Adaptación para la web del juego "Sí señor oscuro".
Esta vez el plan se lo habían puesto a huevo y la Señora Oscura, pensaba aprovecharlo. No era la primera vez que intentaba hacer desaparecer Umbría, pero ahora sí, tenía un plan infalible y para ello necesitaba esbirros, ya que los últimos, bueno, digamos que habían sido demasiado incompetentes para cumplir su trabajo.
A los oídos de su oscurísima majestad había llegado la liada que había habido en Umbría con eso del carisma y se le ocurrió que si robaba esos puntos, luego sólo tendría que devolvérselo a sus dueños a cambio de sus almas.
Sí, sería algo más lento que matarlos a todos dolorosamente, pero ya se encargaría de que se retorcieran durante toda la eternidad.
Así, la mismísima reina estuvo vigilando el traslado de las cosas a la nueva base umbriana, a la que ridículamente habían apodado "natilla" y tuvo la certeza de que los puntos de carisma se trasladarían en los mismos camiones que las remolachas para los cuervos.
Ahora, necesitaba unos esclavos esbirros que consiguiera traerle esos puntos por los que los umbrianos se desvivían y así, que su plan maestro funcionara.