Tras despediros de vuestros compañeros que se quedan a la reunión con Koko, salís charlando tranquilamente de las instalaciones de entrenamiento y os dirigís a vuestros vehículos para marcharos.
Sin embargo, pronto os detienen un nutrido grupo de aficionados que os llaman a gritos...
De entre ellos, uno llama la atención, parece más serio y calmado entre los fans enfervorecidos. Y os mira desafiante...
Iñigo salió de la reunión contento y debatiendo con Adrián, Patricio y Santi de la conversación que habían tenido con la presidente y con la patrocinadora.
Sin embargo pronto giró la cabeza al ver a los aficionados, a los que se acercó sonriente. Sin embargo, no pasó por alto a aquel joven que les miraba, ese tono desafiante en sus ojos... ¿Estaría enfadado con el equipo, descontento?
(Salimos los miembros más jóvenes de la plantilla enseguida llegán los aficionados)-Hola mi alma...(sonrió de forma sincera y estrecho la mano de aquellos que tuvierán esas intenciones)...ya mismo arranca el espectaculo...no nos fallen, esperamos que nuestro estadio sea el mejor fortín posible...(mi mirada se encuentra con un Iñigo distraido mirando al aficionado que parece descontento, tiró brevemente de su camiseta para devolverle a la realidad).
De pronto el aficionado os mira directamente a Iñigo y Santi
¡Eh! ¡Vosotros! ¡Iñigo Ramos y Santi García! ¡Con mal pie empezaréis con los aficionados si no nos prestáis un poco de atención! ¡Soy el lider de los Skulls, el frente de animación del equipo! ¿Por qué no habláis un minuto conmigo?
Su actitud es autoritaria, aunque no desafiante, y parece que los aficionados alrededor le dejan hueco cuando se acerca, como si fuera un conocido de la afición...
Claro, ¿porqué no hablar? Ven, acércate. Yo soy Iñigo y éste es Santi aunque eso ya lo sabes...
¿Cómo te llamas?
El aficionado se acerca a vosotros, muy seguro de sí mismo.
Hola, mi apodo es Hata, encantado de conoceros. Soy el líder de los Skulls, el frente de animación del equipo. Algunos nos llaman radicales, yo digo que somos los aficionados con más pelotas del equipo. Y posiblemente, del campeonato. Quería hablar con vosotros porque muchos aficionados están preocupados ante las perspectivas de futuro del equipo. Sois un nutrido grupo de jóvenes jugadores, con talento, pero bastante verdes en la competición.
Hata se detiene un momento, esperando que sopeséis sus palabras...y os interrumpe justo cuando parecía que os daba tiempo a responder.
No quiero decir con eso que desconfiemos de vosotros. Novatos o no, sois profesionales, dignos de admiración por haber alcanzado este nivel. Y me voy a encargar personalmente de que recibáis el apoyo necesario para que os sintáis parte integrante de esta gran familia. Pero eso sí, debéis saber que los aficionados aunque somos pacientes y comprensivos, somos exigentes. ¡Queremos lucha! ¡Queremos sangre caliente! ¡Y estamos seguros de que sois los indicados!
¡Bienvenidos al club!
Iñigo tendió la mano al aficionado.
Encantado de conocerte. Muchas gracias por tu bienvenida y, entiendo que seáis exigentes con vuestro club y vuestros jugadores.
Nosotros por nuestra parte, daremos lo mejor de nosotros mismos y nos dejaremos la piel en el campo, tal y como hemos hecho durante la pretemporada.
El aficionado con el que estáis hablando sonríe:
La verdad que la pretemporada ha sido bastante buena, hay que admitirlo. Como os he dicho, igual que daremos cera y exigencia, daremos reconocimiento.
(No ignoró al ultra con el que se estrecha la mano Íñigo, pero le doy las manos al resto que nos rodeaban y cuando es posible hago lo propio con Hata)-Me alegró que digás eso, supongo que representas a todo el grupo en este momento...pero espero que a quien animeís sea al equipo y sobretodo que no hagaís que nadie aparte de nuestros oídos tenga consecuencias, vengo de una ciudad que sufrió mucho por ciertos grupos...(cruce mi mirada con la de mis compañeros)...quizás no seamos titulares seguros, pero de ser así esperamos componer un banquillo de lujo.
Adrián se acercó a Hata con el mismo gesto serio que el aficionado mostraba. Parecía como si intentara intimidarles. ¿Lucha? ¿Sangre Caliente? Le tendió la mano y se la apretó con un poco más de fuerza de la necesaria.
- Si me ves bajar los brazos en un partido tienes permiso para gritarme lo que quieras. - le dijo con una sonrisa ensayada.
Hata mira intensamente a Santi
Ten por seguro que tratamos a todos por igual. Puede que tengamos cierto cariño por algunos veteranos, pero aunque dicen que el fútbol es injusto porque no tiene memoria, no tenemos tolerancia con los que no se dejan la piel en el campo. Da igual veteranos o novatos. Y da igual titular o suplente. Vosotros sois parte de un equipo, y nosotros aficionados al equipo.
¡Seremos el jugador número 12! ¡Pero antes debe haber 11 en el campo!