Casi mejor para todos. Hagas lo que hagas, es una situación dramática y todos deberían poder leerla.
Por cierto, voy a hacer pública la última escena de Collins, para que todos sepan porqué has hecho lo que has hecho.
cuando con un hilo de voz, apenas audible me pregunta por el diagnóstico se me hace un nudo en la garganta. la esperanza es lo último que se pierde. digo mientras noto como las lágrimas empiezan a rodar por mis mejillas. cuando hale se acerca a nosotros con el maletín, se hace la luz. miro a heather a los ojos, una subida de adrenalina me hace saltar hacia el maletín. no te vayas, no te vayas, voy a sacarte de aquí, te lo prometo. con la vista algo nublada por las lágrimas busco la muestra que queda del virus-g. por dios, que esto salga bien. digo, un segundo antes de inyectárselo. me aparto unos centímetros de ella esperando la reaccion. espero que no se convierta en un mónstruo como su padre.
02 : 25
El cuerpo mutado de Smith burbujea por el esfuerzo de autoregenerarse, emitiendo nubes de vapor. Una especie de sudor le recorre el cuerpo a chorros. Con lo que parece un tremendo esfuerzo, empieza a incorporarse sobre dos patas.
Hale llega más cerca, hasta donde Collins está con Heather. Apenas lo puede creer cuando el médico abre la maleta, carga la última muestra de Virus-G en el inyector y se la suministra a la chica. Pero un gorgoteo le hace enfrentarse con el monstruo que hay apenas unos metros suyos.
No puede fallar. Apunta con la escopeta y dispara.
Su precisión es infalible. Las postas arrasan el pecho de Smith, soltando fluidos por todos lados. El monstruo, en un claro gesto humano de dolor, se encoge sobre sí mismo. Hale vuelve a cargar la escopeta, cla-clak ¿será suficiente?
Mientras, C.L., apoyado en el suelo, apunta el lanzagranadas del M16. El brazo le tiembla descontroladamente, pero alguien tan acostumbrado como él a mantener la sangre fría logra calmar los temblores y apretar el gatillo.
La granada se clava por un segundo en el torso de Smith, durante un segundo Smith alza los brazos, como maldiciendo al cielo.
Después, el cuerpo del monstruo revienta en una explosión de carne humeante, rociando parte del tejado de fluidos y órganos.
Desde su charco de sangre en el suelo, C.L. empieza a reir sin parar. Es incapaz de evitarlo.
Collins observa a Heather, parece increible, pero juraría que la chica ha recuperado algo de color en su rostro, que su respiración se normaliza y que sus latidos son cada vez más fuertes.
Heather abre un ojo y dice con voz débil. ¿Nos vamos ya?
Tumbado en el suelo del tejado boca arriba, Crawford nota un fuerte viento en la cara, una luz fuerte le hace abrir los ojos y el ruido de los rotores ahoga todo lo demás.
Se incorpora para ver que el helicóptero toma tierra en el tejado...
Smith ha quedado tumbado en el suelo, apenas moviéndose. Esto permite a Hale y C.L. disparar una vez con un bono de +30%.Pero sólo en este primer turno.
Hale tiene 3 cartuchos en su escopeta.
C.L. sólo tiene la granada que hay en el tubo lanzagranadas del M16 (se cargan manualmente y no ha encontrado más que la que ya está cargada).
Hale 60 – 20 por heridas + 30 = 70% Resultado 54. EXITO.
C.L. 50 – 40 por heridas + 30 = 40% Resultado 12. EXITO. La granada le impacta directamente.
El daño de la escopeta es fuerte, pero el de la granada es superior al que puede aguantar Smith (es un impacto directo, con la consiguiente explosión).
Enhorabuena, lo habéis vencido.
El cuerpo de Smith explota debido a la granada que ha conseguido acertarle C.L, por fin veo que la posibilidad de escapar de aqui con vida está cada vez más cercana
Siiiiii, jajajaja eso es colega, menudo pepino le has colado, jajajaja, y eso que estabas en las ultimas
Sin embargo mi alegría se disipa cuando recuerdo lo que acabo de ver hacer a Collins, le ha inyectado el Virus-G a Heather. Rapidamente me vuelvo hacia él, cojo el maletín, lo cierro con toda la paridez que puedo y le susurro
No pueden saber lo que acabas de hacer, si se enteran de que no tenemos el Virus-G el helicoptero no nos esperará.
Miro a Heather mientras continuo hablando con Collins
¿Qué vamos a hacer ahora con ella? Ya has visto lo que le ha pasado al doctor, no creo que sea buena idea llevarla con nosotros a menos que dispongamos de una cura. Podemos preguntarle a Ferrer. Ahora la cosa está clara, debemos subir al heliciptero y eliminar a sus ocupantes para reunirnos con Ferrer y escapar de una vez por todas
Una vez cerrado el maletín se lo doy de nuevo a Collins y cojo un par de balas para recargar mi escopeta. Después cojo a Heather con ayuda de Collins y corro hacia el helicóptero que acaba de tomar tierra
heather parece recobrar la vida que hasta hace un instante se le escapaba, le acaricio el rostro, ella abre un ojo y pregunta si nos podemos ir. como toda respuesta le sonrío. smith finalmente ha muerto, el helicóptero viene a por nosotros. lo sé, lo sé, pero tenía que hacerlo. le contesto a hale. ayudamos a heather a ponerse en pie y nos dirigimos hacia el helicóptero. estamos a punto de salir del infierno y no me lo creo.
Jajajajajajaja. Chupate esta mostruo del demonio. Que dices Hale, si estoy de puta madre, puedo cargarme diez como este, solo tengo unos arañazos. Jajajajajajaja.
C.L suelta el lanzagranadas y se dirige hacia el helicoptero que esta aterrizando, C.L esta totalmente echo polvo y la sangre fluye por todo su cuerpo.
Como bien puede sigue caminando hasta encontrar a Cradwford, sentado por el camino.
- Ya esta amigo, lo hemos conseguido el mostruo a caido y el helicoptero esta aterrizando, anda salgamos de aqui antes de que esto se convierta en cenizas. C.L alarga su mano ofreciendosela a Crawdford para que se ponga en pie y juntos llegar al helicoptero.
Una vez en pie, C.L desabrocha su funda de la pistola y pone su mano en la culata.
Ahora hay que cargarse a esos del helicoptero. Una sonrisa fluye de la cara ahora feliz de C.L
01 : 59
El nighthawk negro se ha posado sobre el tejado, pero sus helices continúan girando a toda velocidad, levantando una ventolera que hace todavía más difíciles los últimos metros hasta él.
Los laterales del helicóptero de carga están abiertos y accesibles. En el interior, además del piloto y copiloto en la cabina, hay un operativo de Umbrella en la zona de carga, vestido con traje de comando y apuntandoos con un subfusil MP5K.
Por alguna razón, no os sorprende demasiado.
En vuestros auriculares, la voz de Isaacs os taladra:
¡No deis ni un paso más! ¡Si queréis subir al helicóptero, primero lanzad dentro la maleta de contención! ¿Está claro?
Como teníais ya pensado encargaros de los del helicóptero, doy por supuesto que todos tenéis las armas preparadas. El problema es que el tipo os está apuntando y tendrá la Iniciativa en caso de combate, a no ser que se os ocurra una manera de despistarle. Eso sin contar con que el piloto saldrá pitando en cuanto vea problemas.
Tened en cuenta que estáis muy cerca del helicóptero (a un par de metros) y que la mayoría sólo puede andar (no correr) y que C.L. y Heather necesitan ser llevados.
Y sobre todo tened en cuenta que ninguno de vosotros sabe pilotar un helicóptero. Estooo, lo voy a repetir por si no ha quedado claro: ninguno-sabe-pilotar-helicoptero.
C.L coge el lanzagranadas y apunta al helicoptero. Muy bien Dr. Isaacs a nosotros no nos importan sus asuntos, ni lo que esconda en ese maletin, lo único que nos importa es salir de aqui ya que quedan menos de 2 minutos para que estalle el edificio, así que digale a sus hombres que bajen las armas, le entregaremos su maletin, pero aqui no nos quedaremos ninguno, si piensa dejarnos en tierra, no dude que bolaré el helicoptero con sus tripulantes y su dichoso maletin. Así que bajen las armas, el tiempo corre señor Isaacs.
-Si he de morir, morire aferrado a este maletín. Usted dirá, pero dese prisa o esto no habrá valido para nada.
Compañeros si vosotros teneis otra idea mejor decidla, habla un hombre desesperado jejejjeje.
porque no me sorprende esto? un tío con cara de pocos amigos nos da la bienvenida al modo de isaacs. con lo que nos ha costado llegar hasta aquí. susurro, aunque con el rudio del helicóptero dudo que nadie me oiga. c.l., haciendo gala de su peculiar manera de ser lleva a cabo su propio plan. le miro asintiendo con la cabeza, por muy desesperado que parezca, su plan es el mejor, dada la situación en la que nos encontramos.
a mi me parce genial, espero que de resultado ^^
Efectivamente Doctor Isaac, antes de entregarles el maletín debemos subir todos a bordo, no podemos arriesgarnos a que nos dejen aqui, si tanto le importa este maletín deberán dejarnos subir. Como bien dice nuestro amigo C.L no nos importan sus asuntos, estamos acostumbrados a ocultar la información y lo que ha pasado hoy aqui no saldrá nunca a la luz, pero si no nos deja subir al helicoptero no se llevarán este maletín
01 : 20
Los segundos pasan poco a poco, mientras la situación ya de por si insostenible, se hace insoportable con el final de la cuenta atrás.
C.L. apunta con el lanzagranadas (descargado, ya que la única granada que tenía la disparó contra Smith) a la cabina del nighthawk, donde el piloto y copiloto observan la escena con ojos como platos. El operativo de Umbrella sostiene el subfusil contra su hombro, con el arma en posición de fuego automático, listo para vaciar el cargador sobre vosotros.
En el centro de control, el doctor Isaacs toma una decisión. Isaacs es una persona con una mente científica, que trata a los demás como cobayas de laboratorio, que no conoce cómo funcionan las relaciones humanas. Es alguien incapaz de entender reacciones que vengan del corazón, sólo se guía por el raciocinio.
Sobre todo, es alguien que no ha mirado a los ojos a esas personas que se están resistiendo a sus ordenes...
Por eso da la siguiente orden al soldado:
Mátalos a todos.
01 : 14
Debajo de su traje de comando, el operativo de Umbrella suda copiosamente. En un lado de su visor se refleja la cuenta atrás, que cada vez se aproxima más a cero.
Apretando los dientes, sostiene su MP5K , apuntando a los supervivientes del Equipo Bravo.
Entonces recibe la orden de su superior, el doctor Isaacs.
Pero a diferencia de Isaacs, él no está en un centro de control, muy lejos y a salvo. Él está allí, frente a esas personas, jugandose la vida.
Y sobre todo, él las está mirando a los ojos, y en sus ojos se refleja el horror que han sufrido, la terrible experiencia por la que han pasado y a la que han sobrevivido.
Por eso, desoyendo las ordenes, el hombre baja el subfusil y levanta las manos en señal de rendición, permitiendoles el paso al interior del helicóptero.
No será él quien se enfrente con esta gente que parece que haya salido del mismo infierno...
cuando isaacs da la orden de disparar contra nosotros sobrevienen un sinfin de emociones, un coctel peligroso. sin embargo el hombre que debía desempeñar la función de verdugo se rinde ante nosotros, ante la coherencia. prefiere que isaacs le despida a que la bomba estalle bajo su trasero. gran elección. vamos sube. ayudo a heather a subirse al hilicóptero, no hay mucho tiempo que perder.
C.L deja caer el lanzagranadas por su propio peso casi ya sin fuerzas y cae de rodillas delante del helicoptero con lagrimas en los ojos.
Como puede sube al interior y se pone de frente con el soldado que se a rendido y le extiende su mano.
- Muchas gracias! pero no podeis permitiros que os amonesten por nuestra culpa así que podriais disparar al aire para que parezca que habeis ejecutado las ordenes de Isaacs y podeis dejarnos fuera del perimetro de seguridad. Así no tendreis repercusiones. Tranquilos que con la explosión nunca encontrarán nuestros cuerpos.
-Por nosotros no os preocupeis desapareceremos una vez estemos fuera del perimetro. De nuevo Muchas gracias chicos.
C.L se sienta en uno de los asientos con sus compañeros, mira a crawford, hale y collins, y con una amplia sonrisa les dice: Creo que nos merecemos unas largas vacaciones jajajajaja.
Al otro lado se encuentra Healter. Tranquila pequeña tu tambien vendras con nosotros, no vamos a dejar que te usen de cobaya.
No quiero volver a oir nada de Umbrella...
Crawford se sienta en el helicoptero sacando unas fuerzas de no sabe bien donde. Esta tan debil que no puede ni hablar. Asiente con la cabeza como signo de complicidad y gratitud hacia el resto del equipo mientras piensa cual sera el siguiente paso.
Subo al helicoptero haciendole un gesto con la cabeza al soldado que acaba de bajar el subfusil
Asegurandome de no tener activado el intercomunicador le digo
Creo que sera mejor para usted que lo esposemos, así parecerá que se resistio y que le asaltamos por sorpresa
Atendiendo ahora a mi equipo de comunicaciones y transmito a través de la frecuencia con la comunicamos con el sargento Ferrer
Creo que sera mejor dejar el tema de Heather para cuando estemos solos, no quiero que Umbrella pudiera enterarse de que el virus está presente en alguien puesto que harían lo imposible por encontrarnos
Sargento Ferrer, estamos listos, estamos despegando en estos momentos, facilitenos las coordenadas donde se encuentra
Master el maletin lo lleva Collins, en caso de que no hayas supuesto que lo ha cogido lo coge o lo cojo yo antes de subir XD
Una vez dentro de la zona de carga del helicóptero, esposáis al operativo de Umbrella a una agarradera. Os echáis en el suelo mientras Collins no pierde tiempo y prepara una unidad médica de emergencia con la que cuenta el nighthawk, ayudado por Heather, para preparar varias transfusiones de plasma sintético para C.L. y Crawford. Hale se comunica por una frecuencia privada con el sargento Ferrer para obtener unas coordenadas de aterrizaje seguras.
El piloto, visiblemente aliviado por poder salir de allí, comienza a pulsar interruptores y maniobra el mando de control. En apenas unos segundos alzáis el vuelo, ganando altura y alejándoos del tejado del centro comercial. Podéis ver cómo salen de varias puertas de emergencia decenas de muertos vivientes, alzando los brazos como pidiendo que les llevárais con vosotros. Echáis un vistazo a vuestro reloj digital. Faltan 20 segundos para el final de la cuenta atrás.
La voz del piloto resuena por los altavoces. ¡¡Que todo el mundo se agarre a algo!!
Contemplais el centro comercial a lo lejos, cada vez más alejado. De pronto, una luz parece brillar desde su interior, y se expande hasta que tenéis que apartar la vista por su luminosidad, convirtiendo la noche en día. Entonces llega la onda expansiva, un tremendo estruendo que os ensordece, y por ultimo, un impacto violento sacude al nighthawk, que os obliga a sujetaros en vuestros puestos con fuerza. Pero sólo dura unos segundos hasta que el helicóptero vuelve a estabilizarse.
Entrecerrando los ojos volveis la mirada atrás. Donde estaba el centro comercial una gigantesca deflagración de llamas se alza hacia el cielo nocturno. Incendios y devastación en sus alrededores constituyen una imagen dantesca.
Un apropiado punto y final para esta noche infernal...
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El centro de control de misión es un hervidero de actividad. Allí, el doctor Isaacs increpa a gritos a sus subordinados. Las pantallas de televisión muestran imágenes de la explosión del centro comercial, de varios puntos de toda la ciudad, de cadenas de noticias con sus informativos emitiendo en directo y de imágenes por satélite.
¡Cómo que no podéis encontrarlos! ¡Maldita sea, seguid buscando!
Señor. Dice un asistente con camisa y corbata, acercándose con temor. Hemos encontrado el nighthawk. Aterrizó a dos kilómetros del centro comercial, cerca de una carretera principal. Los tripulantes han sido sedados y están inconscientes. Parece ser que el Equipo Bravo tenía alguna clase de vehículo esperándoles y han huido en él. Se han deshecho de todos los rastreadores que llevaban. No podemos localizarles.
¡Mierda! Escupe Isaacs. ¿Y el satélite?
No se encontraba sobre la posición. Explica el asistente. Y dado que la carretera tiene gran afluencia de tráfico, las imágenes de los minutos anteriores y posteriores no nos podrán ayudar mucho.
El rostro de Isaacs se pone más rojo todavía. ¡Joder! ¡Quiero controles en todas las salidas de Racoon City! ¡Que todos los vehiculos sean identificados y registrados!
Señor. Le dice el asistente como si estuviera hablando a un loco. Con lo del centro comercial y la explosión, el pánico ha cundido en la ciudad. Miles de personas están huyendo fuera de la ciudad por carretera. Es imposible hacer lo que usted dice.
Doctor Isaacs. Le avisa otro asistente en voz baja, acercándole un telefono. Es la junta directiva de Umbrella. Quieren hablar con usted.
Isaacs palidece, mirando el teléfono como si se tratase de una serpiente venenosa: El peor desastre en la historia de la Compañía. El nuevo virus G perdido. La credibilidad de Umbrella en entredicho. Informes de ataques de infectados. La plaga extendiéndose sin control por Racoon City.
Isaacs coge el teléfono y se lo lleva con lentitud a la oreja. Una gota de sudor frío resbala por su frente.
¿Diga?
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Extracto del diario de Heather Smith.
11 de enero.
No se porque me he decidido hoy a comenzar este diario. Puede que por fin, tras tanto tiempo huyendo me sienta algo más segura ahora. Eso es mucho decir, no sólo huyo de lo que sucede en el mundo exterior, también huyo de lo que hay dentro de mi.
Sucedió hace algo más de un año. En aquel momento lo denominaron “el incidente de Racoon City”. Lamentablemente, ese fue solamente el comienzo. No fueron capaces de controlar la epidemia. Primero fue en la misma ciudad, después se extendió fuera de ella. Pandemia, lo llamaron unos. El fin del mundo, otros. El gobierno, apoyado por las fuerzas de Umbrella dijeron que detendrían la propagación. Los medios de comunicación fueron silenciados, haciendo creer al mundo que no existia peligro. Pero nosotros estuvimos allí, al principio de todo, sabíamos a lo que nos enfrentabamos, y nos organizamos.
Reunimos en total a más de un millar de personas y comenzamos nuestra huida. Logramos pasar la frontera de Canada antes de que los gobiernos cerraran las fronteras, aterrados cuando la verdad no pudo silenciarse más, la verdad de que la epidemia estaba fuera de control. El ejercito llegó a realizar bombardeos masivos contra ciudades en un último y desesperado intento de detener su avance, pero todo fue inutil. En cuestion de meses, el gobierno cayó. Ya no hay comunicaciones. El virus-T y la plaga de muertos vivientes se extendió más rápidamente de lo que nadie pudo prever.
Cuando el caos reinaba en norteamérica y se empezaba a extender imparable más allá del continente, nuestra caravana se encontraba ya muy al norte. Fue un viaje largo y difícil, pero evitamos la plaga y a las fuerzas de Umbrella que nos buscaban. Parece mentira que los chicos se hayan convertido en los líderes de toda esta gente, pero así es. Ha sido gracias a ellos que ahora estamos aquí.
Sigo sometiéndome a pruebas regularmente. Ahora me encuentro perfectamente, pero creo que nunca dejarán de estar preocupados por mi, por lo que me podría pasar. Por si sigo los pasos de papá. Por eso no se que me deparará el mañana. De momento sólo se que me curo casi instantáneamente de las heridas y soy capaz de sentir el peligro antes de que se produzca. Aun no me he atrevido a decirles que puedo mover objetos con sólo pensarlo. Puede que algun día me decida.
La ciudad-refugio está terminada. Aquí, en el extremo norte de Alaska, donde las nieves son perpetuas. Aquí estamos a salvo. Descubrimos que el frío ralentiza a los infectados, y que el frío extremo los paraliza, por tanto nunca podrán llegar hasta aquí. Puede que en una decada o dos podamos arriesgarnos a movernos al sur. Tarde o temprano, los cuerpos de los infectados terminarán descomponiéndose y dejarán de ser un peligro. Entonces puede que podamos volver al sur, al calor, y reclamar la tierra que nos fue arrebatada y quizás, encontrar otros supervivientes.
No soy ingenua, se que Umbrella sigue allí fuera. En sus laboratorios subterráneos repartidos por el mundo. Esperando poder volver al mundo para esclavizarlo, como siempre ha hecho. Se que es mi responsabilidad enfrentarme a ellos. Los chicos me enseñan todo lo que saben de combate y tácticas, y me dicen de vez en cuando que debería haberme hecho marine. Cuando llegue el día, por mucho que tarde, estaré preparada.
Esta noche nos hemos reunido: Hale, C.L., Crawford, Collins, Ferrer y yo. No se por qué, después de tanto tiempo todavía no los puedo llamar por el nombre de pila. Estos últimos meses hemos puesto tanto empeño en dejar terminada la ciudad en el plazo previsto que no se nos había ocurrido darle un nombre. Hoy lo hemos decidido. Cuando he propuesto mi idea, todos me han apoyado unanimemente.
Desde aquí, construiremos una nueva civilización, desde este lugar seguro aguardaremos el momento de volver a mundo. Escribo esto desde Alaska, desde la ciudad a la que hemos llamado Larsen. Nuestro nuevo hogar.