Partida Rol por web

—¡He reducido mi equipaje todo lo que he podido! ¡Sólo he cogido lo imprescindible! —contesto con cierto enojo a Alicia—. ¡Traer menos cosas era imposible! ¡Vamos a dejar este tema ya, que me estoy empezando a poner nervioso!

—¿Es que aquí no hay camareros o qué? ¿tendré que levantarme yo mismo a por mi té helado?

-Yo voy... yo. Yo voy, sí.

Metiendo las manos en los bolsillos de su chaqueta-sudadera, saca unas monedas, y un billete manoseado.

-¿Quieres algo... er... Alicia? Note... ehm... no te importa que te llame Alicia, eh...?

Os tomáis vuestras bebidas y apenas las habéis terminado llaman para hacer el embarque. Dentro el avión huele a desinfectante industrial. Vuestros asientos está seguidos, colocados en el centro. A Kike le toca el asiento central. En el momento del despegue las tripas se os van al respaldo del asiento pero el avión es grande, potente y estable. Pronto estáis estabilizados a altura de crucero rumbo al oeste, perseguidos por el sol.

—Esto es un poco agobiante. Nunca me acostumbraré a volar... Y eso que he volado mucho —comento a Josep y Alicia al poco de despegar. No sé como pueden aguantar tanto tiempo sin hablar.

Cuando veo que no me hacen mucho caso, y para cambiar un poco de tema, digo— Me pregunto si nos pondrán alguna películo o algo. Espero que sí, es un viaje largo... Ahora que lo pienso, espero no sufrir síndrome de la clase turista. No sé porque no hemos cogido unos asientos mejores, ni siquiera tengo ventanilla.

-¿el síndrome de...qué? ¿de la clase turista...? Ehm. En...mi vida he oído hablar de eso. Hum. Claro que yo... bueno, viajo... poco. En avión. Bueno, viajo poco, en cualquier cosa. No, es decir, sí que viajo pero... Oh...

Callo, mejor, porque, ¿cómo voy a decirle que los viajes astrales no cuentan lo mismo...?

Contestando a Josep- si puedes llamarme Alicia, no hay problema .

Señor Gomez, no he podido encontrar nada mejor , pero no se preocupe por el síndrome de la clase turista estoy segura de que no tendrá problemas con el , por otro lado si quiere alguna película ,en mi ordenador llevo algunas , si se aburre pida melas y veremos que le puede gustar.

—Si bueno, supongo que podría valer, aunque supongo que pondrán alguna en el avión. Si no... ¿Tienes "Armas de Mujer"? Me encanta esa película. Esa musiquita que usan para todo, esas situaciones que se crean. ¡Además sale Harrison Ford! —Contesto a Alicia cuando me dice lo de la película. Si no la tiene, al menos podremos ir entretenidos hablando de ella.

Después de decirle eso, y antes de que pueda contestarme sobre la película, la digo— Ah, y llámame Kike. No me gusta nada lo de "Señor Gómez", me recuerda demasiado a mi padre y a un profesor de 2º de EGB.

Las doce horas que dura el vuelo se hacen interesantes al principio, cansadas a continuación y dolorosas al final. Un hastío sin escalas. Cuando llegáis al aeropuerto Ministro Pastarini os sentís como si fueran las diez de la noche del 4 de mayo en España, pero en Argentina son las 8 de la mañana del día 5. Habéis intentado dormir durante el vuelo, pero tener tanta luz cuando vuestro cuerpo pide acostarse no es sencillo de soportar.

Sentados en la terminal con otra hilera de cafés delante, os planteáis que es el momento de llamar a Contacto Producciones y preguntar por Darío Pasini, el jefe del área de documentales, para ver cómo os acercáis hasta sus oficinas.

Decidís mandarle al tal Darío un mensaje de texto con el móvil de Alicia, tras activar todos el roaming, avisando de que habéis llegado. Él os responde que os dirijáis a una de las puertas del aeropuerto donde os espera, dice, un "remís". Cuando salís os encontráis allí con un coche de alquiler con chófer. No es una limusina, pero es un buen coche.

Al subir avisáis de que ya estáis allí y de camino a la dirección del encuentro, Belgrano 683, 8º piso. El paseo por la ciudad os muestra un lugar grande, cosmopolita, similar en muchas maneras a cualquier gran ciudad española.

Por fin llegáis a la dirección, un edificio de una veintena de plantas. A la entrada tenéis que acreditaros ante el guardia de seguridad pero parece que os esperaran. -Pasen. Vayan allá, al fondo de la recepción al palier y suban al octavo piso.-

En efecto donde os indica hay un ascensor. En breve os encontráis en el lobby de unas oficinas nuevas, en las que se nota se ha invertido algún dinero para su adecuación a sus actuales usuarios, Contacto Producciones. En los pasillos por los que la recepcionista os escolta os cruzáis tanto con ejecutivos como con técnicos más desarrapados con cámara al hombro o barbudos bohemios al mando de cuaderno y bolígrafo.

Por fin llegáis a un pasillo en el que hay un office con máquina de refrescos, cafetera y vajilla. Allí os presentan a Darío.

-¡Buen día! ¿Cómo están? El viaje, bien?- extiende su mano para chocar las vuestras -¿Toman un café? ¿Americano? ¿Sólo, cortado, con lágrima? Tenemos medialunas dulces y de grasa.- dice señalando unos cruasanes.

-Es un placer tenerles acá, estamos reforzando los equipos y el suyo es importante para nosotros. Ahora les presento al resto del equipo. Todos de primera, ya verán. ¿Alguna pregunta antes?-

—¡Ya iba siendo hora! —digo al ver al tal Darío, al pongo una de mis maletas en la mano, en lugar de saludarle—. Pensaba que nadie iba a decirnos nada. Ten cuidado con las maletas, valen su peso en oro.

—Me pregunto si en esta máquina habrá té helado —comento ahora que me he deshecho de mi maleta durante un rato, y miro una de las máquinas de bebidas. Tras un día tan ajetreado, me hace falta un refrigerio.

—Café, agua, Pepsi-Cola, Mirinda... ¿Mirinda? ¿Eso sigue existiendo? Pues si que están atrasados por aquí. Suerte que hemos venido...

Darío queda un poco paralizado la recibir de esa manera la maleta pero se ve que acostumbra a retener sus ganas de decir lo que no conviene incluso cuando le asiste derecho a ello. Sonriente dice "Ahora se encargan de sus maletas" para guiaros a continuación por el pasillo tras dejar la maleta de Gallofré y el resto en una salita lateral y cerrarla con llave al ver la cara tensa del catalán.

Sólo una docena de pasos o separan de una salita de reuniones donde os da paso y donde ya un grupo de personas aguarda reunido...