Partida Rol por web

Aún en semejante circunstancia, la cercanía del cuerpo de la señorita tuvo un efecto perturbador en el francés, quien quizá se sonrojó y todo, y desde luego musitó una disculpa casi inaudible, en un extraño momento de naturalidad, dejando al lado quizá el peso de la afectación que continuamente le acompañaba.

Se habían dejado caer a apenas unos pasos, o más bien él había visto unos troncos caídos, había empujado a la señorita LaRoux hacia ellos y luego la había derribado para que quedase a cubierto. Todo un héroe, el gabacho, si no estuviera cagado de miedo.

Con los labios temblando y los ojos fijos en ella, escuchó el sonido de la ametralladora escupiendo muerte, y gritos y silbidos de metal. Intentó ver algo entre los troncos. Suponer alguna posición...y quizá podría meter entre ellos el cañón de su thompson. Tenía que acordarse de quitarle el seguro. Buscó lo que todo el mundo busca en una situación así, una posición ventajosa. Un lugar donde ver sin ser visto. Entre los troncos primero, si no, en algún lateral discreto.

Los ojos le escocían por el sudor, y su frente...un leve mareo le anunciaba que su corazón marchaba a todo ritmo, que incluso podrían oírle por encima de los disparos. Al menos él no oía otra cosa. Se agazapó detrás de esos troncos, buscando su hueco, procurando que la señorita LaRoux estuviera todo lo oculta posible. Y si viera a alguien, aseguraría el blanco en lo posible...y a disparar.

Incluso se había olvidado de Oskar por completo...

- No entiendo tu puto idioma, nazi de mierda -las hirientes palabras surgieron de los labios de León en un perfecto español.

Intentaba ganar algo de tiempo. Observar el entorno, como su abuelo le había enseñado. Pero aquellos tres fusiles no le daban mucha opción. Reacio, levanta las manos lentamente. La derecha aún sujetando el cuchillo, aunque no amenazadoramente. Al contrario que sus ojos, que desprendían tanto odio que serían capaces de intimidar a una fiera. Sólo un espíritu salvaje recién enjaulado podría igualar su mirada.

Un tintineo... y el humo esparciendose... Era casi dulce...

No era nada bueno....

El soldado vaciló un momento…. Aquella mirada era demasiado intensa… demasiado decidida… Pero.. qué se creía aquel demonio que había salido de la nada?…

El cañón de su fusil apenas tembló medio segundo para afianzarse de nuevo… un gesto leve señalando al suelo..

AM…. BODEN..

Apenas lo sintió, sólo un pequeño tirón en el pecho, y bajó la mirada para comprobar como un pequeño orificio había aparecido en la ropa, por la que el fluído vital se empeñaba en abandonar su cuerpo, lentamente, tiñendo de rojo allá por donde pasaba, eliminando las fuerzas de un cuerpo en el cuál los músculos comenzaban a relajarse.

La mirada de Logan se nubló, sus ojos ya no podían ver lo que tenía delante, ni siquiera al alemán que acababa de dispararle.
Sus oídos aún escuchaban el sonido de los disparos a su alrededor, pero cada vez son más lejanos, hasta que el cuerpo se derrumba.

Ni siquiera siente el frío suelo en su mejilla cuando toca el suelo.....la inconsciencia ha tomado el control.