Partida Rol por web

Un placer de nuevo servir bajo sus ordenes señor. ¿Sabe donde nos va a tocar lidiar señor?

Os reunís de nuevo en la bahía siete, donde varias lanzaderas con sus pilotos ya están llevando tripulantes a la nave. A algunos los reconocéis, pero a la mayoría no. Son personal nuevo, la gran mayoría cadetes recién graduados, en grados como Teniente Jr. o Cadetes.

Al poco, uno de los pilotos os llama la anteción. Una lanzadera os espera, a vosotros, concretamente. El cuadro de oficiales de la nueva nave insignia. Una vez todo listo, embarcáis, hacia la Enterprise. Os acomodáis en su interior, y esta despega. Y es justo cuando abandonáis la bahía, cuando la véis.

Aún pese a las promesas de Tennant, no podéis evitar impresionaros. La nave, más grande que los cruceros de clase Excelsior, es, pese a su gran tamaño, grácil. Una nave diseñada para ser, sin duda, no solo una nave insgnia, sino el orgullo, y a la vez la prueba de lo que la ingeniería de la federación puede dar de sí. Aunque va mucho más armada que ninguna otra nave de la flota, sus armas no saltan a la vista. Sin embargo, su blindaje y sus escudos, si. Es un detalle importante, pues, pese al armamento pesado, bien capaz de hacer frente a una pequeña flota, o incluso arrasar un planeta, da a entender que la diplomacia siempre es lo primero.

Poco a poco, os acercáis. Las juntas, los ensamblajes, incluso las aperturas parecen pertenecer a un solo bloque de metal y cristal. A través de algunos de los ventanales, podéis atisbar vistas del interior de la nave, espacios enormes, diseñados con eficacia, pero a la vez con confort.

Finalmente, llegáis al hangar de la nave. La lanzadera aterriza, y allí os reciben varios oficiales. Una de ellas es la Alférez Taliano, que os recibe con una sonrisa de cierta familiaridad. Conduce a Kharosh, Rodek y Vreekar al puente. Mientras, a la Dra. Ogawa la espera una oficial nueva. Un personaje extraño, cuyo rasgo más visible es el implante BORG en parte de la mejilla derecha y la oreja y ceja izquierda. No obstante, y pese a eso, recibe a la doctora con una sonrisa amable, dispuesta a llevarla a la enfermería. En cuanto a Tennant, Callaghan, el peculiar segundo ingeniero de la nave, lo espera con cierta impaciencia, con un informe en la mano.

Apenas llegáis al puente, aparece el Capitán Klauser, bien vestido con el uniforme de Capitán. Os saluda de forma efusiva.

-¡Saludos, compañeros! Me alegro de veros. ¿Cómo os ha ido este último año de permiso? Por fin he llegado y me alegro de reconocer algunas caras.-

Respuesta de Vreekar

- Encantado de volver a verle, Capitán

Respuesta de Kharosh

- Un placer de nuevo servir bajo sus ordenes señor. ¿Sabe donde nos va a tocar lidiar señor?

La oficial que te recibe, con el rango de Teniente, te ofrece una guía, primero a tu camarote y luego a la enfermería, para que conozcas al personal y al nuevo equipo. Se presenta como la doctora Greta Margon, especializada en química cerebral, neurología, neurología avanzada y doctorada en psicología y psiquiatría. Sin duda, una carrera admirable. No obstante, cuesta evitar fijarse en sus implantes BORG, que ella parece ignorar por completo.

Callaghan te entrega, casi sin darte tiempo a nada más, un PAD con una completa que, sin falta, deben ser revisados (al menos, según su opinión, aunque eso, por supuesto, no lo menciona). Hace especial mención a los nuevos paquetes de biogel en las redes eléctricas, una medida muy útil, como bien probó la USS Voyager.

Tennant se despide de los demás. Aunque está seguro de que el capitán querrá tener una charla con los oficiales en breve. Casi sin darle tiempo a nada más, Callaghan el serio le pasa un PAD con las novedades.

Tennant las revisa mientras se dirijen a ingenieria, algunas cosas si que son importantes, otras pueden esperar. Lo del biogel le llama la atención.

Mmmmm. Está bien señor Callaghan. Hagan que retiren las dos que dan fallos. Y si quiere puede echarles un puro a los de transportes. Esos errores no nos los podemos permitir.

Asegurese también que nos manden dos nuevas para asi tener el mismo material de repuesto. Debemos ser capaces de hacer una reparación completa de la nave en cualquier lugar. Con repuestos para todo. Si de mi dependiera tendriamos el doble de lo que nos han asignado, pero las demás naves de la flota ambién querrán estar preparados.

Al llegar a ingenieria saluda a los demás miembros del equipo. Y como le ha cogido el gusto a los discursitos se marca uno para animar el ambiente.

Señores. Si me permiten un momento.

Quisiera decirles que es un placer y un honor que esten ustedes aquí. Si han sido seleccionados para la nave insignia de la flota es porque son buenos en su trabajo. Así que no espero menos que lo mejor de lo mejor de ustedes. Se que están tan orgullosos como yo de estar aquí.

Bienvenidos.

Y ahora a trabajar.

Dicho esto se dirige a los motores de los que está tan orgulloso.

Alyssa no acostumbraba a prejuzgar a la gente. Nunca lo había hecho, asi que simplemente optó por ignorar sus implantes pensando qué, si algún día ella decidía hablarle sobre ello, era cuestión lógica que lo hiciera porque ella quisiera y no porque su superior le pidiera explicaciones.

La doctora era de esas "extrañas personas" que acostumbraban a darle prioridad a las relaciones entre las personas que a su currículum o a su aspecto. Si consideraba que trabajaba bien, nunca le diría ningún pero. Saludó cortesmente a la Dra. Margon, incluso de una manera más familiar de lo que acostumbraban los superiores.

- Hola, Dra. Margon. Es un verdadero placer conocerla. - hizo una pausa mirando a su alrededor - Por lo que he podido ver las instalaciones de la nueva nave Enterprise son realmente espectaculares. Se ven avances tecnológicos por todos los lados. Creo que me costará acostumbrarme a ésta nueva enfermería. - La doctora Ogawa era también esa clase de médicos que acostumbraba a hacer las cosas de manera manual, y la automatización de las enfermerías era algo que realmente no iba con ella del todo.

Buenas noches  capitan, esta es una hermosa nave,  como  mi primera labor como oficial cientifico  espero bienaventuranzas en nuestro viaje. Hago un gesto frio con la cabeza, mientras con amabilidad sigo a mis compañeros.

Espero muchas cosas luego de que me han subido el rango.

 Klauser saluda a los oficiales que van llegando al puente.

- Saludos, señores - espero a que entren todos - Bien, lo primero es instalarse en sus nuevas dependencias y tomar contacto con la nave. Dentro de tres horas les espero a todos en la sala de reuniones para hablarles de nuestra misión. Entonces responderé a todas sus preguntas. 

Luego, en tono menos formal añado:

- Realmente, comprobarán que el nivel de confort de esta nueva Enterprise es excelente. Ha sido s¡diseñada pensando en todos los detalles que nos pueden hacer nuestra vida más agradable. Y, créanme, vamos a pasar aquí una buena parte de ella.

Karosh se interno en la nave, realmente comprobó de primera mano que la protección y seguridad de la nave le iban a proporcionar un montón de trabajo, pero eso al Klingon no le importaba, su deber era claro.

Encontró una habitación vacía, amplia en el corredor de oficiales, se la autoasigno a si mismo y empezó a desempaquetar su adquisición.

Luego aparto una mesita ...¿para que demonios quiero una mesita tan baja?.. y comprobo que tenia un espacio para sus ejercicios de meditación de combate.

Lo que ordene capitan, estoy a su servicio. Hago una reverencia y me dirijo  al area cientifica ha hablar con mis hombres. Es raro decir eso "mis hombres", ahora soy oficial no teniente, esto me llena de alegria, quiere decir que mis logros son positivos, ¿qué más pasará?

En la estación cientifica recibo informes y reviso todas las instalaciones, luego regresare al salon de reuniones para el señalamiento de la misión.

- Agradeceremos esas comodidades seguro. Si me disculpan voy a buscar mi camarote, Vreekar sale del puente.