En el universo Shadow Hunters hay diversas razas que se dedican a cazar lo sobrenatural. Por supuesto hay muchas más con aptitudes, pero estas, por su mentalidad u otras razones son las más activas. Hay dos tipos de grandes razas: los Anclados y los Libres.
Los Anclados provienen siempre de otra Zona y habitualmente visitan la Tierra solo para cazar, investigar o alguna razón más personal. Todos los Anclados tienen algo en común, en su mundo hay algún tipo de regente o gobernante. Es este el que les envía a cazar puesto que, en ocasiones, las criaturas que le sirven se escapan de su control (en el caso de los Ángeles, sus enemigos más directos, los Demonios). Cuando eso pasa hay que devolverles a su zona o destruirles.
Muchos Anclados deciden quedarse en la Tierra (o Zona en la que se encuentren) una vez cumplida su misión, habitualmente para vigilar, aunque también pueden haber otras razones (amor, cariño por la humanidad, deseo de libertad...). Con el permiso de su regente, puede hacerlo. Casi todas las Razas Elementales que se conocen son Ancladas.
Las Razas Ancladas tienen en común el poseer una Virtud y un Talón de Aquiles.
Los libres son razas "sin amo", aquellas cuyo mundo no está controlado por ningún tipo de gobernante o rey, por lo que tienen gran libertad de hacer con él lo que deseen. En el Universo hay muchas menos razas Libres que Ancladas. Las razas Libres no poseen ninguna virtud ni ningún Talón de Aquiles.
Los ángeles vienen de la Zona conocida como la Ciudad de Plata, aunque son originarios del paraíso. Desde ella, son enviados a otras Zonas para cumplir diferentes misiones, que dependen del líder del ángel. Cada uno de los cinco arcángeles que gobiernan la Ciudad de Plata (y también Azrael en el inframundo) tienen legiones de ángeles a sus servicios. Lo más común es que los ángeles de la hueste de Miguel opten a ser un Shadow Hunter, ya que es el patrón de la fuerza, la justicia y la guerra. Sus ángeles están más preparados para la batalla.
Los ángeles no suelen prestarse a este tipo de misiones y la razón es muy fácil, solo es un viaje de ida. Al contrario que otros Anclados, cuando un ángel abandona la Ciudad de Plata no puede volver a ella, ni comunicarse con sus habitantes. Miguel envía a sus hijos a diferentes Zonas. Una vez en ellas, su misión es simple, esperar y observar, habitando con los nativos de la Zona y llevando su misma vida. En el momento en el que surge el peligro, los ángeles salen de sus madrigueras y actúan.
Los ángeles son inmortales y cuando un ángel llega a una Zona, se encarna en la forma de la Raza dominante. La encarnación es completa y el ángel es indistinguible de un ser humano normal. Los ángeles controlan su envejecimiento a voluntad, por lo que muchos vuelven a cada generación como sus hijos. Algunos evitan lazos afectivos con humanos, aunque su natural arrogancia hace que muy pocos puedan tener una amistad duradera con ellos.
A pesar de lo dicho, se puede aniquilar la forma física de un ángel de la misma forma que se mata cualquier criatura. Entonces el ángel vuelve al paraíso y jamás retorna a su antigua misión.
Los Elfos son la raza nativa de Faerie, Zona Elemental del Aire. Son descendientes de Oberón y Titania. Los elfos son de complexión delgada, rasgos muy finos y muy bellos. A los ojos de un humano, poseen una belleza excepcional. Todos tienen las orejas acabadas en punta, por lo que la mayoría llevan el pelo largo para ocultarlo. Muchos modelos residentes en la Tierra trabajan como modelos o actores de cine.
Las razones por las que los elfos vienen a la Tierra son variadas, a pesar de ser una raza Anclada, tienen una innata rebeldía. Muchos elfos sienten fascinación por las culturas extrazonales, pero en otras ocasiones, reniegan de sus reyes y se van por su cuenta.
Aunque no son fieros guerreros, los elfos que se dedican a ser Shadow Hunters son eficaces. Su obsesión por la perfección les hace perseguir metas hasta la extenuación. Aunque los elfos se dedican a cazar otros feéricos escapados de su mundo y devolverles allí, si la situación lo exige aplican sus habilidades a cualquier adversario.
Para los elfos hay una vergüenza irremediable, un error del pasado que no volverá a ocurrir. Durante el imperio romano, Oberón mando a Ninfas y Sátiros para rendir culto a los humanos, estudiarlos y así conquistar la zona. Los elfos se rebelaron, viajaron en masa a la Tierra, atraparon a todos los feéricos y los retornaron a su Zona. Oberón renegó de ellos, causando una guerra durante siglos, tras la cual Oberón cedió a volver a acogerlos en su seno. Los elfos Shadow Hunters se dan cuenta pronto de que los demás Shadow Hunters (da igual su origen) les aceptan con facilidad, lo que hace que confíen en ellos.
Con las características de esta categoría admito cualquier feérico: Hadas, Ninfas, Faunos, Sátiros, Sílfides, etc.
Las gárgolas provienen de la Zona Elemental de la Tierra, conocida también como Jotunheimen y gobernada por los gigantes. Para proteger el mundo y otras zonas, los gigantes crearon a las gárgolas. Las gárgolas llegaron a la Tierra durante la prehistoria y se establecieron por su cuenta, manteniéndose alejadas de los humanos. Estos seres tienen su propio sistema social basado en familias y clanes. Su único trato con los humanos fue cuando enseñaron parte de la Magia Elemental a los pueblos celtas, creando así los druidas.
Aunque no son realmente elementales, las gárgolas llevan la Tierra en su corazón allá donde residen. Son seres fácilmente identificables. Son altos, musculosos, de aspecto poderoso y fuerte. Su rostro es de apariencia horrible, con orejas puntiagudas, pequeños cuernos y afilados dientes. Su piel tiene una clara forma pétrea, dándoles un aspecto sumamente grotesco. Las gárgolas se distinguen por ser unos fieros luchadores, superiores en combate cuerpo a cuerpo. Tienen toda una serie de sistemas de lucha y artes marciales milenarias.
Las gárgolas tienen un férreo sistema de gobierno basado en la edad. Son una de las razas menos longevas del universo, su esperanza de vida es de unos 60 años. Las gárgolas pasan sus primeros 5 años de vida aprendiendo de sus maestros. Después de este periodo empieza su etapa como "protector", que dura 6 años y en la que vigila el refugio del clan. Tras este periodo, si los ancianos del clan consideran que ha alcanzado la edad adulta (12 años), se le otorga el cargo de "cazador", que es cuando la gárgola comienza su carrera como Shadow Hunter. El tiempo como cazador varía de una gárgola a otra, unas son cazadoras toda su vida, lo que les convierte en héroes recordados y admirados. Otras se vuelven más contemplativas y piden un puesto en el Consejo de Ancianos del clan.
Un clan de gárgolas está dirigido por un Consejo de Ancianos, con las gárgolas más viejas y sabias, sin importar el sexo de estas. Una vez cada 20 años, entre todos los consejos se eligen a los líderes supremos. Las gárgolas tienen la Tierra dividida en sectores que llaman "Protectorados", cada uno de los cuales está regido por un líder de clan.
Con las características de esta categoría admito cualquier cambiaformas: hombre lobo y similar. El Talón de Aquiles será modificado y tendrán el mismo que las Valquirias.
Las Valquirias son los espíritus elementales del fuego. Provienen de la zona de Asgard y son las hijas de Odín, gobernante de la zona. Hace mucho tiempo, Odín hizo un trato con Azrael (para él Hela) y los Reyes Elementales, mediante el cual puede reclamar las almas de los seres que él considere valerosos y acogerlas en el Valhalla para convertirlos en los Einherjar, los guerreros de élite de Asgard. Para realizar esta prueba, el señor del fuego cuenta con las valquirias.
Cuando una valquiria llega a una zona, inmediatamente busca ejemplos de seres valerosos entre sus habitantes, la gran mayoría son Shadow Hunters. La valquiria acompaña a los seres elegido allá donde va, ayudándoles, protegiéndoles y evaluando si son dignos de entrar o no en Asgard. Cuando uno de los seres que ayuda muere, la valquiria dibuja una runa especial en el cuerpo del difunto, entonces, su alma elige seguir su ciclo o residir en Asgard. Si el alma acepta, la valquiria toma forma espiritual, separándose de su cuerpo físico por un tiempo (durante el que está clínicamente muerta) y lo conduce hasta allí. La excepción a esto son los oscuros. Una vez la valquiria ha guiado el alma, vuelve a su cuerpo y busca otro guerrero que juzgar.
Las valquirias tienen una apariencia muy próxima a la de las mujeres humanas, aunque todas acostumbran a poseer una gran belleza. Sus rasgos son hermosos, y sus brillantes ojos suelen mirar con intensidad y fiereza, como desafiando a sus interlocutores. Las valquirias no envejecen, por lo que tienen que cambiar de lugar de forma casi continua o se arriesgan a ser descubiertas.
Los humanos son una raza libre y, por tanto, tienen derecho a gobernar, transformar o destruir la zona a su antojo. Por desgracia, la Tierra es codiciada por otras muchas razas. En el pasado la querían los feéricos, desde siempre han querido controlarla o destruirla los caídos, y hay muchos seres que la desean. Por todas esas razones, los Shadow Hunters humanos están preparados para luchar contra casi cualquier manifestación del mal. Aunque otras razas son mejores en algún campo que ellos, los humanos tienen la asombrosa capacidad de coger "un poco de todo" de cada raza o cultura con la que se encuentran. La mayor razón por la que un humano se convierte en un Shadow Hunter es por casualidad, sus vidas son normales y corrientes como las de cualquiera, hasta que se encuentran con algo sobrenatural y lo derrotan (sufren su Revelación).
Un Shadow Hunter humano sigue este camino por dos razones: la caza por venganza o aburrimiento y diversión. Pero estas son las motivaciones más extremas. Otra posible motivación es la tradición social. Muchos humanos están convencidos desde niños, debido a sus convicciones religiosas o culturales, de que lo sobrenatural existe y se preparan duramente a lo largo de su vida para encontrarse con ello y destruirlo. Aunque lo habitual es que estos Shadow Hunters mueran jóvenes, muchos aprenden a sobrevivir y cazan a lo largo de sus vidas, lo que les convierte en muy eficaces contra el mal.
Muchos humanos se dedican al estudio de lo oculto de manera teórica, algunos se acercan poco a poco a la verdad y acaban actuando. Lo malo de estos es que suelen pensar que todo lo que sale en las leyendas es cierto, lo que hace que cuando se acerca su Revelación eligen los métodos equivocados para combatir a lo que se enfrentan. Sin embargo, algunos aciertan y prosperan en sus carreras, convirtiéndose en poderosos Shadow Hunters.
Algunos humanos "heredan" el puesto de Shadow Hunters. Familiares o amigos se han dedicado durante toda su vida a la lucha contra el mal y ahora, cuando la vejez ha llegado y están cansados para seguir luchando, buscan entre sus allegados alguien a quien entrenar para ocupar su puesto.
Los humanos son fáciles de corromper. Hay muchos humanos malvados en la Tierra, a los que los Shadow Hunters combaten con la misma fiereza que a toda la serie de criaturas de otras zonas. No hay nada más triste que un Shadow Hunter al que el Lado Sombrío ha seducido y se ha vuelto tan malvado como las criaturas a las que antaño combatía.
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Los oscuros son una raza mucho más antigua que la humana, no nativa de nuestra zona. Al contrario que el dios de la Tierra, el de su mundo ejercía una influencia mucho menos sutil sobre esta raza y sus "ángeles" eran unos esclavistas. El mundo de los oscuros avanzó a partir de la magia en lugar de la ciencia, como en la Tierra, por eso los oscuros son poderosos hechiceros. Investigaron para destruir al dios de su mundo y a los ángeles, comenzaron una batalla abierta que duró siglos. En la batalla final, consiguieron acabar con dios con un poderoso hechizo, esto provocó una reacción en cadena, que causó la destrucción del planeta donde vivían, así como las zonas circundantes. Los oscuros, que habían previsto esta posibilidad, realizaron un hechizo que separara las almas del cuerpo que habitaban. Una vez fuera, las almas se desperdigaron por todo el Universo, viajando a diferentes zonas.
Un grupo de estos seres llegó a la Tierra sobre la prehistoria y se asentó en la Atlántida. Allí ocuparon los cuerpos de los humanos, haciéndoles evolucionar y convirtiéndose en los primeros pobladores inteligentes del planeta. Los avances que hicieron fueron imitados por los humanos, así los oscuros contribuyeron al desarrollo de la humanidad. Al destruirse la Atlántida, los oscuros tuvieron que buscar otro cuerpo que ocupar, usando los de otros humanos debido a que deben ocupar cuerpos afines con sus formas originales (no pueden poseer Anclados).
Su época más difícil fue durante la Inquisición, ya que eran el ejemplo más evidente de que el diablo existe, magos que no ocultan su magia y se jactan de ella. Actualmente los oscuros se mezclan libremente con la humanidad, y solamente revelan sus poderes a quienes consideran dignos de ello (normalmente a sus compañeros Shadow Hunters).
Las almas de los oscuros no pueden pasar a ninguna zona superior una vez muere el cuerpo que ocupan. En su lugar, las almas se quedan flotando en la zona. En la Tierra solo pueden ocupar cuerpos de niños humanos que mueren al nacer. Una vez ocupado el cuerpo, el oscuro lo olvida todo acerca de su pasado y orígenes, aunque suele manifestar una serie de aptitudes y poderes que clarifican de forma evidente su origen. Entonces, otro oscuro miembro de la Sociedad de los Jainistas le encuentra y le revela todo. Hay un número limitado de oscuros y los hijos de oscuros son humanos, a menos que este muera en el parto.