Cuando parece que todo el mundo se encuentra hacinado en el contenedor principal, un capitán solicita silencio y el Mayor Griff se sube a una tarima.
- "Bien, ha llegado el momento. En las próximas horas se decidirá si nuestra misión tiene éxito o no. Si algo sale mal puede que muchos no sobrevivamos, pero también puede que la vida muchos de nuestros compañeros depende del éxito de esta misión.
No quiero que consideren esto como una responsabilidad extra que recae sobre sus hombros, es nuestra misión y siempre ha sido nuestro objetivo. Lo sabían cuando se presentaron voluntarios. No dudo ni por un momento que ustedes son los mejores en su trabajo y si alguien es capaz de llevarla a cabo es este equipo que hemos reunido.
Como en la mayoría de las misiones del Comando Stargate no sabemos que hay al otro lado de esa puerta. Nos lanzaremos a lo desconocido sin red de salvaguarda, confiando en nuestras habilidades y en las de nuestros compañeros. Miren a su alrededor, en esa gente depositaran sus vidas, la confianza es fundamental. Todo lo que hay al otro lado de ese portal se considera territorio hostil, y en terreno enemigo no quiero dudas, debe haber confianza plena. Por eso si alguien alberga cualquier tipo de problema o inseguridad ahora es el momento de plantearse si quiere dar el paso y seguir adelante. Luego cientos de vidas dependerán de cada uno de nuestros movimientos y decisiones."
Se hace un silencio, la propuesta del Mayor parece retórica pero los que han servido bajo su mando saben que no bromea.
Espera unos minutos antes de continuar.
Tenéis hasta el lunes por si queréis reaccionar al mitin, si no sigo y empezamos con la acción. Calentar los dados y el ingenio.
Sara escucha la arenga del Mayor Griff con atención.
Sabe elegir bien las palabras, sin duda no es la primera vez que tiene que ponerse delante de sus hombres para infundir valor y honor. - Piensa mientras intenta captar las reacciones en el reducido auditorio.
Marines, operaciones especiales, los mejores paramédicos del ejército estadounidense, científicos que trabajan con lo que los demás sueñan... no hay ni un parpadeo, todos conocen su trabajo, todos asumen el riesgo del mismo y todos están deseando cruzar esa puerta... yo también.
Mientras escucha al Mayor, el corazón de Gustavson parece pararse durante un segundo. A su alrededor todos tienen cara de jugadores de póquer como los que alguna vez había visto en la televisión mientras cambiaba de canales en búsqueda de algo que le entretuviera mientras cenaba.
-No es el momento de mearse en los pantalones, es aquí donde debo estar. Si al menos tuviera algo que aliviara mis nervios... - Rebusca en uno de los bolsillos de su pantalón de manera disimulada y lentamente saca un chicle largo y fino envuelto en un papel plateado.
-¡Premio!. Dentro de nada estaremos en marcha
De manera tranquila le quita el envoltorio el trozo de goma de mascar que acaba de encontrar y se lleva a la boca.
Tras hacer un resumen del plan general y un par de párrafos de aliento en plan castrense, el Mayor dio por finalizada la reunión:
- "Pues ha llegado el momento de la verdad, queramos o no... Les espero a cada uno en su puesto en exactamente 42 minutos."
El plan no parecía muy difícil en la teoría del papel, aunque todos sabían que había miles de cosas que podían ir mal y que no todos tendrían la suerte de ver un nuevo día. Incluso había bastantes posibilidades de que ninguno tuviera ese lujo que las personas normales daban por sentado.
Tras que el grupo científico generaba su pequeño y privado holocausto nuclear para generar suficiente energía para corta la llamada y puntear la puerta, los equipos tenían que lanzarse a ciegas por ella esperando no encontrarse de narices con una trampa y rezando por ser capaces de poder manejar la situación al otro lado.
Estaba claro que nadie iba a aprovechar esos minutos valiosos en darse una tranquila siesta.
Jonas se reunió de camino con Lee y Gustavson de camino a preparar los ajustes finales con los datos que habían calculado.
- "Tal y como yo lo veo... Tenemos dos opciones principalmente: automatizar el proceso para prevenir cualquier fallo humano con el amplio margen de error que eso implica o confiar en que haya capaz de operar los complejos sistemas que entran en juego y sea capaz de determinar el momento en que las lecturas son correctas para comenzar a ejecutar el proceso..."
Jonas parecía querer añadir que pese a su memoria inhumana no tenía la experiencia necesaria para cargar con el peso del proyecto. Ya había tenido otras situaciones con materiales similares y no podía alejar de su cabeza la sombra de la culpabilidad por la muerte de Daniel Jackson.
El doctor Lee asintió con la cabeza. Estaba completamente de acuerdo. Pero si algo había aprendido de los militares es que en esas situaciones es mejor no abrir la boca si no quieres acabar presentándote "voluntario".
No era la primera vez que carga con el peso de una operación similar, pero no se sentía cómodo. El laboratorio era su reino y allí no dudaba en tomar la iniciativa por muy peligroso que resultara el experimento, pero cuando había tantas vidas en juego siempre era un militar el que tomaba la decisión de apretar el botón.
Echaba de menos a la Mayor Carter que era la que solía encargarse de estas cosas. En realidad parecía que todo funcionaba mejor cuando Samantha estaba cerca y que nada era imposible de solucionar... Le debían la mayoría de los avances tecnológicos que habían logrado el Comando y no tenerla en este preciso momento era, según su punto de vista, una importante desventaja.
Tras hablar con otro par de oficiales que salieron raudos a cumplir sus cometidos, Griff se acercó a la Mayor Town. Le hizo un gesto para que no se alejara y se reuniera con él, con toda la privacidad que podían contar en el poco espacio de las instalaciones. Como todo el mundo estaba bastante ocupado en tener todo preparado para la hora límite, la esquina a la que se acercaron era un rincón de lo más tranquilo y reservado.
- "No sé lo he dicho antes, pero tiene que tomar una importante decisión."
Hizo una pausa para contener una tos, lo que genero una inesperada pausa dramática.
- "Por descontado quiero que se encargue del grupo que opere la MALP antes de que el mi grupo cruce el portal en cabeza de la invasión. Pero eso no implica nada..." - Sara empezó a intuir cual era la decisión. - "Tiene que decidir si será la líder de uno de los grupos que cruzará el portal o si, por el contrario, se encargará del grupo que nos de soporte desde aquí."
Como para intentar ayudarla a decidirse le sopeso los pros y los contras.
- "Ambas misiones tienen mucho peso y entrañan una terrible responsabilidad. Al otro lado del stargate se jugará la vida, pero no solo la suya, la de sus hombres y una parte importante de la misión al coordinarse con los otros grupos. Si se queda aquí tendrá prácticamente más peso ya que se encargará de la coordinación y apoyo remoto, puede que sea más seguro físicamente pero a la larga recaerá aún más responsabilidad en usted. Ya que si algo falla al otro lado el que esté al mando de la base aquí deberá decidir como continuar con la misión o incluso abortarla e informar al Comando Stargate."
No hacía falta que mirara el reloj para demostrar la premura que requería la decisión. Con los ojos clavados en los marrones de la Mayor dijo:
- "¿Dónde esta su sitio, Town?"
Sara se quedó pensativa unos instantes mientras su analítica mente intentaba sacar toda la información posible de las palabras del Mayor Griff, estaba claro que al haber sido la promotora de la idea de utilizar la MALP le iban a dejar dirigir el grupo que la intentara poner en funcionamiento, además tenían en cuenta sus capacidades de mando y de organización. Aún así le daban a elegir destino, vanguardia o retaguardia, enfrentarse a los desconocido o enfrentarse a la responsabilidad del apoyo silencioso, de la gestión de la información y de los recursos.
Entonces pensó en lo que había sido su vida militar hasta el momento, siempre en lugares claves pero seguros, había estado en todos los puntos calientes de los últimos años, Irak, Kosovo, pero nunca había escuchado ni un disparo, siempre había estado en las bases, como analista, documentadora, traductora... nunca en el frente. Su dedicación a los despachos además había acentuado sus diferencias de entrenamiento con otros militares, físicamente no se podía comparar con un marine y las armas tampoco eran su fuerte.
Pero en la guerra hacen falta personas como ella, que sepan anticiparse, que encuentren soluciones originales, que capten los detalles y dirijan a sus hombres hacia la victoria, sin gente como ella estarían perdidos, su lugar ya no estaba en el despacho, estaba en el frente.
-"Mayor Griff, creo que mi lugar está detrás del espejo mágico, estoy preparada para atravesar el Stargate con mi equipo."
Las palabras de Jonas sobre las dos opciones posibles eran claras pero Gustavson sabía sobradamente que solo una de ellas era totalmente válida. Con toda seguridad no podían dejar nada de manera automática. Lo que iban a hacer era inédito, peligroso y quizás surgiera algún contratiempo con el que no habían contado en sus cálculos.
Con actitud calmada se dirige hacia Jonas.
- "Tú y yo sabemos que dejar esto programado podría no funcionar. El naquadah podría jugarnos una mala pasada, pero creo que nuestros conocimientos podría resolver cualquier problema Jonas. Deberíamos quedarnos."
Saben que uno depende del otro para que toda la operación salga bien y que si ellos fallan la operación podría fracasar. La responsabilidad para detener a los goa'ulds están en sus manos y trabajando en equipo.
- Mi obligación, mi deber. Si mi padre y mi abuelo me viesen estarían totalmente de acuerdo, aunque hay posibilidades de que no los vuelva a ver.
El Mayor Griff sonrió, era difícil saber si había previsto la respuesta de la otra oficial o simplemente le gustaba su convencimiento y el entusiasmo de su voz.
- "Está bien, venga conmigo, le presentaré al equipo a su mando. Al menos al personal de apoyo."
El comandante del SG-2 se puso en marcha pero no paró de hablar en ningún momento, con su tono serio pero campechano.
- "Los grupos pese a ser multidisplinares estarán bastante orientados a ciertas especializaciones. El mío será el grupo de asalto y exploración, habrá un grupo sanitario, un grupo de combate pesado... El suyo será el científico. Por eso operarán la MALP y estarán en la retaguardia del asalto, necesitamos que se encarguen de labores de ingeniería y serán la principal fuente de información de la base que se queda aquí. Además de proveernos de una salida."
Una sonrisa sarcástica se dibujó el rostro del militar, estaba claro que sonaba mucho más fácil de lo que iba a ser.
- "Para ello aparte de los especialistas del comando, tendrán que elegir a un par de los científicos que tenemos aquí para que vayan con usted. No importa si son militares o civiles, pero supongo que tendrá que tener en cuenta a que se enfrentan. A los civiles debe convencerlos, no podemos llevar a nadie contra su voluntad."
Cuando ya se acercaban a la armería en medio de los molestos vientos, el Mayor se vió obligado a gritar:
- "¿LO HA ENTENDIDO TODO? ¿ALGUNA DUDA?"
Jonas asintió, aunque realmente era un extranjero dentro del comando y del planeta, cada sentía más que formaba parte de algo. Y pese a sus manías se sentía cómodo con Lee y Gustavson.
- "Por mí no hay problema, pero dado que el Comando Stargate es una organización militar, creo que debería ser usted el que está al mando y es el portavoz del equipo."
Bill no esperó ni a que acabara la frase para asentir.
Jonas no pudo evitar una leve sonrisa. Estaba claro que todos tenían miedo por lo que iban a afrontar, pero Lee no podía ocultarlo y parecía estar aterrado, al borde del pánico.
No se le ocurrió otra cosa que darle una palmada amistosa en la espalda mientras se dirigían a su taller.
-"SI SEÑOR, LE HE ENTENDIDO." -Levantó la voz Sara al igual que Griff.
Inmeditamente Sara comenzó a pensar en las necesidades que tendría en su grupo, necesitaría un ingeniero o un físico, la MALP era un aparato de uso frecuente entre los miembros del comando SG, para el manejo básico no le haría falta un científico, para manejar las comunicaciones tampoco, pero si necesitaría una mente inquisitiva que pudiera dar respuesta a los problemas y a los imprevistos, la pregunta era, ¿quién?
Sara llevaba poco en el comando y aun no conocía a casi nadie, era difícil decidir algo tan importante basándose tan solo en los informes personales y en las recomendaciones hechas por otros, además en circunstancias normales tendría días o al menos horas para elegir a los mejores, en este caso disponía de minutos. ¿Como iba a elegir al mejor candidato?
Si al menos conociera a alguno de los candidatos...
Entonces recordó a Gustavson.
No hemos tenido un buen comienzo pero este tipo sabe lo que se hace...
-"Mayor Griff, en mi última misión trabajé con Gustavson, creo que sería una buena opción para el grupo."