Partida Rol por web

La calleja en la que está ubicada la taberna es todo un catálogo de rufianes y de los bajos fondos londinenses, os dirigís a la barra donde Porki, haciendo honor a su apodo, suda como un cerdo vigilando la "elegante" clientela que llena su local, notáis la mirada de los parroquianos, con sus gorras caladas, rostros patibularios que siguen vuestros pasos detectando que no formáis parte de su círculo, afortunadamente para vosotros.

- Hombre Wiggins, el gran señor se digna a volver entre nosotros, - Tras los saludos de rigor, Wiggins va directo al grano y pregunta por el asesinato de Courtney Allen.

- Ummm un asunto feo el asesinato de Allen - dice Porki - Pero no puedo ayudarte, conozco varios navajeros pero usar pistolas es algo que está bastante por encima del personal que se mueve por aquí, de todas maneras si me entero de algo te avisaré, tomar una cerveza invita la casa.

Apartados en un rincón de la barra tomáis vuestra consumición, la visita al Raven & rat no ha sido muy fructífera.

Ronald no había apuntado demasiado alto yendo a los suburbios, y como tal se llevó un chasco al darle la información que allí sólo se contrataban matones de poca monta. Todos con armas blancas para realizar sus crímenes, el asesinato apuntaba a clases más altas y otra vez confundido por sus inacertados pasos preguntó a Wiggins sobre su nueva localización.

- Nada Wiggins otro tiempo perdido, creo que deberíamos de ir o visitar en vez de los suburbios a personas más cualificadas, según vi en la agenda de Holmes... Hay un periodista que se ocupa de asuntos criminales, un tal Quintin Hogg, podíamos ir a verlo si estás disponible para abrirme las puertas y poder tener una charla con él, ¿qué me dices?

Wiggins te lleva al despacho de Quintin Hogg, os recibe y parece contento de recibir a Wiggins:

- Bien, Wiggins ¿Qué le trae por aquí? ¿Está ayudando a Holmes en alguna investigación? - mientras revuelve papeles en su desordenado escritorio.

- Sí, por supuesto. - Responde Wiggins. - Estábamos por el barrio y hemos decidido hacerle una visita a ver si nos puede aclarar algunas cuestiones, le presento a mi compañero Ronald West.

- Buenas señor Quintin, estamos investigando el asesinato de Courtney Allen, antiguo presidente de la Sociedad de Armamentos Grant. Tenemos algunos nombres que me gustaría que investigara, pues el asesinato fue con una de las armas fabricadas en la empresa del fallecido.

- Richard Camp, Alexi Meshkoff, Lord Henry Ragland, capitán Eggan, Conde von Schulenberg, Emile Zobar, la condesa Von Schulemberg, la esposa del agregado militar. Su nombre real es Freda Rudel. Herry Higgins, Sir Clayton Partridge, Gregory Cardiff, Chester Carley, Richard Mairhart, Montgomery Eustace, Rudolph Noble, Albert Welch.

- Hmmm eso si que es interesante, he oído decir que podría tener algo que ver con un proyecto que estaban llevando en su empresa para el gobierno ¿Qué hay de cierto en ello? - Parece que el periodista busca ampliar sus datos.

Sí, así es señor Quintin, era el proyecto especial Courtney que presentaba un sofisticado cañón, según el fallecido creía que uno de los miembros de su empresa en concreto uno de sus ingenieros más brillantes, Richard Camp, pasaba información a otro gobierno. En unas notas que se encontraron en el maletín del fallecido aparecían unas siglas y palabras, según la charla con el capitán Egan, esa nota informaba que en la taberna Spaniard en el mismo día que falleció el señor Courtney Allen había una reunión a las diez de la noche donde se demostraría a quién pasaba información el señor Richard Camp. Indagando en la taberna descubrí, que bajos nombres falsos el señor Richard Camp había quedado con el agregado ruso Alexi Meshkoff, y habían intercambiado papeles de sus maletines en una sala privada de dicha taberna. 

Por lo demás le puedo decir, que el fallecido señor Allen fue asesinado con la misma arma fabricada para fines militares y policiales. Que dicha arma fue regalada a los miembros del proyecto, entre ellos se encontraba en posesión de dicha arma el señor Richard Camp, que en el lugar del crimen se halló un cigarro de la variedad imperial que entre sus consumidores estaba el señor Richard Camp. Así que todo indica que las averiguaciones del fallecido señor Allen eran acertadas, aunque tanto el capitán Egan como Lord Ragland ingeniero, diseñador y vicepresidente de la empresa creen que las sospechas del fallecido eran infundadas.

El periodista se mueve en su sillón, - El otro día en el Black Crown varios periodistas comentaban que podía estar implicada una potencia extranjera, espionaje, secuestro e incluso homicidio. No se si el asesinato de Allen entra en alguna de estas categorías , pero su muerte ha hecho que me lo plantee como una posibilidad, por ahora, todo lo que se es lo que ha comunicado Scotland Yard. Voy a ponerme a investigar y hacer unas preguntas por aquí y por allá, en cuánto sepa algo se lo haré saber.

El periodista transmite sinceridad y tras despediros de él, marcháis. Esta visita parece que no os ha revelado nada, al contrario, ha abierto la puerta a nuevas hipótesis sobre el asesinato.

Lo que le reveló el señor Quintín era muy importante pues abría el caso a nuevas posibilidades, al mencionarle que una potencia extranjera podía estar implicada en todo este caso de homicidios y espionaje. - Wiggins, tenemos otra pista más sobre el caso, lo de la implicación de una potencia extranjera nos ha dado otra visión sobre cómo afrontar este asesinato. 

Miró con un gesto sonriente al pícaro, pues otra vez veía un camino a seguir tras un momento de oscuridad. - Creo que es el momento de visitar a Mycroft Holms. Según la lista de informadores que nos proporcionó Holmes, es una eminencia gris y fuente de información para todo lo que atañe al gobierno. Siendo un asunto de las altas esferas, debemos de hablar con los mandamases, necesito otra vez tu ayuda Wiggins para concertar cita.

En el Club Diogenes, Mycroft Holmes se reúne con vosotros en el salón de visitantes, su sonrisa tras las presentaciones y la confianza que demuestra, así como su físico hacen dudar que los Holmes sean hermanos realmente:

- ¿ En que puedo serle útil maestro Wiggins ?

- Sr. Holmes, nos ocupamos de un caso junto a su hermano. ¿Podría ayudarnos hablándonos de la Sociedad de Armamentos Grant?

- Se poco sobre la Sociedad - dice Mycroft sentándose pesadamente en un sillón - Lo que se es que Grant trabaja en un proyecto secreto para el Almiraztango.

- Señor, he venido hacia vos por ser según me han informado una fuente de información en lo que atañe al gobierno. Tenemos indicios de que el fallecido señor Courtney Allen fue asesinado con el arma de su proyecto especial Courtney, también llamado PE:10, cuyo número corresponde al cañón de tan brillante arma. Esta arma además de ser vendida a nuestro gobierno, fue regalada a varios participantes del proyecto, y el señor Allen creía que alguien de la empresa había estado pasando información a otro gobierno. Según la línea de investigación que seguimos, un tal Richard Camp, un brillante ingeniero del proyecto había quedado en una taberna con el agregado ruso Alexi Meshkoff, ambos con nombres falsos y habían intercambiado papeles de sus maletines en una sala privada de dicha taberna. 

Se comenta según las últimas noticias de Scotland yard que puede estar implicada una potencia extranjera en asuntos de espionaje, secuestro y homicidio. Vengo a vos para que me pueda dar datos sobre posibles potencias que podrían utilizar estos medios para agenciarse el proyecto Courtney.  

También he de decirle que parece ser que la condesa Von Schulemberg, la esposa del agregado militar. Su nombre real es Freda Rudel, parecía ser amiga íntima del fallecido señor Allen, y no sé si también había sido una forma de llegar al proyecto Courtney. ¿Qué opina?

Mycroft sonríe ante la exposición del hasta ahora desconocido West, tras escuchar y meditar responde:

- La existencia de este proyecto seguramente es muy conocida en el ámbito del armamento, probablemente aparte de gente de nuestro gobierno, por descontado - En ese momento, baja la voz y mira alrededor - Y seguramente, todos los agregados militares destacados en Londres: Del Guerra, el agregado español, Zobar y Meshkoff. Respecto a Von Schulenberg, se comenta que es algo más que el agregado de defensa militar alemán.

Cuando el caballero empezó a contar algo sobre un cierto rumor acerca del embajador alemán, Ronald se inclinó más sobre el asiento en dirección hacia él, para así demostrarle su grado de interés por saber a qué tipo de rumor se refería.

- Señor Mycrosft, por favor si tiene algún rumor que desconocemos, me gustaría que tuviera la confianza de comunicárnoslo pues para eso hemos venido. Para esclarecer este asesinato y cualquier rumor puede ser crucial para dar más luz al caso, también he de decirle que el señor Richard Camp visitaba con frecuencia la embajada francesa desconociendo con qué fin. Con lo cual al final se le apartó del proyecto aunque Lord Ragland y el Capitán Egan sostienen que las sospechas del fallecido eran infundadas.

Mycroft, sonríe ante la pregunta del joven, parece bastante atento y ha cazado enseguida la insinuación:

- Todos los diplomáticos se dedican a recabar información, pero hay ciertas maneras que no son correctas, entonces uno pasa a ser otra cosa distinta a un diplomático, entienda que como miembro del gobierno no puedo formular acusaciones sin tener la certeza absoluta, pero estoy seguro que me ha comprendido perfectamente. Por cierto, su nueva esposa no es su nueva esposa, su esposa se llamaba y sigue llamándose Freda Rudel.

- Comprendo quiero decir que comprendo que no quiera expresarse abiertamente, pero mi duda es si usted cree que si algún agregado militar pudo chantajear al señor Ronald, incluso amenazarlo y en última instancia asesinarlo. ¿Cree que existe algún gobierno de los agregados militares que haya podido llegar a ese extremo?, pues como ya le comenté se rumorea sobre ello. En cuanto a recabar información pues el agregado militar utilizaría a una mujer para ello, según me ha comentado, pero si Freda Rurel es la mujer del agregado militar Alemán, ¿quién es la condesa Von Schulemberg?, ¿o es que utilizó a una mujer para que se hiciera pasar por su esposa?, puede contarme esa confidencia abiertamente pues no tengo pruebas para que usted tenga que testificarlo ante un tribunal, en cambio su rumor me podría llevar a acertadas conclusiones. 

Mycroft escucha atentamente las explicaciones y sospechas de West, sonriendo ante la perspicacia del joven, pero era claro que la experiencia en las relaciones internacionales era algo que se escapaba al más preparado de los investigadores. Una recepción, era algo que para la mayoría de los mortales no pasaba de varios diplomáticos comiendo, charlando. Para los preparados expertos en relaciones internacionales era la ocasión de hacer negocios, atraer aliados para futuros conflictos, tantear las fuerzas de enemigos y su capacidad de reacción.

- Amigo West, una bonita mujer abre muchas puertas, tenga en cuenta que todos los dirigentes son hombres, una mujer bonita, con el atractivo de ser la esposa de un diplomático, puede ser el cebo que atraiga a muchos incautos y no duden en desvelar muchos de sus secretos. Puede que haya habido influencia extranjera, pero necesitan alguien en el entorno de la víctima para recabar datos, espero que tenga mucha suerte en sus investigaciones. Nada me gustaría más que consiguieran bajar los humos de mi exasperante hermano. Señores ha sido un placer, pero debo marcharme, tengo obligaciones que cumplir.

Se levanta y estrecha vuestras manos mientras se marcha.

Ajustándose su gorra, sube las solapas de su chaqueta, mientras te mira:

- Bueno, creo que por aquí hemos terminado, no se si hemos dejado algún cabo suelto, pero deberíamos tener ya alguna pista clara, pienso que hemos tenido al culpable cerca, ¿Qué crees?.

La información del señor Mycroft era reveladora pero tampoco se quiso expresar con claridad, todo se encaminaba a que tenía otra mujer atractiva y que la utilizaba para sacar información. Había sido el gancho para que el fallecido Allen le informara. Esa mujer se hacía pasar por su esposa, aunque su verdadera esposa no era ni mucho menos tan atractiva ni iba a confraternizar con personas para sacarle información.

La sensación que le dio a Ronald con respecto al señor Mycroft fue que era un hombre algo presuntuoso, y cuando habló de bajar los humos de su hermano, pensó que sus humos también alcanzaban cotas elevadas. Pero por educación Ronald no osó hacer tal comentario aunque lo pensara.

Fuera en la calle Wiggins le preguntó sobre el culpable, después de pensarlo mirando hacia el bullicio de la gente y el ruido de los coches, miró al pequeño pícaro algo confundido: - no lo sé Wiggins, tenemos que el fallecido señor Allen creía que el chivato de la empresa era Richard Camp, y lo podía haber sido, pero también tenemos que el embajador alemán utilizaba sus métodos para conseguir información. Pero en la muerte del señor Allen, ¿quién salía ganando? Su mujer, el que ahora es el representante de su empresa, o que una embajada enemiga se viera incriminada por que se le siguiera a su espía, que sería el caso de Richard, hay un gran repertorio de posibilidades. Que otra embajada no quisiera que esa arma se popularizara, o que quisiera trabajar con otro representante que no fuera Allen. Las respuestas pueden ser muchas.

Podíamos visitar al señor Guerra, si él nos dice que el embajador alemán estuvo con él la noche del asesinato tendríamos una persona menos en la lista de culpables. 

Nuestra entrevista con Hector del Guerra en su domicilio se interrumpe bruscamente por la llegada por la llegada al salón de tres niños pequeños. Entran como un torbellino en la sala y salta sobre su padre, cubriéndole de caricias y besos. Detrás de ellos su institutriz refunfuña órdenes en español, lo que trae de nuevo la calma.

Tras las presentaciones de una forma respetuosa, con una torpe reverencia de los niños la institutriz les lleva fuera y el Sr. del Guerra puede continuar.

- ¿El 9 de marzo?, claro que recuerdo celebramos una recepción en honor de mi esposa por nuestro aniversario. Fue una cena oficial, ya saben. Hubo una treintena de invitados, los primeros llegaron sobre las 19,00 horas, recuerdo que el Conde von Schulenberg y su esposa llegaron sobre las 20,30, fueron los últimos.