Partida Rol por web

Del grupo de miembros del equipo que está corriendo, una figura se separa para situarse junto a vosotros.

Su aspecto físico es bastante impresionante, sus gestos denotan confianza y seguridad tanto al caminar como en la expresión de su rostro, una expresión seria que parece tallada en piedra. Sus ojos os examinan en el camino, parece estar analizándoos, aunque no denota ninguna reacción. Cuando llega hasta vosotros, su voz suena bastante autoritaria, su tono profundo y firme:

Hola a todos. Supongo que vosotros sois los nuevos fichajes, bienvenidos. Ahora mismo estamos empezando el calentamiento y preparación físico, veréis enseguida que la entrenadora Cornellia le da bastante importancia.
Antes de que os integréis en el grupo, quiero que comprendáis la circunstancia que se da actualmente: varios miembros del actual grupo de jugadores llevamos varios años tratando de sacar a la franquicia de los últimos puestos, y no hemos sido capaces. Admitimos que el talento joven era necesario para lograrlo, pero dos miembros veteranos han salido del equipo y es probable que alguno más se marche.
Ésto no ha sentado demasiado bien al grupo, así que posiblemente tengáis una recepción "poco cálida", ya que algunos han perdido no a compañeros de equipo, han perdido amigos.
Por lo demás, daros la bienvenida. Sólo os pido que luchéis por este equipo con todo lo que tengáis, es algo por lo que este equipo siempre se ha caracterizado: no nos gustan los blandos.

Iñigo no estaba acostumbrado a tanta presión. Parecía como si todo el equipo: jugadores y cuerpo técnico estuviesen en contra de ellos. ¿Que habían hecho? Si tan siquiera les habían dejado demostrar sus habilidades.

Asintió al discurso callado, algo no muy normal en Iñigo siempre acostumbrado a liderar y mandar en sus equipos anteriores...

Parece que ser profesional no va a ser tan fácil, pensó Iñigo...

*Me quedo un rato mirandolo, estudiandolo con la mirada de abajo a arriba, pero tras un instante es el que me estudia a mi, saco un poco de pecho para imponer respeto, pero... poco iba hacer es el capitan del equipo, un veterano y yo seguiria siendo un novato para el, aunque mi fisico imponga...

Asiento ante las palabras del capitán. Tendré que demostrarle todo lo que valgo a este tipo. No va a ser fácil triunfar aquí por lo visto. Bueno, nunca ha sido fácil. pienso.

Y aqui estaba el segundo escollo, no solo era la entrenadora Cornellia, sino tambien el capitan y el resto del equipo que nos veia como a una especie de escoria robapuestos. Si queria no solo lograr los objetivos sino mantenerme alli debia impresionar al Capitan, luego seguiria el resto. Tenia que demostrarle que mi inclusion en el equipo formaria parte de un engranaje aceitado para lograr los triunfos y lograr el sueño de sacarnos adelante.
Me paro cerca de Iñigo Ramos y le digo algo por lo bajo.
-Dado que tendremos una fria relacion con el resto del equipo, sera mejor que logremos afianzarnos nosotros o sera más dificil la estancia aqui. Soy Patricio Palacios, vengo de Argentina.

Iñigo tiende la mano a Patricio.

Yo soy Iñigo, vengo de Madrid y efectivamente tienes toda la razón. Vamos a tener que sudar para ganarnos un puesto aquí y demostrar nuestra valía.

Por suerte este patán no es el que hace las alineaciones, pienso para mí mientras el resto de mis compañeros responden. A mi no me hacen falta palabras, simplemente permanezco en mi sitio atravesando al capitán con la mirada mientras termino de prepararme. 

El resto de mis compañeros parecen bastante confiados en sus habilidades, y pronto iba a ser el momento de demostrarlo en el campo. 

Todo se hace muy frío, los miembros del equipo, y en especial el capitán, quien se dirige a nosotros, nos presionan con sus palabras y sus miradas.

Los nervios y la tensión pueden conmigo e intento disimularlo tratando de no perder la sonrisa. "Eso no debe de importarme" pienso mientras escucho las diversas presentaciones.

-Mi nombre es Yael, vengo desde Barcelona, espero que podamos crear un buen ambiente y llegar lo más alto posible con este equipo- digo siempre con una sonrisa en mi rostro.

Me rasco la cabeza y pienso: Estoy tan ansioso por esta oportunidad y tan confundido con todo lo que rodea al equipo que se me ha olvidado incluso presentarme a mis compañeros.

- Yo soy Adrián Box y soy asturiano. Esbozo una sonrisa grande e infantil. Impropia de mi tamaño y complexión.

¡Vale ya, Sergio! - La entrenadora aparece de pronto, cortando el tenso ambiente que comenzaba a respirarse.

Todo cambia en esta vida, y el fútbol no está exento de esa ley universal. Y si el equipo quiere progresar, los más débiles se quedarán en el camino. ¡Vamos a correr si no quieres ser uno de ellos! - Cuando Sergio vuelve al circuito de carrera, Cornellia se gira hacia vosotros.

No le déis más importancia a las palabras del capitán. Yo soy quien decide las alineaciones, y os advierto que soy una férrea defensora de la meritocracia. Así que ya sabéis: luchad en el campo y dadme buenas actuaciones, y vuestra titularidad estará asegurada.

Ahora, volved al entrenamiento, tengo que preparar el partido de mañana...

El resto del día realizáis variados ejercicios de entrenamiento. El ambiente se relaja un poco cuando el capitán se dirige a alguno de vosotros en algún ejercicio para realizar alguna corrección o dar ánimos, además de que Cornellia comienza a mezclaros e integraros con los miembros de la Vieja Guardia del equipo.

Algunos ejercicios que realizáis...

Rondo:

Mixto de coordinación física y toque:

Porteros y tiros a puerta:

Podéis aprovechar el resto de la escena para rolear un poco con los personajes, ya sea entre ellos o con la entrenadora/capitán. Voy a preparar la siguiente escena...¡ya empezáis a jugar!

El entrenamiento era bastante similar a los que realizaba en su anterior equipo. Sin embargo la exigencia era mucho mayor. Durante todo el entrenamiento Iñigo notó que se quedaba sin fuerzas y, en muchas ocasiones, pensó que no superaría el entrenamiento.

No obstante cada vez que miraba al capitán y a la entrenadora, su carácter le proporcionaba nuevas energías con las que seguir.

Durante el rondo trató de conversar con alguno de sus compañeros. Santi y Patricio estaban a su lado así que trató de conversar con ellos.

Chicos, ¿cómo lleváis el entrenamiento? En mi anterior equipo no eran tan duros como aquí...

Mi entrega en el entrenamiento era maxima, para mi los entrenamientos era muy importante e intentaba darlo todo, el sudor ya recorrio mi frente, cuando esucho hablar a los compañeros novatos como yo, me intento acercar en los rondos ya que antes estaba absorto en mis pensamientos y no trate de conocerlos...

Tu eras Iñigo verdad? Yo me llamo Rafa y soy de Andalucia, de Huelva exactamente y tampoco recuerdo que mi equipo anterior se entrenara con esta intesidad, pero me gusta que sea asi, asi vemos nuestras capacidades fisicas y nuestras limitaciones, esta deseando probar a Santi con mis disparos, haber que tal son sus reflejos jajaja

Iñigo paró un segundo cuando uno de sus compañeros le saludó. Le tendió la mano y le saludó.

Sí, soy Iñigo. Yo soy de Madrid y es un placer conocerte Rafa.

Después miró a Santi.

A buen seguro que Santi estará deseando pararte alguno de tus tiros... o todos...

Iñigo sonrió. No buscaba el enfrentamiento ni la rivalidad, sólo liberar un poco la tensión que habían sufrido todos con una broma sin malicia alguna.

No estaba seguro si era el entrenamiento más intensivo que de costumbre o simplemente las palabras del capitan y la entrenadora que habian hecho efecto en nosotros para que pusieramos todas las energias alli sin guardarnos nada, lo cierto es que tambien me encontraba agotado y apenas era el primero de muchos. Me uni a la ronda de compañeros novatos para darme a conocer, pues al parecer no solo era el unico extranjero alli sino tambien que mi formacion creia era bastante diferente a la del resto.
-Yo soy Patricio y vengo de Argentina. Aunque de seguro lo notaron por el acento.

El entrenamiento era duro. Se notaba que habían llegado a la élite, y la exigencia de la entrenadora, capitán y otros jugadores era máxima. Santi aprovecho para hablar con algunos de los nuevos compañeros; parecían gente competente pero estaba deseando que llegara la hora de demostrar de verdad, a ver que tenía cada uno. Iñigo y Rafa le retaban amistosamente, y les respondió:

- Enseguida lo veremos -dijo añadiendo una sonrisa. Luego les guió un ojo mientras se alejaba corriendo- Pero he sido el portero mejor portero de mi categoría desde que lo recuerdo. No os lo voy a poner fácil

-Ni nosotros a ti- contestó a las palabras de Santi e involucrándome así en la amistosa conversación que mantienen los novatos mientras aprovecho para tomar un poco de aire. Sin duda era un duro entrenamiento, pero solo seria unos días, estaba convencido que pronto alcanzaría mejor forma física y podría aguantar el ritmo de los compañeros.

Si queréis rolear un poquillo más sobre presentaciones y demás, podéis seguir aquí de momento.

La siguiente escena está ya abierta, que será el primer partido.

Si nadie más escribe aquí, cerraré la escena.