Partida Rol por web

Las dudas asaltaron la mente de Misii. La fama de Skywalker iba más allá de las habilidades de un caballero jedi. También era un excelente piloto, si no el mejor de la orden. Y para más inri, el caza que pilotaba debía de ser bastante mejor que el cacharro medio averiado que pilotaban los tres jedis.

Era una batalla que era mejor no libar. Tal vez en tierra, siendo tres contra uno tuvieran más opciones.

Sin embargo, las palabras que con tanta convicción dijo su compañero le levantaron el ánimo. Agarró los mandos con firmeza y se preparó para volver a dar lo mejor de sí.

-Lista- Contestó.

No tardó en llevar la nave a una velocidad de combate mientras hacía algunas maniobras para eludir los disparos de Skywalker.

Skywalker...  -Gruñó mientras controlaba sus emociones. - No creo que pueda contra el, voy a plantarle cara para ganar tiempo mientras nos llevas a esa roca y encontramos un lugar seguro.

Dejó su puesto de copiloto tras retirarse sus auriculares y se desplazó corriendo por la nave hacia los mandos de la cañonera.
-Cañonera en su puesto. Comentó brevemente.

Se tomó un momento para relajarse y tratar de fortalecer su comunión con la fuerza, agarró los mandos con determinación, fijó el blanco en el objetivo y comenzó a disparar contra su hermano caído. 

La situación se tornaba tensa.

Anakin Skywalker había demostrado que estaba allí para daros caza. Vuestras vías de salida consistían en derrotarle en un combate o huir al sistema que teníais a vuestro alcance. Por desgracia la primera opción estaba muy en contra teniendo en cuenta que la nave del Jedi caído estaba preparada realmente para luchar, no como la vuestra.

Pudisteis sobrevivir a la primera oleada, aunque vuestra nave quedó ligeramente dañada.

La nave de Anakin también sufrió daños en vuestro intento desesperado por sobrevivir de nuevo ante aquella situación.

La cuestión era... ¿aguantaríais la tensión del combate el tiempo suficiente para escapar de la situación?

Qual Thek trasteó todo lo que pudo con el generador de escudos que chisporroteaba llenándolo todo de destellos. Por un instante tuvo que echarse hacía atrás después de llevarse un calambre. La nave era un trozo de chatarra que no tardaría en caerse en pedazos, sobretodo teniendo en cuenta las dotes de piloto de Skywalker. Tenía que hacer buen uso de la energía de los escudos y podía hacerlo. Conocía bien el sistema que usaba esa nave.

El keldoriano comenzó a trastear, exprimiendo toda la energía posible de la que contaba la nave para el sistema de defensa.  Que el jedi caído disparara todo lo que quisiera. Todos los ataques serían repelidos.

Ese primer asalto salió bien para los jedis prófugos. Tanto ellos como la nave seguían de una pieza. Sin embargo, el combate seguía.

Misii seguía a los mandos de la nave, haciendo lo posible por estar a la altura de la situación, que no era poca cosa. Al menos, si su intuición era correcta, no tendrían que preocuparse por sufrir daños fatales. Si Skywalker estaba allí, dándoles caza por los motivos que ella creía, desintegrar la nave con ellos dentro sería contraproducente para él.

Esa idea le infundía cierto coraje a la miraluka, que seguía presentándole batalla al jedi caído.

Continuó disparando con confianza renovada al ver que los primeros disparos impactaban, sin embargo los siguientes disparos no tuvieron tanta suerte, pero no por ello iba a dejar de disparar hasta que se quedase sin munición.

Tras unos momentos intensos donde se debatía la supervivencia del grupo a través de una persecución contra el traidor Jedi, parecía que finalmente había una vía de escape a la vista.

Misii fue capaz de maniobrar la nave de tal manera que la entrada en la órbita de la luna era inminente, además, el fuego recibido por los cañones de vuestra nave habían disuadido lo suficiente a Skywalker para saber que continuar persiguiéndoos no era tan buena idea.

Aquello os hacía partícipes de una sensación increíble, habíais logrado en dos ocasiones evadir una muerte segura a manos de aquel que sería el elegido.

Os mirasteis los unos a los otros llenos de satisfacción mientras se trazaba la mejor ruta para aterrizar en un lugar seguro, sin embargo unos indicadores de emergencia empezaron a iluminarse en la cabina generando un escalofrío en vuestro cuerpo.

Algo estaba fallando en la nave, al principio pensasteis que podía ser un daño colateral de los ataques de Anakin, pero quizás la respuesta iba más allá: vuestro transporte no estaba preparado para una situación tan extrema como la que acababais de vivir y era potencialmente inestable.

No sabíais que iba a pasar a continuación, tan solo podíais creer en la Fuerza puesto que la nave a medida que traspasaba la atmósfera no dejaba de avanzar a más y más velocidad.

¿Era aquel el final de vuestro viaje?

El segundo asalto fue más intenso. Misii estaba totalmente concentrada en esquivar los disparos de Skywalker, así como de intentar poner espacio de por medio para dificultarle más el dispararles. Sentía como la nave temblaba cuando los escudos absorbían los impactos, preguntándose si serían capaz de aguantarlos todos.

Entonces, algunos de las alarmas comenzaron a enmudecer. Los disparos cesaron y jedi caído parecía dejar de perseguirles. Tal vez, y si la fuerza así lo quería, incluso se retirase.

Misii comenzó la secuencia de aterrizaje. Sin embargo, la nave comenzó a presentar problemas con la maniobra. Seguramente el combate había sido demasiado y empezaba a acusar los daños.

La jedi soltó los mandos de la nave unos instantes.

-Abrochaos- Sugirió a sus compañeros mientras lo hacía.

El aterrizaje sin duda iba a ser duro. Y tendrían más probabilidades de sobrevivir sin el riesgo de salir disparados contra el metal al primer impacto.

Después, comenzó a activar la retropropulsión para tratar de amenizar la dureza del impacto.

Parecía que por el momento estaban a salvo. Los tres jedis habían hecho un buen trabajo y entraban en la órbita de la Luna. Pero Qual Thek no tenía intención de regocijarse. Se habían salvado por el momento pero no habían repelido (ni mucho menos derrotado) a Skywalker. Y la vibración de la nave sólo reforzó sus funestas sensaciones. Aunque Misii fuera capaz de tocar tierra sin incidentes, ¿estarían en disposición de abandonar la luna? Y si no, ¿cómo iban a evadir a Anakin? Estaba claro que pretendía seguirlos hasta el final.

Lo sé maestra. Soy uno de esos viejos cascarrabias del Consejo.

Desazonado, el keldoriano tomó asiento y se abrochó en el cinturón con una pregunta rondando su cabeza. ¿Estaban en manos del destino o podrían ellos forjar uno?

Se sintió mal consigo misma por perder aquella oportunidad de hacer pagar a Skywalker por sus crímenes pero supongo que salir vivos de ese combate era una victoria también.

La alarma comenzó a sonar y sintió que quizá había cantado victoria demasiado pronto. Asintió a la sugerencia de Misii y se abrochó el cinturón, no podía hacer mas que eso y contemplar a través del cristal como el planeta se hacía cada vez mas grande y estaban mas cerca de la superficie, el impacto parecía inminente y que no saldrían de ahí por su propio peso.

No tenía miedo, estaba en paz sabiendo que habían luchado hasta el final. Se encomendó a la Fuerza y disfrutó de las vistas.

A veces incluso cuando la oscuridad parece inesquivable,

la luz se aferra a los rincones más inaccesibles para mostrar su fuerza.

La unión y el vínculo de los tres defensores de la paz cobraron poder guiados por un mismo instinto.

Supervivencia

Confianza

Redención

Esperanza

.

..

...

Con los ojos cerrados y confiando en la voluntad de la Fuerza, se concentraron con la intención de generar un escudo que les protegiese de un destino fatal. Un impacto directo con la luna que les había brindado una segunda oportunidad.

Había sido mucho lo que dejaron atrás.

Había sido mucho el esfuerzo depositado por tener una oportunidad más.

Una oportunidad más para seguir cumpliendo un propósito.