Es perfecto..... Vuelvo a mirarla... si me permite ser su discreto inquilino le pagaré por adelantado una semana si no le importa.... Saco un fajo de billetes.... sabía que eso facilitaría el trato.

El lugar se veía que no estaba muy transitado.... malo para ella, bueno para mi.

Los ojos de la mujer brillaban al mirar a Liam, pero aumentaron la intensidad del brillo ante la visión del fajo de billetes....¡una semana!...eso era un buen negocio, desde luego, y no podía dejarlo pasar.

Sí, por supuesto - responde sonriéndole amablemente - puede elegir el piso que quiera, tengo habitaciones libres en cualquiera de ellos - señala con una mano hacia atrás, a un tablero colgado en la pared donde se encuentran colgadas las llaves de las habitaciones que no están ocupadas.

Al parecer es un edificio de tres plantas, con cinco habitaciones en cada una de ellas, y en ese momento sólo falta una de las de la primera planta....tal vez ocupada por una pareja con demasiada prisa como para perder más tiempo subiendo escaleras.

Ya tenía lugar donde dormir, descansar y quién sabe qué otras cosas... Observo el tablero en donde cuelgan las llaves justo detrás de la mujer que, al ver como mira el fajo de lechugas, me indica que debe tener muchas deudas que pagar. Sólo parece estar ocupada una de las habitaciones del primer piso.

Entonces no le importará que le eche un vistazo a las del tercer piso para elejir uno. Le digo con una sonrisa mientras en mi mano sigo sosteniendo los billetes. Ya sabía de antemano la habitación que quería..... la que estuviese más proxima a la salida de emergencia o alguna vía de escape rápida por si las cosas se ponían feas. Perdóneme si me equivoco pero intuyo además que las habitaciones no tienen televisión... el dinero no es problema. Le daré para que se compre una nueva y me suba la vieja de su cuarto de estar. Quería mantenerme al tanto de las investigaciones de la periodista y si había alguna noticia sobre la mujer tatuada..... no encontraba mejor forma que la televisión aunque dijesen una sarta de mentiras.

Mientras hablaba observaba el lenguaje corporal de aquella hermosa mujer. Me decía que estaría dispuesta a ofrecerme algo más que una habitación... quizás algo de calor en las frias noches de este lugar. Sin embargo no había venido a Dublín de vacaciones sino a desvelar el peligroso entresijo en el que estaba metido involuntariamente, descubrir qué es lo que nos ocurrío a mi y a, mi siempre presente, Lili. No quiero implicarla...... no quiero causarle más problemas, bastantes tendrá ya con este hotelucho que apenas dará para pagar los gastos. Algo iluso por mi parte puesto que el mero hecho de haber cruzado el umbral de su hostal ya significaba que la estaba implicando.... soy un puto problema con patas, siempre lo había sido, aunque tenía por costumbre buscarlos, esta vez me habían encontrado a mi.

Deje un buen fajo de lechugas por la semana de estancia y la televisión nueva. No espera que me devolviese el cambio. Gracias por todo amigo..... Me despido con un choque de manos con el conductor de taxi, el tio de Ariadna. ¿Podría llamarme por si alguna vez necesito un medio de transporte eficaz...? Esperando las respuesta sin soltarle de la mano. El tipo, a pesar de nuestra charla, sabe que soy generoso...

Tras las despedidas, la hermosa Ariadna de cabellos rojizos me acompaña a elegir la habitación que ya había pagado. Mis ojos examinan el lugar por donde me conduce con alguna mirada furtiva a su hermoso y seguro cálido cuerpo..... ¿Por qué haría tanto frío en esta ciudad?!!!.

El taxista le entrega a Liam un número de teléfono, y comienza a despedirse cuando Ariadna le pide que se quede un momento en recepción, mientras ella acompaña al nuevo inquilino en busca de una habitación que se acomode a sus gustos.

Se da la vuelta, insinuando unas bellas formas bajo un vestido de algodón fino, y recoge en una mano todas las llaves de la planta superior, tal y como ha indicado Liam.
Rodea el mostrador y se dirige hacia unas escaleras estrechas, que al parecer es la única forma de ascender o descender por el interior del edificio.

Todos los pasillos que puede observar Liam mientras ascienden, son exáctamente iguales.
Se extienden hacia la derecha desde la escalera, mientras que hacia la izquierda no hay nada, solo una pared.
Largos y pobremente iluminados, con tres puertas en el lado derecho del pasillo y dos en el izquierdo.
Existe una única ventana al fondo, a través de la cual se puede observar una escalera metálica que hace el servicio de salida de emergencia, llegando desde el tercer piso hasta el suelo.
Todas las ventanas se encuentran cerradas, con unos cristales, que pese a no estar demasiado limpios, dejan ver otro edificio de similares características, y que se encuentra relativamente cerca, por lo que Liam puede suponer que la calle que queda entre ambos edificios, o es un callejón o es una calle de poco tránsito.

Finalmente llegan al tercer piso, y siguiendo las instrucciones de Liam, Ariadna abre la puerta más cercana a la ventana del fondo del pasillo, la última de las tres que quedan en el lado derecho del pasillo.

Al entrar los ojos del jugador la recorren, analizándola como si fuesen las facciones de un contrincante en una partida de poker...desde luego ha estado en sitios mejores, pero tampoco es mucho peor que su caravana...bueno, su ex-caravana.

Una cama de matrimonio, cubierta con una colcha aparentemente bastante limpia, está flanqueada por dos mesillas que no tienen ningún adorno encima, tan solo dos cajones cerrados cada una.

Enfrente de la cama se encuentra una desvencijada cómoda, sobre la que Liam coloca la televisión con la que ha cargado los tres pisos, para acercarse a mirar por la ventana de la habitación.

Las vistas muestran la calle donde se encuentra ubicada la puerta principal del hostal, que es bastante más amplia que la que observó antes por la ventana del pasillo.

Ariadna le observa mientras él repasa la habitación - ¿Se encuentra todo a su gusto?

Al volverse para mirarla y poder contestarla, Liam puede observar algo que se le ha pasado por alto...nada más entrar, a la izquierda se encuentra una puerta, que en este momento se encuentra abierta y deja ver un baño de baldosas blancas, tanto en el suelo como en las paredes.

El mobiliario de la habitación se completa con un par de sillas, aunque ningún armario donde poder guardar la ropa.

Una vez estudiadas mis cartas, aquella mano prometía y mucho.... la habitación era lo de menos. Funcional, práctica como a mi me gusta..... un lugar de paso.... un lugar en dónde no enraizar.

Me encamino a la ventana aparatndo las austeras cortinas y observo el trozo de ciudad que se me muestra. La fachada principal... Muy útil para advertir visitas no deseadas. Siempre me gusta reservar un as en la manga.... el as de corazones.

Esta será perfecta... Me giro hacia la hermosa mujer, que me observa con el brillo todavía presente en sus ojos, con cara de satisfacción. Al hacerlo me fijo en lo que parece un baño que hay tras ella. Voy hacia él pasando sutil e intencionadamente más cerca de lo necesario de la mujer de cabellos rojos.... casi podía olor su piel a través de ese vestido de algodón que se ajustaba a su cuerpo insinuando una montaña rusa de placer. Me estaba preguntando..... Digo sugerentemente mientras mi vista se pierde tras esa puerta desvelándome la estancia de baldosas blancas. No necesitaba ver su cara para saber cómo reaccionaría. ...si habría alguna manera de que me avisase de posibles visitas. Mi voz resuena con eco en el interior del baño. Tras lo cual salgo de él esperando una respuesta afirmativa de ella.

Me temo que tal posibilidad no existe - responde Ariadna mientras se dirige hacia la puerta de la habitación - no hay teléfono en las habitaciones, y yo no puedo abandonar mi puesto en recepción, así que es dificil poder avisarle.

Haciendo un pequeño gesto de despedida, sale por la puerta, cerrándola tras ella.
En el momento que lo hace, Liam comienza a notar como el tatuaje le palpita, como si reaccionara ante algo, ya que no arde, ni duele, sólo palpita.

Una sensación extraña le recorre el cuerpo, algo que le incita a acercarse a la ventana.

Mi extraño tatuaje de la nuca palpita.... es la primera vez que lo hace como si me quisiese advertir de algo.... de alguién. La ventana. Observo como se marcha Ariadna tras despedirse.... aguantando el gesto para no desvelarle lo que me estaba ocurriendo. Gracias por todo Ariadna. Digo su nombre mientras ella cierra la puerta. La veo indecisa como si quisiese decirme algo más pero finalmente no lo hace. La puerta se cierra.

Cuento hasta cinco mentalmente mientras escucho sus pasos alejarse.... al finalizar la cuenta me dirijo hacia un lado de la ventana, para que no me vean, cuya cortina aparto con discreción dejando tan sólo un resquicio por el que observar quién acaba de llegar.

Liam se asoma a la ventana, observando la calle con interés y sus ojos descubren cómo un grupo de personas se encuentra reunida cerca de coches que no estaban hace unos minutos, cuando él llegó.

Un tercer piso no es demasiada altura, aunque sí lo suficiente como para no poder definir bien los rasgos de los que se encuentra allí abajo.
Lo que si puede ver es que el grupo está formado por siete hombres y tres mujeres.
De estas últimas, dos tienen el cabello negro, mientras que la tercera luce un cabello rubio brillante por el sol.

De entre los hombres, el que más destaca es uno con el cabello rapado totalmente.
Comentan algo entre sí, y por grupos se dirigen hacia el interior del hotel.

En el último momento, cuando el hombre sin pelo se gira, puede ver una especie de mancha negra en la parte trasera del cuello.

Desde esa posición, puede observar cómo los grupos van entrando en el edificio, y parece perder el sentido del tiempo....para cuando quiere reaccionar ya no hay nadie en la calle, y Liam no puede recordar el tiempo que ha permanecido en esa posición.

Una llamada a la puerta llama la atención del ocupante de la habitación, que la mira con una mezcla de curiosidad y respeto, pero no se mueve hacia ella.

Una segunda llamada sigue a la primera.