Partida Rol por web

El enorme plantígrado se incorporó sobre sus patas traseras en cuanto llegó al alcance de Gekki, quien intentó propinarle un par de puñetazos infructuosamente.

La criatura elevó sus garras anteriores y las descargó en medio de una mar de furia contra el asustado huérfano.

Gekki intento parar el golpe que el oso le esta propinando, pero quizas por ver aquel animal tan enorme no reacciono a tiempo.

El joven aguanto como pudo el dolor de la herida que acaba de sufrir y volvio a la carga contra el oso, pero esta vez utilizaria el poder que acababa de aprender.

¡Abrazo del oso! Grito mientras volvio a sentir aquella energia por todo su cuerpo. Abrio los brazos agarrando al oso e imagino que el animal era ese tocon de madera que acaba de partir hace unos minutos.

Gekki aplicó todo cuanto había aprendido del maestro, para asombro de todos los presentes excepto el propio Ursa, que sonreía cuando la espina dorsal del plantígrado asesino se quebró con un sonoro clack.

El animal cayó desmadejado al suelo, mientras Gekki recuperaba el aliento.

Su maestro se acercó hasta él en silencio, y posó una mano sobre su hombro Creo que ya estás listo para la prueba definitiva. Observa aquella montaña, Gekki. le dijo señalando un altísimo pico. Asciende hasta su cumbre, y encuentra allí tu destino...

Gekki no perdio ni un solo segundo en comenzar la que seria su ultima mision para convertirse en caballero, aunque todavia estaba algo cansado por el combate.

Partio hacia la montaña y se detubo a sus pies para contemplar lo que le esparaba y buscar alguna ruta por la que fuera facil llegar a la cima, pero no parecia existir un camino por el que no se jugara la vida.

Comenzo la ascension, la nieve hacia bastante dificil caminar por la montaña asi como trepar por ella, pero todo paso bastante tranquilo hasta caer la noche y con ella la temperatura. El frio hizo que el joven tubiera que buscar algun refugio para resguardarse. Finalmente encontro una cueva en la que decidio pasar la noche, por desgracia la nieve y la humedad hicieron que las escasas ramas que por alli habia fueran inservibles para hacer fuego y calentarse, asi que entro hasta el fondo de la cueva donde el frio era menor.

El joven se acurruco en una esquina intentado no perder el poco calor corporal que le quedaba, de repente un rugido llamo su atencion, busco por la zona, pero no encontro la fuente de aquel sonido, hasta que sus tripas volvieron a rugir, ya no solo el frio era la preocupacion del huerfano, tambien el hambre hacia mella en el, aquello le recordo a su vida antes de que fuera elegido para convertirse en caballero.

Cuando parecia que por fin el cansancio habia podido con Gekki y sus ojos comenzaban a cerrarse, algo le impidio conciliar el sueño, ante el un oso parecido al que habia matado por la mañana comenzo a rugir, parecia que aquel animal sabia lo que el joven habia hecho con su compañero. Gekki volvio a usar la tecnica que Ursa le habia enseñado acabando asi con el animal, pero esta vez el combate le causo heridas mas graves, un zarpazo del oso le impacto en la parte izquierda de la cara dejandole unas marcas bastante desagradables que seguramente le queden como cicatrices. Una vez muerto su enemigo, busco una piedra que intento afilar golpeandola con otra para despellejar al oso y asi usar su piel como abrigo y de paso comer algo de carne.

Gekki abandono la caverna al amanecer, el dia estaba bastante peor que ayer, una ventisca hacia mucho mas dificil la ascension del joven, pero sacando fuerzas de donde apenas le quedaban consiguio sobreponerse y continuar su camino. Siguio ascendiendo hasta llegar a una pequeña llanura donde otra cueva le esperaba.

Entro y lo primero que encontro fue un esqueleto humano, puede que de alguien que intento conseguir la armadura antes que él o de algun montañero devorado por un oso, continuo adentrandose en la cueva, pero parecia un laberinto lleno de bifurcaciones y caminos a ninguna parte. Tras unas horas perdido por la cueva llego a una sala donde se podia ver la salida al otro lado, el problema es que alli habia tres osos que impedian llegar al joven al final de su trayecto.

Gekki intento pasar sigilosamente sin que los animales se percataran de su presencia, pero uno de ellos se acerco hasta su posicion y comenzo a olfatearle. El joven se mantuvo completamente quieto, hasta que el oso comenzo a rugir advirtiendo a los otros dos de una presencia enemiga, los cueles se acercaron rugiendo hasta en intruso. Gekki no sabia que hacer asi que hizo lo primero que se le paso por la cabeza, rugir. Un rugido atemorizador salio de los pulmones del joven, los animales que estaban en pie se sentaron atemorizados dejando pasar a Gekki hasta la salida.

Salio de la cueva y ante él, a unos escasos metros se encontraba un cubo de bronce, Gekki se acerco y una luz comenzo a emerger de las aristas del cubo, una luz que le resultaba familiar, la misma luz que vio en el lago. Una silueta comenzo a notarse entre aquella luminosidad, quizas por el cansancio o los golpes sufridos ante él aparecio Renee.

Gekki, lo has logrado, lleva la armadura del oso con orgullo y defiendala con honor. Fueron las palabras que con la voz de Renee retumbaron en la cabeza del joven. La luz comenzo a subir su intensidad hasta que de un fogonazo desaparecio por completo, junto con el cubo y el que fuera su amigo. Gekki llevaba puesta la armadura con la que bajo al poblado buscando a su maestro.

Tras varios días de espera en la base, Ursa sonrió al ver llegar a su joven pupilo.

Gekki, malherido, portaba a su espalda el enorme cubo de bronce que contenía su más preciada posesión, la armadura del Oso.

Veo que lo has logrado, muchacho le felicitó el Maestro. ¿estás bien?

Gekki estaba bastante cansado, asi que dejo el cubo en el suelo. Estoy bien maestro, tengo algun rasguño, hambre y frio, pero no podria estar mejor. Dijo felizmente el joven mientras su cuerpo se desplomaba sin fuerza alguna apoyandose en el cubo.

Quizas si alguien pudiera echar un vistazo a esta herida... Continuo señalandose la parte de la cara donde recivio el zarpazo.

Hahaha, no será necesario, joven Gekki. exclamó Ursa Como caballero, te recuperarás enseguida, ¡aunque quizá te quede una bonita cicatriz!

Ahora añadió vayamos a celebrar tu victoria, y bebamos hasta que alguien caiga incosnciente. ¡Ese es nuestro camino!

Las celebraciones por la victoria de Gekki duraron toda la noche y parte del día seiguiente. El joven huérfano, que nunca había bebido, fue de los primeros en derrumbarse desmayado. Cuando despertó horas después, aún continuabaa la jarana, algo más subida de tono. A pesar de su resaca, el huérfano fue arrastrado por una hermosa guerrera rubia que decidió tomarlo durante repetidas ocasiones hasta el amanecer...

Gekki desperto, su cuerpo le dolia como si acabara de perder una dura batalla y en su cabeza retumbaban tambores de alguna guerra seguramente perdida. Abrio los ojos por completo mientras estiraba todos sus musculos, observo su habitacion que todavia parecia moverse y se levanto camino del baño para lavarse la cara. Camino unos pasos y se paro en seco, volvio su cabeza hacia la cama y alli vio a una mujer.

Vaya, si que fue larga la fiesta de ayer. Penso el huerfano. Quiza sea un complemento por conseguir la armadura. Y ahora que pienso. ¿Donde esta mi armadura? Continuo pensado el joven mientras su vista giraba por toda la habitacion.

Al no verla por alli salio de la habitacion corriendo hasta el lugar donde la habia visto por ultima vez.

La armadura de Gekki reposaba tranquila, inalterable al paso del tiempo, dentro de su caja de bronce. El joven huérfano sabía que si la necesitaba, la armadura acudiría a él como por arte de magia, pues ya n la primera ocasión que la vistió así ocurrió.

Y así, con la misión cumplida, Gekki pudo descansar durante los últimos días de su entrenamiento...