Partida Rol por web

Malditas bestias no voy a dejar que toquen a Yon, moriran antes de ponerle un dedo encima. - digo mientras intento destripar a la bruja más cercana con dos sendas estocadas.

Zev había caído y ahora estas bestias iban a por Yon, no podíanos darles descanso, esas brujas debía acabar con ellas rápido aunque se ne fuera la vida en ello.

Al ver como cae el pícaro, empieza a lanzar una ráfaga de golpes golpeando fuertemente en varios ataques pero dos de ellos se nota claramente que no pudieron hacer ningún daño a su enemigo.
Vengan malditos insectos!!!! empieza a gritar a los ogros no son lo suficientemente fuertes como para acabar conmigo!!! COBARDES!!!! DÉBILES!!!! grita para intentar llamar la atención y así evitar que sigan dañando a sus compañeros.

Por su parte, Yon ve que, con sus huesos siendo aplastados por la bruja, la idea de usar sus mejores conjuros está totalmente descartada.

Lo único que le queda es liberar toda la energía y la furia de la Muerte en los enemigos que le rodean.

¡Y la muerte le escucha! Nunca antes había sentido la rabia del segador como ahora. Y parece que el favor de la Muerte está de su lado ¡Casi se siente como sus manos calcificadas y su voz hueca reclaman las almas de los enemigos!

"¡HOY VENCEREMOS!" grita "¡Por Fort Rannick!"

"Y por cierto, So Bruja Merluza. Quien más daño os ha hecho HE SIDO YO" dice no sin cierto tono de indignación. Yon se considera un heraldo de la justa muerte ¡No simplemente "El que cura"!
Podrá ser tan andrógino que le confunden con una hermosa moza ¡Pero tiene su dignidad!

Zev escribio: Jilo, ¿has tenido en cuenta que el primer conjuro de Jon de Ira de la Orden dejo en el primer round a todos en -32 pg? Porque quizás con los anteriores ataques de Fu y los de Rofellos me da que una de las brujas ya tenía que haber pasado a mejor vida hace rato...

Hags -12 -38 jefe -38 con +25 todos quedan  37 63 63, muere la segunda bruja de abajo, el jefe hizo presa  a thomas y la bruja que queda se la hizo a sou, luego quedan invalidadas las acciones de los dos, ademas rof no puede hacer ado porque usaron 5 pies he improved grab , pero se carga a la tercera bruja en este turno, que apreso a sou pero este ultimo pierde turno, (Ok bueno he visto que rofe tenia 22 ini y sou 19  o algo asi yo¡n mete los channelefe  jefe -109

En este nuevo turno el jefe suelta su presa sobre Fu y ataca con 1 yon en su primer ataque le hace un critico por 3 de 74 de daño sou -46-74=-120 y hace 69 a fu y tiene 61 TE TOCA ROF eres la ultima esperanza

https://www.youtube.com/watch?v=3xDoT1FxKQE

https://app.roll20.net/join/658472/APUmQg

Conforme la batalla progresa, ambos bandos van sufriendo bajas, el primero en caer de nuestro bando fue Zev, seguido de Fu y Yon, quienes vendieron caro sus vidas llevándose por delante a todos los seguidores del señor de las runas quien ahora se encontraba de pie ante mi.

Criatura infecta, sólo quedamos tu y yo y créeme, ¡No te dejaré tomar mi vida sin luchar! - le grito al señor de las runas mientras lo ataco con todo lo que tengo.

Mientras mi acero busca su carne, soy consciente de que esta podría ser mi última batalla y como tal seguiría el ejemplo de mis compañeros vendiendo cara mi vida.

Sólo necesitaba herir al señor de las runas lo suficiente como para que sus heridas terminaran con él aún cuando me matase, este ser no volvería a matar a nadie más esa era mi consigna.

El vanara se ríe al ver como el jefe ogro supone que sus ataques fueron de gran daño hacia el monje, pero estos ni siquiera le hicieron cosquillas. Sacudiendose la ropa luego de recibir los golpes ataca nuevamente con su ráfaga de golpes dando unos buenos golpes Ves insectos, esto es golpear... Ahora es tiempo de que caigas y mueras bastardo... Luego señalando con su dedo indice Nadie golpea y mata a mis compañeros maldito hijo de .... la rabia que tenía en su interior fue tal que logro sacar casi su máxima capacidad en la lucha.

Fin del combate

Con el cuerpo magullado pese a su enorme tamaño, el gigante de piedra fierisimo, se da cuenta que otro asalto en esas condiciones seria su muerte, asi que hace un gesto de amenaza sobre el cuerpo caido de zevran, el valiente picaro que tanto habia dado por el grupo,

Un movimiento y lo mato (accion preparada ataque completo si le atacais). Despues decide pactar por su vida a cambio de la de Zevran,

Dejadme huir o me lo como, si veo que no me seguis lo soltare alado de un reducto humano (casa o pueblo) , habeis ganado y derrotado la larga estirpe de los los Montaña garfio, pero quiero pactar con vosotros que no me dareis caza , ya que habre dejado a vuestro amigo vivir

A diferencia del resto de ogros , este era mas inteligente, no en vano era el jefe de una tribu ya extinta que erradicaron los PJ pero tambien es cobarde , y es su unica via posible, como los heroes no tienen otra opcionpactan y el ogro cumple su promesa y a las semanas zevran aparece en la fortaleza

Concluyendo la aventura Epilogo del Master

Con la derrota de Barl Breakbones, los PJs no sólo liberan a los Kreegs de ser esclavizados y presionados para la guerra, sino que impiden nuevos ataques a la región, ahora sin líderes, los mismos Kreegs son débiles y vulnerables. Aquellos que sobreviven a la visita de los PJs se dispersan en las selvas de Hook Mountain. Los afortunados encuentran nuevos hogares con otras tribus ogro, pero la mayoría caen presa de estas mismas tribus, ya que no hay respeto entre los ogros del Gancho.

Como los PJ derrotan al no-muertos Lamatar y regresa con su cuerpo (o incluso sólo una parte de él) a Myriana, la ninfa se regocija y proyecta reencarnar sobre él. Mientras lo hace, su espíritu no-muerto se desvanece y la maldición de Whitewillow se marchita. Lamatar es al principio avergonzado por su fracaso para proteger tanto a Fort Rannick como a su amante, pero decide no perder la nueva vida que le dio. Se convierte en el nuevo guardián de Whitewillow y no vuelve a la civilización.

Si los PJs captan a Barl Breakbones vivo, no debería tomar mucho para convencer al gigante malhumorado de hablar. El deseo de Barl de contarle a los PJs sobre su señor Mokmurian, y cómo está reuniendo un ejército de gigantes para marchar sobre Varisia, podría ser confundido con el orgullo de la trama de su amo, cuando de hecho Barl está simplemente desesperado por complacer a los PJs. Barl mismo es de una tribu más pequeña en el fondo de los Picos de Hierro, y aunque nunca ha estado dentro de Jorgenfist, la fortaleza fabulosa de los gigantes de piedra y la guarida de su maestro Mokmurian, sin duda puede proporcionar a las PJs con direcciones de elo.For, Los PJs se han ganado un descanso. Podran tener días, semanas o incluso meses. Mantener Fort Rannick ciertamente puede mantenerlos desviados por algún tiempo si desean permanecer como los comandantes de la guardia, o pueden desear regresar a casa a Sandpoint para el invierno allí. Shalelu hace esto último, y si los PJ deciden quedarse en Fort Rannick,

Finalmente recibirán un mensaje inquietante de sus elfos rangers. Los gigantes de piedra aliada han sido avistados al oeste de Ember Lake y temen que un pelotón de ellos pueda ir para Sandpoint. ¿Pueden los PJs regresar a su casa a tiempo para ayudar en su defensa contra la vanguardia de un ejército de gigantes?

Mientras tanto, a la entrada de la espiral de los huesos. 

El palacio de Pharasma, la jueza de todas las almas.

Yon se encuentra rodeado de almas. Es ahora un vapor de lo que fue. Es lo que se llama un Peticionario: Un alma a la espera de su juicio y su recompensa o castigo final.

Y se encuentra con el Segador. Con la esquelética figura que ha adorado toda su vida

"¡Maestro!" exclama feliz "Mi tarea está cumplida. Las almas de mis aliados estarán a salvo hasta que maduren, y conmigo te traigo las brujas corruptas ¿He servido correctamente a la causa?"

La figura del Segador es silenciosa. Contemplativa. Tras examinar a Yon de la cabeza a los pies, y hasta el final de su alma, habla. Su voz es como un siseo mortal, como si fuera una sinfonía de los últimos alientos de los que van a morir
[color=#990000]"Yon Reise. Tu mismo nombre ya te unía a la causa de la Muerte. Más tus doctrinas no podian estar más confundidas y engañadas"[/color]

"¿S... Señor?" dice Yon, con un escalofrio

[color=#990000]"A quien llamabas "La Muerte" y adorabas como deidad no eran sino los Inevitables. Una criatura de la Ley. Unos seres sin mente, sin consciencia ni sentinencia, y de los que la Señora de las Tumbas se sirve ocasionalmente"[/color]
[color=#6600AA]"Igualmente, de ti también se ha servido ella." dice otra de las sombras, semejantes al segador "Y le has servido bien. Pero no has seguido sus doctrinas reales. Yon. No puedes contarte entre los fieles de Pharasma"[/color]

Yon cae de rodillas. Su propósito en la vida... nulo. Su fe, vacía. Recuerda cuando le leyeron la fortuna en las cartas del Tarot:

Cita:

"En ese caso ¿Que queda para mi, señor?" le pregunta Yon a los Aeons, los siervos de Pharasma "¿Es el abismo y el olvido lo que me aguarda?"

En el rostro del ser se puede adivinar un atisbo de humor. Como si viera un chiste repetido mil veces, del que nunca se cansa

[color=#990000]"Pharasma es la señora de las tumbas. Pero aunque ya casi se ha olvidado, tambien es el ama de las profecías. Ahora, Reise de YeibberWock, debes de unirte a la cola, y esperar a tu juicio. Más tu destino aun te guarda sorpresas"[/color]

Zevran se incorporó bruscamente con un grito cuando uno de sus compañeros aplicó a su maltrecho cuerpo una de las cargas de la varita de curación que llevaba siempre en una de sus botas. Le dolían las costillas y sólo al girar la cabeza en el último momento había podido convertir en un golpe de refilón al cráneo lo que era un garrotazo necesariamente letal de Barl Rompehuesos. Se sentía como si tuviese la peor resaca de su vida, pero eso sólo podía significar que seguía vivo para sufrirla.

Fu y Rofellos estaban ante él, mirándolo con ojos preocupados mientras el jefe de los gigantes esperaba a un lado de la caverna, desarmado y en una forma no mucho mejor que la suya propia.

-¿Qué ocurre? ¿Nunca habéis visto a un elfo al que le han dado una paliza de muerte? Parece que hemos ganado al final dijo mientras se esforzaba por levantarse y recuperaba sus dagas. ¿Dónde está Yo…?

Entonces lo vio. El clérigo yacía en el suelo, rodeado de los cadáveres resecos de dos de las brujas que aún quedaban con vida cuando Zevran había caído inconsciente. Era obvio que había segado sus almas antes de caer. Se giró hacia sus compañeros con sus ojos inyectados en sangre:

-¿¿¿LE HABÉIS DEJADO VIVIR??? ¿¿QUÉ IMPRONUNCIABLE LOCURA OS HA INFECTADO?? ¡¡POR CAILEAN QUE YON MERECE VENGANZA!! les gritó mientras echaba las manos a la empuñadura de sus armas una vez más.

Sólo tras sujetarlo entre los dos fueron capaces el magus y el monje de explicarle que habían hecho un pacto con Barl a cambio de la propia vida del pícaro. Cuando estuvo más calmado, escuchó con atención el relato y la localización de su superior, un tal Mokmurian y sus planes de conquistar Varisia.

Aparentemente el gigante pretendía que Zevran se quedase con él como rehén, pero éste se negó en redondo. Sabía que si le dejaban sólo con él su naturaleza impulsiva y el fallecimiento de Yon le llevarían a atacar a su captor en poco tiempo. En su lugar, sacó una de sus dagas y se cortó la muñeca, dejando resbalar la sangre por la misma y jurando por su honor que no perseguirían al caído tirano si juraba abandonar la zona para siempre y no volver a ponerse a las órdenes de Mokmurian.

-Ahora márchate. Tendremos que apañárnoslas para trasladar el cuerpo de nuestro amigo y el de nuestro antiguo comandante y este lugar ya no te pertenece. He dado mi palabra de que no te perseguiríamos y pienso honrarla, pero algunos de los Flechas Negras pueden no tener tantos miramientos para contigo. Después de todo, has matado a su antiguo líder y también al actual escupió las palabras a Barl para a continuación darle la espalda y dirigirse hacia los cuerpos.

El viaje de regreso a Fort Rannick fue un viaje silencioso y aciago, pues dónde debían viajar cinco iban tres y dos cadáveres.

Marché en silencio junto a Fu y Zevran, mientras la rabia se adueñaba de mi, el maldito gigante había escapado, al menos de momento, pues tarde o temprano nuestros caminos volverían a cruzarse y entonces lo haría pagar por sus crímenes.

Los días siguientes en la fortaleza fueron un caos, pues nuestro regreso no pasó desapercibido para nadie, en especial para la ninfa Myriana quien, sin perder el tiempo, procedió a emplear sus artes sagradas para devolverle la vida a su amado Lamatar y al clérigo de la muerte.

Cuando el noble Lamatar volvió de entre los muertos, rápidamente manifesto su voluntad de alejarse de sus deberes para con el ejército para convertirse en el guardián de Whitewillow.

En vano fueron mis intentos por convencerlo de lo contrario, el buen Lamatar ya había tomado su decisión, pero antes de partir me pidió que me mantuviera vigilante y me hiciera cargo de perseguir a los remanentes de los Kreeg como nuevo capitán de la guardia.

Lamatar sabía bien que el nuevo rango no significaba mucho para mi, pero dicho ascenso me iba a dotar de un recurso valioso para cumplir mi labor de purgar las tierras aledañas de los Kreeg.

Tras la partida de Lamatar, organicé patrullas y partidas de caza diarias para terminar de neutralizar a los remanentes de los Kreeg, algo que no me costó mucho esfuerzo y me dejó bastante tiempo libre para mi nuevo proyecto personal, dar caza y muerte al antiguo barl de monte garfio

Sin embargo, por más que intenté encontrar al maldito miserable, todas mis pesquisas resultaron infructuosas, aunque jamás perdí la esperanza de poder ajusticiar al bastardo ese por todos sus crímenes.

Exarian (mi espada) y yo, ya habíamos acabado con cada nombre de mi lista y ahora se unía uno más, sólo sería cuestión de tiempo, cuánto tiempo, pues eso no importaba, pues la justicia, por más que tardará, siempre llegaba conmigo como su mano ejecutora.