Partida Rol por web

Yo igual dijo Lou Bun mirando también a su amigo. El joven chino traspiraba como si estuviera en el corazón de un volcán. Los nervios lo estaban dejando en evidencia.

Hideo se posiciono en su lugar y comenzó a concentrar su cosmos y desde dentro del agua una columna de luz apareció para comenzar a agitar las aguas con cada embestida. Parecía como si alguien desde las profundidades del agua moviera las mareas y las alterara. El santo de Dragón Marino comenzó a manejar los vientos que fuero elevando su potencial poco a poco. Cerca de Ahi Nobou miraba el agua agitarse mientras su capa ondeaba al viento dando una imagen muy poderosa.
 No tardaron mucho en ver como las aguas se agitaban y comprendieron por fin porque decían que "una tormenta en el mar" era un de los 3 temores de un hombre sabio.
 Para cuando quisieron acordarse el tifón ya estaba formado y arremetía con todas sus furia a los jóvenes aspirantes a santos que debían ahora enfrentar a la naturaleza.

Lou Bun miro todo lo que sucedía con un fuerte interés. Sabía que su enemigo seria la naturaleza y que su competidor era Takezo uno de los Hombres más poderosos que había conocido jamás. Sin embargo estaba decidido a dar todo de si y si le tocaba perder seria tras haber sido un muy duro rival.
 -¡Rozan Shou Ryu Ha! gritó lanzando su primer ataque que en tiempos antiguos logró revertir el curso de una catarata.

Takezo observó la tormenta y dejó que agitara su cabello. Había visto a una tormenta a los ojos hace muchos años cuando vio a su protector Bam elevar su cosmos en el "ataque" a la mansión Graad. Después de aquél momento supo que solo temería la perdida de los seres queridos y que ningún enemigo lo intimidaría más.

Concentró su cosmos en su brazo derecho, como le había enseñado Nobou y lanzó un ataque a bastante rango. Con la intensión de partir el mar como había hecho su maestro cuando se conocieron.

—¡Ahhya!

Las olas embravecidas se agitaban con fuerza ante los jóvenes aspirantes a Santos. Lou Bun había atacado con una técnica muy poderosa pero los nervios le habían jugado en contra y todo su poder había dado de lleno contra la arena levantando millones de pequeños granos que fueron atrapados por el viento y enviados hacia el joven chino que se encontró cegado por aquella razón.

 Takezo tuvo más suerte, o mejor dicha mas pericia para afrontar los embates de las olas. Con la técnica que le había enseñado Nobou logro abrir una brecha en las olas socavando un poco le lecho del mar y debilitando la tormenta.
 

Si bien era su rival, Takezo no dudó en animar a su compañero.

—¡Se que puedes hacerlo, con más energía! Apunta a la base de la ola, ¡así!

Concentró nuevamente el cosmos en su brazo, inspirado por como el ataque anterior había tenido un poco de éxito contra la invencible fuerza de la naturaleza.

—¡Una vez más! ¡Haaaya!

Un nuevo ataque era emitido por Takezo y este logro hacer más débil la tormenta, amainándola en el lado en la que le tocaba cubrir al él.
Lou Bun por su parte había logrado mejorar un poco en la dirección del ataque y el sentido que tenía que darle logrando elevar su cosmo a un nivel muy bueno pero aun así no lograba poder darle batalla a la tormenta. Sus intentos eran mejores pero aún no alcanzaban.

Takezo se concentró en la tormenta que tenía de frente, le faltaba un poco más, el último paso para convertirse en caballero y llevar la armadura de dragón. Había sentido como el cosmos de su compañero se había elevado, y luego lo concentró en la palma de su mano. Mientras que el intentaba concentrarlo de una sola vez y tardaba más tiempo en obtener un nivel aceptable.

Esta vez hizo como Lou Bun y elevó su cosmos en todo su ser antes de concentrarlo en su brazo.

—¡Excalibur! —gritó mientras liberaba si ataque contra la tormenta que comenzaba a apaciguarse.

Nobou se acerco a sus alumnos y les dio unas palmadas en la espalada a modo de felicitación. -Lo han hecho muy bien, los felicito a ambos. Es un orgullo haberlos entrenado.- Dijo hablando con total sinceridad. -Lou Bun, espero que luego de esta prueba no te vayas de esta isla que es tu hogar. Yo tendré que ir y venir entre Tsushima y el Santuario y me quedaría tranquilo que alguien de confianza se quedara para proteger a la población.

-Si maestro, yo quiero quedarme.- Dijo el joven chino haciendo una reverencia, luego volteo para ver a su amigo Takezo. -Felicidades Takezo, tu más que nadie merece este honor, me alegra haber caído ante el mejor.- dijo y extendió la mano para estrechar la de su amigo.

Nobou llevo a Takezo al lugar en donde estaba la caja que contenía el Cloth de Dragón. Era una caja parecida a la de su maestro solo que mostraba la imagen de un dragón y no era dorada.
 Junto a la caja de la armadura de Dragón estaba la de Capricornio que pertenecía a la de su maestro.
-Takezo tengo que decirte que hoy obtendrás la armadura de Dragón y que se que la usaras para defender a Athena, sin embargo creo que no es el Cloth que te mereces.- Dijo e hizo una pausa.
-En todos estos años aprendí que no estaba entrenándote para convertirte en el santo de Dragón sino que estuve entrenando a mi sucesor.-
 El santo de Capricornio golpeo con los nudillos suavemente su armadura. -Se que este es el manto que tienes que vestir y te lo guardare hasta que llegue el día. Hoy vestirás el Cloth de Dragón pero en breve serás el guardián del templo de Capricornio. Mantendré a Lou Bun entrenando hasta que ese día llegue ya que quiero que reciba el Cloth de Dragón algún día. En cuanto a ti, estoy muy orgullo de la persona en la que te convertiste. De hoy en adelante no eres más mi alumno, eres mi hermano de Armas Takezo de Dragón.- Dijo e hizo una reverencia a su ex-alumno.

Takezo estrechó la mano de su amigo, al borde de las lagrimas y transformó aquel apretón de manos en un abrazo —Fue un honor entrenar contigo, hermano.

El corazón del joven no dejaba de palpitar mientras seguía a su maestro, el sabía a donde iban, al lugar donde se encontraba su cloth ¡Ahora era un caballero de athena! ¿Pero por que no estaba feliz?

Escuchó a su maestro y le devolvió la reverencia entre lagrimas —¡Siempre será mi sensei y Lou Bun mi hermano! Gracias por lo que ha hecho por nosotros. —el peso que quedaba en su corazón se vio aliviado por las palabras de su maestro ¡Lou Bun también tendría un Cloth!

—No me considero digno de tal honor, ¡pero entrenaré todos los días con el fin de alcanzar esa meta!