Motivo: Bennie para llegar a la nave
Dado de rasgo (1d12): 8 = 8
Dado salvaje (1d6): 2 = 2
Total: 8+(2) = 10
Dificultad: 8
Resultado: Éxito
Bueno, con que Karak saque un éxito sencillo en llegar a la nave, nos vale.
Motivo: Llegar a la nave
Dado de rasgo (1d8): 3 = 3
Dado salvaje (1d6): 4 = 4
Total: 4+(1) = 5
Dificultad: 8
Resultado: Fallo
Motivo: Llegar a la nave round 2
Dado de rasgo (1d8): 7 = 7
Dado salvaje (1d6): 6+(4) = 10
Total: 10+(1) = 11
Dificultad: 8
Resultado: Éxito
Voy, perdonad que está siendo una mañana de locos en el curro.
Gasto Benni para esa tirada y voy con Pelea... Pues nasti de plasti xDDD
Gasto otro Benni -> Bueeeeeno, ahora parece que si :O
Finalmente Saran logró convencer a Reedha y Karak para que le ayudaran en su trabajito. Nada complicado, al menos no para ellos. Mientras Dess’iree y Laynia se marchaban a sus cosas, sobretodo para no estar cerca de ellos, y L4 se volvía a la nave para prepararla el nuevo trío empezó con las averiguaciones.
Saran sabía la zona en la que se suponía que el arkaniano estaba teniendo su reunión, pero necesitaba acceder a una terminal de la estación para poder averiguar la localización concreta. Por ello se dirigieron a una oficina de información. Obviamente la mujer al cargo no podía, ni quería, darles acceso a la misma. Pero un gesto y unas palabras amables de Reedha lograron que se tomara un descanso dejando abierta la conexión del terminal. Después de eso fue un juego de niños para Saran localizar el nombre de Exxes y la sala de seguridad que había reservado para su reunión. Estaba en una zona VIP dentro de la zona VIP y, cuando el oficial de seguridad les trató de detener diciendo que no tenían permiso para entrar allí, Karak le convenció de que era mucho mejor dejarles entrar que no que tuviera que desmembrarlo allí mismo. El de seguridad, en un extraño sentido de preservación personal, accedió a no detenerlos. Al parecer quería todas sus partes en su lugar.
Una vez en la zona llegar a la sala privada no fue difícil. Además, el hecho de que fuera privada les daba algo de intimidad para lidiar con los guardaespaldas del arkaniano. Tal y como les contó Saran eran cuatro feeorin enormes muy bien armados. Blindajes pesados y rifles de repetición era lo más obvio. No obstante la paciencia parecía haberse quedado en la zona anterior, pues el único saludo que hubo fue el desenfundar de la pistola de Saran y la activación de los sables de los Sith. Karak pudo descubrir por las malas que aquellos tipos parecían saber lo que se hacían, pero al menos logró distraerlos lo suficiente como para que la chiss les abatiera mientras estaban ocupados con el sith. Un disparo a quemarropa por la espalda parecía funcionar muy bien con ellos. Reedha por su parte dio muestras de su dominio con el sable de luz doble y no tuvo problemas en abatir a los otros dos. Sus armaduras eran buenas, pero no podían hacer nada contra el sable de la mujer roja ni sus habilidades marciales. Saran pudo comprobar que a pesar de lo que había dicho antes, aquella mujer era endiabladamente buena. Seguramente mucho mejor que Dess. Por su parte los siths notaron que la chiss sabía defenderse en un tiroteo.
Después de aquello entrar en la sala fue lo de menos. Aunque la cara que puso Exxes fue puro éxtasis para Saran. Tal y como suponía la chiss, el muy cabrón estaba haciendo negocios con el ejercito de la República a la vez que con el Imperio Sith. No sólo estaban firmando en aquel momento un contrato para establecer nuevas rutas de entrega, si no que los datapads que tenía el embajador de la República les mostraban localizaciones de bases y planetas de abastecimiento. Sin duda alguna aquella información sería de gran importancia para la Inteligencia Sith.
Lo único que quedaba entonces era volver a la Fury y salir de allí. Algo más fácil de decir que de hacer. Pues los disparos habían activado las alarmas de la estación. A pesar de que Saran trató de eliminarlos no lo logró a tiempo. Por lo que el trío se encontró a la salida con una escuadra armada hasta los dientes de las fuerzas de seguridad de Farlander V. Los cabrones se habían traído incluso un E-Web bláster.
Claro que aquello no era algo que amilanara a los sith. En lugar de rendirse o tratar de huir, ambos se lanzaron como salvajes contra las tropas, pillándoles desprevenidos. Si hubieran podido mantenerlos a distancia seguramente la cosa habría cambiado, pero en las distancias cortas los sables de luz rojo hicieron estragos. Ignorar armaduras venía muy bien siempre, y sin brazos para sostener las armas poco se podía hacer. Las pocas dudas que tuviera Saran de que mejor no soliviantar a aquellos dos, en especial a la mujer, se disiparon.
Luego sólo hubo que llegar a la nave, que afortunadamente L4 ya tenía preparada. Tras echar del asiento del piloto al droide y ponerse a los mandos, la chiss se dio cuenta de que los cañones de Farlander les tenían fijados como objetivos. Saran era buena, pero sabía que esquivarlos todos iba a ser imposible, más valía que la Fury fuese resistente.
Pero antes de que pudieran borrarles del espacio, los cañones se desactivaron. Con lo que la nave logró saltar al hiperespacio sin problemas. Antes de hacerlo recibieron un mensaje proveniente de la estación.
—Menudo jaleo habéis montado chicos. Yo de vosotros tardaría un tiempo en volver a Falander V, por si acaso.
Un beso a todos.
P.D. Me debéis una.
Saran sabía que a Dess siempre le gustaba tener la última palabra.
Si queréis poner algo sed libres. Yo voy preparando la siguiente escena, saliendo del hiperespacio afuera de la zona de asteroides.