Partida Rol por web

El sol baña vuestros rostros. Aunque es un sol de atardecer, es cálido y os llena de tranquilidad. Tras vuestra permanencia en las tierras enlutadas este sol de Rhukaan Draal es el mejor regalo que podíais recibir. Esta ciudad trasgoide no parece ahora tan terrible. Ni desde luego lo parecen las viandas que están sobre la mesa de la terraza con vistas al rio  Ghaal. Os parece casi imposible que siguiendo su curso se pueda llegar al gran océano que os conducirá a casa. Sin embargo, aún tenéis decisiones que tomar...

-Lamento todo aquello por lo que habéis pasado...- os dice con total sinceridad la dama Elaydreen-. Sin duda estaré encantada de conocer todos los detalles de vuestra expedición. Creedme, todo cuanta haga por vosotros no compensará el sufrimiento que habéis padecido.

Calla durante unos segundos mientras una sirvienta de la taberna en la que os encontráis os sirve un espectacular plato de dátiles extremadamente dulces. Cuando se marcha continua hablando.

-El capitán Akios del Exhaustless, por quien he sabido de vuestra suerte hasta este punto, nos espera en los muelles para regresar a Sharn. Por supuesto no tenéis que correr con ninguno de los gastos de este viaje. Acepto con orgullo y gran alivio el esquema y el patrón de creación que me habéis entregado. Pero ninguno de vosotros vive de las palabras amables me temo.

Deposita sobre la mesa un saco de seda. En su interior encontráis las 2000 mo de oro prometidas en su momento por la dama.

-Como podréis comprobar está la parte perteneciente a Edirel. Aún no termino de comprender las causas por las que ha decidido marcharse sin avisaros ni apenas despedirse de vosotros. Pero debéis entender que, si bien es cierto que habéis logrado salir con vida, es igualmente cierto que esta experiencia os habrá cambiado a todos para siempre. 

No podéis evitar pensar en lo sucedido esta mañana, cuando al ir a buscar a Edirel a su habitación, la habéis encontrado vacía con una enigmática excepción. Una carta de papiro sobre la cama, en la que no ponía absolutamente nada. Shana, tal vez sea quien peor lleve la pérdida del que había sido hasta ahora su actual empleado. Los trasgoides de la taberna os dijeron que le vieron marcharse de madrugada, con una sonrisa y mientras tarareaba una extraña melodía.

- Si lo que decís es cierto y aquel ser os habló de un tercer esquema...Eso quiere decir que la Garra Esmeralda está en posesión de uno de los esquemas- dice consternada mientras mira en dirección al sol de poniente-. El tiempo se acaba para todos nosotros.- Veis que sus dedos se agitan , nerviosos. Como si debiese esforzarse para que las palabras surjan de nuevo de sus labios carmesíes-. Si me acompañáis a Sharn os haré entrega de otras 1000 mo...y no puedo prometeros que no os reclame de nuevo en breve...

Khala dejo que el sol de la ciudad trasga bañara su rostro, nunca había apreciado las ciudades, pero después de lo pasado en las tierras enlutadas ya no le parecían tan malas.

Contemplo como Sombragrís miraba al mar sin terminar de fiarse de esa gran masa de agua, el descubrimiento del lobo era lo mejor que había sacado de la misión, los esquemas y demás poco le importaban, pero el lobo sería su compañero a partir de ahora y eso era de un gran valor para Khala, Shanna por su parte ha podido sobrevivir a todo, muy impresionante para una persona de su naturaleza, ojala lo pasado no deje huella en su joven mente, seguro que la vuelta a Sharn le viene muy bien para recuperar la alegría de vivir.

Pensando en ello Khala no puede evitar pensar en donde andará Edirel, pensaba que el mercenario estaba preparado para combatir pero una cosa es estar físicamente bien y otra distinta es tener la fortaleza mental necesaria, Edirel no la tuvo, pero ha tenido la suerte de salir vivo que no es poco, que donde este tenga mejor suerte que hasta ahora.

Elaydreen cumplió su palabra y las monedas aparecieron sobre la mesa, la cantidad prometida mas otro incentivo al llegar a Sharn, no es que me entusiasme la idea de otra misión, pero ya que es un persona que cumple sus tratos es una buena opción seguir trabajando para ella.

En resumen, seguía viva, los combates ya pasaron, un nuevo día la esperaba, no sabía donde estaría mañana, pero con una sonrisa en los labios Khala sabía que podría con ello.

Un descanso mercidamente ganado. A pesar de que no habíamos conseguido volver con todo lo encontrado, habíamos regresado de una pieza. Algun os con más fortuna que otros, ya que habíamos estado a punto de perder a varios miembros del grupo en demasiadas ocasiones. Aquella vez la empresa había sido más complicada de lo que en un principio nos había parecido.

Ahora sabíamos más cosas. Teníamos el conocimiento de un tercer esquema y de que el enemigo tenía ahora en su poder al menos dos. Que nuestro enemigo era un vampiro, peligroso. Además, poseíamos el esquema maestro que tendría que ser analizado por aquellos con conocimientos en la materia.

Era hora de descansar, pero no de acomodarse. Tendríamos que volver al camino a recuperar aquello que estaba en posesión del enemigo y acabar con ellos. No podíamos dejar que descifraran los secretos Cannith. Usaría el dinero ganado en abastecerme. Necesitaba armas de gran calidad o con alguna cualidad mágica y flechas con algún tipo de poder. Necesitaría comprar ropas más resistentes, pero que no me molestaran al moverme

Todo eso, de todas formas vendrá mañana. Ahora a reponer fuerzas y curar heridas.
 

No sabía cuando me había sentido mejor, si tras montar en el carro de Failin y haber vendado mis costillas doloridas, al abandonar las nieblas circundantes de las tierras enlutadas o ahora en la ciudad trasgoide sintiendo el sol en el rostro. Aun me resentía de los golpes que los manguales habían dejado en mis costillas ya que incluso con acceso a magia curativa tenía que seguir llevando una aparatosa venda para evitar el dolor. Pero eso no me iba a evitar disfrutar de esta victoria, el cobro de nuestro duro trabajo y una buena jarra de cerveza fría ... lo dejaríamos en cerveza y omitiríamos lo de buena ... era todo lo que necesitaba para sentirme bien.

- No me hace gracia que nuestro compañero se haya ido así. Hay una cosa que me ha preocupado desde nuestro encuentro con los mercenarios del "vampiro", nos andaban esperando justo cuando salimos de las instalaciones de los Cannith. ¿Sabía alguien mas aparte de los sentados a esta mesa donde íbamos?. Hago un gesto de disgusto. - No me gustaría pensar que hemos tratado con un traidor.

Aparte de ese tema el siguiente paso estaba claro, volver a Sharn, allí siempre había trabajo para un hombre de armas y la dama Elaydreen ya nos decía que podría volver a necesitarnos, cosa que mi bolsa agradecería enormemente.No era un cruzado, para mi solo había tantos enemigos como los que tuviese mi patrón y recuperaba lo que me solicitasen sin hacer preguntas. 

- Si hay oro de por medio, no tengo problema en volver a trabajar para usted. 

Sentada en el pescante de la carreta tirada por elementales, para no dejar solo a Failin, el camino de vuelta se me antoja eterno. El frío se hermana con el miedo y cada sombra parece una promesa de una nueva emboscada en las Tierras Enlutadas.

Mi alegría es inmensa al alcanzar finalmente sanos y salvos la ciudad de Rhukaan Draal. Una alegría que se acrecienta aún más al reunirnos con mi prima Elaydren y que alcanza cotas épicas al descubrir que volveré a gozar de la compañía del apuesto capitán de la Exhaustless.

Confieso que encuentro ridículo el pago por nuestros desvelos. Si bien es cierto que el fragmento del esquema por sí mismo no vale nada, no es menos cierto que el patrón de creación puede llegar a tener un valor incalculable en las manos adecuadas. Por desgracia, esas manos no son las mías; por otro lado, el oro en metálico ahora mismo no me viene nada mal tampoco y cobrar por volver a casa no es sino el modo que tiene mi prima de reconocer que nos está estafando con esta transacción.

La nota positiva es que Edirél se ha esfumado. Yo pagaría por ello pero él se ha ido sin su parte de la recompensa, así que mejor todavía. Ahora no me importa mucho si era un traidor o no. Pese a todas las penalidades, estoy contenta de que todo haya acabado saliendo bien y ahora únicamente quiero algo de tiempo en casa para llevar a cabo algunos trabajillos personales que he estado posponiendo más de lo debido.

Hago un paquetito con las llaves de colores y el mapa de Albohogar y se lo entrego a Elaydren. Yo no pienso volver allí jamás, pero tal vez otros miembros de la Casa Cannith lo encuentren interesantes. El emplazamiento de los otros laboratorios descubierto en Cantera Carmesí es un secreto que por el momento prefiero reservar para mí misma.

Mientras rebusco en la mochila, reparo accidentalmente con el sagrado cáliz de Olladra que rescatamos de la pequeña iglesia de la ruinosa villa. Tan pronto como llegue a Sharn se lo regalaré a mi amiga Neli, hay cosas en esta vida que ni se compran ni se vendren con oro.

Había estado de bajo humor desde que llegaron a las Tierras Enlutadas, pero aún cuando regresaron a Rhukaan Draal y sus compañeros recuperaron el brillo en sus ojos ella siguió pálida. La princesa había pensado que sería lo suficiéntemente fuerte de espíritu como para enfrentarse a aquella aventura, pero

_{"Edirél no nos traicionaría."} espetó la princesa en voz baja, negando con la cabeza con el ceño fruncido. ¿Por qué se había ido? ¿Es que el sueldo que le pagaba su padre mas la promesa de una parte de la recompensa de Elaydren no eran suficientes? Shanna sospechaba que el tiflin se había visto herido en su orgullo, que había decidido que necesitaba entrenarse más. Pero, entonces... ¿por qué dejó aquel enigmático mensaje? La princesa miró el pergamino vacío en sus manos una vez más. ¿Por qué una carta de despedida? ¿Por qué no un adiós? ¿Y por qué ese buen humor al marcharse sin decir ni una sola palabra? Le dolía, había sido su guardaespaldas junto con Khala durante un tiempo razonable, el suficiente como para considerar a ambos amigos suyos. Y sin embargo... aunque no quería creerlo, una parte de ella pensaba que quizás sí que les había traicionado. Pero... ¿por qué el pergamino en blanco? Aún le quedaba clavado ese rostro de... ¿arrepentimiento?

"Quiero averigüar quién diantres era ese vampiro. Si de verdad compró a mi guardaespaldas, quiero saber qué precio le puso. Y si como quiero creer Edirél no nos traicionó..." agitó el pergamino en blanco. "Quizás alguna de las Casas de Dragón pueda ayudarme a ver si hay tinta invisible aquí." negó con la cabeza y dio un gran suspiro. "Necesito respuestas."

Habiendo aliviado un poco esa carga, intentó sonreir. Probar un dátil, quizá... Le gustaría celebrar la victoria con tanto ánimo como el de sus compañeros, pero... También había un gran peso en su corazón, y era que pensaba que había sido más una carga que una ayuda. Volvió a suspirar, quizá no estaba hecha para la vida del aventurero después de todo... Pero aún había respuestas que necesitaban respuesta.

Shanna palpó su brazalete, el querido regalo de un amigo muy especial.

_{"Salektaim..."} murmuró. Sí, definitivamente, aún le quedaban preguntas cuyas respuestas debía buscar.

 - No me hace gracia que nuestro compañero se haya ido así. Hay una cosa que me ha preocupado desde nuestro encuentro con los mercenarios del "vampiro", nos andaban esperando justo cuando salimos de las instalaciones de los Cannith. ¿Sabía alguien mas aparte de los sentados a esta mesa donde íbamos?- pregunta Raith disgustado-. No me gustaría pensar que hemos tratado con un traidor.

Elaydreen escucha atentamente al guerrero mientras bebe un pequeño y delicado sorbo de vino. Se toma su tiempo antes de contestar a Raith.

-Tampoco yo sabría decirlo con seguridad, Raith- contesta al tiempo que apoya la copa sobre la mesa-. Aunque atendiendo a vuestro relato creo que la explicación nada tendría que ver con Edirel. Me inclino más a pensar que aquel buitre descarnado que os atacó antes de entrar en Albohogar era, en realidad, un espía al servicio de los miembros de la garra esmeralda. A pesar de que lo derrotasteis no podemos estar seguros de que, desde el mismo momento en que os vio, no hubiese informado a sus superiores. Existen formas, demasiado horrendas para pronunciarlas aquí, que un nigromante puede emplear para controlar y ver a través de los ojos de sus siervos.

Shana apenas escucha las palabras de Elaydreen. Entre sus manos un papel de pergamino doblado concentra toda su atención, y sus emociones. Hubiese preferido que Edirel la hubiese acompañado hasta Sharn o, al menos, que se hubiese despedido de ella. Al menos de esta forma podría haberle mirado a la cara y haberle preguntado...¿Por qué?

Pero con su marcha clandestina se abrían muchos inquietantes interrogantes, y cada uno de ellos era peor que el anterior. Puede que Edirel se hubiese marchado por vergüenza. Puede no soportase la idea de no encajar en el grupo. Pero entonces...¿por qué les dijeron que se fue sonriendo?¿ Era un simple gesto de orgullo? La cabeza de la princesa daba vueltas una y otra vez. 

¿Y si supiese algo que el resto no sabe? ¿ Y si ,durante aquel tiempo que estuvo solo con Failin, le sucedió algo? Aquel lugar era lo suficientemente extraño y terrible como para no pensar que fuese una idea descabellada... ¿Y si encontró algo y lo guardó para él? Failin estaba casi inconsciente cuando lo dejaron con Edirel, no hubiese podido ver nada... ¿Y si...?

Por algún motivo incluso recuerda aquella fiesta de disfraces, tiempo antes de embarcarse en esta aventura, en el que la dama Elaydreen le pidió llevar un mensaje, de la forma más discreta, a un grupo de aventureros. En aquella noche tanto Khala como Edirel cuidaban de ella. La exploradora esperaba fuera mientras que Edirel escogió estar en el interior ya que era mucho más dado a los modales de la corte. 

Recuerda como se acercó a ella un desconocido pero apuesto Elfo quien la invitó a bailar. Su nombre era Jarem. Causó un gran impacto en ella tanto por  aspecto como por su enigmático comportamiento. Shana recuerda cuando  Jarem le dijo: " Princesa, ahora me veré obligado a pedirle otro baile...Pero recuerde, en Sharn nada es lo que parece. Nada es lo que parece..."

Y si... 

Las palabras de Elaydreen traen de nuevo a Shana a la mesa.

-Gracias por aquello que me entregas, Alhandra- continuó la dama tras recoger de manos de la cannith el paquete con el plano de Albohogar y las llaves-. Sin duda este conocimiento que aportas será de gran ayuda para nuestra casa. Es un conocimiento terrible, no obstante, que espero que nos ayude a no repetir los errores del pasado-. Mira en dirección al sol de poniente. Su rostro y los vuestros adquieren un color dorado , casi naranja-. Albohogar fue algo maravilloso, si. Pero también terrible. Allí se desarrollaron armas para la guerra más cruel y , tal y como habéis podido averiguar, se probó su eficacia sin ningún tipo de reparo con los pueblos de la zona. Cantera Carmesí no fue sino uno de estos campos de pruebas para la hidra que encontrasteis.

Os mira a todos vosotros y podéis percibir como una idea, tal vez un presentimiento, recorre su mente por un segundo. Todos lo habéis pensado en uno u otro momento; que la destrucción de las Tierras Enlutadas fuese como resultado de uno de esos experimentos de los cannith o de cualquier otro de los agentes implicados en aquella terrible guerra. 

-No estemos tristes- rompe al fin su silencio con una sonrisa melancólica-Los que quedamos deberíamos marchar cuando antes. No conviene dejarnos llevar por la imagen bucólica de este atardecer. Rhukan Draal sigue siendo un lugar poco aconsejable para viajeros de fuera de estas tierras...

Una extraña sensación  os invade al contemplad de nuevo el que fue vuestro camarote. Todo está como si nada hubiese cambiado; como si sólo vosotros ya no fueseis los mismos. Tras dejar vuestras cosas salís al exterior.

Apoyados en la baranda de babor contempláis los últimos rayos de sol de este día que termina. En silencio contempláis vuestros rostros y pensáis en todo lo vivido. Os invade una cierta sensación de nostalgia en el momento que vuestros pensamientos se dirigen al pasado y, con no poca incertidumbre, al futuro.

-¡Bienvenidos de nuevo al Exhaustless!- os saluda de nuevo el capitán Akyos mientras se descuelga de unas jarcias a alas que se había subido para dar instrucciones a la atareada tripulación de marineros-. En pocos días estaremos de nuevo en Sharn gozando de su vertiginosa estructura. ¡Mientras tanto les prometo que me encargaré de que su viaje sea los más placentero posible!-anuncia con energía mientras guiña un ojo en dirección a vosotros. 

No sabéis que os depara el futuro. Pero , por el momento, tan poco os parece una mala idea disfrutar de unos merecidos días de tranquila travesía marítima...

¿Tranquila travesía...?

El camarote está tranquilo. El Exhaustless se mece suavemente con el ir y  venir de las olas. La luz de la luna se mece suavemente en el interior al cabecear el barco elemental arriba y abajo. Tan sólo llega hasta vosotros el ruido de las jarcias al tensarse y el suave susurro de las aguas al romper tímidamente contra el casco.

Encontráis un sobre en vuestro camarote. El sobre contiene dos pliegos de papel. Hay cuatro piezas de platino fijadas a la primera hoja con lacre rojo. En la segunda se han escrito varias frases con letra apretada:

" Estas monedas tienen muchas amigas, a quienes les gustaría conoceros. Venid a las escaleras nororientales de la torre Myriad, en la ciudad superior (si, por si os lo estabais preguntando esto es en Sharn) dentro de dos semanas al mediodía. Traed con vosotros equipo de viaje y a aquellos en los que confiéis. Traed también cierto sentido de la urgencia y un ápice de discrección. Entregad este escrito al guardia que hay junto a las escaleras, para que os permita ascender".

Sorprendidos, las preguntas acuden a vuestros labios, pero no llegan a pronunciarse. Pues aunque es cierto que habrán de obtenerse las respuestas, sabéis que eso será en otra aventura...