Partida Rol por web

-¿En serio? Vaya. -Comento aun con la cabeza oculta en aquella sabana, que bien se podría interpretar porque le intereso las palabras de aquella mujer, que ahora manchada buscaba consuelo en pañuelos ajenos, o por lo que acababa de ver catalogado como el séptimo en linea.

La avestruz saco finalmente la cabeza de su escondrijo y les dedico una mirada al resto, aun volaba la sabana a las manos de la Señora "Fina" cuando alzo la cabeza al techo y aledaños.

-¿No creen que tal vez nos están vigilando desde alguna esquina? -Llegado a ese punto todo era posible para él, pero aun no parecía a ver encontrado lo que buscaba, así que tras soltar la bomba su mirada busco la siguiente madriguera.

Al ver que el viejo no se dignaba a contestar y miraba distraidamente el techo decido acabar con aquella falsa.

-¡Señores!, mi tiempo es valioso y por desgracia no puedo malgastarlo en tan....."grata" compañia,asi que dejemonos de tonterias-dijo a la par que pasaba delante de la mesa y tiraba de todas las sabanas restantes.-Ahora si nuestros anfitriones  estan aqui apareceran.

La espera de Salvador se estaba convirtiendo en un pequeño suplicio y no tanto por ser ignorado por sus supuestos anfitriones, sino también por la poco apetecible compañía que le había tocado. La mayoría fisgaba o estaba a sus asuntos, luego estaba la niñata aquella que se estaba ganando una "samanta" de hostias con sus chorradas y finuras.... y para colmo, le estaba empezando a entrar de nuevo el hambre.

- Mira poeta del carallo, espero que no hables de cabezones para insultar, porque como me hinches los güevos vas a llevar un bofetón que se ván a poder distinguir las provincias en tu cara. Le replicó a Judith.

Y que cojones! A mi me está entrando la "gusa". Que pasa! ¿¿Estos Ross no nos ván a poner unos pinchitos para matar el tiempo??.... Nosé, Coño!!, Unos Ferrero Rochér, o unas "tostaitas" de esas con "cambiar".... O bueno, si es mucho gasto me conformo con unos "gusanitos" o unos "panchitos" y unas Fantas.... Propuso Salvador. GASTOOOOON!!!!, GASTOOOOOOOON...!!!!!. Gritó llamando al mayordomo al tiempo que daba fuertes palmadas para que le escucharan en la otra punta de la capital.

Prefería no hacer caso a los delirios del señor cabezón, pero lo que hizo Jesús le encantó, estaba ella por hacer algo semejante, pero quería evita que le dijeran que era impaciente, en realidad, en su cabeza hacía su mayor esfuerzo por volcar la maldita mesa, pero parecía demasiado pesada.

- veamos pues lo que tenemos en la mesa y no tanto mirar a escondidas.

Fue Emilia la que destapó, no se sabe si apropósito o sin querer, el objeto número dos. Pero antes de que nadie pudiera darse cuenta de ello, Jesús se cansó de esperar y fue destapando uno a uno todos los objetos que había ocultos.

En primer lugar:

En segundo lugar:

En tercer lugar:

En cuarto lugar:

En quinto lugar:

En sexto lugar:

En séptimo lugar:

En octavo lugar:

En noveno lugar:

Y en último lugar, el que ya habían visto todos:

No sabía bien que pensar, ¿algo de eso le seria útil? Se cruzó de brazos llevándose la mano izquierda a la barbilla. Nada de todo aquello era precisamente lo que ella esperaba, tal vez,... se acercó a los objetos a estudiarlos detenidamente, aunque algunos ni de broma se los quedaría, pensó que tal vez algo le llamaría más la atención.

Iba a responder que estaba de acuerdo con el comentario de Guido, pues empezaba a sentir algo de hambre, cuando el hombre de aire gitano (¿Jesús? Creía recordar su nombre) en un arrebato decidió pasar a lo largo de la mesa retirando de golpe todas las sabanas que cubrían los objetos. Mientras tanto la joven del traje verde y Salvador empezaban a enzarzarse en una discusión.

Definitivamente nos estamos volviendo todos locos.

Temeroso de la posible reacción de los Rocks, como un colegial cuando espera que el profesor aparezca para imponer su castigo ejemplar, no podía dejar de mirar todos y cada uno de los objetos dispuestos alrededor de la mesa, como si en cualquier momento los fueran a quitar de su vista. Intentaba descubrir cual era la clave para que, objetos con apariencia de no ocupar más que las vitrinas de un anticuario, estuvieran en la subasta de una familia de ricachones excéntricos.

En vez de hacer su comentario sobre los canapés, se dirigió a Guido con otra idea:
-Pues parece que acaban de gastar toda la diversión de golpe. ¿Y ahora?

Emilia no había terminado de limpiarse la porquería cuando el gitanillo decidió descubrir todos los objetos. La verdad, casi lo agradeció. Tanto misterio iba a estallarle la cabeza. Le pareció curioso, no obstante, que la jovenzuela, que llevaba todo el santo rato quejándose porque los demás se acercaban y miraban, estaba encantada con que ahora todo se hubiera revelado. Mucha pose, mucha pose… Y al final es igual que todos.

Pero la anciana no dedicó mucho tiempo a estos pensamientos, pues rápidamente sus ojillos evaluaron cada uno de los objetos que tenía a la vista. Estaba algo confusa, ya que no sabía muy bien qué pintaban algunos de ellos. Pero otros sí le resultaban interesantes, quizás porque eran tan antiguos que le hacían recordar sus años jóvenes.

- Pues parece que ya sabemos qué hay. Aunque podrían haber puesto una descripción o algo, como en los museos. Para saber de qué año son, si son parte de una colección… Esas cosas –Y qué propiedades tienen, también.

Al ver los objetos al descubierto no parecen gran cosa,pero uno llama su atencion.-Ahora solo queda que aparezcan nuestros anfitriones-

Nada!, Ni puto caso!! Se queja Salvador ante la falta de atención por parte de sus anfitriones. Cagon Diossss!!

Iba golpear una de las puertas para llamar la atención del mayordomo cuando a Heredia también se le hincharon los huevos y se puso a destapar todos los objetos.

Salvador miró con asombro todos los objetos. ¿¿¿Pero que Cojones es esto??!!! Dijo. - ¿No me jodas que estamos aquí perdiendo el tiempo para pujar por estas mierdas?. Si aquí lo único que tiene algo de valor son los anillos esos, y yo además de esos tengo a porrones. Si hasta el vino ese es del carrefúr!

Tras ver los objetos que se iban a subastar el mosqueo de Salvador era más que considerable.

Tras quedar todos los objetos al descubierto después que Jesús retirara las sabanas Guido observó detenidamente todos los objetos y se volvió hacia Daniel.

Efectivamente, se nos acabó la diversión en menos de un minuto. Vayamos a echar un vistazo más de cerca a todas esas cosas

Si hay algo que llama la atención es que todo pertenece a la década de los 70 y principios de los 80. La mayoría de objetos tenían más de 30 años. Relevante o no, era lo único que podían sacar en claro de una inspección de los objetos más cercana.

La joven intentaba respirar con calma, eso parecía algún tipo de broma de mal gusto, pero existía la posibilidad de que algo entre aquellos objetos valiera la pena.

- espero que esta subasta no empiece con un maldito jueguecito, pero ver todo esto me inspira lo siguiente,...

1.- las llaves, ¿puertas cerradas?

2.- Jarrita de té, ¿un descanso?

3.- Un vino de reserva, ¿una charla tranquila?

4.- Unos anillos, ¿dos personas, una pareja?

5.- La máquina a de escribir ¿un mensaje?

6.- Mano escalofriante con cuatro dedos derechos, ¿4 minutos, horas, oportunidades?

7.- Jarra con un escudo, ¿un líder?

8.- Un teléfono ¿una llamada?

9.- Un mapa, ¿una ruta a seguir?

Y 10.- El reloj de cuco, los cucos matan a los huevos de otras aves para que incuben los propios, ¿el tiempo se acaba?

Si tenéis otra idea ir largando, si no hay otra propongo coger esas malditas llaves y ver si abren alguna asquerosa puerta de este patético juego.

Nunca había sido buena con la paciencia, y eso de que le hicieran jugar a juegos de adivinanzas, le disgustaba bastante.

Doble S se asombro al ver como su cabeza era destapada de repente por Jesus y como continuaba con el resto de los objetos, hasta que le resulto gracioso el hecho de que uno de ellos terminara haciendo algo como eso.

Miro uno a uno los objetos y sonrió bajo su poblada y elegantemente amueblada barba al terminar de ojear cada uno. -Lastima que ninguno sea un encendedor, en verdad me apetece un buen cigarro, tanto tiempo esperando para que empiece... -Se mecía la barba mientras escuchaba las ultimas palabras de la mas joven.

-O petit. ¿Pero acaso no esta lo que tu deseas aquí? Todos pusimos en nuestra carta de inscripción nuestro objeto preciado ¿No? Yo creo que al menos uno de los diez, queremos cada uno. ¿Aunque puede que difiera en el aspecto que se esperaban? -No se creía las palabras de los allí presentes sobre que nada les interesaba. -Creo yo que no es un juego, realmente estos son los objetos de subasta. -Con la duda ya aclarada, al menos de su parte, pensó en una nueva.

-No sera... que al poco de entrar nosotros aquí, a sucedido algo en la mansión? Por eso escuchamos el ruido. Puede que fuera de este salón este pasando o haya pasado algo, después de todo la gente rica tiene a veces deudas muy grandes. O enemigos igual de grandes. Y no siempre acaban como la fabula de la biblia.-Torció el morro.

Escuchó al viejo ruso ese, o puede que no fuera ruso, pero se lo parecía, y pensó en los objetivos presentes, pero ninguno parecía ser lo que ella quería,por lo que tras la afirmación del hombre, casi se molestó mas de que su objeto si que estuviera entre esos trastos, a caso era la única que no tendría lo que quería?

- Tendré en cuenta tu suposición, pero, yo no veo algo que se ajuste a lo que quería,... en cuanto a lo de problemas con enemigos, no me coonence, creo que más bien solo falta de respeto.

La joven charlatana comenzó a divagar sobre lo que podían significar los objetos. Emilia dudaba de que todo eso se tratara de un juego ni que hubiera un mensaje oculto entre esos cachivaches. Pero en algo coincidía con ella: No estaba segura de que, entre ellos, se encontrara lo que ella esperaba.

- Señor mío –se dirigió al viejo barbudo-, todos pusimos el objeto que esperábamos encontrar. Pero eso no quiere decir que los Rocks lo tengan. Puede que solo hayamos escuchado rumores falsos, como el día en que mi amiga Nati creía que había ofertas en Galerías Preciados y luego no –Día nefasto y decepcionante aquel, recodaba la anciana-. O puede que lo que nosotros deseamos sí está entre estos objetos pero no lo reconozcamos porque es distinto a lo que teníamos en mente.

Dicho esto, acercó su cabeza más a los objetos para ver si intuía cuál podía ser el suyo... Si es que estaba allí.

-Esto es lo que es,casi todo basura-dijo dirijiendose a Judith-No veo mal tu idea de probar las llaves,ya llevamos bastante tiempo encerrados y no me da buena espina.

Tras observar todos los objetos y escuchar los comentarios Guido no pudo dejar pasar la oportunidad de dar su opinión.

-Lo único que parece no ser tan "valioso" como lo demás es el mapa de carreteras, lo demás dependiendo de su estado y procedencia podría tener cierto valor económico.

Tras decir esto se acercó a observar un poco más de cerca el mapa, le causaba curiosidad porque ese trozo de papel acompañaba a los demás objetos.

Salvador escuchaba las elucubraciones de los presentes, especialmente las de la joven repelente.

- Hija mía, estás como una jaula de grillos. Haznos el favor de tormarte una Saldeva y deja de decir memeces! Salvador estaba  especialmente inspirado.

- Esto es todo una mierda, podéis darle la vuelta todo lo que queráis pero no dejan de ser trastos viejos. No pujaría por una cosa de estas ni borracho!, Me parece a mi que los "roscos" nos están tomando por el pito del sereno! Añadió Salvador.

Cuando Guido centró su atención en el mapa Salvador se acercó a él. - Si quieres un mapa, te vendo yo la "Guia Miguelín" que tengo en el coche, que seguro que está más actualizada que esa...