Eres un aventurero espacial en el año 3200, un vagabundo entre los mundos desperdigados en lo que antaño fue una diáspora humana. Cualquiera que sea la razón, has decidido abandonar tu antigua vida y sumirte en una existencia errante surcando las estrellas, viajando de mundo en mundo en busca de fortuna y gloria. Muchos mundos se han recuperado de la oscuridad del Siglo del Silencio, y ahora pueden fabricar aeronaves espaciales y otros dispositivos de avanzada tecnología. Otros mundos, no obstante, son "Mundos Perdidos", aislados del comercio intergaláctico y forzados a sobrevivir solo con los recursos de sus propios planetas.
Fragatas de combate, pequeñas naves mercantes y aeronaves de reconocimiento son comunes en la mayoría de los mundos, incluso en los más atrasados tecnológicamente. Aunque provengas de uno de estos planetas primitivos o culturas aisladas, es probable que hayas viajado en alguna de estas naves hacia una vida más cosmopolita. Incluso por elección propia.
Sea como sea, no vagas en soledad. Casi nadie lo hace, a decir verdad. Ningún planeta, ninguna especie, reacciona bien a forasteros solitarios hostiles o a aquellos que han de ser coaccionados para acatar ciertas normas de convivencia. La galaxia es un lugar tan maravilloso... como peligroso. Muy peligroso. Un aventurero espacial que adore el peligro o insista en afrontar en solitario desafíos arriesgados puede encontrarse rápidamente con una tumba abierta a su nombre.
Permíteme una pregunta personal: ¿Cuál es tu objetivo?
Deberías saberlo antes de enrolarte en una nave a probar suerte en ese negro océano de estrellas sin nombre.
Podría ser algo sencillo como convertirse en alguien más rico que tus más profundos sueños de avaricia, o ser conocido como el piloto más hábil del sector. Original no serías, desde luego, pero podría llegar a entenderte. Fortuna y gloria, ¿no?
Quizás quieras algo más complejo. ¿Qué tal orquestar la caía del imperio interestelar que conquistó su mundo natal?
¿Sabes? Realmente no importa. Sea lo que sea, ese objetivo tuyo es lo que hace que salgas ahí afuera, al espacio, y hagas algo.
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Estamos en el año 3200.
La Humanidad se ha diseminado como polvo entre las estrellas. Las reliquias destruidas de los días pasados pueblan el cielo y hombres y mujeres luchan para reconstruir la gloria de la Edad Dorada de la Humanidad. Durante casi mil años, la Humanidad se ha expandido desde su antigua cuna, Terra, hasta poblar los cielos con sus mundos. Al principio, la expansión comenzó de la mano de los enigmáticos SD (Spike Drives), que permitieron a los humanos saltar entre estrellas. Incontables naciones, religiones e ideologías enviaron colonos a las tinieblas allá arriba con el objetivo de encontrar nuevos hogares donde pudieran vivir libremente del yugo opresor de los Maestros fosilizados de Terra.
Los Spike Drives permitieron alcanzar diferentes mundos. Doblaron el pañuelo del espacio y el tiempo y lo atravesaron para alcanzar estrellas distantes, aunque no sin consecuencias. Con el curso de las generaciones, la sutil influencia del viaje interespacial cambió a los descendientes de los exploradores estelares, que empezaron a desarrollar una enfermedad conocida como "Síndrome de Extroversión Metadimensional", o SEM.
Más tarde, se empezaría a hablar de "Psiónicos".
El SEM mataba o enloquecía de modo inevitable a sus portadores cuando empezaron a hacer uso de sus poderes. La fuente de la energía extradimensional que eran capaces de canalizar o les freía el cerebro o acababa con su cordura. Solo a través de décadas de investigación y la pérdida de incontables vidas se hallaron técnicas para manipular este poder de una forma segura.
La segunda gran expansión de la Humanidad comenzó a través de la canalización de energía psiónica. Incluso aunque solamente uno de cada diez mil humanos adolecían de SEM, fue suficiente para reformar la civilización humana. Se emplearon grandes coros de psiónicos para desarrollar una nueva tecnología, nuevas y avanzadas formas de construcción. Ello desembocó en las enorme Puertas de Salto, que podían teletransportar fragatas enteras a través de distancias interestelares.
Los Spike Drives quedaron relegados a las fronteras, a los sistemas estelares más lejanos que no podían permitirse entrenar psiónicos o comprar los componentes necesarios para construir sus propias Puertas de Salto.
En el año 2665, un pulso metadimensional de inimaginable violencia explotó desde el Velo Nébula, cambiando por completo el espacio conocido en cuestión de segundos. Todo psiónico en espacio humano murió al instante o enloqueció por completo por el pulso, todos ellos consumidos en lo que más tarde se denominó El Grito.
Con las Puertas de Salto inoperativas y todos los mentores psiónicos dementes o muertos, los mundos del Núcleo se vieron de repente aislados de las fronteras. Unas pocas naves de transporte de estos mundos lograron salir de la zona gracias a los pocos Spike Drives que quedaban por el sector, portando historias de horror, hambre y guerra abierta entre cruceros espaciales y fábricas orbitales. La mayoría de los mundos del Núcleo han perecido, o al menos eso se cree, puesto que quedaron separados de aquellos planetas que alimentaban sus vastas poblaciones y suministraban las tecnologías vitales. Los siglos que siguieron fueron conocidos como El Silencio, una época oscura en la innumerables mundos humanos lucharon para sobrevivir su súbito aislamiento.
Algunos de estos mundos, incapaces de apoyar una civilización de viajes estelares, cayeron en la barbarie. O en algo peor.
Algunos mundos carecían de metal o combustibles fósiles o de cualquiera de otros incontables recursos vitales para mantener su industria. Y todos ellos, por supuesto, carecían de psiónicos con los que entrenar a las nuevas generaciones de portadores del SEM.
Durante los últimos 600 años, la Humanidad ha empezado a curar lenta y dolorosamente las heridas del Grito. No todos los mundos eran inhábiles de sobrevivir con independencia, y estos planetas, los más duros y autosuficientes, se han erigido en naciones estelares y en imperios en miniatura. Las rutas comerciales han revivido con el tiempo y se han construido nuevos Spike Drives. Se organizan de modo regular nuevas expediciones a los Mundos Tumba del Núcleo para reclamar los vestigios de un pasado ya muerto. Y aún así... Una neblina pende sobre estos esfuerzos.
A través de un gran sacrificio algunos arcanos secretos del entrenamiento psiónico han revivido, pero ya no hay mundo que se atreva a confiar en estos poderes. La naturaleza del Grito es todavía un misterio. Por ahora, la Humanidad lucha por construir un mundo que no se base en poderes que no puede entender o controlar del todo. El espacio humano es un vasto lienzo sumido en su mayor parte en el misterio. Las antiguas cartas de navegación llevan mucho tiempo caducadas sin que hayan sido actualizadas. Razas alienígenas han entrado en contacto con sectores humanos y aún permanecen inexploradas las ruinas de razas cuyo origen datan de una etapa anterior a la humana.
Señores de la guerra y terribles tiranos conspiran para expandir sus dominios estelares, y almas valientes luchan por recuperar secretos perdidos.
Las estrellas innumerables te esperan.