Nobou asintió a lo que los chicos decían mientras comía un bocado de arroz. -Todos crecimos con sus leyendas y algunos tuvimos la suerte de conocer a los legendarios. O por lo menos a la mayoría ya que Seiya no logro sobrevivir a la batalla con Hades, el se sacrifico para recibir un golpe mortal dirigido a la diosa, fue el más valiente y el más fuerte de todos los santos que alguna vez caminaron por la tierra.- Dijo e hizo una pausa para reverenciar en silencio al santo de Pegaso.
-Su función no será diferente a la de él. Los diosas están agitados por lo que sucedió con Hades, mayormente se logró mantener un periodo de paz pero ya no creemos que sea posible sostenerla más. Verán los dioses jugaron este juego de guerra durante miles de años. Ellos reencarnaban, combatían y alguno siempre ganaba. Pero el derrotado era solo un cuerpo humano que había servido de recipiente para un dios. La última guerra Santa dejo muertos 3 dioses, dos menores y al propio Hades por lo que algunos creen que Athena se excedió y piden venganza. Por suerte para nosotros ella nos ama, nos protege y no dejara que la tierra se suma en un nuevo caos.- Dijo a sus Discípulos. -Y nosotros la ayudaremos a que eso se cumpla.- Agregó con seguridad. Nobou sabía que había más información al respecto pero prefirió no atosigarlos con tanta de golpe, además en el santuario aun se discutían cosas que aun no le habían sido reveladas
Takezo sintió miedo pensando en que podría el mismo enfrentarse a un dios, pero se calmó de momento pensando que ese momento estaba todavía muy lejano. Debía primero concentrase en obtener la armadura de dragón.
Cuando Nobou terminó su relato el chico tenía la convicción de que haría lo que fuera necesario para que su maestro estuviera orgulloso.
—Sensei ¿Ya no es el santo de oro de Capricornio? —preguntó levantando la mano.
Nobou Sonrió ante la pregunta de Takezo. -No me parezco a un ¿verdad?.- dijo mirando su indumentaria. -Lo cierto es que si soy el actual guardián del templo de Capricornio pero no me encuentro allí porque la seguridad de la diosa está garantizada con los guardianes que están hoy en el santuario. De haber algún peligro tendríamos que mudarnos todos allí y seguir el entrenamiento en Grecia, lo que no me gusta mucho porque al haber tantos reclutas yendo de aquí para allá se pierde la armonía que quiero para el lugar de entrenamiento y ya que lo mencionas...- Dijo mientras se ponía de pie y hacia una señal para que los jóvenes lo siguieran.
La habitación principal en donde dormía el santo de Capricornio no era muy diferente a la de sus alumnos, se trataba de una habitación mediana que poseía un futon, bien al estilo tradicional japonés. Lo único que destacaba de la decoración era una caja dorada con extrañas inscripciones.
-A esto le decimos caja de pandora, aquí adentro se guarda el manto protector de los santos en este caso esta caja contiene mi armadura, la de capricornio.- Explicó. -Ustedes entrenaran para recibir el que corresponde a la constelación de Dragón y ya que estamos hablando sobre armaduras les contare sobre la que aspiran poseer. La armadura de Dragón fue usada por el patriarca Shiryu en su época. Posee el puño más duro y el escudo más fuerte de todos y además es la que vistió en el enfrentamiento contra Hades, Thanatos e Hypnos. Esa armadura está cubierta con la sangre de la mismísima Athena y al combinarse con el poderoso cosmo del patriarca logró transformarse en un Kamui, la armadura de un dios. Así como lo oyen su armadura tiene la capacidad de tomar la fuerza de el manto protector de un dios si se combina con un cosmo poderosísimo. El cual yo lograré que posean.-
—Pensé que nunca se quitaban la armadura... —respondió ágil Takezo ante la sonrisa de su maestro y lo siguió hasta su habitación.
Apenas pudo contener su asombro antes la imponente caja dorada.
El peso de la responsabilidad que ponía su maestro sobre ellos era bastante grande. Era una armadura con muchísima historia y un gran poder que requería mucha fuerza de voluntad y dedicación para despertar.
Takezo meditó un momento el significado de todo eso antes de preguntar:
—¿Eso significa que no importa la armadura si no quién la vista?
Estaba satisfecho con su conclusión. Seiya o Shyriu habrían logrado destacar aunque tuvieran otra armadura.
Logré hacer el post del teléfono. Se me juntaron varias cosas entre ellas que el 4g me estaba fallando u.u
-Exacto Takezo. No importa la protección que llevemos sino el poder que obtengamos nosotros mismos. Incluso puede que un Cloth Dorado te brinde su protección en algún momento sin que seas tú su portador. Las protecciones y los rangos están más ligados a las habilidades inherentes de cada hombre pero recuerden que el esfuerzo vence al prodigio.- Dijo mirando a ambos alumnos.
-Bien.- dijo dando un aplauso para desviar la conversación a otro punto. -Ahora que terminamos de comer debemos ir a entrenar un poco más. -Haremos algunas actividades físicas comunes y algo de elongación. Antes daremos unas vueltas a la playa para calentar los músculos.- Dijo saliendo de la habitación y encaramado su curso hacia la puerta de salida.
De esa forma comenzaba la intensa practica que Nobou les tenía preparada para futuro con el fin de convertirlos en los más poderosos guerreros de su época.