Partida Rol por web

Comencé a moverme para colocarme tras la consola de control. Pretendía hacer mucho más ruido que Kemlo, si eso era posible, para que se fijasen en mí y estaba buscando algo de parapeto.

La granada explotó casi sin darles tiempo a darse cuenta de lo que había pasado. La mitad de la puerta salió volando y parte de la onda expansiva, a pesar de la pared, empujó a Kemlo a un metro de distancia. El ascensor se había parado. El humo salía por la abertura de la puerta y dentro solo quedaban cadáveres con armaduras cuarteadas y rotas.

Sin duda ese ascensor ya no se podría usar.

El joven Dompa consiguió abrir la puerta. Al otro lado solo estaba el cadáver del oficial, Pittien y el droide que seguía emitiendo ruido de estática y confusas interpretaciones técnicas. El técnico imperial había huido. 

-¿Pero que...?- comenzó a decir el hijo al padre, todavía en el suelo aturdido, pero no le salían las palabras. -Deja que te ayude. Se lo robé a uno de los técnicos.- El chico sacó un medpak haciendo un buen uso de él. -¿Puedo saber qué haces aquí?.-

-¿Sabes?.- Continuó el chico sin dejar que te explicaras. Aunque la cabeza todavía te daba vueltas. -Me da igual. Ahora que se supone que debo decirte, ¿gracias por venir a rescatarme? ¿después de tanto tiempo?. Eres un estirado imperial y siempre lo serás.- El chico abrió el panel del pecho de B-1 y comenzó a trastear en él.  

-Mamá siempre me apoyó. Vio la causa, vió como el imperio al que defendías destrozaba hogares, familias, personas. Pero eso a ti te daba igual. Nunca lo entendiste.-

Kemlo se levanto y tras pasarse las manos por el cuerpo para comprobar que todas sus extremidades y órganos estaban colocados donde debían, sobrio maliciosamente.

Nadie allí sabría nunca lo feliz que le hacia presenciar una explosión, aunque estuviera literalmente a punto de incinerarse en ella.

Camino hasta la puerta y vio a Pittien Dompa intentando volver a la consciencia.

Escucho lo que el muchacho le tenia que decir, y no le faltaba algo de razón, él antiguo imperial tenia una barra de duracero metida por el culo, sin duda. Pero le nació añadir algo.

- Ese hombre lleva conmigo bastante tiempo, muchacho. No creo que sea el mismo que conociste, aunque sigue siendo algo idiota, ha recorrido media galaxia, luchado, robado y endeudado para encontrarte.

No lo perdones, pero deja que espabile antes de quejarte.-

Se giro hacía el Rodiano con sus ojos bulbosos y oscuros. Y solto un suspiro al ver la consola de comando y el ascensor destruido al otro lado de la sala.

- Hay que buscar otra manera de llegar a la señora. Ese ascensor esta quemado.-

En sentido figurativo y literal.

Aunque no le había ido muy bien, durante aquella misión, sabíamos que Kemlo era el mejor manejando explosivos y su habilidad hizo acto de presencia al intentar detener a los soldados que se dirigían hasta nuestra posición en el turboascensor.

Me tapé con la consola en cuanto la explosión se produjo y, al volver, me tuve que asomar más para poder ver a Kemlo, tirado en el suelo a un metro de la puerta, que había sido proyectado a causa de la explosión.

Entonces escuché las palabras del hijo de Pittien y como le recriminaba sus acciones en el pasado. Kemlo salió en defensa de nuestro compañero.

- A lo mejor por donde han llegado nuestros compañeros... - deje caer cuando el bith hizo referencia al camino que quizá debiéramos tomar para encontrar a la madre de Anbej.

Me acerqué desde la consola donde se encontraban B-1, Pittien y el primer rescatado mientras apuntaba al pasillo de las celdas, por si venía alguien.

- ¿Estáis listos? - les pregunté a nuestros compañeros - ¿Conocemos otro camino?

-Me voy recuperando. Antes veía una mancha oscura y ahora la veo clara.- Dijo mientras se incorporaba. 

-Actualizando software....funciones de capacidades activasdas. Historial activado. Accediendo a memoria virtual...- B-1 comenzó a incorporarse ejecutando autodiagnósticos.

El panel de la consola donde se había parapetado Petch marcaba las celdas como ocupadas, y en una de ellas figuraba un nombre familiar: Dompa, Salya. 

El Bith mira a sus compañeros y sinceramente en ese estado no iban a llegar muy lejos. 
Mientras el pistolero revisa alguna cosa. 

- Y bien, ¿nos movemos?.-

Dijo mientras daba pasos inquieto de un lado a otro, hasta que mete su mano en el zurrón, y al contacto con las granadas se calma rápidamente. 

- Menos mal que estábamos aquí nosotros para salvar el día - comenté mientras me aproximaba de nuevo a la consola.

Entonces comprobé el estado de las celdas y el nombre de Dompa llamó mi atención.

- Bien, estamos en el lugar correcto - comenté -. Preparad las armas, por si acaso, parece que hemos logrado evitar un ataque, pero no sabemos si la fiesta ha llamado lo suficiente su atención, vamos a liberar a tu madre Anbej.

-¿A mi ma...- Anbej se limitó a mirar a su padre. El cual se encogió de hombros aún aturdido. 

-Pues mas vale que te prepares para la batalla.- Dijo mientras miraba a su padre.

Pittien tragó saliva ante las palabras de su hijo. Inspiró profundamente, se resignó a su destino y finalmente asintió preparado.

-Vamos. No hay tiempo que perder.-

El extraño mercenario examino el pasillo y empezó a evaluar la situación. Por un lado, si venían tropas de refresco a aquella zona, cosa que no tardaría en pasar, cuando empezaran a notar que nadie contestaba a las transmisiones, era buena cosa prepararles una bienvenida, y tenia un cordón de Detonita que le hacia especial ilusión ver como funcionaba contra los trajes de plastiaacero.

Pero luego se pregunto, si alguna de esas celdas, daría hacia el exterior, quizás podrían crear una salida desde esa misma zona y “cerrarla” a sus espaldas.

Solo los podían buscar dentro del enclave, pues las naves que hubieran estado disponibles, sin duda, habían debido llevarse a la batalla en orbita horas antes.

Se acerco al panel de la consola, e intento descifrar si alguna de sus dos locas ideas tenia oportunidad de salir adelante.

- Id sacando a la señora. Voy a revisar la consola un minuto.-

Tras sacar cuentas, de qué la escalada puede ser mortal, de necesidad y de vida, decide que hay que cubrir el pasillo por el que no vayan a avanzar, y prepara una trampa explosiva.

Sin darse cuenta empieza a trabajar silbando una tonadilla Bith.

— Analisis finalizado. — Emitió B-1 al cabo de un par de minutos. — Actualmente me encuentro operativo en un 33% — Anunció el droide, se veía claramente en un muy mal estado: cobierto de manchas oscuras producidas por disparos de armas energéticas (y en varias partes aquellas manchas pasaban a ser agujeros), los movimientos eran mucho más toscos que antes y por momentos hasta parecía rengo. Las reparaciones que había realizado el hijo de Pittien fueron efectivas pero no eran mucho más que reparaciones de emergencia, pelando unos cables para reconectarlos en otras partes provisoriamente. — Número de la celda, por favor. — Solicitó B-1, pero ya se puso en marcha hacia la celda más proxima para revisarla.

- Es la M4BWU - le dije a B-1 -. La abro ahora.

Pulsé el botón en la consola en la celda donde estaba la mujer de Pittien. Salí de la zona de la consola y me dirigí junto a B-1 al sector de celdas en busca de la celda de Salya, con mi rifle en guardia.