Partida Rol por web

Tenían razón las estrellas.

Capítulo 4: Final.

Cargando editor
22/08/2014, 23:38
Director

Mientras esperais a que Ernesto, que se pellizca la barbilla inquieto, tome una decisión, un ruido comienza a escucharse al otro lado de la puerta. Es lejano, no debe venir de la recepción, sino de una de las habitaciones del interior del edificio. El crepitar del sonido lo hace parecer proveniente de un disco de vinilo.

Música.

 

Cargando editor
23/08/2014, 17:45
Ernesto Crocce
Sólo para el director

Notas de juego

Perdón por la tardanza. Tuve una semana desesperada, y esperaba además a ver si Kike decía algo.

Posteo inmediatamente, pero quiero estar segura de algo. ¿Ernesto sigue escuchando al lo-que-sea contra la puerta? ¿O el sonido que dices que se escucha es un indicador de que se ha desplazado? Porque manejé la idea de que Ernesto se lance contra la puerta como "sorpresa", a ver si lo pueden tirar abajo al que los está esperando, pero para eso necesito saber si sigue allí atrás (más allá de saber si la puerta está cerrada con llave, que eso no lo puede saber XD).

Cargando editor
29/08/2014, 00:07
Director

Notas de juego

Aun con dificultad, sí, sigues escuchando la respiración.

Cargando editor
30/08/2014, 20:35
Ernesto Crocce

Ernesto miró a los demás, intentando por un instante conciliar la necesidad en el fondo de su alma y el deber en la base de su pecho. Era difícil concebir que la única forma de proteger a aquel grupo desigual de desquiciados a su cargo significaba, al mismo tiempo, ponerlos en peligro. Pero el problema es que ya están en peligro, Tano, dijo la voz de su compañero dentro de su mente. El punto es que ya están en peligro. Y sabés muy bien que si no los sacás de acá, los van a matar.

Los segundos se escurrían como arena, o como las lágrimas de Andrea del Boca*. Los ojos de Ernesto iban de uno a otro, Diego a Facundo, Facundo a Kike, Kike a Josep, Josep a la puerta, pero no lograba tomar la decisión y dar el paso adelante. Campo de mierda, no tendríamos que haber aceptado esto, ¡venir directo a donde no podía ser de otra forma que quedáramos aislados de la civilización! La gota de sudor frío serpenteó por sus hombros y murió en algún lugar de su espalda, uno donde casualmente terminaba la cicatriz que le había dejado la mordida de España. La ventaja de la sorpresa, Tano, habrìa dicho su compañero, recuerdos en el silencio de Ernesto mientras volvía su mirada a la puerta. Sí, es verdad. Si no usamos la sorpresa, no vamos a poder usar más nada.

Levantó una mano para que le prestaran atención, y llevó índice y mayor extendidos a escasos centímetros de sus propios ojos. ¡Atención! Señaló inmediatamente a la puerta, a sí mismo, y después a la puerta. Instó a Diego a seguir mirando por la ventana con un movimiento de la mano, y a Facundo a acercarse. A Kike y a Josep les repitió el gesto de observar. ¡Atención, que voy a actuar!

Sólo dos segundos de indicaciones, para variar. ¿Lo habrían entendido? 

No hay tiempo, pensó Ernesto, mientras acercaba una mano al picaporte, preparada para intentar abrirlo o para al menos agarrarse de algo. La puta madre que lo parió.

Ese fue su único pensamiento, antes de levantarse abruptamente, e intentar abrir el picaporte al mismo tiempo que tiraba todo el peso de su cuerpo y la fuerza de sus hombros contra la puerta. Tanto si se abría, como si no lo hacía, el golpe llegaría a quien estuviera del otro lado. Como un mensaje o como un golpe. Pero la ventaja era de ellos.

- Tiradas (1)

Notas de juego

*Andrea del Boca.

La idea de Ernesto es intentar noquear a quien está detrás de la puerta a través del factor sorpresa. Para ello, intentarà: i) abrir la puerta a través del picaporte y, si eso pasa, caerle al que está allí con todo su peso; ii) si no se abre la puerta con el picaporte, tirar la puerta abajo y caerle lo mismo con todo su peso; iii) si ambas cosas no suceden, hacer al menos temblar la puerta lo suficiente para poner en acción a quien está atrás y que reaccione, o bien yéndose (y que Diego pueda rastrearlo a través de la ventana) o bien abriendo la puerta.

Dejo una tirada por lo de la puerta (Potencia 4+Mover Pesos/Romper 2)

Cargando editor
30/08/2014, 22:24
Facundo Caballero

Con su cuchilla de cocina firmemente empuñada, aparentando, aunque fuera solo una expresión de deseos, saber que hacer con ella, Facundo intentó hacerle caso a Ernesto, dando un par de pasos en su dirección, pero sin perder el contacto de su espalda con la pared.

El locutor movió su cabeza arriba y abajo, dando cuenta que había entendido, o creído entender, las instrucciones de su jefe. Con la cuchilla frenete a su cuerpo y un grito pugnando por salir de su garganta se preparó para lanzarse tras el veterano, en cuanto este abriera la puerta, dispuesto (sobre todo por el temor que lo embargaba) a clavar el filo de su arma en quien le impidiera el paso

Cargando editor
01/09/2014, 16:06
Diego Hess

Ante el gesto de Ernesto de volver a ver por la ventana Diego hizo un saludo militar, riéndose maliciosamente mientras se daba media vuelta aun agazapado y caminaba hacia la ventana nuevamente, empuñando con fuerza el garrote.
Cuando Ernesto trata de tirar abajo la puerta, Diego hace lo mismo con la ventana rompiéndola con el garrote y limpiando los bordes de la misma por cualquier astilla que pudo haber quedado antes de entrar.
A grito de

-¡POLICÍA, TODO EL MUNDO AL SUELO!

Antes de entrar por la ventana con una sonrisa nerviosa.

Cargando editor
08/09/2014, 22:51
Director

El golpe de Ernesto abre la puerta de golpe y al hacerlo, todos sentís el equivalente de un enorme suspiro helado y negro salir del interior y atravesaros el alma o la sangre, dependiendo de en lo que crea cada uno. La rotura de cristales de Diego no hace sino ayudaros a romper el embrujo y empujaros a todos hacia dentro, protegiendo las espaldas de vuestros más intrépidos compañeros.

Por desgracia, el interior del espacio al que entráis os vuelve a traer de golpe al ensueño, o pesadilla, sin dónde agarraros. Allí tenéis una alfombra roja que cubre el suelo entero. Candelabros dorados coronados de velas rojas arden sobre cada mueble. Muebles de madera negra, cortinas oscuras, unas enormes escaleras que ellas solas no cabrían en el espacio al que se supone que estaríais entrando, el vestíbulo. En resumen, un imposible.

Y allí, además, no hay nadie. Pero escaleras arriba sigue sonando la música. La canción ahora ha cambiado.

 

Cargando editor
09/09/2014, 03:17
Facundo Caballero

Sin saber si echarle en cara a Diego su desacuerdo con su ridículo grito o felicitarlo por el mismo, Facu entra en la sala, apenas unos pasos tras Ernesto y tratando de no clavar en su espalda la cuchilla de cocina que lleve frente a su pecho.

Sin embargo, apenas ingresa a la sala se detiene y observa a su alrededor, totalmente sorprendido por el extraño decorado de pelicula clase B que los rodea - Señores. Creo que es un buen momento para emprender la retirada - propone tratando de no demostrar el panico que comienza a surgir de su pecho, pero sin demasiado éxito

- Aunque los autos no funcionen, quizás sea más seguro irnos de aquí, incluso caminando - propone - creo que prefiero el monte que esto... despues de todo, esa escalera NO PUEDE estar aquí. No debería caber - añade tratando de justificar sus palabras mientras sus ojos miran a su alrededor, tratando de asegurarse que nadie se esconda en la sala imposible... ni que la misma posea alguna trampa que les impida la salida para huir del lugar

- Tiradas (1)

Notas de juego

Aunque Facu quiere irse, está claro que debemos subir... sino no tiene gracia

Busco que no haya nadie escondido ni que haya trampas ("pisos flojos", puertas que se cierren y similares)

Percepción (+6) + Registrar (+2) = +8. Creo que pasé la tirada... o eso espero ;-)

Cargando editor
09/09/2014, 19:53
Diego Hess

Mirando la escalera desde distintos puntos de vista se dirige a Facundo.

-Meternos de noche en un bosque que no conocemos, siendo 4 personas de ciudad... no es de tus mejores ideas., a menos que tus instintos de perro te llamen.
Ve Facundo, se libre, corre por el bosque en bolas, se feliz.

Dice mientras enciende su cámara de mano y filma la escalera.

-Y bien, Erenesto?

Cargando editor
10/09/2014, 02:26
Facundo Caballero

Notas de juego

Como siempre que quieres burlarte de Facu... clap, clap, clap (ruido de aplausos)

Cargando editor
12/09/2014, 14:55
Ernesto Crocce

Sin duda, era estúpido. Mirar a los ojos a lo imposible, a la vuelta de lo irreal, al recuerdo de la muerte, sentir la adrenalina destrozando nervio y venas... y que de todas maneras que le explotase en la mente una canción como banda sonora de película hecha con dos mangos cincuenta. Sin embargo, y aún todavía intentando recuperar el aliento del topetazo a la puerta, Ernesto no pudo evitar que la cabeza se le inundara de música cuando Diego se dirigió a Facundo. Como una epifanía, como un clímax. Uno que casi le hizo vomitar nervios y arco iris.

Diego, con eso no se jode - logró articular Ernesto, con los dientes apretados como por una tenaza.

Los ojos del redactor estaban en todos lados, a sus alrededores, buscando la amenaza que sabía que tenía que estar ahí pero que no estaba. ¿No estaba? No, es que no la vemos. ¿Pero qué es lo que vemos? Imposible. Un espacio imposible el cual no tenía sentido alguno. Una gota de sudor bajó por su sien. Nos drogaron. Claramente, estamos drogados. La puta madre. La-puta-madre.

Tápense la boca y la nariz mientras puedan, por si esto que estamos viendo es una alucinación o algo parecido. O una droga - respondió, su voz baja y muy clara - Salir al descampado no es una opción, Facundo. No sé si te acordás cómo nos fue la última vez que quisimos hacernos los boy scouts - agregó, con la mandíbula hecha una piedra. Toda la cara de Ernesto era una piedra - El campo y el monte sólo traen problemas. Y mientras estemos huyendo, quien mierda sea que está en esto va a tener la ventaja. No.

Hizo un gesto a Diego, para que se le acercara.

Diego y yo vamos a subir. Si no venís con nosotros, dame el cuchillo - dijo el redactor, girando hacia Facundo. Quizás era ser un poco hijo de puta encerrar al locutor de esa manera, entre dos derivaciones de su cobardía, pero Ernesto ya estaba más allá de la susceptibilidad ajena - Josep, ¿se te ocurre algo con esto? ¿Te recuerda a algo de lo tuyo? Este es el momento de decirlo.

Al fin de cuentas, Frantisek la había pegado. Los había salvado. Ernesto había aprendido a escuchar.

Notas de juego

Dos mangos = Dos pesos (moneda nacional). Hecha con dos mangos (o dos mangos cincuenta) = Hecha con muy, muy poco presupuesto.

Cargando editor
13/09/2014, 02:04
Facundo Caballero

El locutar traga saliva ante las palabras de su jefe, tratando de recordar lo que nunca pudo recordar y niega la alternativa, moviendo su cabeza de un lado a otro - No, yo voy - asevera, reacio a dejar su arma - Mejor nos mantengamos juntos. Si no es afuera, aquí - agrega tras respirar profundamente, en obvia contradicción con el consejo de Ernesto

- Yo los sigo. Y espero que lleguemos a algun lado -

Notas de juego

Obviamente Facundo va cubriendo la retaguardia ;-)

Cargando editor
15/09/2014, 15:59
Diego Hess

Diego toma su porra con fuerza, apoya su hombro y todo su peso contra la pared de la escalera y comienza a subir por esta arrastrando su peso sobre la pared. Subiendo escalones de a uno.

Cargando editor
19/09/2014, 16:19
Ernesto Crocce

Ernesto permaneció unos segundos mirando a Josep y a Kike, y luchó contra el instinto terrible que le recomendaba no separar.

Quédense acá abajo - ordenó, señalando a la puerta - A la primera cosa que pase, se van. Corren. Lo que sea, pero directo a la otra casa a donde quedaron los demás. ¿Me entienden? - clavó los ojos en ambos hombres - No duden.

Hizo un gesto a Facundo, ya que Diego ya había empezado a subir. Miró un momento a su alrededor, antes de intentar agarrar uno de los candelabros para usar como arma, y después apoyar el pie en el primer escalón detrás del camarógrafo.

Notas de juego

No sé si el tocar los candelabros hará algo, pero Ernesto intenta agarrar uno despojándolo de las velas para llevarlo arriba.

Cargando editor
28/09/2014, 15:58
Director

Subís las escaleras dejando pocos sonidos en el camino. La madera es firme y no cruje, los escalones son bajos, anchos, señoriales. La música sigue sonando y atrayéndoos hasta un rellano amplio. Allí hay un vano, cerrado por unas cortinas rojas bien tupidas. Del otro lado de ellas llega la música con claridad, como si no tapasen puerta alguna y solo con atravesarlas se entrase a la sala siguiente. Todo sigue transmitiendo una sensación de irrealidad, de inconsistencia y aún así, vuestro sentdos no parecen alterados. Estéis donde estéis, no sabéis si sería mejor que fuera el interior de vuestra mente u... otro sitio

Cargando editor
30/09/2014, 02:55
Facundo Caballero

El locutor, con su cuchilla firmemente empuñada permaneció en su seguro último lugar, sin dejar que sus compañeros se separaran demasiado de él.

Facu pisó con cuidado cada escalón, temeroso que los mismos desaparecieran bajo sus pies y algo más tranquilo al ver que permanecían firmes, mientras el pequeño "comando argentino" avanzaba demostrando mucha más entereza que la que el mismo sentía en su interior

Al llegar al fin de la escalinata respiró profundamente y señaló el cortinado con su arma, esperando, como de costumbre, que fuera otro el que abriera la marcha. Casi sin darse cuenta, volvió la mirada atrás, asegurándose que la salida estuviera libre si era necesario utilizarla ante una emergencia, como pensaba hacer si la situación cambiaba de musica a... otra cosa

Cargando editor
01/10/2014, 16:15
Diego Hess

Diego abre y cierra los ojos fuertemente al llegar encima y encontrarse con esa irregularidad "lógica", no esperada por su cerebro al no escuchar la música con un sonido contenido cuando atraviesa un objeto macizo.
Se marea un poco por la confusión, mira a sus acompañantes.

-Le metieron hongos a la comida, de los divertidos, va, sospecho eso... un amigo me contó como son sus efectos...

Avanza hacia la cortinas y con la porra mueve un poco la cortina para hacer una pequeña grieta en ella y mirar a través de ella.

Notas de juego

Solo vemos la entrada con la cortina?

Cargando editor
03/10/2014, 18:16
Enrique Gómez "Kike"

Bastante es que había ahogado un grito cuando la puerta se abrío y pareció que la casa nos atrapaba. También era bastante que no había dicho nada de lo que había ahí dentro, que parecía un escenario de una película de terror. No, iba a quedarme aquí sólo.

Bueno, solo no, con Josep. Pero es que posiblemente, el catalán me daba más yuyu que cualquier cosa que viese en la casa. Y seguramente, su comentarios tampoco me ayudarían a relajarme, si es que no podía los ojos en blanco y comenzaba a hacer algún canto gutural.

Con sólo imaginarlo se me ponían los pelos de punta.

Así, digo a Ernesto—. No no no no, yo voy con vosotros. No pienso separarme del grupo. Prefiero tener que correr escaleras abajo que quedarme aquí vigilando, a la espera de que cualquier cosa venga a por nosotros.

Venga, que os sigo —termino diciendo mientras busco algo que pueda servirme de arma llegado el momento (aunque a la hora de la verdad lo tire y salga corriendo).

Cargando editor
10/10/2014, 21:33
Ernesto Crocce
Sólo para el director

Notas de juego

Pfff. Estaba segura de haber respondido aquí. Cien mil disculpas. Tengo un tema: si Kike sube, Ernesto obligará también a subir a Josep. ¿Quieres que narre eso, y vamos para adelante, o quieres hacerlo tú?

Cargando editor
12/10/2014, 17:23
Director

Sin duda, Josep no va a perder tampoco esta oportunidad de mostrarle a todo el mundo que tenía razón acerca de lo sobrenatural. Si Kike sube, él también, no hará falta que el sentido común de Ernesto o cualquier otro le obligue a hacerlo. Así, pues, estáis todos allí reunidos en el momento en que Diego aparta un poco la cortina para mirar...