Partida Rol por web

me quedo charlando con domenico contandole mis andanzas por la ciudad en la que estaba y como lo e llevado todo, después, si me queda tiempo me doy un paseo bajo la luz de la luna y me arreglo el peinado y el vestido. También hago los preparativos del viaje.

Hablas con Domenico de temas diversos, aunque la conversación gira repetida e involntariamente hacia los temas clásicos de los Lasombra: intriga, posición, poder. Una hora y media antes del amanecer, aproximadamente, Domenico te comunica que ha de ocuparse de ciertos asuntos y que hagas el favor de disculparle, aunque puedes pedir cualquier cosa a los criados en cualquier momento.

Te dice también que tienes una habitación disponible por si quieres descansar un poco, o gozar de cierta intimidad durante un rato, y te recomienda que no salgas de los límites de su mansión si no es imprescindible.
Das un paseo por los silenciosos jardines bajo la luz de la luna mientras reflexionas acerca del giro que acaba de dar tu vida. ¿Qué te espera más adelante? Nunca has estado metida dentro de un acontecimiento de tal envergadura.

El amanecer se acerca, y con él, la hora de la partida. Piensa: ¿llevas todo lo que necesitas? ¿Te falta algo?

Luego no habrá marcha atrás

Pues veamos, llevo ropa, mapas para no perderme, alguna señal que me identifique ante brexiano y los suyos, maquillaje, a antonio, dinero, armas,papel, tinta, pluma... y cualquier cosa que me recomiende Zachetti, jejeje

La hora de la partida llega, y unos minutos antes del amanecer, tu carro está listo para partir. Dos hombres armados con la librea de la familia Zachetti lo custodian, y uno de los mayordomos te espera. Antonio está ya allí, y Zachetti llega a la vez que tú.

- Bien, mi estimada chiquilla, ¡partes al fin!. Lamento todo este alboroto, pero cuando todo esto haya acabado, podremos sentarnos tranquilamente a beber una copa de sangre mientras observamos desde los más altos escalones. Estaremos en contacto, si es posible, aunque las comunicaciones son lentas y poco fiables. Te deseo suerte, y sobre todo templanza. Demuestra lo que te he enseñado y deposita las palabras correctas en los oídos adecuados. ¡Esa es tu mejor baza! Y que la noche esté contigo

-Procuraré obrar con rectitud y diligencia teniendo presentes vuestros consejos, solo espero que la suerte me acompañe. Sere vuestros ojos y oidos en la ciudad, y, tratare de dar a la misión el mejor termino posible. Os vere pronto, mi señor.(reverencia)

Tras decir esto, me encamino hacia el carro.

Domenico no puede evitar soltar una carcajada:

- ¿Rectitud? Oh, Irene, sois increible. Intentaré cuidar de vos en la distancia tanto como pueda, y sin más me despido. ¡Demuestra cuanto vales!

Antonio sube al carro y cierra la puerta. Oyes el restallar del látigo y el carro se pone en marcha. Te estás quedando adormilada con el traqueteo monótono del carro, el amanecer esta próximo...

Me voy adormecendo conforme se va acercando el amanecer. En la seguridad que mi carro me brinda duermo plácidamente todo el día.