Énone se llevó la mano a la cara mientras escuchaba a los muchachos hablar. Volteó a ver a Tayen —se había sentado a su lado— con cara de derrota. Estos críos eran de los que eliminan avisperos a palos.
—¿Es que queréis quedar convertidos en, en... OS queréis morir? No deben haber nada de eso. No vayan al colegio y no se expongan ¿Es que no entienden que esa es la razón de que esas abejas les estén persiguiendo? Por Dios... ¿Tienen más amigos en su grupo? Tienen que entender que ellos también podrían correr el mismo peligro y ahora necesito que me hablen más de ese tal Ryan y su padre — notó el resentimiento en el tono de Brad, imposible no hacerlo, así que le mintió—, si ellos tienen que ver en esto nosotros nos encargaremos de ellos. ¿Ok?
Dejó que los muchachos hablarán mientras volvía a mirar al frente. En realidad se le había difícil encontrar motivación para defender a aquellos críos y casi, casi, que se ponía del lado del demonio. Sacó su móvil y comenzó a anotar las pistas que tenían hasta ahora junto con lo que ellos iban diciendo (si es que lo hacían)
CASA TOMKIN, PROPIEDAD DE UNOS AMIGOS DE JOEL Y BRAD.
PERSEGUIDOS POR ¿RYAN CHAMBERS? ES HIJASTRO DE UN JUEZ.
Un Juez... seguro Scarlett podía conseguir algo con eso. La imagen de Scarlett, derrotada y cansada en el banco volvió a su mente. No parecía la figura de un cazador que ha perdido su presa. Habla algo más ahí... y lo que le había dicho:
"No confías en mí, no confío en ti. Es así de simple"
No tenía sentido... a menos que... Suspiró y cambió de aplicación para mandar un mensaje a Scarlett.
Los gamberros reconocieron al niño abeja demonio como Ryan Chambers, el hijastro del juez.
Quizas deberia haber puesto algo más. Pero desistió. Dió un vistazo a los mocosos para que supieran que les seguía escuchando y a Tayen, para ver su expresión, y siguió escribiendo.
EL HECHIZO SOLO FUNCIONA SI LA VÍCTIMA TIENE LA VOLUNTAD DE QUERER SER LIBERADA.
El sello que Ma'At le había mostrado aún estaba impreso en su memoria con fuerza, solo le bastaba con cerrar los ojos para verlo. Ahora restaba preguntar.... ¿Cómo funcionaba?
—Tayen, ¿tienes papel y lápiz en esta cosa? —preguntó abriendo la guantera.
Mensaje de Texto al móvil de Scarlett:
Los gamberros reconocieron al niño abeja demonio como Ryan Chambers, el hijastro del juez.
-¿En esta cosa?- De improviso me volví hacia Enone frunciendo el ceño.- Esta cosa se llama Fantasma y es un clásico que más potencia que...
Chasqueé la lengua con molestia, dándome cuenta de que discutir con Enone sobre el valor de un automóvil era como discutir con un viejo sobre que la música moderna era mejor (o peor)
- Busca en la guantera.- Dije mirando hacia atrás y mirando fijamente a los críos.- Creo que hay una libreta y un lápiz debajo del sujetador de Haniel. Y en cuanto a vosotros... - Tome una inspiración profunda al cigarrillo.- ... Sabía que erais unos cabroncetes con los pringaos.- Solté el humo en su dirección ahumándolos un poco.- Pero ahora los pringaos sois vosotros y yo la cabrona suprema. Así que si no queréis terminar como puré de bicho, en lo que tardo en llevaros a vuestra casa, ya podéis soltar por la boca todas las respuestas a lo que mi compañero os diga.
Hice un gesto con la cabeza hacia Enone, a ver si él daba con algo que pudiera sacar a los niños que fuera de utilidad. Yo miré a Scarlett en la acera de enfrente con la mirada... extraña. Arranqué el coche y esperé a que los chavales empezaran a hablar, empezando por la dirección de su casa.
Mensaje mental a Scarlett
- ¿Mama osa? Vamos a llevar los críos a su casa. No tardes en volver con nocotros.
Sentimiento de extrañeza. Se cuela una pregunta fugaz no formulada por Tayen "¿Qué le pasa?"
Me senté en el banco que encontré, cansada, dejando la bolsa con mis cosas entre mis piernas y saqué el móvil de nuevo de mi chupa de cuero. En ese momento apareció Kerrel. Sabía que rondaría por allí, al menos había sido listo y no se había descubierto ante los demás.
- Así que... lo has visto todo. ¿Y no te da miedo venir a mi lado? - Le pregunté con curiosidad y calma, cuando terminó de hablar, dejándome mucha información y preguntas que hacerle. Más de las que suponía. - Exorcista... sí... eso fui hace mucho. - Ahora era más fácil ejecutar a los demonios y dejar los exorcismos a quienes realmente pudiesen hacerlos con eficacia: los Guardianes en las Iglesias elegidas. No sabía si allí habría alguna, pero sabía quien me lo podría decir. Estaba sentado a mi lado. - Ahora soy una cazadora. No puedo hablarte por ellos. No sé ni lo que son ahora mismo.
En ese momento sonó el móvil, creí que era Henry de nuevo, pero no, era Énone y la información que me envió ya la tenía a medias. Ni me molesté en responderle. Notaba como se me inflamaba la cara, como me picaba parte del cuerpo incluido el cuero cabelludo. Las picaduras de las abejas iban liberando poco a poco el veneno de los aguijones clavados en la piel. Debía darme prisa en hablar con el chico e ir a un lugar donde vendiesen los medicamentos que me mandó Henry o si tenía demasiadas picaduras o muchas en el cuello, ya podía correr a un hospital y rezar porque me sacasen de esa.
- Déjame ver tu móvil. No seguiré hablando hasta que no vea si no estás grabando todo esto. No es que no me fíe de ti, es que no me fio de nadie que no conozca. No te lo tomes a mal. - Le dije al chaval. - Además, debo decirte que has sido valiente por ir a verlo y no huir asustado, poniéndote en peligro ni salir de tu escondite hasta ahora. Sabía que estabas por allí, pero estaba demasiado ocupada con ese... Ryan Chambers. - Tras comprobar el móvil del chico, cerrar cualquier aplicación de grabación si funcionaba en ese momento, me quedé con el móvil. - Te lo daré cuando borre lo grabado y te deje en casa. Si grabaste lo ocurrido quiero verlo todo y, dependiendo de como se vea, lo dejaré para que te lo quedes de recuerdo o lo borraré. No quiero mi cara en internet. A parte de que es ilegal subir material con terceras personas sin permiso de las mismas y si esto aparece, ya sé quien lo ha subido y difundido. Y para un chaval inteligente en el pueblo no quiero estar a malas con él.
Pude ver como de golpe Tayen se volvía un alma caritativa o quizás les prometía a los chicos sexo duro, porque juraría que estaban subiendo en el coche. Negué con la cabeza. Ella no estaba bien mentalmente hablando y lo que tenía dentro no ayudaba nada. Y Énone... prefería no pensar en él ahora.
- Háblame de ese Ryan. Lo que hace no es normal. Alguien le ha utilizado para convertirlo en eso. ¿Qué sabes de él? Y no me refiero a que se lleve bien o no con los gamberros de clase, sino que tenga problemas en su entorno familiar o su familia con sus vecinos. Aquí un adulto o varios o bien han jugado con el chico o él solito se ha metido en ese lío por su cuenta. Pero necesito que me digas todo lo que sepas antes de que te cuente lo que le pasa. No quiero condicionarte en nada.
El mensaje mental de Tayen me llegó en ese momento y sentí como me enojaba más aún. Pero no iba a pagarlo con Kerrel. Su telepatía me demostró que realmente no estaba bien de la cabeza. Pero no era ya mi problema. Tenía claro que no lo serían más. Solo me arrepentía de haberles llevado al motel que encontré y no haberme quedado yo allí sola y que ellos se hubiesen buscado su propio alojamiento. Además, estando como estaba, no podía permitirme el lujo de volver y coger la moto y buscar otro sitio. Debía darme el tratamiento y dormir toda la noche. Por la mañana podría mandarles a la mierda y buscar otro lugar donde estar.
Incluso otra ciudad y otra anomalía donde nadie me pudiese traicionar salvo yo misma.
—Isti kisi si llimi fintismi —murmuró Énone por lo bajo mientras registraba la guantera del fantasma tratando de ignorar el Bra de Haniel—, es Dick Jean, no Ricardo... definitivamente Dick y Tú hacen buena pareja.
Farfullaba, pero la verdad es que le venía bien aquel intercambio de pullas, le hacía bien sacarse un poco de encima el peso del elegido. Encontró un bolígrafo y la nota debajo de un pañuelo, solo que el pañuelo termino siendo un par de bragas.
¿Haniel o Tayen? —pensó sin poder evitarlo, pero se recuperó rápido. Cerró la guantera y buscó una hoja en blanco donde rápidamente dibujo el diagrama que Ma'At le había enseñado.
Nada más completarlo, y tras asegurarse de que no le faltaba nada, le sacó una foto con el móvil y se la envío a Dick Jean junto con una petición de que se la enseñará al maestro y le averiguara lo que pudiera de el diagrama. No quería usarlo y enterarse que había que hacer un canto especial, sacrificar una gallina o pararse en un solo pie mientras hacías gárgaras de azufre en el último minuto.
¡Eh! - dice el chico retrocediendo fuera del alcance de Scarlett - Pues claro que lo estoy grabando ¿Cómo iba la gente a creerme si no? ¡Esto es lo más gordo que ha sucedido nunca en este muermo de ciudad! - Sin embargo, la velada amenaza de acciones legales le hace dudar y al final termina entregando el aparato de mala gana.
La grabación está hecha desde uno de los laterales de la empalizada que rodea la casa. La calidad de imagen es pésima y la del audio aún peor. Lo más llamativo del vídeo es la grabación del látigo de cuchillas de Haniel y las imágenes tomadas de los fantasmas de Tayen. La voz del espíritu que lleva dentro se escucha con tanta claridad que parece un efecto especial cutre añadido. Hacia el final del vídeo puede verse a Scarlett trepando al tejado de la casa con un comentario de "La jodida Spiderwoman" de Kerrel. Había guardado silencio durante toda la grabación pero aquella exhibición le sacó esa expresión de sorpresa. Al no poder grabar lo que sucedía en el interior de la casa la imagen se traslada hacia el exterior hasta que Tayen y Énone consiguen terminar con el resto de abejas.
Ryan en sí no tenía ningún problema - dice Kerrel - Hasta que su madre se casó con el juez Chambers. Es un tío duro. El padre de Brad lleva no sé cuántos años en prisión tras pasar por su juzgado. Un delito de estafa inmobiliaria y algo de drogas. Sam y Abby Tomkin, los dueños de la casa quemada, también las estaban pasando putas a causa del juez. Total, que desde que su madre se casó con el juez después de que su marido la palmase por un cáncer de hígado los hijos de sus procesados hicieron piña contra él. Se convirtió en el apestado de la escuela. Los matones lo acosaban y los demás nos manteníamos lejos. No todos tenemos un padre que pueda meter a los nuestros entre rejas ¿Sabes? La señora Day, la orientadora escolar, sigue intentando ayudarle, pero tiene la mala suerte de que su jefe, el director Graham, es un calvorota capullo que no quiere follones.
Mira su reloj por un momento - Tendré que irme dentro de poco o mis padres enviarán a la policía a buscarme ¿En qué estábamos? Ah, sí. Los rumores dicen que Ryan es de la otra acera, pero yo creo que más bien su papaíto tiene las manos muy largas. Ya me entiendes ¿Verdad? Los rumores vienen de verle mover el culo en el asiento como si no estuviera cómodo. O bien su padre se lo pone como un tomate o como la bandera de Japón.
Kerrel habla con tal naturalidad de todo que resulta imposible discernir la verdad de la mentira en sus palabras. Le tiende una mano a Scarlett.
¿Me lo devuelves ya?...
Pues claro que tenemos amigos - repone Brad - No somos unos pringados.
¿Irá a por ellos? - pregunta Joel.
No, si le cosemos la boca con un jodido hilo de pescar - dice Brad - A ver qué hacen esos bichos cuando encuentren el buzón de ese puto marica cerrado - Aparte de estar cabreado y asustado, en estos momentos Brad no parece estar lanzando una bravata sino anunciando lo que piensa hacer.
¿Y si se pone a escupir abejas antes de que lo cojamos? - pregunta Joel.
Si no lo ha hecho ya es porque hay algo que lo limita - replica Brad - Quizá necesita que sea de noche o tener un palo metido por el culo.
O porque es un supervillano que todavía está aprendiendo a controlar sus poderes - rebate Brad.
Pues eso, hay que darle una lección antes de que lo haga...
Necesitas un curso de dibujo y otro de escaneado - contesta Dick - Se lo pasaré a los viejos a ver qué opinan y te cuento...
Vi la grabación del chico en silencio y mi rostro reflejó de nuevo el dolor por la traición de Haniel y Énone, así como que Tayen se guardase lo que ocultaba dentro. Al menos Kerrel me hizo sonreír cuando soltó aquello sobre mí en la grabación.
- Así que, por eso has venido a mi lado. Porque soy Spiderwoman. - Bromeé con el chico y le dejé la grabación en el móvil, no sin antes pasarme una copia por NFTS. Eso de Spiderwoman lo tenían que ver Henry y Peterson. Me daba pena que Barba estuviese fuera de todo esto, pero era lo mejor para él. Bastante complicado era ya tener a Henry, con su bastón y cojera, en medio de todo este mundo.
La orientación sexual de Ryan me importaba poco, pero la historia del chico, lo que le había pasado... bien podía ser que buscase una manera de vengarse de todos ellos y le saliese mal todo. Cuando me enfrenté a él y le lancé al suelo, oí a ambas personalidades y Ryan no estaba muy conforme con lo que le pasaba.
- Pediré un ubber, te dejaré en casa... así me ayudarás con una cosa más. - Le dije devolviéndole el móvil. - Necesito algún sitio donde vendan medicamentos contra las abejas y algunas cosas más de esas y no quiero que el tipo del coche me dé una vuelta entera por la ciudad. El vídeo te lo puedes quedar, pero nada de internet ni compartirlo. Enseñarlo o no ya es cosa tuya... pero no nos señales por la calle y digas: "son esos", ¿de acuerdo?
Mientras hablaba con él, le daba la ubicación a la app de ubber del lugar, para que viniese a por nosotros. - Y una duda más. ¿Hay alguna iglesia antigua en este lugar? Ya sabes, de esas de piedra con grabados en el exterior. Me fascinan esos sitios y no quiero irme de aquí sin verlo... si es que existe, claro.
Sí, era más fácil sacar a información de internet. Pero el veneno de las picaduras me empezaba a afectar a la vista, seguramente por la inflamación. Llegado el coche, dejaría al chico en casa, iría a comprar lo que Henry me mandó y luego al motel a cuidarme, llamarle de nuevo si es que podía y dormir del tirón hasta el día siguiente. Porque sabía que caería rendida en cuanto me metiese en la cama.
- No haréis nada.- Dije, cortante, a los chicos.
Era una voz de mando. Una voz que de haber ido acompañada de un frenazo con del coche habría sido algo acojonante. Como un grito que te impide hacer o pensar en nada más que en la propia orden en sí. Y que el coche avanzara y mi rostro se girara para mirarlos, como si el camino me importara un pito, infundía más seriedad, a esas palabras.
- Es más que posible que la hayáis cagado lo suficiente como para empezar todo esto, capullos.-
Volví a mirar al frente para no salirme del camino, cosa que podría haber sido más que posible de no haber girado la cabeza a tiempo. Y mientras tanto, Enone hacía garabatos en mis braguitas limpias. Deberían estar en el fondo de la maleta, pero tenía la buena costumbre de guardar ropa interior en otro sitio... solo por si las moscas.
- Sé que mamá osa no lo aprobaría, pero sí estos pardillos hacen de cebo, estoy segura de que volveremos dar con el chico abeja.- Miré por el retrovisor, con el cigarrillo sujeto solo por mis labios- ¿Qué os parece, chicos? ¿Os apetece hacer de cebo?- Reí levemente tras lo cual hice el sonido de un gorrino chillando en un matadero.- Wiii...Wiiii. ¿No querréis vivir para siempre, no?
—Sí, Joel —aseguró Énone rindiéndose con tratar de hacer entrar en razón a Brad, al parecer Joel tenía un como más de seso que su amigo y si tenía suerte al menos él podría entrar en razón—, si tus amigos han molestado a este pequeño monstruo es seguro que también va a ir tras ellos, y no Brad, no alcanzarás a coserle la boca ni nada, apenas tú...
No terminó la frase porque Tayen, más segura que él, le cortó las alas a los mozalbetes. No estaba de acuerdo con seguir arriesgando a los niños, no ahora que tenían un nombre y probablemente una dirección donde buscar. Aunque aún no se las hubiesen dado ni hubiesen dicho nada más del juez confiaba en que pronto Joel terminaría por soltar todo. Sin embargo no dijo nada en voz alta. Si comenzaban a pelearse o a discutir entre ellos perderían la poca seguridad que mostraban frente a los niños.
—Rayos. Estoy pensando como papá.
Jajaja, yo no me había dado cuenta de que estaba escribiendo sobre unas bragas, mira tú. XD
Kerrel sonríe cuando recupera su móvil pero la prohibición de Scarlett le cae como un jarro de agua helada - Pero si no lo muestro ¿Cómo van a creerme? Aunque... - lo piensa unos momentos - Si lo voy largando por ahí ese monstruo podría venir a por mí. Creo que mejor esperaré a que os lo hayáis cargado. Porque os lo vais a cargar ¿Verdad?
El Über tarda relativamente poco tiempo en llegar estando la noche tan avanzada. Ya en marcha Kerrel da su dirección y mira a Scarlett extrañado por su pregunta - ¿Una iglesia? ¿Por qué querrías ir a un lugar capaz de matar de aburrimiento a un zombi? Pero bueno, si te empeñas... la iglesia más antigua es la del padre Sommers. Es... católico, creo. No estoy muy seguro. Allí nunca pasa nada interesante...
Joel lanza un grito asustado y se arrebuja en su chaqueta intentando buscar refugio.
Las cosas no funcionan así - balbucea Brad, también acojonado por la voz de Tayen - Si eres un pringado te toca pringar, ya sabes...
¡Joder Brad déjalo ya! - gimotea Joel debajo de su chaqueta - ¡No quiero hacer de cebo! ¡No quiero volver a ver a Ryan Chambers ni en foto!
Mejor nos quedamos mañana en casa ¿No? - dice Brad, quien está pensando seriamente en bajarse del Fantasma en marcha...
—¡Escucha a Joel, Brad por favor! —Énone alzó la voz cansado, Brad insistía en esconder su miedo detrás de brabuconerías aún cuando hasta Joel comenzaba a sentar cabeza— ese niño ya no es un pringado, ¡es un jodido monstruo que quiere comerse tu maldita cabeza!
Tomó aire, se había dado vuelta nuevamente para hablar con ellos. Aún estaba esperado que los niños le dijeran al menos alguna cosa de todo lo que les había preguntado y no pasaba nada. Además quedaba aún el problema de dónde los iban a dejar. La opción más lógica era en la casa de cada uno, pero si el demonio sabía dónde vivían ¿qué le impedía ir a buscarlos uno por uno?
Y es que Brad tenía algo de razón dentro de todas las pedorratas que le salían de la boca.
Si no lo ha hecho ya es porque hay algo que lo limita...
Tenía razón. Igual lo de la noche era un factor a tener en cuenta. ¿Durante que horas habla ocurrido el ataque en la casa Tomkin? Revisó sus notas. ¿Lo había puesto por alguna parte? Y quedaba la pregunta que había hecho Haniel con el ahora... en una de esas ya había acabado con el demonio y se estaban preocupando por nada. Aún así...
—Muchachos, ¿tienen algún otro lugar donde Ryan no pueda encontrarlos?
No retraso más la escena (aunque diga otra cosa por off XD), si los chicos tienen otro lugar donde ir los llevamos y dejamos ahí si Tayen está de acuerdo. Si no, creo que dejaré a Énone haciendo guardia en la casa de Brad. Si es que Tayen decide volver al motel o si se fueran a separa por cualquier motivo compartirá con ella el dibujo del circulo para el exorcismo y que es necesario que el niño quiera salvarse por cuenta propia.
¿Los niños nos cuentan más cosas de los Chambers antes de irse?
- Veo que lo has pillado tu solo. Mejor espera a que todo se pase y nos marchemos. De hecho, si salvamos a Ryan, podrás enseñarle lo que hizo, con la esperanza de que no lo repita más veces. Me refiero a dejarse llevar por la venganza, lo demás no sé como pasó. - Le dije al joven. - Y no, por ahora no entra en mi planes matarle. Pero si tengo que hacerlo, no sería el primer endemoniado que pierde la cabeza a mis pies. - Le hablé con mi característica dureza. Ya había perdido la mano para hablar con críos.
- Veo que el cine de terror no es lo tuyo. - Le dije al chico mientras íbamos en el coche de camino a su casa. Saqué papel y lápiz y le apunté una película. - Es muy vieja, pero te harás una idea de lo que quiero intentar. Solo que esta vez no quiero tenerte cerca. Es como un virus, salta a otro cuerpo y se hace con él y no creo que te guste tener esos síntomas ni lo que te pueda pasar. Tienes como dar conmigo si necesitas algo, así que procura estar en casa tranquilo. - Le di el papel. En él se leía "El Exorcista, montaje del director" (1973). - Recuerda que eso te podría pasar a ti. - Le dije señalando el papel con el título de la película. - No la dejes para mañana.
Luego el crío indicó al conductor donde llevarme para comprar lo que necesitaba de la lista. Le pagué la carrera y le dije que si me esperaba le daría 20$ más de propina, que solo iba a por medicación y algo para picotear. Total, en aquellos lugares vendían de todo y si no, en la tienda de al lado estaba lo que necesitaba.
A mi vuelta el coche seguía allí y le di la dirección del Motel. Al tiempo le escribí un mensaje a Henry.
O quizás dos y guardé mi móvil antes de que me respondiese de nuevo. Prefería llamarle y hablarle que estar escribiendo, además no quería alterarme delante del desconocido. Una vez en el motel, no buscaría a nadie, me iría directa a mi cuarto para darme una ducha y seguir las instrucciones de Henry, al tiempo que le realizaba la llamada con el manos libres, para ir quejándome de los aguijones clavados por mi cuerpo.
- Yo hago buena pareja con cualquiera- Respondí a Enone, en un tono bajo, con un tono de cierta feminidad orgullosa.
Era consciente de mi cuerpo y de todo lo demás. No era una Barbie de esas rubias. Era más como un pecado demasiado tentador. Aunque ahora mismo no era el momento de sacarle los colores a mi compañero. Y menos con menores delante.
El coche llegó a la casa de los chavales y el fantasma frenó casi de golpe mientras bufaba por no poder usar a los críos como cebo. A fin de cuentas, ya teníamos algún que otro nombre. Y estaba segura de que fuera quien fuera ese bicho, no se atrevería a tocar a Brad y Joel, ahora que sabía que los protegeríamos como ya habíamos hecho antes. Rectifico... como casi habían hecho mis compañeros antes. Yo casi me los como.
- Que se vayan a su casa. Y sí, mejor mañana no salgáis.- Miré a los chavales girándome en el asiento.- Y mantened la boca cerrada. En primer lugar, nadie os creería si decís cosas sobre abejas, demonios... y esas cosas. Y en segundo lugar, si decís algo... volveré. Y esta vez no con un código de descuento de OnlyFans.- Ladeé la cabeza, haciendo caer mi cabello sobre un lado del rostro.- Si os portáis bien, cuando acabe esto, quizá os mande algo... Reí guiñando u ojo antes de decir tajantemente- Fuera de mi coche.
Cuando se marcharon, arranqué de nuevo el coche, conduciendo despacio.
- Deberíamos descansar. Y deberíamos echar un vistazo a ese Chambers.-Suspiré cansada- ¿Quieres hacer guardia frente a la casa del Juez? Uno duerme ahí atrás y el otro vigila. Después cambiamos. Al menos... que no te fíes de ver como duermes.
Ya en el motel, miré que mi moto estuviese bien antes de entrar en mi habitación con cuidado. Hacía mucho tiempo que había aprendido a ser cautelosa con aquellas cosas. Al ver que todo estaba en calma, prendí la luz y me desvestí camino a la ducha. En el espejo del baño pude ver lo que el maldito crío había liado en mi cuerpo con las abejas y sus picaduras.
Abrí el grifo del agua fría con la presión recomendada por Henry y me di una ducha, esperando que la inflamación bajase como él dijo y que algunos aguijones saliesen solos, sobre todo aquellos a los que yo no llegaría a retirar con las pinzas. Una vez acabé con ello, me puse la toalla y llamé a Henry con el manos libres puesto, al tiempo que en el espejo iba retirando con cuidado los aguijones y los iba dejando en el lavabo.
- ¿Qué tal estás? Si tienes sueño hablamos mañana... yo no creo que aguante mucho despierta, cielo. - Le dije a Henry con paciencia, aguantando los pequeños y leves tirones que me daba y mirando si había salido todo bien o si tenía que hacer algo más en cada picadura.
- Solo tengo sueño. Me preocupas más tú. ¿Alguna picadura en el cuello? ¿Te has medicado como te dije? Debería ser esto una video llamada para ver como estás y valorar si debo hacerte una visita a domicilio o no. - Me respondió y no pude evitar sonreírle.
- Si estuviese en NY ten por seguro que ahora mismo estaría llamando a tu puerta. - Le aseguré.
- Entonces, déjame ir. Seré bueno, no me meteré en líos. Te esperaré en la habitación mientras veo porno en el portátil y acumulo las ganas para cuando regreses. -Me respondió. - Yo estaré más tranquilo sabiendo que me tienes cerca si te pasa algo... y tú, tú no tienes porque pasar por ese mal rato sola. Además, creo que no estamos hablando de lo que realmente querías decirme. Lo de las picaduras es secundario. ¿Qué te pasa?
Guardé silencio un momento antes de hablar. - Que me siento sola, traicionada y que aquí nadie confía en mí. ¿Recuerdas lo que pasó con los chicos aquellos con la vampira de la discoteca?
- Sí, esos que insististe a Peterson durante horas para que me acompañase a ayudarles cuando te habían dejado de lado por completo y tu seguiste siendo su sombra y su ayuda igualmente. Te avisé de que eso te pasaría factura, preciosa.
- Pues ya lo tienes. Creía que confiaban en mí, que sabía todo lo que tenía que saber sobre ellos para poder trabajar en equipo y... de golpe descubro que una de ellos tiene un demonio o un espíritu no precisamente amistoso dentro suyo y que a veces toma el control... Énone, el chico egipcio al que curaste, después de hablar y del tiempo que habíamos pasado juntos creí que habíamos conectado, dejado el pasado con las desconfianzas de lado y me demuestra de golpe que aún no confía en mí de la peor de las maneras. Pero quien me remató fue Haniel. Te hablé de ella, un ángel recién encarnado que prefirió proteger al demonio al que nos debíamos enfrentar a confiar en mí, precisamente quien más sabe de los tres juntos de esas criaturas.
Henry escuchaba del otro lado y preguntó lo evidente. - Ibas a matarle, ¿verdad?
- Sí, iba, tú lo has dicho. Era un crío endemoniado, ya sabes que pueden coger cualquier forma y a mí no me engañan ya con eso... pero cuando le golpeé la primera vez, se oyó hablar al demonio, pero también al crío después... y mis planes cambiaron en mi cabeza de golpe. Sabía que debía dejarle K.O. y llevarle donde pudiesen hacer algo por él. Y cuando salté para hacer lo que tenía en mi cabeza, vi a Énone correr para protegerle y Haniel enfrentarse a mí, con aquella pose defensiva. Sabía que si caía delante de ella me golpearía y sí que tendría que ir al hospital... así que pasé por encima de ella y dejé KO al chico de una patada. Pero Haniel se llevó al demonio antes de que los demás viesen lo que ocurrió y no puedo trabajar con gente que dude de mí de esa manera.
- Por eso siempre andas sola o con Peterson en NY cuando sales de caza... - Dijo Henry ante mis palabras.
- Y por eso solo acudo a ti cuando estoy herida, como ahora. Me duele más cualquiera de esas traiciones que los aguijones que me estoy quitando.
- Ahora te lo digo en serio, Scarlett, tengo un vuelo localizado, si compro ya el billete, a primera hora de la mañana me tendrás allí, a tu lado. - Me aseguró. Sentí sus ganas de venir en su voz.
- Lo sé, pero si vienes sé lo que pasará. No saldremos de la habitación durante los dos días que está pagada y cuando nos tengamos que ir, abandonaremos este lugar. Me olvidaré del niño, del daño que puede causar y de lo que esos novatos harán poniendo en peligro más vidas innecesarias. Te quiero, Henry. Te quiero aquí a mi lado. Pero no quiero que vengas y que seas mi excusa perfecta para marcharme de aquí dejando todo de lado... aunque la verdad es que es lo que más me apetece ahora. De hecho, si no estuviese tan cansada... ya estaría alejándome de aquí con la moto. - Miré la hora. - Ve a dormir... lo mío es cansancio, seguro que mañana estoy bien... - Mentí y sabía que Henry tenía un radar para las mentiras. ... salvo por los picores. Voy a medicarme y a darme la crema hasta donde llegue... y sí, estaré pensando en ti hasta que me duerma.
Colgué el móvil y si me llamó no se lo cogí. Recordé el mensaje de Énone, pero, ¿realmente prensaba que iba a responderle después de desconfiar de mí? Podía irse al infierno con sus sombras de la mano de quien compartiese cuerpo con Tayen y ella. Estaba demasiado herida como para andar pensando en ellos, demasiado cansada como para pensar en lidiar con el maldito crío demonio... ¿no lo querían para él? Y con el dolor de la traición y desconfianza sobre mí, más poderoso que el físico que sentía, me metí en la cama y cerré los ojos, tratando de poner orden a mis pensamientos.
De nuevo sonó el móvil y miré. Era Barba.
- ¿Estás? Al menos dime como te encuentras.
- Ya en la cama Rafi. Mal, pero no te preocupes, no es físico. Eso en unos días estará bien.
- ¿Harry o Henry?
- No, son problemas de aquí. Descansa, ¿quieres? Yo lo necesito. Un beso.
Otro Bella Durmiente.
Y cerré los ojos para descansar por fin... si es que podía, claro.