Tintín menea la cabeza lentamente.
- De ser así, llevaré conmigo el cuchillo, la carta del banco y en anillo de compromiso de mujer, para argumentar que existían un hombre mayor, uno más joven y una mujer, y que el asesino es el primero de la tercera ya por celos -el anillo-, ya por motivos económicos -la carta del banco-. No sé si hay que hablarle del arma homicida, o sólo decirle quién y por qué. En caso de no hablar del arma, llevaría otra pista que me indicara la presencia de un hombre joven.
Mejor esa teoría que no la otra. Creo que con decirle quien y por que será suficiente, si ella pidiera cual es el arma asesina,,diria que es el cuchillo
Con una última mirada, Tintín recorre a los presentes.
- Si nadie tiene nada más para decir, entraré con una teoría distinta a la de la película. Si ésta falla, buscaré conseguirles una nueva oportunidad, para que puedan exponerla.
Va hacia la mesa de pistas, y toma el cuchillo, la carta del banco, y el anillo de compromiso de la mujer. Con movimientos lentos, para dar espacio a que alguien más opine, se desplaza hacia el Capitán y le apoya las manos en los hombros.
- Capitán, amigo mío, gracias por todo.
Se agacha, y acaricia a Milú.
- Milú, ya te he dicho lo que debes hacer. Compórtate.
Se pone de pie, y mira a los demás.
- Haré lo mejor que pueda. Si nadie tiene algo más para decir, hasta la vista, buenos compañeros. Nos encontraremos, seguro, en una próxima edición.
Al ver que habían vuelto a quedarse callados, Tintín sonríe. Con un último gesto de despedida, y al grito de ¡Siempre listos!, se interna en las sombras del pasillo.
No sin llevarse antes un abrazo emocionado de Haddock, quien, por primera vez en... por primera vez, simplemente, no dice nada.
Buena suerte, como ya te he dicho en nuestra escena privada. Ojalá la teoría sea cierta!
;)
Al resto: lo de la peli no lo he propuesto como una teoría, sino como una posibilidad de que nuestro amado Cala nos salga por peteneras, jejejeje....
Ah! Y conste que el gruñón Haddock se ofreció en privado para entrar en lugar de Tintín ya hace mucho, y no entra porque está claro que la peña confía en la teoría del jovencito periodista. Pero que se queda con las ganas, os lo juro.
:D
Han pasado apenas diez minutos desde que Tintín entrase en el despacho de doña Urraca. Para vosotros han sido casi siglos de espera con el dolor de vientre haciéndose cada vez más intenso. Pero por fin, la espera termina y la voz de vuestra secuestradora, envenenadora y quizá asesina resuena por los altavoces con el crepitar de un vinilo viejo.
-Mis queridos invitados.. Tintín ya no está entre nosotros. Os preguntaréis si a pesar de ello ha conseguido resolver el misterio de una forma satisfactoria para todos. Al menos, para vosotros. La respuesta es sencilla y ya no queda mucho tiempo para que me alargue con explicaciones.-
Un silencio tan largo como el brazo de la galaxia sigue a estas palabras. Pero después, una única palabra os llena a todos de una sensación que habíais perdido casi todos: la de la esperanza.
-Sí. ¡Sí! Tintín ha dado una explicación afortunadísima, clarísima y elegante al problema. Además me consta que todos habéis colaborado en ella. ¡Enhorabuena!-
La puerta que daba al comedor, por la que entrásteis todos por primera vez, se abre de nuevo. Allí, en la recepción, sobre una mesita, veis 13 viales de un líquido rosáceo.
-Ahí tenéis el antídoto. Tomadlo lo antes posible y salid de esta casa tan rápido como queráis. No so esforcéis en llamar a la policía, porque ya me habré ido. ¡Gracias por esta noche de entretenimiento! Hacía tiempo que no lo pasaba tan bien y el cumpleaños de una dama solitaria como yo es siemrpe tan triste.... ¡Juajuajuajuajuajuajua!!!!!!!!!!!!!!!!!!!-
¿Suerte? No creo... - dice pepe gotera mientras avanza hacía la mesa y toma dos viales, uno para él y otro para su empleado fiel.
El emotivo discurso de la Urraca (personajes, personajas... Chanquete Tintín ha muerto.) parecía haber desembocado más en alegría que en lágrimas entre alguno de los presentes, que comenzaron a abandonar la sala para recoger su antídoto. Pero las muertes no habían cesado aún... Al final del pasillo, el autocrucificado Mortadelo colgaba inerte, con la cabeza gacha y un matamoscas con forma de mano hurgándole la nariz.
- ¡NNNNRGGGGAAAAAAAAAAHG! Phiuuu phiu phiu phiu... ¡NNNNRGGGGAAAAAAAAAAHG! Phiuuu phiu phiu phiu... -¡milagro, Mortadelo acababa de levantar la cabeza!- ¿Qué? ¡¿Qué?! ¿Que tome el desvío a veinte metros? ¿Pero no tenía que ir hacia la luz?
Atónito el... ¡SÚPERAGENTE! sacudió la cocorota de un lado para otro, con los ojos como platos y la mandíbula desencajada.
- ¡ALBRICIAS! -exclamó, tratando de saltar para abrazar al resto de supervivientes, pero preso por sus propias cadenas. Haciendo un gran esfuerzo (ya sabes, guiñando un ojo, torciendo el morro y sacando la lengua mientras trata de juntar los brazos), logró desempotrar su fantástico "mueble", arrastrándose por los suelos para soportar el peso- ¡Alb-b-brici-aas! ¡Jefe, perdóneme todo lo que le dije! ¡Tiene una explicación! Me pondría de rodillas, pero no puedo... -suplicó, dejando caer sus brazos hasta quedar sostenido solamente por su vigorosa nariz- ¡Ay, que soy alérgico al polvo y la tía gocha esta no ha limpiado en toda su vida! ¡Socoooorrooo!
VEIJ... HOMBREJ DE POCA FÉ... AR FINÁ NUS HEMO CHALVAU.
Agarro el vial que me corresponde, y tras comprobar que todos tienen el suyo, doy la orden.
TROPA... A BEBÉ TO QUIJQUI...
- !GRACIAS TINTÍN BUEN AMIGO!, Menos mal que confiaste en tu instinto y no en los delirios de un marsupilami desesperado...
Spirou se lleva uno de los frascos a la boca, sintíendose afortunado y triste recordando a los que no están, Zape, Carpanta, Anacleto, Tintín, Sacarino...
- Vayamonos de aquí, antes de que la bruja esta se arrepienta,os deseo suerte a todos y !Por Dios!, nunca más acepten una invitación tentadoramente sospechosa...
Spirou piensa en Fantasio, y en los titulares que tendrá su periódico en la próxima tirada.No descansará hasta ver a esta vibora amargada entre rejas.
SE BUSCA A DOÑA URRACA...
El lametón del perro le devolvió a la realidad. Una realidad demasiado triste, demasiado injusta. Ahora se daba cuenta de que, probablemente, habría preferido morir. Y no ahí dentro, que naturalmente eso habría sido excelente, no, sólo morir.
Tintín, su mejor amigo, su compañero de aventuras, acababa de sacrificarse por todos ellos, por él. Le dió una palmada a Milú, que, extrañamente, movía el rabo como si tal cosa, como si nada hubiera cambiado.
¡¡¡RAYOS Y RAYOS Y MILES DE MILLONES DE RAYOS!!!
Miró al perro. Éste le tiraba del pantalón, algo le decía que le siguiera, el propio Milú lo hacía. Lo hizo. Le siguió. Al despacho de la Urraca. Pasó junto a los viales, cogió uno al vuelo, acuciado por la prisa del animalillo.
Y entonces.... él, su malhumor eterno, y el perro, el fiel Milú, se esfumaron, de la historia, del papel. Desaparecieron...
Sonriente y feliz SuperLopez solo puede pensar en el articulo que saldra al dia siguiente.
Pero eso es otra historia.
Ahora aprovecha para acercarle una copa con el ansiado elixir a la chica increible y decirle algo al oido.
Despues de beber se lleva un sonoro bofeton y que queda medio inconsciente.
Nunca sabremos que dijo, pero si que a la joven no le gusto.
Cuando me llega el elixir con el antídoto, por si las moscas le pego un buen lingotazo, y no sigo bebiendo porque Pepe Gotera me pega un codazo, y me amenaza con trabajar para que deje de beber. Así, paso el vial de antídoto al que más cerca pille, y luego, le digo a Pepe Gotera- ¡Patrón! ¡Nos hemos salvado! ¡ME INVITARÁ A COMER! ¡YUHU!
Bebo del antidoto lo más rápido que puedo y siento como los problemas se desvanecen al mismo tiempo que el veneno que nos ha metido la vieja de los huevos. Puta urraca.
Cita:
¡Sí! ¡Pero a que precio! ¡A QUE PRECIOOOOOOOO! Grito mientras me arrodillo en el suelo elevando las manos al cielo como suplicando.
Bah, ya tamo´. Pobre niñato, pero alguien tenía que hacerlo. Digo mientras abrazo al sargento. Oye, gordo, vamos a tomarnos unas cañas con el Popeye y el molo mielda, para celebrar, ¿no?
Sir Tim se acerca con paso trémulo hasta la mesa y recoge un frasco del antídoto. Lo bebe con cuidado, paladeándolo como si fuera una copa de jérez. En su mente, probablemente, solo existe gratitud para Tintín y Anacleto. Su rostro, en cambio, sólo trasluce pura neutralidad británica.
-Bien, así que la teoría de Tintín se probó cierta. Ni que decir tiene que sin su valiosa aportación ninguno de nosotros habríamos salido vivos... Bien, creo que estoy a tiempo de coger el próximo tren a Bellotah Village, donde mi fiel Patson me hará (espero) la merced de acompañarme a tomar unas merecidas cervezas. Caballeros; señorita, ha sido un placer. Sólo diré: bien está lo que bien acaba... ¡elemental!