Partida Rol por web

Mathus siguió la corriente al contrabandista, no quería llamar la atención más de lo debido, aunque más bien casi le obligó a hacerlo; la otra alternativa hubiera sido resistirse y no era algo que le atrajera para nada. Habló en el mismo tono que Pash cuando expresó su opinión.

- He visto otros motores como ese antes y estoy convencido de que está en condiciones de sacarnos de Tatooine. Ya no sé si nos duraría dos viajes o tres, pero funcionar funciona - dijo con la seguridad propia de quien sabe que está haciendo al fin algo bien - Deberíamos aceptar la oferta y correr hacia el muelle de amarre antes de que esta transacción llegue a oídos de Trex y su tripulación. Y no os te preocupéis - esbozó una sonrisa - nunca salgo de casa sin las herramientas.

Vorn acepta el trato y tenéis en vuestro poder el motor, previo pago proporcional.

El comentario de Mathus sobre correr hacia el muelle de amarre hace que Pash enarque una ceja, como si de repente hubiera caído en la cuenta de algo...

Has despegado y aterrizado de este planeta muchas veces como para pasar por alto un detalle importante.

Los cargueros suelen tener unos amarres de seguridad activados que se tienen que desactivar desde la torre de control, justo al norte de donde estáis, de camino al muelle de la nave de Tresh. Si pensáis robar el carguero, tendréis que desactivarlos primero desde la torre para poder despegar. 

Sabes que en la torre suele haber un supervisor y varios droides de seguridad. Podrías intentar embaucar al supervisor o entrar sin ser vistos y dejar que Mathus desactive los amarres desde un ordenador de la torre.

Mientras el ingeniero ultima los detalles de la transacción con el chatarrero les digo a mis compañeras que dejaré una pista falsa y que no se sorprendan. Luego me acerco a mi compi mientras Vorn le hace entrega del motor. Hago la 'llamada' usando el comunicador.
- Hey Sharn, ya lo tenemos!... sí, Mathus ha dado su aprobación, no es nuevo pero servirá... que siii serviraaá, me oyes?... de acuerdo, nos vemos en el muelle Besh, vamos para allá... que vaaamos para allaaá- hablo, mientras miro algún cacharro medianamente interesante, un poco alto, como si tuviera problemas con la comunicación, para que Vorn pille casi todo. Cuando digo lo de la aprobación del mecánico levanto la vista, mirando al Mathus, y le guiño el ojo mientras le sonrio. Espero que esta escenita se la trague, nunca se sabe quién puede venir a hacer preguntas .
Cuando ya tenemos el motor me despido educadamente del chatarrero.
Mientras salimos le paso un brazo sobre los hombros de mi compañero y le doy un golpe en la pechera con la palma de la mano y le digo en tono jocoso y contento.
- Ey Mat, en cuanto montes mañana ese cacharro en Mos Espa, te llevaré al planeta Luar... ahí vas a flipar con las camareras droides que hay en cierta tasca que conozco... y me río socarronamente imaginando la escena.
Una vez ya fuera les comentare, ya en serio, otro pequeño inconveniente en el que no habíamos reparado.
- Ey compis, tenemos otro problemilla que resolver antes de arrancar la nave. Los amarres de seguridad del carguero que seguramente están activos. Que yo sepa solo hay dos formas de desactivarlos: que lo haga el supervisor de la torre de control, defendido, por cierto, de varios droides de combate. O que lo haga Mathus desde la misma torre. Si la nave despega con ellos activados podríamos ocasionarle graves daños, así que tenemos que resolverlo. Ideas? Por cierto, Mathus, cuanto tiempo necesitas para montar el motor?-

Empezaba a considerar el rollo de colegueo que traía Pash con él algo incómodo, más aún cuando soltaba sin miramientos la palma de su mano contra su pecho. Sin embargo le gustaba sentirse parte del grupo, de modo que lo recibió como un gesto de ¡buen trabajo, chico! y le dedicó una amplia sonrisa mezclada con cierta mueca de dolor.

Las palabras del contrabandista acerca de su supuesto próximo destino le hizo reflexionar también sobre qué pasaría realmente cuando abandonaran, si es que lo logramos se dijo, Tatooine. ¿Realmente quería seguir con ellos? O más bien, ¿querrían ellos seguir con él? ¿Cada uno tiraría por su lado? Con el limitado tiempo que habían tenido para organizar su huida no había llegado a plantearse nada de aquello. Prefirió guardarse esas preguntas para cuando estuvieran a salvo de las garras de Teemo.

- Si pudiera tener acceso a los paneles de control de la Torre, tal vez, y sólo digo tal vez, podría hacer algo. Los ordenadores no me dan miedo, pero sí lo complicado que pueda resultar su sistema de encriptación, y sólo si tuviera unos minutos de tranquilidad mientras trasteo para intentar hacerme con él - dijo en relación a lo dicho por Pash. Se me acumula el trabajo -  En cuanto al cambio de motor, será más fácil: con diez o quince minutos tendré suficente; veinte si surgiera alguna complicación mecánica - Pero no podré hacer ninguna otra cosa mientras pensó con cierta inquietud.

Mientras Vorn parece mirar de reojo a su droide, a ver que hace con la moto deslizadora, salís de la chatarrería y os dirigís hacia la torre de control. La huida está cada vez más cerca, pero ninguno de vosotros se siente seguro. No hasta que esteis montados en una nave fuera de Tatooine.