Partida Rol por web

ok, lo logras sin levantar ninguna sospecha, este es tu botín

Ella se detiene por un instante y es ahí cuando todos pueden percatarse de algunas cosas… lo ultimo que relato era sobre su príncipe desapareciendo en el bosque por lo cual al hacer esa pausa y regresar a su realidad todos pudieron ver que ya no estaban en el salón ahora estaban en una especie de bosque tal como ella lo recordaba, y se escuchaban los sonidos de los pájaros que cito en su relato… el ambiente estaba fresco y la luz del día los cegaba por estar expuestos tanto tiempo a al sombra.

(itziar) puedes ver a la vieja atenta a tu relato, sin inmutarse por el cambio repentino de paisaje y clima.

sí, exactamente!!!!

lanza un dado d6 para saber en que lugar apareceras...

Tras recoger los momentos de estupefacción el relato continuó por su cauce.

Como siempre se ha relatado éste primer momento resultó como la primavera permitiendo el deshielo de mi corazón y hacerlo moverse como nunca en mi pecho. Volvíme de respirar quejumbroso y ánimo distraído de manera que alguno adivinaban mi singular mal.

Tras pocas semanas, sin embargo, logré recuperar el alma y la vida viéndo de nuevo su presencia; con escasas presencia, parcas palabras huecas sin más sentido que el de permanecer frente a frente. El capitán llevaba por nombre el de Alexander que ya no pudo volver a salir de mi pensamiento, fuera en compañia o soledad.  con el paso de las semanas el atrevimiento se tornaba natural, al tiempo que sus estancias más largas. Con apenas compañía recorríamos las aboledas, y las cañadas. Paseábamos junto a estanques entre risas y vivencias. Y tan natural como el paso de las estaciones cantábamos armónicos una melodía compuesta de latir sinconizado.

Siento ruborizarme y alzo mi mirada al cielo rememerando con calidez.

Y así fue llegando el momento, mi capitán, mi Alexander se introdujo en mi casa con modales, hablando de él y los suyos. Hablando de la vida y las cosas por venir al tiempo que la noche nos daba breves encuentros en el camposanto dónde hablábamos tibios; ante la luna brillante y clamorosa y los demás de mi familia: los inmóviles. Reíamos quedos, sonreíamos y rozábamos nuestras manos con calidez en contraste de la fría tumba de nuestro asiento, imaginándo un futuro por venir y una eternidad de dicha entre ellos.

Pero los amores no se ciñen sólo a los sentimientos de liviana alegría, sino que se templan en las amarguras de las pruebas, el tiempo y la desesperación. Alexander debía servir como capitán más ni él ni yo misma soportábamos la erosión de la distancia y el tiempo desconcidos. Dichas una y mil veces antes y después las promesas del amor por siempre y más allá de todo, nos juramentamos con el corazón ,pendiente del duelo posile y del terror de la guerra. Convenimos todos en que mi joven capitán no partiese sólo y la primavera debía ser testigo de su valor, su arrojo, su amor y su anhelo. Presto quedó el sacramento.

Como esposos seríamos entonces, uno en dos cuerpos separados por la tierra; desparramados y presentes el uno en el otro.

Nos vio entonces la primavera con su frescor lluvioso y su aroma fresco y potente, en un día claro y refulgente como mi amor que hacía todos tapar sus ojos o ladear la vista para no quedar deslubrados. Mi ilusión, mi talle, mi vida entera, mis sueños de siempre todos fueron congregados en la tela que me cubría cuerpo y rostro. No podría decirse de mí entonces que caminando descalza entre la hierba húmeda y la tierra suelta no fuera sino la imágen divina y mortal de la juventud inocente. Inocente clamor, sin duda, pero también la transición de la doncellez al conocimiento. Entre todos los mío, ante el sacerdote y los dioses, caminaba y me apresté a entregarme por completo a mi Alexander.

El fresco y leve aliento del viento revoloteando, resollando al cielo y al sol; a todos. Y en espera. A cada instante me volvía más dentro de mí y más ajenas a lo demás. A cada instante el viento debía volar mens alto para alcanzar al sol y la ausencia pesaba mñas en los murmuros a mi alrededor. Pena, ira, tristeza y sobre todo vergüenza. Cada instante pasaba con el peso de las estaciones acercándo la oscuridad de mi pecho a la del cielo, y por única luz la de la blanca nueva: fría , distante, fatasmagórica. Fiel reflejo en el cielo de la tierra que iluminaba, a cada instante pesándome más la ausencia y la soledad.

Mientras esperaba, quede como único testigo de la espera muda, y sollozante, cada diamánte líquido de mis ojos tiñieron negras mis virtudes y mi inocencia. El ulular del viento mecía las hojas, tan otoñales como muertas. Tan muertas como mi esperanza, que de la esperanza susurraba el nombre de mi amado: Alexander.

La luna refulge tíbia sobre el agua, la novia que fui andaba por la naturaleza sola. Si no hay un instante para que sean felices los corazones ¿porque permite el mundo que los corazones ardan? si en el reposo de la tierra los sentimientos bien descansan.

No hay más reflexión que al andar se hace, no hay más respuestas que el desgarrón del pecho dividido y abandonado. Y andando bajo la luz trémula, de la amiga luna, me dirijo a algún lugar.

La vieja mujer quedó callada, en un instante vacio otro vaso de algún licor fuerte, su mirada se perdió por un instante y sus ojos brillaron como los de una chiquilla que recuerda algo lejano pero muy valioso, por un instante podrían jurar que una lagrima bajo de su ojo…
La cochinera se aferro a Bubú y mientras la vieja mujer seguía fuera de sí, se escabullía entre todos ellos…
El llanto frenético de otro lugar de la habitación corto ese breve instante… y la vieja mujer regreso a su semblante de piedra, sin siquiera mover su cabeza lanzo el vaso que se estrello en la cabeza de la cochinera haciéndose añicos y haciendo a aquella sangrar.

Acabado de lanzar el vaso.
Sin moverme de mi lugar con una voz seria, clara y penetrante -¿pero qué demonios te has creído estúpida? Que solo por llorar has logrado eso que deseas?? No se te olvide que esta posada quien manda me dio el derecho a decidir todo!!!... moviendo mis dedos golpeo la silla donde estoy como esperando algo.

Al golpearme el vaso Bubu cae de mis manos, yo caigo de cara al suelo, me levanto sin mostrar ningún sentimiento o emoción solo con la mirada baja, me doy media vuelta y regreso para posarme frente a la Madrota, levanto la cara y sonrío aún sangro, la luz se desvanece de nuevo y el reflector me enfoca.

El escenario cambia nuevamente:

-Era una noche oscura, fría y tenebrosa uno como hacía años no presenciaba, me encontraba buscando setas para la cena, padre había conseguido cazar un conejo y madre estofaba patatas, arrecio la tormenta y el frio aumentaba

(pueden sentir la lluvia helada mojándoles) entonces hube de esconderme a sombra de un enorme árbol, frondoso como las carnes de la más fina de las cortesanas, un rayo partió un árbol cercano y en mi infantil juicio me llene de temor, sollozos, balbuceos e inseguridad me hicieron moverme de ese lugar sin abandonar el gran árbol, al rodearlo casi tropiezo con lo que buscaba… tome las setas emprendí la carrera a casa y cerca a mi cálido hogar me tope con la sorpresa de una canasta, una bella canasta de mimbre tejida y con lo que parecía ser un mantel, la tome sin detenerme y sonreía como un ángel por tan buena fortuna.

Llegado el momento toque la puerta, más bien dicho golpee la vieja puerta de madera

para que padre me dejase entrar, me miro con la alegría de quien recibe un regalo y tomó las setas mientras yo me fui a secar un poco; en compañía de padre y madre hubo una cena feliz, éramos una familia muy feliz y unida.

Tras la cena hubo un momento de charla frente a la fogata, padre nos contaba como había atrapado ese conejo cuando un sonido interrumpió la charla...

gran sorpresa de todos al descubrir que esa canasta abandonada en una tormenta era un bebe… (todos los sonidos se hacen sordos, ahora se puede ver una fogata al centro del cuarto que irradia un calor… una sensación cálida, una nostalgia del hogar (tiren un dado de voluntad D10 dificultad 4, quienes saquen menos terminaran llorando y haciendo un comentario relativo al hogar)

-bebe, ¿Dónde estás bebe? Ese pequeño se convirtió en un miembro amado de la familia, padre madre y yo misma no podíamos estar más encantados con ese bebe, ninguno podía entender el por qué abandonarlo así, a su suerte para verlo o saberlo muerto… para todos nosotros ese bebe era una bendición.

El tiempo pasó y ese pequeño se convirtió en un pequeño rapaz, teníamos pocas razones para salir de nuestro bosque más sin embargo era necesario para conseguir ropa y algunos artículos útiles en el hogar, un mal día un viejo sacerdote extraviado en el bosque topo con la casa, fue recibido como uno más, yo le lave los pies, madre le preparo un poco de sopa, cerca del atardecer padre regreso y le pudo ofrecer una copa de vino, cerca del anochecer el pequeño rapaz regreso a casa, satisfecho con su caza del día, trajo ardillas, conejos, frutos y algunos peces!!! Entablar conversaciones con extraños era un inusual placer para la familia y que mejor que compartir nuestros alimentos para con él.

Maldita cortesía eso solo… eso solo… (el llanto interrumpió mi relato), ese hombre que parecía ser un emisario del señor, no era más que un miserable, un desgraciado (de nuevo el llanto).
sentado el señor, padre y madre alumbrados a la luz de la chimenea, me propuse servir la cena, rapaz me ayudo cubierto siempre por su capucha café… aquel hombre quedó maravillado de la hospitalidad, del sabor, del calor de esas tierras; tanto así que decidió agradecernos en algún momento por tanta atención… de haberlo sabido… mi voz entrecortada de nuevo.
Ese sería el principio del fin para mi apreciada familia. Miro a Bubu fijamente, las lagrimas escurren perdóname Bubu… perdónanos a todos…

El dolor es tan fuerte que caigo al suelo, el ambiente es melancólico -Esa fue la maldita noche que la ruina llegó a nuestras vidas, ese hombre quedo sorprendido cuando el pequeño rapaz se sentó a la mesa, no podría creer que alguien tan joven fuese tan buen cazador, pidió avivar la luz de la fogata para felicitarle de frente pero al mirarlo bien se asqueo y escandalizo… (se escuchan mis zosollos) y trato de enterrarle un cuchillo… ante la mirada atónita de todos padre le detuvo y noqueo de un golpe en la cabeza… por la mañana se lo llevo a ver a un doctor en el pueblo.
Pocos días después pensamos que todo había terminado bien, salí a buscar las viandas para la comida mientras el resto se quedaba a descansar… esa fue la última vez que vi a mi amada familia…

-Al regresar a casa… eso… eso… eso todo lo que quedaba de ella…

Me tiro a golpear el suelo, lo golpeo hasta abrirme las manos, luego me levanto con ojos llorosos y cargo a Bubu –mi querido Bubu, a ti te conocí en otra vida… pero ahora que te volví a encontrar no te dejare solo, no de nuevo!!!!! Te abrazo con fuerza pero con mucha ternura, es algo que te hace sentir nostalgia.

Tu un instante estas en el sendero que lleva a la posada, al entrar por la puerta te encuentras cayendo, unos segundos después caes dentro del recuerdo de la cochinera estas dentro de las ruinas.
Nota: las siguientes tiradas nos las realices, es para el resto vale??

Ya pueden comentar, intervenir o hacer algo, para todos: hagan una tirada de percepción d10 dificultad 7 los que la superen se percataran de algo

la cochinera estaba por terminar su relato cuando algo llama tu atención: una mujer vestida de blanco cae sobre la vieja casa desvencijada... no estas segura de que hacer ademas opinas que es más prudente no interrumpir a esa desdichada mujer.

eli... no me escribiste nada y si era por la tirada tampoco la realizaste.. por eso borre tu mensaje.

visiblemente distraída,bien podría ser el haberse ensimismado an la historia que acababan de contar u otra razón. Al punto se dirigió a la interloutora:

Una historia sencilla pero preciosa...

Seguramenete las emociones la embargaban y le impedían emitir más que sencilla palabras de aprobación y elogio.