Partida Rol por web

Bill sonríe satisfecho.

Me parece perfecto. Ahora, si no le molesta ... necesito ayudantes para la investigación.

Necesito a alguien duro, que sepa aguantar el tipo y a alguien que sepa pasar desapercibido y se conozca las calles a pie. - Mira sonriente al irlandés y la chiquilla. - Ese par encaja perfectamente.

Después de peinarse un poco con la mano derecha mientras sostiene el sombrero con la izquierda, se lo vuelve a poner mirando a West.

¿Le parece correcto? Al fin y al cabo, una ayudante de cocina y un cargador no son elementos indispensables para la construcción del michael.

La opinión y decisión del sr. West tarda un poco en llegar pero supongo que se debe al hecho de que también es la más importante y decisiva de todas, es normal que lo tenga que pensar muy bien antes de explicarse.
Asiento con energía a su propuesta, dejando claro que al menos el sector de trabajadores de "a pie" le apoyaremos en todo lo que podamos.

-Habrá que tener en cuenta que algunos empleados optarán por renunciar al trabajo debido al riesgo que ahora supone....- quizá incluso yo debería planteármelo si tuviera algo importante que perder pero dado que no es así... supongo que me gusta el riesgo. Ademas, ¿qué demonios? No pienso darles la satisfacción de salirse con la suya a esos malnacidos.

-¿Q-qué?, ¿nosotros...?- me muestro perpleja ante la proposición de Bill y a punto estoy de escupir todo el zumo, por suerte consigo tragármelo antes de provocar algún desastre en la preciosa alfombra que cubre el suelo.

-No se me da muy bien investigar pero si lo que necesita es lo que menciona... entonces supongo que se me podría dar bien- recuerdo entonces la escalada de anoche y las huellas que encontramos. La verdad es que no estuvo tan mal así que acabo levantándome de un brinco y con bastante ánimo

-Será mejor que nos pongamos en marcha cuanto antes- concluyo dispuesta a ponerme en marcha de inmediato.

Bill sonríe ante la respuesta de la chica, solo falta el irlandés, pero otra idea ha cruzado la mente del americano.

Alfred ... ¿cree usted que puede fabricar para mi un artilugio volador? Bueno, que quepamos los tres si es posible ... no me importa que sea poco estético o cueste un montón de poner en marcha, pero me gustaría poder sobrevolar londres a medida que buscamos pistas e investigamos.

Y si tenemos que realizar una nueva persecución, eso seria una ventaja sin duda.

Pone una sonrisa afable.

Si eso no es posible, no se lo tome a mal ... yo no soy el ingeniero y no se que es o que no es posible.

La verdad es que fabricar un aparato que vuele, como sugiere el americano, no es mala idea, pero si es mal momento.

Un cacharro así puede costar recursos y mano de obra que precisamente ahora necesitáis con suma urgencia en el Saint Michael. Se puede hacer si queréis.

- Opción A; Se compra ya hecha a otra persona. No costaría tiempo ni mano de obra. Pero si mas dinero.
- Opción B; Si la fabricáis por vuestra cuenta va a costar menos dinero. Pero necesitareis trabajadores y puede tardar 4 o 5 días en estar lista. 1 semana si queréis probarla antes de echarla a volar.
- Opción C; ¿ Se os ocurre alguna otra forma ?

Alfred frunció el ceño ante los últimos comentarios del americano.

-   Su idea es interesante, pero no disponemos de tiempo para dedicarlo en la construcción de otro aparato volador.- Respondió meditabundo.- Probablemente podría comprarse un modelo a algún taller de la ciudad, pero eso supondría un dispendio monetario del que no puedo opinar. Además es probable que quien haya atentado contra nosotros nos este vigilando, por lo que no les pillaría desprevenidos su aproximación aerea.-

Negó con la cabeza ligeramente. Como si fueran otras sus preocupaciones mas inmediatas. Y de echo así era. En esos momentos su prioridad era comenzar la reconstrucción del Saint Michael. Algo que pese a la posición privilegiada del Sr. West no sabia si podría llevarse a cabo por culpa de la policía. Por otro lado no le gustaba ni un pelo el poner a la niña en una posición de riesgo. Las personas que habían atentado contra la Bestia eran indudablemente peligrosas y enviar a Maya tras su pista resultaba... perturbador.

-   De todas maneras, no tengo del todo claro enviar a la señorita Maya tras la pista de unos asesinos.- Sentencio frunciendo el ceño con firmeza.- Eso la metería en una posición de peligro del todo inaceptable.-

El americano sonríe con cinismo.

Por favor. No me venga con mariconadillas inglesas ... estamos en el siglo XIX, la industria londinense se nutre de la explotación de los niños. Las minas están llenas de chavales que no llegan a  la mayoría de edad o lo hacen lisiados y sin pelo en la cabeza debido a las tiras de cuero con las que arrastran el carbón. Las niñas son prostituidas por madres sin escrúpulos. Las fabricas de tela tienen chavalines corriendo por debajo de las filaturas con el riesgo que conlleva. Enfermedades, abusos, violaciones, asesinatos ....

La gente tiene mas niños de los que puede cuidar y a pocos les interesa lo que les pase mientras ellos puedan comer. No me venga con que Maya puede correr algún peligro cuando seguramente en su barrio habrá patadas de violadores y asesinos que le tendrán el ojo puesto encima.

El cowboy saca su pistola y empuja el ala de su sombrero con su cañón.

A mi lado está mucho mas segura que en cualquier lugar sucio y oscuro de esa malolienta ciudad.

-Ehem-ehem- carraspeo sonoramente y sin disimulo tras la pequeña charla entre Alfred y Bill. Resulta bastante incómodo que hablen de ti de una forma tan abierta cuando encima estás delante.

-Creo que al estar presente puedo elegir por mí misma y ya lo he hecho. A menos que el sr. West requiera mis servicios para cualquier otra cosa me uniré al americano. No creo que mi destreza ayude mucho en la reconstrucción del Michael- me encojo un poco de hombros ya que realmente no tengo demasiados conocimientos útiles para la mecánica o la electricidad. Todo eso me suena a chino.

-Aún así te agradezco mucho la intención- dedico una sonrisa a Alfred y empiezo a tomar la iniciativa de salir por la puerta.

- Señor Custer, ante todo, no hay que perder los modales - intervino West, un poco tarde, pues ya estaba todo dicho. - Estoy de acuerdo con Alfred en que una niña como ella no puede meterse en medio de un asunto como este, he sido padre y... trato de preocuparme por el bien de mis trabajadores, sean de la condición que sean - la pausa fue un poco fría, sus propias palabras le habían dolido más de lo que esperaba y no deseaba irse por derroteros que nada tenían que ver en este asunto. -  Hace falta conocimiento y cultura para que todo esto funcione, alguien que como yo conoce de qué está hecho un cuerpo humano no pone en duda que todos somos iguales... - y otra vez se estaba yendo por los cerros de úbeda, movió la mano para zanjar el asunto. - Es decisión de ella hacer lo que quiera, pero no quiero que nadie, tanto ella como el señor Custer y el señor Neville, se arriesgue más de lo necesario. Y guarde esa pistola, señor Custer, no desenfunde en mi casa a menos que sea cuestión de vida o muerte...

- Bien, yo poco más puedo hacer desde aquí salvo recuperarme y empezar a trabajar en el nuevo diseño. Pero estoy castigado hasta que Walter me deje levantarme de la cama, por lo que hasta dentro de una semana no podré pasarme por el taller. Señor Custer, confío en que logrará averiguar quien lo hizo. Respecto a su extraña petición, no tenemos material ni tiempo ni dinero, y nada me duele más que no poder ofrecerle lo que pide.

El pistolero hace rodar la pistola en su mano y la mete en su funda con habilidad.

Esos ingleses se ponen muy nerviosos cuando ven un cañón.