La cocina es un lugar siniestro sin importar lo benévolos que queráis ser al mirarlo. La mesa de madera oscura está llena de manchas sin identificar y cortes de cuchillo. Hablando de lo cual, hay un soporte para media docena de ellos, aunque con sólo uno en su lugar.
Los estantes están llenos de latas ennegrecidas por el tiempo cuyas etiquetas ya son ilegibles y en cada rincón las sombras parecen ocultar escondrijos para ratones y cucarachas.
Todo está cubierto de una espesa capa de polvo, como si llevase muchos años sin ser tocado.
Pistas en esta sala:
- Cuchillo con mancha de sangre.
- Bote de matarratas.
- Bombilla fundida.
-Humpf...! ¡Malos aires recorren estas velas, maldita sea! Veamos....
Trastea por la cocina, abriendo mohosos armarios y husmeando polvorientos anaqueles. No parece importarle. Ve el cuchillo, y arquea una ceja.
-¡Rayos! ¡Qué mala espina da ese cuchillo ensangrentado!
Sin embargo, lo que llama su atención es la bombilla fundida. La coge, la mira, y la guarda en su bolsillo. Y sigue en su búsqueda de algo no tan fuerte como el matarratas... pero lo bastante fuerte para él.
Cojo la bombilla fundida
¿Hay alguna botella de alcohol en la cocina?
Ajá... un cuchillo... el arma preferida por arguien como yo.
Lo cojo lentamente mientras lo miro de arriba abajo. La mancha de sangre parece reseca, como si hubiese sido manchado hace ya mucho tiempo.
El capitan elige una bombilla... juas... eso seguro que es importante.
Cojo el cuchillo con manchas de sangre.
- ¡Capitán! ¿Está Milú aquí?
Tintín entra a la habitación meneando la cabeza. Al ver al tipo con el cuchillo ensangrentado, inmediatamente levanta las manos a la altura de los codos.
- Escucha, no pasa nada. Todos los que estamos aquí queremos salir, tal cual lo quieres tú... - de tanto mirar atentamente el cuchillo, nota que las manchas de sangre no parecen ser recientes, y sonríe - Oh, entonces, ¿es una pista?
Mira al Capitán.
- ¿Milú está por aquí? - empieza a mirar a su alrededor buscando al perro y pasa al lado del veneno, que llama por completo su atención - ¿Qué hace esto en una cocina, al alcance de cualquiera...?
Lo toma en sus manos con cuidado.
- Capitán, voy a seguir buscando por la casa. Tengo que encontrar a Milú. ¿Vamos hacia el invernadero o la bodega?
Cita:
Botellas muchas, pero alcohol, ninguno. :(
Haddock está removiendo ruidosamente entre un montón de botellas... vacías. Apenas parece hacer caso de lo que su incondicional amigo le está diciendo, pero no es así, porque de pronto espeta:
-¡¡Milú!! Sí, ¡Por todos los demonios del infierno! Ese perro puede encontrar pistas a millas de distancia. No lo he visto, no. Estoy buscando algo de whisky. ¡Tengo la garganta seca, miles de millones de rayos! ¡Y en esta casa solo hay botellas vacías! ¿Tienes vista alguna por casualidad...?
Se para en seco, (nunca mejor dicho) y se queda mirando al joven rubito.
-¡Bodega! ¡¡Por todos los cañones tonantes!! YO voy a buscar en la bodega... Ve tú al invernadero, querido amigo. Nos vemos en el comedor...
Y sale a paso decidido hacia la bodega, con una chispa triunfal en los ojos.
Tintín sonríe. Parece encantado con la gran disposición que su amigo, incondicional amigo, siempre muestra para con él.
- ¡Fijate bien en la bodega, a ver si Milú está allí! - le dice, antes que termine de irse.
Cuando se encuentra solo, lo más solo que se ha encontrado en sus larguísimos años de existencia, Tintín se queda quieto un momento. Mira a su alrededor de nuevo, manteniendo el veneno para las ratas entre sus manos, sin moverlo. Al final, se acerca hacia Makinavaja y le dedica una pequeña sonrisa.
- ¿Por qué no pones eso dentro de una bolsa, o algo así? Ese filo es peligroso, y más de uno en la otra habitación puede asustarse al verlo. Y me parece que lo peor que puede pasar es que suceda un accidente por no tomar los recaudos necesarios.
Retrocede un paso, y busca algo para envolver el bote de veneno, para acto seguido hundirlo en las profundidades [casi ficticias, casi inverosímiles] del bolsillo de su abrigo.
- ¿Me puedes avisar si ves a Milú? Es blanco y pequeño, no tengo idea dónde se habrá metido. Te lo agradezco.
Tintín le hace un gesto de despedida con la mano, de aquellos que sólo significan un hasta luego, y sale de la cocina.
Carpanta entra en la cocina y empieza a revisar armarios, cajones, bidones, botellas y todo lo que ve alrededor que pueda contener algo que echarse al gaznate con garantías de sobrevivir al veneno. Sus esfuerzos no se ven recompensados en absoluto y, tras arrambar con una botella cerrada de vino (¿un antídoto?) se vuelve al comedor.
-Permiso... -le suelta al Makinavaja, manteniéndose a prudente distancia del cuchillito jamonero.
Uffff!!! aquí hay mucho que limpiar - dice la Chica Maravilla según entra en la cocina.
¿Qué tendremos por aquí qu enos pueda servir ara deselar el misterio?
Se pone a rebuscar por la cocina y a soplar el polvo para ver mejor las cosas que hay. Y yo pensando que iva a estar de lujo...
Después de empaparse de polvo se va de la cocina resignada sin encontrar nada. Parece que los demás se han adelantado a las pistas.
Que asco, esto terminará con la suavidad de mi cutis...¡hum!
Se escucha la voz de doña Urraca: -Frío frío...-
Mortadelo llega a la carrera, con su disfraz de cazador y la escopeta dispuesta para practicar tiro a la Urraca. Bueno, en realidad estaba preparado para el almuerzo ese que se echan luego, antes de ir a la carnicería a comprar algo para que parezca que cazaron.
- ¡Y tan frío! -recrimina a la anciana cuando la escucha- Ya podría llamarse usted en vez de doña Petirroja doña Rata, ¿eh? ¡Que esto parece el polo sur, o el helado, o qué me se yo! ¡Encienda la calefacción, cicatera! ¡mechera! ¡ganzúa, rata roñica!
-Templado.. templado...-
¡DING! el sonido del horno al terminar alguna tarea programada saca a Mortadelo de sus protestas.
-¡Te quemaste!-
El horno se abre y en su interior se aprecia con claridad una cinta VHS con una películas grabada. La película en cuestión: Un Cadáver a los Postres.
Nueva pista: Un Cadáver a los Postres.
Entro en la cocina alertado por el ruido que ha hecho el horno, me acerco, y al ver la cinta la recojo.
COÑIÉ...
pero ejto, ¿qué é lo que é?
¿jerá pochible que la vieha quiera que veamo ejta pinícula?
Doy una voz de mando elegante cómo me corresponde por mi rango.
VAMOJ TOOS AL SALÓN A LA VÓ DE AÁ... EIN
y me dirijo al comedor a ver si hay un video dónde ver la cinta.
Sir Tim abandona su infructuosa búsqueda en la biblioteca y, alertado por el tumulto, se introduce en la cocina. En la entrada se cruza con el sargento Arensivia, que va mascullando en su peculiar idiolecto militar. Hace caso omiso a sus palabras -principalmente porque el esfuerzo de decodificación necesario podría acelerar el efecto del veneno- y se centra en observar la cinta que lleva en la mano.
-Mmm. Murder by death: tuve oportunidad de verla en el festival de cinematografia de Lancashire. Curiosa pista, sin duda. Muy curiosa. El argumento es simple: un grupo de los mejores detectives del mundo (pastiches humorísticos de famosos detectives de ficción) son invitados a una casa por un anfitrión que, tras un breve encuentro, desaparece. Son confrontados con un asesinato misterioso y al final, la resolución del misterio es una sucesión tras otra de giros argumentales y caretas de latex. Sin duda hay una semejanza elemental entre nuestra situación actual y la película, pero no consigo vislumbrar qué relación podría tener con el asesinato que investigamos...
.. a donde, de nuevo, no llega nunca. ¡Lo que desaparece este hombre!