Partida Rol por web

¡Eh pero que haces! Joder te la has cargado..ya casi lo tenía..

Resoplo un poco enfadado y me levanto de la silla, cuando se trataba de ordenadores y maquinas me distraía con facilidad y no me gustaba que me "despertaran" bruscamente. Al volver al mundo real observo de nuevo la habitación y me agacho con algo de asco cerca de uno de los cadaveres, para registrarlo en busca de celulas de energía o un chaleco o algo. Mi equipo de combate no es muy bueno y quizá pueda haber algo que nos sea útil.

Despúes me acerco a la ventana y observo el transportador que aún se mantiene a flote.

Bueno, ¿entonces vamos en la "aereo limusina" que nos han dejado nuestros "colegas" no?

Eso si.. yo no pienso saltar.

- Pues lo es. - el terrorista de cabellos rubios es firme declarando lo que cree. Eeth puede percibir esto y sin duda contaba la verdad, su verdad.

- No sé donde se encuentra, nadie lo sabe, se hizo con el poder del Mayal cuando, hace unas semanas, los líderes murieron en un tiroteo con las fuerzas de seguridad de Coruscant. Es corelliano y un antiguo contrabandista. Él también piensa que el Senado está corrupto, es más, tiene una gran fé en ello. - observa perspicazmente a su alrededor, como si buscara a alguien, entonces, baja la voz - Además, jamás permitiría que alguien se fuera de la lengua, me perseguiría y mataría utilizando su entrenamiento furtivo jedi...

En ese momento aparecen por el turboascensor un reducido grupo de guardias de seguridad y se acercan al lugar donde ha tenido cabida la batalla. Con un saludo formal, se presenta uno de ellos como el sargento Fexx mientras otro solicita atención médica para los técnicos aturdidos.

- Han hecho un gran trabajo, les damos las gracias por su colaboración, esos cabrones han estado cerca.

Dos guardias más esposan al terrorista y lo sacan fuera de la sala. - El droide médico está en camino señor.

Un sonido proviene de la muñeca del sargento Fexx la cual alza en posición vertical y aprieta un diminuto botón. De él aparece un holograma del canciller Valorum. - Si señor, están aquí. - el sargento asiente a la holoimagen y reajusta la orientación de la muñequera de manera que queda frente a vosotros.

- Se encuentran todos bien ? No veo a Numa... ah ! ahí está, me alegro de que lo hayan conseguido. Nunca resulta fácil enterarse que alguien ha muerto a tu servicio.

Si no tenéis nada que comentar al canciller simplemente no mencionarlo y daremos por hecho que os despedís cortésmente unos de otros.

Quaad, ninguno llevaba nada de protección a excepción del conductor del aerocamión, al cual se están llevando esposado. Observas como porta consigo un chaleco protector oscuro.
las armas las han confiscado los agentes, aunque conseguiste ocultarte un blaster como el que llevabas y un par de células de energía.
El padawan se percata de la trampa del técnico y no parece aprobar su acción, o si ?

-A Numa se le da especialmente bien pasar desapercibida- admito al holograma del canciller Valorum mirando de reojo a la twi'lek sin cortarme un pelo con el mordaz comentario.
No hubiera habido demasiada diferencia si hubiéramos aceptado esta misión solo Quaad y yo, como de costumbre, y el pago hubiera incluso aumentado... Me esperaba algo más de actividad y astucia por parte de nuestra compañera azulada pero supongo que los años la han ido volviendo un poco perezosa.

Sacudo un poco la cabeza haciendo ondear parte de las rastas y entonces doy una palmada en el hombro de Quaad sonriéndole ampliamente, como haría un niño con un juguete nuevo.
-Pilotar en pleno tráfico aéreo de Coruscant sin conocer sus rutas, ¡será divertido!- vuelvo hacia la ventana para subirme un poco a la cornisa y alcanzar el vehículo sin demasiados problemas, provocando que se mueva de lado a lado sin que eso me preocupe lo más mínimo.
-¿Queréis que conduzca yo?- ofrezco amablemente más que dispuesto a moverme al asiento delantero para tomar los mandos mientras el resto se decide a subir o espera ser atendido por el droide médico. Me cae bien ése montón de chatarra...

Guardo con dísimulo la pistola y las dos células que consigo recuperar de los fiambres, seguro que les daremos mejor uso que requisadas en una comisaría. Tras ello me levanto y dejo a los guardias actuar, una pena no haber podido pillar ese chaleco, mi camisa hawaiana no debe parar muy bien los disparos de blaster.

Las palabras de agradecimiento del canciller por el trabajo bien hecho me reconfortan y la palmada de Nakor termina por eliminar mi momentaneo enfado con él. Cuando habla de conducir él doy un brinco , un poco exagerando, pero con razón.

Ah no, ni hablar, yo conduzco. No me fio de alguien con las manos tan grandes y "sutiles" como las de un gamorreano.

Tú coge el blaster y tenlo preparado por si nos preparan una cálida recibida, aunque con este transporte podemos jugar con sorpresa..

Sonrio burlón y me adelanto para sentar mi trasero a los mandos si nada me lo impide.

Tras despedirse del canciller, Eeth recomendó a los guardias que comprobaran el sistema una vez más para garantizar su perfecto funcionamiento. Luego se unió al grupo y entró en el aerocamión dirigiendo una media sonrisa a Quaad, sabedor de lo que había ocultado. No consideraba necesario dar parte de todo, y no se podía contratar a unos mercenarios y esperar que lo hicieran todo según las reglas.

- Conduzca quien conduzca, no perdamos tiempo. Ya tendremos tiempo de jugar con el tráfico cuando todo esto acabe.

En la mente del padawan aún persistía aquella revelación dos veces confirmada. Un jedi. Aquello no era posible...no podía ser. De todo lo que le podrían haber dicho en aquella misión, esa verdad, esa posibilidad histórica era la más inquietante. Aún así mantuvo la serenidad y la tranquilidad. No quería afectar a sus compañeros con sus inquietudes, y él mismo tampoco debía perder la concentración.

Tras despedirnos del canciller miro a mis compañeros esperando que decidan quien va a pilotar y quien no. Parece que en esta parte hemos salido ilesos pero esta gente no se anda con chiquitas y cada vez lo intentaran con mas y mas fuerza.

-Bien chicos eeth tiene razon mejor nos vamos y despues de que nos paguen ya tendremos tiempo de sobra para hacer carreras por Coruscant - Lo digo bastante sonriente, apesar del comentario de Nakor, dado que tenia razon y estaba un poco ausente.

Ya dentro del aerocamión y con Quaad a los mandos del mismo, echáis un último vistazo a la sala de control climático con los cuerpos ensangrentados y chamuscados en el suelo, y un droide médico atendiendo a los técnicos aturdidos, que comienzan a despertarse.
Cuando el motor de los repulsores comienza a encenderse, podéis escuchar como uno de los guardias habla a través de su intercomunicador y comenta que aún faltan veinticinco minutos para el discurso del canciller Valorum.

Hay tiempo para llegar a la torre de control de tráfico, pero habrán llegado ellos ya hasta ahí ?

El grupo se pierde en los cielos de Coruscant a toda velocidad rumbo a su destino...