Partida Rol por web

seguimos avanzando, cuanto mas cerca estamos de la salida menos suerte tenemos, el cansancio, la tensión y las heridas que hemos sufrido merman poco a poco nuestras posibilidades. los muertos siguen atacándonos, aunque las ganas que tenemos de salir de aqui pueden más que ellos. al final parece que hay algo de esperanza. venga vamos!!! grito cuando veo que aumentan nuestras posibilidades. avanzo tán rápido como la herida me permite.

13 : 01

Un oceano de mordiscos. Atravesáis un océano de mordiscos. Los gemidos y los ruidos de masticación de los muertos (¡vuestra carne!) se entremezclan con vuestros gritos de dolor y los estampidos de los disparos que atronan este pasillo que se ha convertido en lo más parecido al infierno que habéis sufrido en vuestra vida. Los olores se entremezclan: El hedor de los cadáveres, la sangre el sudor y la pólvora.

Son dos minutos lo que tardáis en terminar con ellos y continuar avanzando por el pasillo hacia la puerta de emergencia, hacia la salida. Pero el coste ha sido terrible. Heather lleva como puede a un C.L. que apenas puede andar, pálido como la nieve debido a la pérdida de sangre y semiinconsciente. Crawford y Hale se apoyan el uno en otro para forzarse a avanzar y evitar derrumbarse por el cansancio y dejarse morir aquí. Y un agotado Collins se apoya en las paredes para poder andar, mientras vuelve la vista atrás y lanza una maldición entre dientes...

...porque habéis tardado demasiado tiempo en abriros paso por el pasillo. La horda de muertos vivientes que os seguía ha entrado aquí y ahora avanzan por el pasillo, imparables. Ahora son más rápidos que vosotros y los metros que les faltan para alcanzaros se reducen por segundos...

Vamos joder!!! Vamoooosss!!! grito con desesperacion mientras veo como la oleada de zombies se acercan cada vez más a nosotros, sin parar de correr miro hacia atrás en busca de algún tipo de tuberia de gas o agua o cables de tensión que estén detrás de nosotros para intentar dispararles y retrasar a los zombies

La voz de Isaacs resuena dolorosamente alta a traves de vuestros auriculares.
¡Equipo Bravo! ¡Escuchenme con atención! ¡Vamos a despejar el pasillo en el que se encuentran!

¿Despejar el pasillo?

Necesitamos que permanezcan quietos en su posición mientras se fija el blanco. ¡Echense cuerpo a tierra!

¿Qué permanezcáis quietos? Detrás vuestro, a una docena de metros, la horda de muertos vivientes avanza como una apisonadora hacia vosotros.

¡Mantengan la posición! ¡Cinco! ¡Cuatro! ¡Tres! ...

Totalmente desconcertado por lo que escucho a través del intercomunicador y con el corazón a punto de estallar por la tensión del momento me doy cuenta de que la única posibilidad que tenemos para librarnos de esos zombies es confiar en los que están en el exterior. La cuenta atrás que escucho por el intercomunicador se hace eterna: Cinco, cuatro, tres ...
Me doy cuenta que si nos quedamos de pie corremos el riesgo de ser masacrados por lo que van a utilizar para eliminar a los zombies
Al suelooooo!!!!
Me detengo de golpe y tiro de Crawford y del resto de mis compañeros hacia el suelo agarrandolos por el primer sitio que cojo
Dios sacanos de aqui
...Dos, uno...

12 : 00

...¡Uno! ¡¡AHORA!!

El pasillo se llena con un estruendo interminable, mientras detrás vuestro, los muertos parecen explotar literalmente. Todo el area se llena de polvo, sangre y trozos de personas saltando por todos lados.

Afuera, frente a la fachada del centro comercial donde se situa el pasillo de personal en el que os encontráis, un AV-8 B Harrier II se mantiene en el aire en posición vertical con sus potentes motores, mientras descarga una lluvia de munición sobre el edificio gracias a su Cañón GAU-12 de 25 mm capaz de disparar 4200 veces por minuto.
La munición de uranio empobrecido atraviesa la fachada de hormigón armado y barre literalmente el pasillo en el que os encontráis, a excepción de vuestra posición, ya que el piloto del Harrier está en conexión online con los datos del satélite de Umbrella y tiene descargados los planos del edificio.

El estruendo de los disparos atravesando hormigón y carne muerta cesa de repente, quedando tan sólo el sonido de los zombies gimientes reventados por el suelo. Todo el polvo que ha provocado la devastación del pasillo apenas os deja ver nada, pero sí lo suficiente como para distinguir la dirección a seguir. Estáis en la zona norte, muy cerca de las escaleras de emergencia que os llevarán hasta el tejado.

El Dr. Isaacs vuelve a ponerse en contacto con vosotros.
Equipo Bravo ¿Se encuentran bien? Deben llegar al tejado cuanto antes. El helicoptero de transporte que hemos enviado ya se encuentra esperándolos. ¡Dense prisa! ¡Deben encontrarse a distancia de seguridad del centro comercial cuando la carga explosiva detone!

en mis oidos, las palabras de isaacs me alertan de un próximo ataque, proviniente del exterior. antes de que acabe la cuenta atrás me echo al suelo, protegiendo mi cabeza con los brazos. una explosión llena todo de humo y escombros, me pitan los oídos y cuando se me aclara la vista, contemplo mis manos, de repente blancas por el polvo. aun sin habernos recuperado, el doctor isaacs nos insta a salir pronto del centro comercial. apoyándome como puedo, me pongo de pie. estáis todos bien? pregunto a mis compañeros entre toses.

Cuando la lluvia de balas termina, todavia no estoy seguro de si he salido ileso de aquella ola de destrucción que acaba de azotar el pasillo en el que nos encontramos. Mi cuerpo se encuentra salpicado de sangre y no se si es mia o de la masa de zombies que nos seguía por el pasillo. El polvo nubla mi vista pero me deja discernir donde se encuentra la via de escape. Sin preocuparme ahora por el estado en el que me encuentro intento levantarme apoyandome en la pared. Veo a Collins levantandose por detrás de mi posición y escucho su voz preguntando si estamos bien

Creo que si, ¿y los demás?

Sin esperar sus respuestas me apresuro a ayudar a levantarse a C.L. Heather y Crawford con la ayuda de Collins, creo que ninguno ha salido herido

Hablo a través del intercomunicador
Aqui el equipo Bravo, parece que estamos bien... gracias por la ayuda, nos podiais haber dejado una de esas para entrar aqui... seguimos adelante hacia el tejado

Una vez puestos nos hayamos levantado todos continuo a duras penas mi carrera hacia la salida

09 : 57

Sacando fuerzas de donde no las hay llegáis hasta el final del largo pasillo, giráis a la izquierda y entráis en un ensanche de la zona, donde unas dobles puertas de emergencia conducen a la escalera de emergencia.

Para vuestro inmenso alivio, las escaleras están despejadas y sin dudarlo subís por ellas, entre quejidos de dolor y apoyándoos unos en los otros, mientras vais dejando un rastro de sangre por los escalones.
Es una ascensión penosa, pero llegáis hasta la tercera planta sin problemas y subís todavía más arriba. Allí es donde veis la puerta que da al tejado. Se encuentra abierta y podeís sentir el aire fresco nocturno entrando por ella. ¡Por fin habéis llegado!

poco a poco nos vamos poniendo en pie, con el camino libre de muertos, se afronta de manera muy diferente. ahora que no hay prisa, todos en fila que os voy a inyectar el antivirus. digo a los demás. me paro un momento para prepararlo. el aire que entra por las puertas del tejado es como una tabla de salvación, ya nada puede salir mal.

Le doy la maleta de contención a Collins para que nos administre el antivirus
Todo tuyo, no me hagas más daño, eh? le digo mientras sonrio
Mientras Collins se prepara para administrarnos el antivirus miro a Heather y agarro firmemente mi escopeta, sin apuntarla directamente pero vigilando cada uno de sus movimientos
Con todo el lio de antes no pude preguntarte una cosa Heather, ¿de qué conocias exactamente al doctor Smith?

Crawford se apoya en sus rodillas y respira con dificultad mientras espera a que su compañero le inyecte el antivirus. Cuando nota como la aguja penetra en su cuerpo piensa que puede que al final salga vivo de aquella pesadilla, pero intenta mantener la mente clara y dejar fuera de ella la euforia.

-Gracias. Cuando esteis preparados para salir, avisadme. No me conviene pararme demasiado.

No... no lo se... responde la chica con temor, pero te fijas en que desvía la mirada. Parece asustada, pero también jurarías que sabe más de lo que dice.

Si dispusieras de más tiempo, podrías presionarla para estar seguro de que no oculta nada, pero ahora mismo el tiempo se os escapa como la arena de entre las manos.
Lo primero es largaros de aquí.

08 : 02

Frente a las puertas de emergencia que dan al tejado del centro comercial, os detenéis un momento para administraros la cura del Virus-T.
Abrís la maleta de contención y empezáis a inyectaros las muestras de color verde. Esperáis que sea efectivo, pero lo más preocupante ahora es vuestro estado; las heridas que habéis sufrido necesitan atención médica inmediata: Crawford apenas andar, lo mismo puede decirse de Hale y Collins, pero es C.L. quien está peor, si no recibe una transfusión de sangre en breve no podrá contarlo. Sólo Heather está relativamente bien, la valiente muchacha ayuda a incorporarse a C.L. mientras sostiene una escopeta en la otra mano.

Collins observa la maleta, en la que todavía queda una última muestra de antivirus. Esa debería haber sido para Larsen...
Pero no hay tiempo para más. Echais un vistazo al reloj, comprobando que faltan ocho minutos para la explosión. Todavía os queda tiempo para salir de aquí.

La brisa nocturna os envuelve como un bálsamo, y volveis la vista hacia arriba, hacia el cielo estrellado que pensasteis que jamas volveriais a ver.
¿Pero, dónde está el helicoptero?
Entonces, un desagradable olor os llega. Algo se quema y apesta a combustible. Os movéis renqueantes por el extensísimo tejado, hacia la humareda que se divisa desde vuestra posición. Poco después veis el reflejo de las llamas que consumen los restos del helicóptero y llegáis hasta los restos diseminados en un amplio area.

¡Equipo Bravo! Resuena la voz de Isaacs a traves de vuestros comunicadores. ¡Hemos perdido la señal del helicoptero de transporte! ¿Qué demonios ha ocurrido?

Entonces, un monstruoso gorgoteo a vuestras espaldas os hace comprender lo que ha ocurrido.
Es hora de enfrentaros con ello.

Las llamas se reflejan en los ojos de Heather, llenos de lágrimas. La muchacha se lleva las manos a la cara, tratando de contener un sollozo.

Oh dios mio... ya me acuerdo... ya lo recuerdo todo...