Partida Rol por web

Los hombres de la casa Blackbar te dan la bienvenida a Bandallon de forma amistosa. Aunque son conscientes de que el resto de tus hombres aguarda en la frontera. Recorres los no demasiado lujosos salones de la casa hasta el salón principal, donde Lord Blackbar te espera sentado en su sitial. Es un hombre entrado en años, aunque no demasiado. Se mantiene fuerte y en buena forma. Tras su barba en la que aparecen ya algunas canas te sonríe ampliamente.

- Lord Garnet, me alegro de veros. ¿A qué se debe tan agradable visita?

Lord Blackbar, como siempre, es un honor. Garnet correspondió la sonrisa, acompañada de una sutil reverencia con la cabeza. Como sabéis, disfruto de vuestra presencia, y por eso me gustaría que esta visita hubiera sido motivada por una circunstancia menos desagradable.

La sonrisa del joven había dado paso a una expresión de ligero desamparo. Garnet terminó de quitarse los guantes de monta con la mirada distraída y continuó.

Aún no hemos terminado con una rebelión y estalla otra. Son tiempos difíciles, pero debemos seguir resistiendo. Creciendo fuertes. Eso implica, desgraciadamente, que no podemos permanecer ajenos al conflicto.

Hizo una pequeña pausa para mirar a los ojos a Lord Blackbar, quien le examinaba detenidamente en silencio.

Hemos sido vecinos durante mucho tiempo, Lord Blackbar. Sería terrible que en el día de mañana, sin esperarlo, nuestros hombres se encontraran en el campo de batalla. Creo que para mantenernos fuertes debemos estar unidos. Garnet intentó evaluar la reacción del Lord. ¿No creéis?

La sonrisa de Lord Blackbar desaparece por unos momentos.

- Estoy de acuerdo, Lord Garnet, los dioses saben que tu padre siempre me pareció un buen hombre y que tú has heredado lo mejor de él. - Se removió en su asiento, como si reflexionase. - Pero unidos, ¿bajo qué bandera? Los Florent llevan ambicionando el poder desde hace siglos y han usado técnicas rastreras para hacerse el poder, no creo que sean dignos. Los Fossoway no sabrían qué hacer con tanto poder si lo tuviesen, son una casa demasiado pequeña, preparada para asuntos pequeños. Los Redwyne son comerciantes, no generales y Ser Moryn no es nada más que una marioneta de los Hightower. ¿Quién es digno de dirigirnos a todos en la batalla contra los rebeldes?

El joven Garnet cerró los ojos y se encogió de hombros con una modesta sonrisa. Intentó quitarle hierro a la situación.

Una descripción de la lamentable situación muy fiel a la realidad. No obstante, creo que siempre hay unos caminos más favorables que otros. Veo dos grandes potencias aquí; lo demás, son varios bandos oportunistas. Por un lado, los Florent tienen Altojardín y lucharán por mantenerlo, pero Lord Alester se mantiene ocupado con el sitio en Bastión de Tormentas. Perros sin cabeza.

Garnet hizo una pausa para que Lord Blackbar asimilara la idea. Ordenó mentalmente sus pensamientos y siguió.

Y Lord Moryn Tyrell. Así es, utilizo el título... puesto que es el siguiente Tyrell varón, y en quien a ojos de Su Majestad Aerys debería recaer el control del Dominio, si esta triste rebelión termina pronto, esto es.

La reacción del señor de la casa se dejó esperar. Antes de que terminara de evaluar su discurso, Garnet lo concluyó con una última afirmación.

Y a fin de cuentas, la Ciudadela es poderosa y se encuentra muy cerca de nuestras tierras. No sería agradable tener que enfrentarse a un vecino de tal magnitud.

Lord Blackbar no pareció demasiado convencido.

- Sí, es cierto que Ser Meryn - hace cierto hincapié en el título - es el legítimo heredero, pero eso no le convierte en digno heredero. No querría enfrentarme a los Hightower, ¿pero por qué habría de apoyarles en su causa?

Se recostó en el trono, expectante.

- Comprendo que Lord Leyton os haya enviado para convencerme. Pero mi casa no marchará a la guerra sólo por amables palabras.

La reacción del Lord cogió a Garnet por sorpresa. Decidió poner las cartas sobre la mesa.

Es una sagaz deducción, pero me temo que errónea, milord. La iniciativa no es de Lord Hightower, sino mía, pues aún no he intercambiado palabras con él, o con Ser Meryn. La iniciativa aporta confianza, milord. Quien se una a la batalla cuando la sangre llega a sus puertas no se ganará la confianza de aquél a quien apoye. Quien tome una decisión temprana y apoye a un Lord, se ganará su respeto... y podrá reclamar recompensa en concordancia a los hechos.

Mi interés va más allá de la justicia a la hora de establecer el nuevo Lord del Dominio. Mi Casa necesita crecer y recobrar el esplandor de antaño y dejar de ser una sombra de La Ciudadela. Recorreré las tierras cercanas y llevaré guerra a los que se opongan a los Hightower. Después reclamaré las tierras en recompensa.

Hizo la pausa necesaria y la mirada de Lord Blackbar formuló la pregunta necesaria. ¿Qué ganan los Blackbar con eso?

Si los Blackbar luchan de lado de los Pansy, milord, creceremos juntos. Os ayudaré a conseguir dos regiones para vuestra casa, antes de comenzar a expandir mis fronteras.

Y si Lord Hightower o Ser Meryn no resultan ser... agradecidos... cambiaremos la capa, cambiaremos la excusa, pero no el objetivo. Como si es necesario asediar Antigua.